Partida Rol por web

Isaac da un salto, no había oído acercarse a la chica, aún tenía los sentidos confundidos. Al darse la vuelta y ver la edad de Ainhoa da un nuevo respingo. Aunque consigue controlarse los nervios le traicionan y se le escapa un comentario

- ¿Es que todas las vampiras tienen que ser niñas?

Inmediatamente se da cuenta que es un comentario fuera de tono... posiblemente la "niña" tenga varias veces la edad de Isaac, pero no ha podido reprimirlo.

- Perdona, elegí el libro y aún estoy un poco ofuscado. Discúlpame.

La muchacha alzó una ceja, no sabiendo muy bien si enfadarse o reírse ante el comentario de Isaac. 

-Supongo que conoces a Ángela ya, ¿no es así? -preguntó entonces, aún debatiéndolo consigo misma- tengo la misma edad que ella... Así que, a pesar de nuestra apariencia, te sugiero que no hagas demasiados comentarios de ese tipo... -aconsejó, con un tono gélido en su sosegada voz.

Después escuchó el comentario del libro y la comisura de su labio se torció ligeramente.

-¿Escogiste el libro? ¿En serio? -en su mirada podía apreciarse que aún no tenía muy claro si debía enfadarse o reírse. 

Entonces la memoria de Isaac recordó algo que ponía en el libro. Todo forastero debía mostrar su respeto hacia cualquier Assamita con quien hablara si se encontraba dentro de su sagrado templo. Aunque no profesara su fe, aunque no estuviera de acuerdo con sus creencias, era un símbolo de honor y respeto hacia la casa del hermano. 
"Trân trọng và tất cả sự tôn trọng, anh trai mạnh mẽ" eran las palabras que había allí escritas, aunque no decía nada acerca de su correcta pronunciación... "Saludos cordiales y todos mis respetos, hermano poderoso".

Isaac, en cuanto recordó, reaccionó rápidamente, se inclinó ante la niña y dijo:

- Ruego no tengas en cuenta mis palabras y recibe todos mis respetos, hermano poderoso.

Entonces Ainhoa estalló en una carcajada. 

-Mas te vale que no se te olvide la próxima vez o alguien más enfadado que yo se ofenderá... y aprende a decirlo en el idioma correcto, pero vas por buen camino -le contestó, luego se dirigió hacia los dos- ¿Y bien? Mientras esperamos a que vuelva Aarón, decidme... ¿qué queríais de mí?

Isaac respondió:

- Aarón indicó que podrías darnos alguna información acerca de un tatuaje. Es una representación de la serpiente Uroboros enroscada sobre sí misma. Por lo visto piensa que puede ser un identificador de un grupo nuevo del Sabbat y quería saber tu opinión.

Nuevamente había hablado de más, últimamente le pasaba mucho.

- Sería conveniente esperar a Aarón y que él mismo te diera todos los detalles.

Debería haber esperado a que el propio Aarón le diera esa información a Ainhoa.

Patrick echó un vistazo a su alrededor, buscando a Aarón, confiando en que no estuviera demasiado lejos.

-Realmente ésos son todos los detalles -corroboró Aarón, apareciendo tras ellos, con expresión serena- he preguntado también a Vidette, pero esta vez no sabe nada... ¿alguna idea?

-¿Un Uróboros? -preguntó ella, pensativa, sosteniendo la mirada de Aarón que le sacaba una cabeza y media, con determinación- no sé... es posible...

Se retiró el pelo de la cara, colocándolo tras una oreja, mientras pensaba. 

-Es algo muy común para tatuarse... ¿ha ido alguien a sondear por Malasaña? Igual reconocéis el boceto si buscáis uno determinado... -ante el asentimiento de Aarón, la joven, suponiendo que había más gente implicada en esta búsqueda, ató cabos rápidamente- es por la Tzimisce de ayer, ¿no? ¿lo tenía ella?

Aarón volvió a asentir. Sobraban las palabras cuando eran obvias. 

-No tengo ni idea, pero puedo poner a mis Skull a patrullar, si quieres. Al más mínimo movimiento sospechoso, actuaremos y te lo haré saber.  

-Te lo agradecería -asintió él ante el ofrecimiento-, pero tened cuidado. Mis Vigilantes no la localizan, ni a ella ni a sus cómplices... -Ainhoa entornó los ojos ante este comentario, convirtiéndolos en finas rendijas brillantes, pero no hizo ademán de hablar- y Rafael y Azara le perdieron la pista en un momento dado...

Entonces los ojos de la niña volvieron a agrandarse de golpe.

-¿Rafael? ¿En serio? ¿Rafael la perdió? -Aarón volvió a asentir- En ese caso, dadla por perdida. No obstante, me pondré manos a la obra enseguida. Te mantendré informado. 

La joven dio media vuelta y se fue por donde había llegado, llamando con la mano a un hombre que acudió enseguida a su llamada y se internó con ella por unos pasillos flanqueados de columnas de mármol de Carrara.

-Si no lo saben ni Ainhoa ni Vidette... aquí pocos quedan que puedan tener una idea. Esperemos que los demás hayan tenido más suerte. ¿Volvemos o queréis hacer algo más?

- Estamos a tus órdenes, Aarón. - respondí de inmediato - Te seguimos donde tú digas.

Aarón sonrió ante el comentario. 

-A mis órdenes están mis Vigilantes, que para eso les pagan y les he entrenado, vosotros no -respondió alegremente-, pero si insistes, existen formas... -añadió en broma, aunque en sus palabras dejaba entrever que eso de "obedecer" podía tener muchos significados en el mundo cainita- vamos, volvamos al Elíseo. 

Así, los tres volvieron al Elíseo. Allí, Aarón se fue a ver si Eileen y Yamir habían hecho algún progreso y ellos se encontraron en la Biblioteca con Lucy, que se había quedado cuidando de Victoria, la niña de la Lasombra. Cuando Lucy los vio, se levantó y corrió hasta Isaac y Patrick, para darles la bienvenida. 

-Me alegro mucho de que estéis bien, ¿cómo ha ido la búsqueda? -preguntó.

Isaac sonrío a Lucy y la tomó de las manos.

- Bien, no ha habido problema mencionable, aunque tampoco hemos avanzado mucho. - Al instante se dió cuenta que posiblemente Lucy no tenía ni idea de lo que estaba hablando.

- ¿Qué tal por aquí? La noche avanza y aunque hayas dormido en mi apartamento quizás necesites descansar antes de ir al trabajo. Si te sientes cansada puedo pedir un taxi que te lleve a casa.

Isaac sonrío - No quiero que pienses que soy descortés, es que es posible que me vuelvan a reclamar esta noche para otro trabajo. - Le apretó ligeramente las manos - Tu seguridad es lo más importante para mi.

La mujer sonrió. Estaba a punto de decirle que tenía que irse a casa. Isaac, de nuevo, se le había adelantado.

-Si no aparezco pronto, empezarán a hacer preguntas -sonrió- ya sabes que suelo aparecer temprano por la oficina. Pero me quedaré un rato más. Le prometí a Lola que cuidaría de Victoria hasta que ella o John volviesen. Y la pobre está muerta de sueño, así que creo que voy a preguntarles si la puedo llevar a alguna de las habitaciones que tienen aquí. Cuando uno de ellos dos venga, me iré. Gracias por lo del taxi, pero puedo irme andando, me vendrá bien y no me pilla lejos. 

Luego recordó algo y añadió:

-Oh, la pelirroja ha entrado emocionada un momento buscando a Álex, parecía haber descubierto algo, pero no me he enterado de qué... además, he leído bastante durante un rato, sé cosas... bastantes cosas... -en su expresión se reflejó algo extraño, que Isaac no logró definir. 

Entonces se volvió, repentinamente, volviendo a esbozar su particular sonrisa, y se acercó a Patrick.

-Perdona mi descortesía -le dijo- mi nombre es Lucy, encantada de conocerte. 

Isaac sonrió de nuevo:

- ¿Y vas a contarme algo de lo que has descubierto? - De pronto se dio cuente de lo cansada que podría estar - O mejor en otro momento. ¿La pelirroja te refieres a Azara? 

Isaac se planteó preguntar a Azara o Alex, pero seguía siendo un neonato y muy posiblemente le pondrían en su lugar por preguntar demasiado. Se iba dando cuenta que la sociedad vampírica estaba muy jerarquizada y que era peligroso saltarse ciertos protocolos o no respetar a tus mayores.

Actuaría con cautela y permanecería a la escucha.

- Cuando te vayas a ir, avisame y te acompañaré un poco si aún no hay aquí nada nuevo.

Lucy lo miró de manera extraña. 

-Sí, quizás mejor en otro momento... -comentó. 

Luego continuó escuchando.

-¿Azara? No, creo que ésa es la morena. La pelirroja es la que llegó ayer siendo una persona y de repente hoy es otra muy diferente, por lo que me contó Lola. Voy a acostar a la niña -asintió a lo último-, ahora te veo si estás por aquí.