Partida Rol por web

Amanece, y con el amanecer la guarnición empieza a moverse, los guardias de noche agradecen un fuego caliente, y los reciente despertados atiende sus tareas.

El sol despierta al enano, que se despereza poco a poco.

- Brrrrrr. Dichosa bola amarrilla. Esto bajo tierra no pasa. - Dice aun no muy acostumbrado a la vida en la superficie. -Bien, serrá mejorr ponerrse manos a la obrra prronto. -Se prepara.

Venga holgazanes, de pie, el sol ya ha salido y nosotros seguimos aqui

Digo mientras abro la puerta de golpe, dejando entrar el frio clima de la mañana.

¡Tenemos tres dias por delante de camino y no pienso perder ni un instante!

Ya preparado y con todo listo, se pone en pie, no sin antes quejarse con su habitual gruñido.

- Brrrrrrrrrrrrrrrrrrr.

-Ya va...

Aulla como si le estuvieran apaleando.

Se pone en pie y se estira, luego empieza a recoger sus bártulos y a colocarse la cota de mallas.

-Perro..si estuviera en el campamento de la guerra de las cuatro naciones ya le habría rajado la garganta...

Murmura mirando al guardia.

Joder... ¡Ya va!

Este era uno de los motivos por los que nunca gusté de la carrera militar.... ademas de por mi físico y otros 400 motivos que no repasaré.....

Recojo mis bartulos, entre ellos la baraja de naipes que se quedó próximo a mi saco antes de quedarme dormido.....

Bueno señores amanece el nuevo día y un nuevo horizonte..... Por cierto Slair no se que te has hecho.... ¡pero te queda muy bien!

Maese enano aún sin desayunar y ¿ya gruñendo? Espera hasta medio día. Estallo en una risotada, no se si he dormido muy bien pero me siento feliz y descansado estoy tan animado que me apuntaba a un bombardeo ahora mismo.

Salimos ya mismo, calzaos bien y abrigaos, se acerca la estación fría.

Repaso con la mirada al trio, con cara de profundo desprecio.

Si llegamos tarde, habremos perdido la oportunidad de hacer bien el trabajo, y eso significa que vosotros no cobrais y yo tampoco, y esto último no me da la gana.

¡VAMOS EN MARCHA!

Juro entre dientes y miro hacia la montaña, hacia un camino  que bordea el pico.

Iniciais el viaje, al principio ansiosos por el dinero que os espera a la vuelta, pero al ver que el camino se interna en las montañas, evitando caminos y rutas principales, no podeis evitar preguntaros donde os está llevando este hombre que teneis por guía.

Por de pronto, antes que lidiar con vuestro tarea, debereis enfrentaros al frio paisaje de los pasos altos de la montaña. Aquí y allí cambiais de dirección constantemente y a veces veis como Hubert olisquea el viento, como si este le trajera información que vosotros no sospechais.

Finalmente, la segunda noche rehusa encender un fuego y os informa.

Vamos a hacer guardias por parejas, estamos en territorio hostil y la gente del reino no es bienvenida aquí. La primera guardia la haremos el enano y yo. Vosotros dos,

mira a Jonas y Slair

Vais a hacer la segunda hasta el amanecer.

Como buen soldado, Slair asintió y no dijo más. Tiró el petate en el suelo y acostó la cabeza encima. Abrazó la espada por si tenía que echar un lance en mitad de la noche, como en la otra ocasión.

Ale pues me voy a dormir!

Me acurruco y a dormir a pierna suelta.

Cuando me aseguro que los otros dos duermen me dirijo al enano.

Bien, Tharmon o como sea que te llames, tu seras la parte visible de la guardia, yo patrullare los alrededores. Si oyes cantar un pajaro, esa es la señal que algo va mal y que debes estar listo.

¿Entendido?

Asenti.

- De acuerrdo. Esperro poderr descansarr como se debe porr una vez....

Otra vez en camino y otra vez de guardia. La última vez divisé esa maldita horda de orcos caminando listos para batalla. Por el Hacedor, que esta jornada sea segura...

Ves como el humano se desliza casi sin hacer ruido fuera del claro iluminado por la luna, notas el frio de la noche, ya que esta vez no hay hoguera en la que calentarse, pero puedes ver un poco mejor, nunca habrias dicho que la hoguera era mala para ver de noche...

Las horas pasan lentas y pesadas, pero tu estoicidad enana te hace mantenerte alerta.

Para tu sorpresa, una daga se desliza sin tocarte por delante de tu gaznate y oyes la voz de Hubert.

Pensé que los enanos teniais mejores oidos...

Fin de la tu turno, ve y despierta a los otros, yo les espero aquí para darles instrucciones.

Y se abriga con su capa chasqueando la lengua.

- Brrrrrr.

Gruñendo, como de costumbre, me acerco a los compañeros. Con unas suaves patadas, con buenos modales enanos, claro está, despierto a los durmientes.

- Vamos. Desperrtad. Es vuestrro turrno. Vamos, vamos vamos.

Al ver que parece costarles desperezarse les doy golpecitos con el mango del hacha.

- Venga, o me converrtirré en piedrra....

Tras conseguir molestarles y despertarles, me echo a dormir.

Slair se desperezó ante las patadas del enano. Se limpió la baba con el antebrazo y luego se incorporó.

-Ya voy...maldita sea...

El humano se colocó primero la cota de mallas y luego cogió ambas espadas y la ballesta, con ésta última iría a hacer la guardia.