Partida Rol por web

Comienza vuestra misión, a partir de ahora, estais solos. Cumplid bien vuestro cometido y dos monedas de oro por cabeza os esperan a la vuelta. Después de todo, no es poco dinero para tres días de trabajo.

Observo en el patio de armas de la torre a los mercenarios que hemos contratado. No me fio de ellos y todo en mi lenguaje corporal así lo indica, pero la escasez de efectivos hace que debamos recurrir a estos métodos.

Cuando estoy seguro de tener su plena atención, a toda voz les recuerdo su compromiso:

Recordad bien cual es vuestra misión, debeis llegar al otro lado del paso, ahí contactar con Osric, jefe de la guarnición y recoger los mensajes que os de. Queda terminantemente prohibido que leais esa correspondencia, en caso que eso ocurra, será mejro que no os vuelva a ver en Westronia ni en ninguna otra parte del mundo.

¿Alguna duda?

Termino contundente esperando que nadie me replique.

Allí estaba plantado, con su figura tétrica y oscura, con sus cabellos blancos, en parte tapados por la capucha de la túnica que portaba, la cual escondía parcialmente su rostro pálido, ojos azules como el cielo, y y una barba de tres días, grisácea.Escuchaba no mu interesado las palabras de ese tal capitán Alaric, pues seguramente la recompensa sería menor del esfuerzo que iban a hacer, y eso no le agradaba.Al estar cerca de su cuerpo, podías sentir como le rodeaba un aura un tanto oscura y fría, mientras un escalofrío se adueñaba de ti durante unos instantes.No le temía a nada ni a nadie, no le faltaba nada perder y sus ansias de veganza le hacían aún más poderoso.

-¿Y que ocurriría si me ves?- pregunta con su voz grave y gélida como su aliento, manteniendo su compostura y seriedad, pero con una intención claramente desafiante y arrogante.

Slair, el mercenario, estaba allí, junto a varios perros como él: un tipo enlutado en negro, un enano y uno que no pegaba con ellos; Slair tenía las manos apoyadas en la hebilla de su cinturón, vestía con ropas viejas, pero comodas, desde que Bolk murió, su bolsa no sonaba (aunque la verdad es que nunca lo hizo) a veces no tenía ni para comer como para pensar en cambiar las ropas.

Físicamente, era un humano vigoroso y gallardo, no muy alto pero si robusto, de cabello azabache y largo, un mechón rebelde le caía por el rostro y a veces tapaba uno de sus ojos azules, su cara era bastante fina que por supuesto no le pegaba al resto de su fisico, en su mejilla derecha tenía una cicatriz pequeña que escondía una buena anecdota detrás. Vestía con una camisa azul de tela de saco,  con las mangas largas, también una capa marrón con capucha que solía usar cuando el clima no era favorable, sus pantalones de cuero marrones, llenos de remedios, hacían juego con sus botas, a su espalda llevaba una mochila de viaje que tenía bastantes años, y como armas parecía llevar dos espadas cortas en la cintura, dos de esas cinquedeas tan típicas en ejercitos de mercenarios.

Slair escuchó a su capitán, con oficio: la boca bien cerrada y el cuerpo firme.

El mercenario hizo una mueca al oir la respuesta del tipo de negro, ladeó la cara y escupió al suelo, con los modales que da la profesión de soldado.

-Ninguna pregunta, sire.

Contestó.

Sí, quizá el sueldo no fuera proporcional al trabajo pero, ¡diablos! eran unas monedas, y en su profesión, lo normal era cobrar menos de lo que en realidad merecía, el problema era cuando era mucho menos, pues al no pertenecer a ningún ejercito regular, tampoco debía lealtades salvo a los dineros.

Joder lo que hace el haberse jugado todo tu dinero a las cartas y aun deber algo a la gente de skrugs.........

A mi costado unos tios curtidos y con cara de pocos amigos, que pinto yo aqui?... Cierto..... El dinero.... quizá despues de pagar mis deudas aun me llegará para comparme algo de ropa que mis pantalones y camisa de colores tierra están ya demasiado remendadas.

En mi cabeza resuenan estas palabras: "cuanto antes acabemos antes me ire", "solo espero que esta gente no de problemas"

Tras escuchar al "señor oscuro" me dan ganas de ponerme la mano en la frente y soltar "juer que chungo lo vamos a tener".

Ademas esa correspondencia no será tan interesante si manda a 4 pelagatos por ella.

Capitán por mi nos vamos ya! E intento cuadrarme al estilo marcial si es que me acuerdo como se hace.

Me meso la poblada y larga barba con mi habitual cara de pocos amigos. Miro a mi alrededor y veo que solo estoy rodeado de chusma pataslargas, a cual peor. Aquello iba a ser un viaje delicioso. Por las barbas de mi padre Thormon que lo seria. Resoplo como unica respuesta a lo que llega a mis oidos. Apoyo mi peso sobre la empuñadura del hacha, que descansa en el suelo haciendo un surco.

Es horra de parrtirr. Dejaos de chacharra, patas larrgas.

Miro al enlutado de arriba abajo, he visto antes a no muertos, y su bravuconada no me impresiona. Tampoco me gusta su presencia, no es natural que algo muerto vuelva a ocuparse de sus asuntos, pero no voy a dejar que mine mi autoridad.

Con una ultima mirada al cuarteto, hablo:

Me alegro que no haya preguntas

Y sonrio con aires de superioridad, antes de darme la vuelta para ocuparme de asuntos más importantes.

Viendo que mi capitán ha marcado territorio me adelanto, en parte para evitar problemas y en parte para despachar el asunto lo antes posible.

¿Señores? Si me acompañan les informaré sobre el camino a seguir y los problemas que pueden encontrar... por aquí por favor.

Indico con mi alabarda la dirección al portón de la torre.

Slair miró al soldado de Wolf y luego a los otros, a decir verdad, odiaba dar la espalda a los demás, y esperó unos segundos para ver si alguien se adelantaba, pero tampoco estaba allí para hacer de espantapájaros, así que se empezó a mover, abriendo la marcha, aun con aquella pose gallarda muy a lo hombre que se dedicaba a su oficio.

El mercenario se diriguió, pues, al portón.

bufffff tios de uniforme, slair con ese pelazo y esos ojados! yo rapidamente me pongo en marcha con una mirada hipnótica dando un repaso a ambos de manera disimulada.

Por fin nos vamos de excursión.

Lamentandome internamente por no estar con mis camaradas tomando varios cientos de cervezas al calor de una gran hoguera y costillas de jabalí en fuentes de plata camino siguiendo al soldado. Tarde o temprano habra fricciones más serias que las que se han visto. Sonrio solo de pensarlo y en la posibilidad de una trifulca, al menos tengo la esperanza de saciar mis ansias. Suerte que mi gran Korthain me acompaña. El hacha que forjó mi propio padre decenas de años atras. Parecen todos unas nenazas, apuesto a que se afeitan el pecho, brrrr, me pongo enfermo solo de pensarlo.

Sigo en silencio al soldado y los compañeros de viaje.

Mmmm cuando el soldado da pie a que le sigan, este decide dejar el tema zanjado y seguir a este hasta el portón.Parecía que no lo tenían claro, pero alzaría de las profundidades al ejército más inmenso de no muertos y construiría su nuevo reino sobre las ruinas que dejará en su antiguo reino hurtado a traición.A partir de ahí se expandería por Westronia y seguramente se verían las caras.Sólo necesitaba tiempo, y tenía hasta la eternidad.

Llegando al portón, abierto durante el día, me quedo parado delante del mismo antes de salir, me aclaro la voz y repito el discurso ensayado:

A partir de aquí, no son tierras seguras para nadie, la carretera lleva hasta la guarnición, que está pegada a territorio orco, durante el camino, algo más de una jornada, os podreis encontrar incursores orcos, bandidos montañeros o a los hombres de las fortalezas.

Acto seguido saco un bien doblado mapa en tela y lo adelanto con la mano para quien lo quiera tomar.

Aquí están marcadas las fuentes a lo largo del camino, así como los lugares de ataques más frecuentes. ¿alguna duda?

Termino esperando que me digan que no y poder volver a mis quehaceres.

Bueno despues de salir de mi trance hipnótico y escucho al hombretón de uniforme rapidamente cojo el mapa.... "entre el señor oscuro, un retaco y un mercenario seguro que yo tendré mas idea que ellos, o eso espero ^^;".

Pensando en lo que dice el guardia...... en solo una jornada tanta gente? Que ocurre han soltado a todos el día que nosotros debemos hacer nuestro trabajo? Almenos esta gente se alegrará de poder trocear a cantidades ingentes de enemigos potenciales.

Bueno machote si en dos dias no hemos vuelto....... Manda a una patrulla a salvarnos. Tras esto suelto una carcajada buscando la complicidad de mis camaradas.

Slair miró al soldado y escuchó lo que tenía que decir. Sin duda, era una ruta difícil, incluso para una compañía como aquella.

El mercenario miró al curandero y dibujó una mueca en su cara, casi imperceptible, parecida a una sonrisa, por lo que acababa de decir.

Sin perder más tiempo, alzó la mano y tomó el mapa.

-Esa jornada de viaje ¿es nuestro tiempo límite? tal vez tengamos que desviarnos, como bien dice, en el camino podemos encontrarnos cualquier cosa y tal vez tengamos que desviarnos.

Comentó.

Miro el intercambio de manos del mapa, y aprieto los labios al escuchar los comentarios de los allí reunidos. A estos humanos les encanta parlotear como féminas. Me estoy impacientando, así como cada vez que abren el pico me caen peor. Por las barbas de mi abuelo, en qué pensé al venir aqui. Lo hecho hecho está.

-Hmpf....esos son los ánimos de estas insignificantes criaturas.Yo sólo pienso en terminarla existosamente y hasta ahora me ha ido bien.Basta de tantas complicaciones, ni de presuntos miedos a ser asaltados o a encontrarse un rio.Se supone que somos mercenarios experimentados y sin sentimientos, aunque las apariencias pueden engañar- mira ahora al que tenía la pinta de más esmirriado, después al enano terminando por el tipo que parecía más o menos normal.

-Por mí podemos ir marchando, no pienso pasarme la "mitad de mi vida" en una estúpida misión de principiantes- comenta arrogante y un tanto frustrado ante tal situación.

Bueno, viendo que todo está claro, debo volver a mis obligaciones... ¡Ah! Y una última cosa, cuando veais a Osric, y solo a Osric, debeis referirle la siguiente contraseña: "del valle a casa por dos piezas", en caso contrario no os daria correspondencia alguna.

Dicho esto, me voy a paso ligero hacia el cuartel.

Brrrr. Porr fin algo sensato. Entrregarr un mensaje no puede serr tan difícil. ¡Parrtamos ya!

Echo a andar por el camino que se indicó, mejor meter algo de prisa a estos patas largas, si por ellos fuera se pasarían el día entero hablando sobre la caida de las hojas en esa época del año.

Slair negó con la cabeza mirando al guardia, el cual había optado por no contestar a su pregunta.

-Como vos digais.

El mercenario sacó el mapa y lo arrojó a los pies del brujo, no muerto o lo que sea aquella figura enlutada, harto de los insultos y burlas.

-Tal vez deba dirijirnos vuesa merced.

Escupió hacia un lado y luego siguió la marcha, colocando las manos en la hebilla del cinturón.