Partida Rol por web

Las afueras del New Castle Junior/Senior High School eran un bullicio de gente. Se celebraba el décimo aniversario de una promoción y, aunque todos los años se celebraba el décimo o vigésimo aniversario de alguna, muchos eran los que decían que de esta habían salido varios alumnos capaces de colocar New Castle en el mapa.

Además, en un pueblo de poco más de veinte mil almas, cualquier celebración congregaba a decenas de vecinos deseosos de romper su rutina.

Decenas de coches estaban aparcados alrededor del centro, muchos de ellos sobre las aceras o los jardines al encontrarse todas las plazas ocupadas. Multitud de gente entraba y salía por las puertas centrales y se podía escuchar el bullicio de conversaciones y música en el interior.

En la entrada, una muchacha que suponeis serán estudiantes de último curso de este año os tachan de una lista mientras que otra os coloca, a traición y sin que tengais tiempo a replicar, una pegatina en la que pone "Hola, quizá no te acuerdes de mí pero soy" y vuestro nombre escrito en rotulador negro en ella.

Casi no os había dado a entrar en el enorme gimnasio donde se celebró el baile y pedir un trago en la barro cuando una rubia, a la que algunos recordais como GillianMurphy, se sube al estrado y toma el micrófono.

¡Bienvenidos, promoción del 2002! chilla con una voz aguda.

La gente alrededor vuestro comienza a chillar y aplaudir como si fuese Bruce Springsteen quien estuviese sobre el escenario.

Para hacer más divertido aún este fin de semana, vamos a dividirnos por grupo y cada uno tendrá un pequeña prueba que hacer se tapa la boca para reirse tontamente para que todos disfrutemos de las actividades.

Ahora los amables chicos y chicas del último año del insituto van a indicaros dónde teneis que ir. hace un gesto con la mano y un par de docenas de chicos y chicas comienzan a indicaros a cada uno dónde teneis que dirigiros.

Una chiquilla un tanto tímida, aparentemente intimidada por todos los que habeis venido de fuera, te guía por los pasillos del instituto que tantas veces recorriste hasta el aula de química.

Allí te señala una mesa con una nota doblada y un manojo de llaves y ves que están llegando tus compañeros de equipo...

Empiezas a pensar que en algún momento debiste molestar realmente a Gillian.

Frente a ti ves a Derek, un tipo con pintas góticas que sabes que tiene un programa televisivo sobre sucesos  paranormales pero que en el fondo es un looser.

Junto a él, Cormac; sabes que tuvo un accidente a finales del curso hace diez años pero no sabes lo que ha sido de él en este tiempo.

La chica sabes que tiene una floristeria en el pueblo y lees que su nombre es Tabata aunque no tienes ningún recuerdo en especial del instituto.

Finalmente tus ojos se abren ante Taylor, quien ha escrito con un bolígrafo "Chip" en su pegatina de nombre. Sabes que no callaba y, por la cara del muchacho que le ha acercado, parece que no ha cambiado. En su manos, una bolsa de patatas para variar.

Una chiquilla risueña y pelirroja te agarra del brazo nada más terminar de hablar Gillian; su tacto y su voz mientras te cuenta lo ilusionada que está por su baile de graduación te incomodan ya que son todo lo contrario a lo que estás acostumbrado, son claramente vida. Sin callar, te guía por los pasillos del instituto que tantas veces recorriste hasta el aula de química.

Allí te señala una mesa con una nota doblada y un manojo de llaves y ves que están llegando tus compañeros de equipo...

Empiezas a pensar que el Karma o algún diablillo tenía ganas de reirse hoy a tu costa.

Frente a ti ves a Derek, un tipo con pintas góticas. Te quiere sonar de algún programa de televisión pero ves claramente que no sabe lo que es realmente la muerte, no es más que un impostor.

Junto a él, Alex. El típico cachitas resultón.

La chica sabes que tiene una floristeria en el pueblo y lees que su nombre es Tabata aunque no tienes ningún recuerdo en especial del instituto.

Finalmente tus ojos se abren ante Taylor, quien ha escrito con un bolígrafo "Chip" en su pegatina de nombre. Sabes que no callaba y, por la cara del muchacho que le ha acercado, parece que no ha cambiado. En su manos, una bolsa de patatas para variar.

Una chavalita morena, a la que no te importaría hacerle una entrevista a fondo en los servicios antes de llegar a tu destino, te guía por los pasillos del instituto que tantas veces recorriste hasta el aula de química.

Allí te señala una mesa con una nota doblada y un manojo de llaves y ves que están llegando tus compañeros de equipo...

Empiezas a pensar que te debiste tirar a Gillian y luego olvidarte completamente de ella o que ella debió querer tema contigo y pasaste olímpicamente de ella porque...

Frente a ti ves a Alex. El típico cachitas resultón.

Junto a él, Cormac; sabes que tuvo un accidente a finales del curso hace diez años pero no sabes lo que ha sido de él en este tiempo.

La chica sabes que tiene una floristeria en el pueblo y lees que su nombre es Tabata aunque no tienes ningún recuerdo en especial del instituto. Al menos han puesto algo de alegría para tus ojos en el grupo.

Finalmente tus ojos se abren ante Taylor, quien ha escrito con un bolígrafo "Chip" en su pegatina de nombre. Sabes que no callaba y, por la cara del muchacho que le ha acercado, parece que no ha cambiado. En su manos, una bolsa de patatas para variar.

Joe,el hijo del cartero, cuya familia conoces de toda la vida, te guía por los pasillos del instituto que tantas veces recorriste hasta el aula de química.

Allí te señala una mesa con una nota doblada y un manojo de llaves y ves que están llegando tus compañeros de equipo...

Empiezas a pensar Gillian ha decidio vengarse de ti por alguna rencilla pasada porque...

Frente a ti ves a Derek, un tipo con pintas góticas y andares chulescos.

Junto a él, Cormac; sabes que tuvo un accidente a finales del curso hace diez años pero no sabes lo que ha sido de él en este tiempo.

Al menos está Alex; sabes que era un deportista en sus tiempos y, por su madre, que ahora trabaja de periodista.

Finalmente tus ojos se abren ante Taylor, quien ha escrito con un bolígrafo "Chip" en su pegatina de nombre. Sabes que no callaba y, por la cara del muchacho que le ha acercado, parece que no ha cambiado. En su manos, una bolsa de patatas para variar.

Un chaval con la cara picada te indica que le sigas; parece que quiere decir algo pero no puedes evitar comenzar a explicarle cómo ha sido el viaje. Le pides un boli pero antes de que le de tiempo a buscar uno, sacas uno que tenías en el bolsillo y escribes con letra irregular "Chip" en tu pegatina; por lo visto a Gillian se le debió pasar. El muchacho trata de hablar en algún momento pero finalmente desiste y te guía por los pasillos del instituto que tantas veces recorriste hasta el aula de química escuchando tus comentarios.

Allí te señala una mesa con una nota doblada y un manojo de llaves y ves que están llegando tus compañeros de equipo...

¡Hey! Esto tiene pinta de ser divertido...

Frente a ti ves a Derek, un tipo con pintas góticas y andares chulescos.

Junto a él, Cormac; sabes que tuvo un accidente a finales del curso hace diez años pero no sabes lo que ha sido de él en este tiempo.

La chica sabes que tiene una floristeria en el pueblo y lees que su nombre es Tabata aunque no tienes ningún recuerdo en especial del instituto.

Y luego Alex, un cachitas guaperas que te parece que era deportista.

Y allí estais todos, reunidos en el aula de química, una nota doblada y unas llaves encima de una mesita y un silencio incómodo comienza a formarse...

Sigo a la morena, sin despegar los ojos de su juvenil trasero. Cuando llegamos al aula me preparo para desplegar mis dotes de seductor pero, por desgracia, el resto de “mi grupo” entra en escena demasiado pronto.

Sin embargo no tengo tiempo de lamentar la marcha de la joven cuando descubro que la zorra de Gillian ha tenido la decencia de poner un bombón a mi alcance. Trato de ubicar la cara de la chica en algún lugar, pero no acabo de recordarla en ningún baño, ni en la trasera de ningún vehiculo, por lo que llego a la conclusión de que probablemente seria de las feas en el instituto.

Bueno, operada o desarrollada, esta claro que ya no eres de las feas. Parece que habrá algo de diversión después de todo.

Doy un paso hacia Tabata con una sonrisa y las manos extendidas.

Bueno, bueno, bueno, ¿pero a quien tenemos aquí? digo mientras leo su etiqueta y aprovechando para repasar su escote. Dejar el instituto te ha sentado pero que muy bien.

Sin darle opción a que se defienda, la cojo de la cintura y le doy dos besos en las mejillas, pero ambos a escasos centímetros de la comisura de los labios.

Con menos efusividad saludo también a los otros tres, ofreciéndoles la mano, pero esperando a que sean ellos quienes avancen hasta mí.

Chicos, cuanto tiempo. Veo que os va bastante bien a los tres, ¿no?

Se había tomado muchas molestias para aparecer impecablemente bien vestido (aunque no excesivamente, la fiesta no lo merecía) en la ceremonia. Un traje recién salido de la tintorería y la barba de dos días que había comprobado que le daba un aspecto más descarado y triunfador, y ya estaba el paquete completo. Si a eso le añadías unos gemelos a juego con la corbata y unas gotas de perfume, arrebatador.

Dedicó unas breves pero amables palabras a la muchacha que le guiaba mientras cruzaba el pasillo en dirección a la clase asignada. Esas taquillas le traían recuerdos, como cuando metieron en la 212 al joven de intercambio italiano, o las carreras en las sillas que hacían los del curso inferior. Eran buenos tiempos.

En cuanto se sentó y vio con quién tendría que compartir experiencia pegó un leve bufido. Esa perra le había mezclado con los perdedores de la promoción y una chica que no recordaba de nada. Quizás estuviera en algún club de poesía.

- Joder, Johnson, así que eres tú de verdad - dijo, repantigado en el asiento con los brazos cruzados - Cuando Hank Marshall me llamó para decirme que salías en la televisión no me lo creía. Pero cuando comprobé que te habías convertido en un jodido freak, ya me salieron las cuentas. ¿Cómo te haces llamar ahora? ¿Satanás Junior o algo así?

Finalizó la frase con una leve risa que acompañaba su expresión cínica.

Hola, quizá no te acuerdes de mí pero soy

CORMAC

El tío del traje y corbata esta de pie. Tieso. Colgando de su brazo una joven pelirroja cargada de una superlativa sonrisa. Cormac miraba el paquete de patatas de Taylor. Recordaba a aquel tipo y no podía creer que su vida siguiera anclada a una bolsa de patatas. Intuyó que quizás fuera abogado o contable. En la oficina la gente le seguiría llamadando "Chip". Le pareció algo realmente triste.

El gótico posmoderno apareció extendiendo la mano. Dejandola en territorio neutral. Cormac le saludó desde la trinchera de la distancia con un gesto de la cabeza. Algo en su mente hizo que aquel tipo pasara directamente a la carpeta de "capullos" de la agenda de contactos de su cerebro.

Hola dijo a los demás.

Se llamaba Joe por el deportista Joe Dimaggio. Su madre era una fan de él, y aunque estaba ya un poco pasado en los tiempos en que nacio el chico, llevaba el nombre que mucha dignidad.

Ibamos recorriendo los pasillos del antiguo instituto mientras charlabamos de cosas poco comprometidas y algo creativas. Para Joe no eramos mas que unos carcas, la gente joven ignora lo rapido que pasa el tiempo a partir de los 18, sin embargo, para mi era un futuro candidato

Lo cierto es que no habia nadie en la reunion a quien quisiera ver mas que a otro ni nadie a quien no quisiera ver, yo me movi de un grupo a otro sin quedarme en ninguno, pertenecia a varios clubes sin comprometerme con ninguno y asi estaba perfectamente

Cuando llegamos al cuarto, donde segun la loca de Gillian estaria nuestra prueba, espere que esta nos sirviera de interactividad porque queria recaudar apoyos en mi proyecto y si ya empezabamos a separarnos iba a ser dificil

-Gracias Joe-

Me despedi del chico y mire la mesa que tenia enfrente, me baje un poco el vestido hippie blanco de hace varios años(si, me quedaba pequeño) y cogi la nota apartando las llaves que habia encima.

Poco despues empezaron a entrar los demas. El idiota de Derek Johnson estaba exactamnete igual a cuando se fue, involuntariamente me movi hacia atras y frunci el ceño cuando me agarro y me beso tan cerca de los labios

-Joder que asco!- Empezabamos mal

Despues me anime un poco al ver a Alex, su madre me habia contado que era periodista y eso era interesante. No obstante cuando habló me hizo pensar que quizas no hubiera superado la fase del instituto como parecia

Despues aparecio otro chico del que en el isntituto poco o nada sabia salvo que tuvo un accidente. Me hizo gracia ver todo lo tieso que estaba y lo feliz que parecia la adolescente a su lado

Despues entro chip, a él si que le recordaba bien, de hecho estuvimos en varios clubes juntos. Iba con su insepareble bolsa de patatas fritas y reflexione que seguramente a estas alturas se hubiera hecho accionista de Ruffles

-Bueno, hola a todos, aqui tengo esta nota y unas llaves, vamos a ver de que va-

Baje la mirada y la lei en voz alta.

Leela. Tábata. Eso era lo que decía su cartel. Ella era distinta. Cuando quiso acordar Cormac habá pedido sus tres deseos al genio de la lámpara mágica de su imaginación.

1.     Una isla desierta. Un lugar con un nombre exotico que rimara con la fina arena de sus playas.
2.     Ella. Tábata. A ser posible con solo un bikini en la maleta
3.     Que la isla desapareciera para siempre de las rutas maritimas. Nadie les encontraría jamás. El aburrimiento jugaría a su favor. Ella acabaría durmiendo cada noche junto a él en un pequeño catre de una casa de madera construida sobre un gigantesco árbol.

Me negué a ver la reacción de la chica, sin duda sorprendida y extasiada por ver que por fin le prestaba atencion un tío tan molón como yo, y me volví hacia el capullo de Alex con una sonrisa.

Ezzequiel dije alargando la Z como hacia para las cámaras y si, tengo mi propio programa. Dije con un falso aire de superioridad. Por mi parte lamento no haber oído “nada en absoluto” sobre ti.

Mi rostro mostraba una amplia sonrisa indicando que me consideraba muy ingenioso.

- Joder, Ezzequiel dice - dijo mordiéndose el labio mientras sonreía como intentando contener la risa - Sí, un día le eché un vistazo. Lo tiene todo: vampiros, fantasmas, eres una estrella...

Luego dedicó una breve mirada de soslayo a Cormac. Joder, el tío parecía que se acabara de levantar de la más horrible de las resacas. ¿No se había matado en un accidente de coche con una fulana? Le daba igual. Estaba claro que de todos ellos, él era el único que había triunfado. Incluso ese chaval de la bolsa de patatas fritas seguía igual.

- Sí - dijo, añadiendo sus palabras a las de Cormac - A ver qué ha preparado esa subnormal de Gillian. Acabemos pronto con esto.

Tabata desdobló la nota y se pudo ver claramente que estaba escrita a ordenador. Gillian no se había molestado en escribirla y lo más seguro es que se la hubiera dictado a alguno de los estudiantes que ayudaban con la fiesta y a los que les parecía algo genial rodearse de adultos que regresaban al instituto.

Su voz sonó clara y se proyectó por todo el aula de química, con una entonación perfecta, como si todos estuvieseis leyendo la nota.

Todos conoceis Envíos McFarrell pues en algún momento u otro habéis enviado o recibido algo en el enorme pabellón en las afueras de uno de los principales negocios del pueblo.

Pero los mejores recuerdos vienen de la Granja Johnson's, una enorme explanada en la que ya no queda granja alguna pero que durante años se ha usado para todo tipo de actividades, fiestas, conciertos y, por lo visto ahora, jugar a paintball.

Me llevo una mano a la cabeza, mientras la meneo de un lado a otro. Tras escuchar el contenido de la nota, hasta se me han pasado las ganas de responder a Alex.

Venga, no me jodas. Digo con cara de incredulidad. ¿Recoger un paquete de bolas de pintura?

Vale, no es que esperase un juego interesante, ni tan siquiera divertido, pero esto es ridiculo. Nuestra primera prueba es ir a recoger la munición para una partida de Paintball.

Gillian debe estar partiéndose de risa pensando que nos envía a hacerle los recados.

Siempre es una alegria volver al pueblo ¿no?

Podría ser peor. mientras respondía a Derek, dibujaba imaginarias dianas en la frente de éste. Sí. Lo tenía decidido. Ese creido, ese famoso de medio pelo, sería el objetivo de sus bolas de pintura.

- Espero que esto no sea una venganza personal - dijo, mirando el trozo de papel que había cogido de Tábata - ¿Alguno os la tirásteis y la dejásteis tirada?

Intentó hacer memoria pero estaba seguro de que Gillian no estaba entre las chicas que habían pasado por sus manos, aunque claro, las fiestas en casa de Roger eran épicas y no se sabía cuándo podías terminar en el cuarto de invitados con alguna desconocida...

- Bueno, acabemos con esto - dijo, dando un leve golpe sobre la mesa con ambas manos y levantándose.

-Quizas yo habia pensado en algo mas intercativo, mas como una imporvisacion-

Termine de leer la nota y la deje sobra la mesa de nuevo, levante la mirada y vi a mis compañeros, les hacia la misma gracia que a mi

El chico del accidente se medio conformo y sopese que era lo mejor. Quizas entre tiros y pintura podia hacer campaña a mi favor con la compañia de teatro

-Bueno,esto nos pasa por dejar que lo organice la mas loca del curso..Sera mejor que vayamos a por las pinturas-

Me guarde las llaves en el bolsito que llevaba y pense que, al menos, me habia puesto un vestido al que no me importaba destrozar

Después de darle la tabarra, con batallitas de instituto antiguas, al chico que me guío hasta la sala donde se encontraba mi grupo y que no tenía ni idea de quién era, salude uno por uno a mis antiguos compañeros con un apretón de manos cuya intensidad variaba según el grado de roce que hubiéramos tenido en el pasado, no sin antes limpiarme el aceitillo en los vaqueros. Por supuesto, a Tabata le di un beso en la mejilla y un tímido abrazo. “Me alegro mucho de volver a verte””No has cambiado nada””¡Vaya cambio! Si no es por la identificación no te reconozco” eran algunas de las frases que acompañaban a los saludos.

-Venga dejad de quejaros- …digo justo cuando intento hacer canasta con el envoltorio de las patatas recién acabadas en una papelera cercana, la cual fallo… quizás no estaba tan cerca… -estamos en una reunión de instituto, con algunos años más eso si ¿Pero qué esperabais cuando decidisteis venir? ¿Hablar de trabajo? ¿Parejas? ¿Niños?... esto es para recordar viejos tiempos y hacer lo mismo que cuando éramos adolescentes o hacer lo que no hicimos cuando lo fuimos- …explico gesticulando cada palabra con las manos de forma espontanea.

Tras un segundo de silencio incomodo… -además, si os paráis a pensarlo un momento… ¿y el gustazo de dispararle a aquellos que no nos caían bien?- …digo, aunque tal vez, debería ser yo el que me parara a pensar antes de hablar, quizás sea yo el que no le caía bien a ellos, aunque nunca me lo demostraron por aquel entonces.