Partida Rol por web

Al contrario de varios conocidos que se habrían asustado al ver una habilidad "maligna" y relacionarlo inmediatamente con los titanes, Animae sintió más curiosidad que otra cosa. Observó con detalle cómo la mano del dragón podía adquirir esa forma y usar el poder de las sombras para un fin más equilibrado que el dominio de sólo una parte.

-El hecho que domines dos habilidades que por su propia naturaleza con opuestas es admirable, Ilify-expresó ya un poco más tranquila, pues la adrenalina ya iba desapareciendo y volvía a un estado más propio de la guerrera, e igual se encogió de hombros cuando se dijo de no poder acordar un día en concreto-. Sí, cada quien tiene responsabilidades que hacer, y se agradece el entrenamiento para seguir con nuestros objetivos, pero ninguna de nosotras ha podido salir desde hace una semana... es algo cansado.

Cuando se le preguntó si el comandante era su pareja, Animae sonrió como si fuese a reír en cualquier momento pues no era la primera vez que hacían esa relación entre los dos. Negó con la cabeza para después mirar el camino por donde se fue su "entrenador".

-Es mi hermano mayor, Commutatus Ephorus-se quedó viendo el sendero por varios segundos más mientras hablaba-. Nuestra madre fue una guerrera, pero se retiró al casarse con mi padre al que nunca le interesó ser parte de la comitiva de la Reina. Mi hermano entró a la Academia para ser como mi mamá, y años más tarde también ingresé. Yo salí a mi padre y él a mi mamá, y lo único que compartimos es el color de cabello y ojos.

Torció su sonrisa para después bajar la vista, suspirar y volver a alzarla para ver a Ilify. Se acomodó el carcaj para que no lastimase su espalda y hombros y de nuevo suspiró.

-¿Tienes hermanos?-preguntó con curiosidad genuina, pues quería saber más de él. Luego volteó a ver por los alrededores y se acercó para que "nadie más escuchara"-. ¿Hay un lago por aquí donde pueda tomar un baño? No quiero r a las instalaciones...

Un leve suspiro de alivio al escuchar sobre su hermano, fue seguido de otra pregunta algo compleja - todos los dragones de Hardak son mis hermanos, de sangre ninguno poseo, ni familia conocida, mis padres fueron asesinados en la primera guerra cuando aun era joven, perdí todas las ganas de hacer nada, pero desarrollé casi sin darme cuenta mi habilidad afín a las sombras, tal vez es cierrto eso de que acabamos convirtiéndonos en lo que más odiamos. Internado en la academia por ausencia de familia conocí a Zmiy, a la que mataron en la segunda llegada de los titanes, ahí perdí el juicio y adquirí mi habilidad de hielo, aunque perdí también mi capacidad de volar, por lo que decidí endurecer mis alas y utilizarlas como escudo o armadura en algunas circunstancias, en fin por lo menos me sirven para frenar una caída peligrosa o para mantenerme un poco más en el aire y prolongar la distancia de mis saltos, o incluso para sujetarme a veces. Por ello intento no familiarizarme demasiado con nadie, y más acercándose una tercera guerra.

Al dragón le daba cierto temor sentir algo especial por alguien y más acercándose un tercer contacto con Kal'had, por ello temía admitir que esa muchacha le hacía sentir algo especial.

- por aquí cerca hay varios pequeños lagos, pero no son seguros - el dragón se acercó a la guerrera y se quitó algo que colgaba de su cuello - esta cajita te permitirá guardar lo que quieras, me la dio Zmiy hace tiempo, pero nunca supe que poner dentro, después de todo no necesito nada en concreto y guardar comida lo vería un insulto hacia este objeto, espero que lo sepas utilizar mejor que yo,... - poniéndose tras ella, cerro la cadena, asomando por su hombro y devolviendo el beso en la mejilla que le dio ella la vez anterior, dispuesto entre los nervios a confesarse.

Animae sintió bastante tristeza al escuchar la historia de Ilify. Pensar que alguien podía sufrir de esa manera y de todas maneras seguir adelante era algo asombroso. Su respeto hacia él aumentó y sintió la necesidad de cuidarlo, además de atesorar aún más las sonrisas que él le había mostrado en el poco tiempo que se habían conocido. 

De igual manera, no pudo disimular sorpresa cuando Ilify le entregó algo de valor incalculable y sin articular palabra alguna por no saber qué decir, se dejó colocar el collar sintiendo aún más la presencia del guerrero y cuando le dio el besó en la mejilla apretó la cajita con fuerza debido a que su corazón aceleraba de nuevo y un calosfrío recorría su espalda. En eso, aprovechó para guardar su carcaj que llevaba su arco y flechas, los cuales se introdujeron con un brillo entre el azul y el blanco al regalo que le acaba de dar del dragón y al terminar aquello apretó el dije al pecho al mismo tiempo que se acomodaba de tal manera que su espalda tocara al dragón.

-Gracias-expresó en un susurro apenas audible, lo suficiente para que solo él la escuchara. No quería que nadie interrumpiera ni que alguien llegara. Estaba sola con él y eso era más que suficiente en ese momento. Era consciente que cada quien tenía sus responsabilidades, pero nadie le quitaría ese precioso instante-. Lo cuidaré con todo mi ser. Ahora, dos cosas que aprecio estarán juntas.

Dicho esto, los sentimientos de Animae florecieron en su corazón. Le gustaba Ilify y era una sensación nerviosa y gratificante. Quién diría que en poco tiempo alguien llenaría ese espacio en su interior, y mucho menos que se tratase de alguien de Hardak. Nunca tuvo interés en alguien en el aspecto amoroso y ahora, cerca de una guerra, su alma le pedía conocerlo más y si era posible, iniciar algo más que una mera amistad; sin embargo, sabía que nadie de sus conocidos aprobaría algo así... pero eso no importaba.

-Ilify... el primer día que nos conocimos me dijiste que intentabas averiguar si te agradaba por mi parecido con alguien o por mi como tal... ¿Ya lo averiguaste?

Al preguntar eso se puso nerviosa. Sabía ahora que ese "alguien" era Zmiy y lo que respondiera sería decisivo para lo que haría de ahora en adelante.

El dragón vio como introducía su arco y quedó algo frustrado de pensar que él en tanto tiempo no hubiera sabido que introducir y que ella lo decidirá en segundos.

- el sentimiento es muy parecido, pero las emociones y sensaciones no son muy diferentes, por eso pensé que tu rostro me confundía, pero he podido pensar esta semana con más calma, y notaba esa sensación de necesitar algo, sin duda, yo,...

Tenía claro que sentía algo diferente pero igualmente importante por ella, no pensaba en Zmiy a su lado más allá de mantenerla en sus recuerdos o hablar de ella. Su corazón no decía que fuera una substituta o un efecto placebo, era totalmente ajeno a todo ello, y sin embargo, el calor en su pecho a veces quemaba o daba la sensación de descontrolarse, igual que en ese momento en el que se apoyaba en el, se lanzó a decir algo que pensó que nunca más diría.

- T,... - justo en ese instante alguien irrumpía, sus palabras no tendrían cabida ese día.

[EXTRA: Estos días sin ti.] (1a persona)

Noche de la "no-cita"
Tras el paseo por la ciudad, me pregunto si te diste cuenta de que mi propuesta para el amanecer estaba compuesta de dos atracciones dispuestas para las parejas, de elegir la otra atracción hubiéramos hablado más con el rojo atardecer de fondo, pero sin duda la atracción de esas plantas es más mágica, ni yo mismo se exactamente porque te propuse solo esas.

Un día sin ti.
Me he desviado de mi ruta habitual, quería hablar contigo y concretar que día podríamos quedar. Pase cerca e donde os hospedáis, pero tu aroma a aire de flores Andelivianas no se percibía, ¿será que te fuiste mas temprano? No he querido preguntar, por tal de no ocasión arte algún problema, después de todo, no tengo ningún asunto oficial por el que acercarme y aprovechar para preguntar.

Dos días sin ti.
Hoy traía un mensaje a tu señora, y con el permiso pasará hablar concedido, le dije que era un honor tener a guerreras tan formidables como vosotras, aunque en realidad solo pensaba en ti no quise ser maleducado, pero me extrañó que como respuesta me dijera que "sobretodo algunas que parecen adaptarse especialmente bien a Hardak", tras eso sonrió tapando se gesto para disimularlo, también me dijo que era agradable saber que personas tan diferentes se pudieran llevar tan bien, justo antes de volver a disimular su risa, ¿sabrá algo que no se y que sin embargo debería? También me explicó al final, que estabais entrenando, pero no quiso decirme donde a pesar de ofrecerme para ayudaros, en vez de eso, dejó caer que "el tiempo me lo diría".

Tres días sin ti.
Hoy he ido yo a entrenar, pero lamentablemente no he acertado el lugar, podría mirar otros lugares pero no quiero que creas que intento acosarte o algo por el estilo, he pensado mucho y creo que es sorprendente que mis ataques estén siendo tan precisos y algunos incluso drásticos mientras pienso en ti. El encargado del lugar, me ha recriminado que fuera tan duro con el lugar, y que por mi culpa deberían cerrar aquella zona y restauraarla, se que no era un lugar en el que se debiera entrenar tan duramente, pero es que originalmente tenía pensados unos ejercicios básicos, por algún motivo cuando te he imaginado combatiendo, mi cabeza se interponía entre algunos ataques peligrosos dirigidos a ti y contraatacaba, el pobre parque de entrenamiento necesitará una semana o dos para estar como antes. Cuando el hombre ha visto que era el guardián de la sacerdotisa, ha dicho entenderme dado que parece acercarse una guerra, y me pedía perdón por echarme la culpa; pero le he dicho que no debía disculparse y he pedido perdón yo de nuevo, después de todo es cierto que he sido demasiado impulsivo.

Cuatro días sin ti.
Me siento enfadado conmigo mismo, ya tendría que haberte visto, se que las obligaciones son importantes, y me pongo furioso por no poderte ver,... ¿furioso? ¿por no poderte ver? Si, estos días me he dado cuenta de que siento por ti, y quiero decírtelo, no es que esté desesperado por decírtelo, pero temo no poder confesarme nunca. Esta vez si muere alguien, no dejare que seas tú, te lo debo y me lo debo, así que si tengo oportunidad, por favor escucha lo que te tengo que decir. Solo me pregunto si seré capaz de encontrar las palabras.

Cinco días sin ti.
Aun no te he dicho nada y ya me estoy preparando para lo peor, ¿que haré si no puedo expresarlo? ¿que haré si me rechazas? ¿que haré si soy incapaz de protegerte también a ti? Sin duda el miedo de decírtelo, crece ante el miedo de no poderlo hacer, me pregunto por que mi mente se cree tan incapaz, si cuando está contigo solo quiere dejarse llevar.

Seis días sin ti.
Hoy tu olor ha llegado mediante el viento desde el este, "el tiempo me lo dirá", ¿sabría esto de antemano? A veces envidio a la gente con el don de la premonición, solo puedo decir, que ya se donde estas, mañana te veré tras acabar con mis deberes.

...el resto del día pasó... ,,,fui a ver a una amiga, le conté lo que me pasaba y me lo dijo en pocas palabras,,, ..."Yo estaba enamorada",,, ...me dijeron que no debia,,, ...no podia,,, ...que lo que yo sentía estaba mal... ,,,que sería mi perdición,,, ...que no debía seguir con eso, "olvidala o matala" me dijeron,,,,,,, pero entonces,,, 

...no pude dormir, solo pensaba en ver a Nery de nuevo,,, ..."el amor" ¿así se siente el amor?,,, ...antes sentía dureza y nudos en el estomago todo el tiempo,,, ...ahora se sentía calido, agradable, algo revoloteante que me hacia sentir muy bien,,, ,,,,,,,,,,,,,y constantemente al pensar en ella, yo sonreía, y agua salia de mis ojos,,,,, ...¿que me pasaba?...

..terminé rápido lo que estaba haciendo,,, ...y corri al lugar donde quedé ayer con ella,,,

.,,la vi llegar,,, ,,,me dijeron "olvidala o matala".... "olvidala o matala"...

...pero en vez de eso,,,,,,,,, ,,,le obsequie una sonrisa,,, ...y una flor,,, ...-Ho-hola Nery... ,,,para, para ti... toma...- ,,baje la mirada sonrojada,,, -,,,me gusta, verte... ,,,quiero-quiero nadar hoy,,,, ...tu quieres??...- u//u//u 

-((Olvidarla o Matarla...))- Mascullé mientras observé con una mirada vacía a Titiritera... y como ella entregaba su cariño a Grim... solo incliné la cabeza levemente de lado a mi hombro para que no se me salieran los sesos... -((Grim es... un buen chico... se ve que... lo amas mucho...))-

-((Es lindo... poder tener a alguien... a quien entregarle tu amor y cariño... sin tener que matarlo...))- y nos vamos de ahí... -((Vivimos en la Nada... y en la Nada, nada vale la pena...))- y dando trompicones  desaparecí junto con Titiritera y Grim. De camino al departamento no dije nada... salvo -((Cuando la vuelva a ver... la mataré...))-

Ya en el departamento, no dije una palabra, permanecí pensativa y distante... deje mi ropa en piso del baño, y desnuda me senté en la tina del agua... y bajo el chorro de agua fría... permanecí en silencio y pensativa, con la mirada en el vacio... mientras se cerraban mis heridas y el resto de mi sangre se mezclaba con el agua...

-.............................................................................-

Solo pensaba en ella... y agua no dejaba de salir de mis ojos......-((Te Amo Nery...))-

Los días después de la cita:

*Aquella noche:
Después de llegar de ese encuentro casual que terminó en una aventura en el laberinto, Animae se encontraba bastante feliz y con una sonrisa que parecía no desaparecer por nada del mundo. Se había atrevido darle un beso a Ilify y tan solo recordar eso provocaba que se pusiera nerviosa como si lo acabase de hacer. Quería volver a verlo.

*Primer día:
Ephorus demandó la presencia de las guerreras y les explicó que iniciarían un entrenamiento exhaustivo por la eminente guerra que se avecinaba. Aquello provocó que el buen ánimo de Animae decayera, pues tenía planeado buscar al guerrero ese mismo día y ahora tenía un compromiso mayor que debía cumplir. En todo el entrenamiento se la pasó pensando en Ilify, pidiendo disculpas mentales por no poder verlo sin un motivo que no fuese algo social, incluso sus amigas cuestionaron por qué no estaba del mismo humor de siempre. La pelinegra no había querido decir nada y esperaba que la rutina no se prolongara.

*Segundo día:
La Reina fue a ver el entrenamiento. Como sabía que esta vez debía esforzarse, Animae entregó lo mejor de sí para que su señora mirase el nivel que tenía y el de sus compañeras. Terminó bastante agotada y cuando se iba a descansar a sus aposentos, la Reina le dedicó una frase que le asombró: "sigue adaptándote a Hardak y a su sonrisa que no puedes encontrar a Andelivian". El corazón de la guerrera se aceleró, sin percatarse que Scarlett y Ephorus le dedicaron una mirada extraña.

*Tercer día:
A Animae le dio la impresión que su hermano comenzó a ser más exigente con ella, y se habría quedado así de no ser porque igual escuchó rumores que otros pensaban lo mismo. No entendía por qué Ephorus la estaba tratando así si siempre se habían llevado bien y con buena confianza. Lo único que le ayudaba a sentirse bien era pensar que se esforzaría en volver a verlo, aunque no comprendía por qué tenía la necesidad de ver al guerrero dragón.

*Cuarto día:
La sonrisa típica de Animae ya no estaba en su rostro, e incluso sus movimientos gráciles en combate se volvieron mecánicos y predecibles. Varios le cuestionaron por qué se encontraba así, y aunque respondía que simplemente estaba cansada, le hacía falta hablarle a Ilify. Aquello le parecía extraño, pues nunca se había sentido así y con solo recordar la sonrisa abstraída de él le hacía sentirse un poco mejor. Su hermano siguió exigiéndole calidad en su entrenamiento, pero al notar lo rara de su hermana terminó la práctica antes de lo previsto. Le iba a preguntar qué tenía, pero Animae notó que no se atrevía a hablarle.

*Quinto día:
Estaba decidida a saltarse el entrenamiento. Animae tenía planeado sugerir que podía hacer alguna misión diplomática y, de ser necesario, fingir que estaba enferma. Quería verlo, saludarle, sentirlo y animarle aún cuando no sabía por qué su alma exigía aquello. Cuando estaba a punto de cometer su objetivo se encontró a Arjimae, quien se quedó con ella conversando de sus prácticas hasta que el zorro le dijo: "¿crees que a él le agradaría que te saltases tus responsabilidades?". La pelinegra se quedó callada sin saber qué responder, lo respetaba demasiado como para contradecirle su punto de vista. No obstante, Arjimae le consoló con una sonrisa discreta diciendo: "se paciente, la frescura del viento llegará pronto". Y así, la guerrera decidió ir al entrenamiento tratando de sobreponerse y recordando que debía cumplir con sus obligaciones mientras albergaba la esperanza de verlo otra vez.

*Sexto día:
Scarlett pedía pelear contra Animae en las prácticas. Como eran amigas era algo normal que entrenaran entre sí, pero la pelinegra podía notar ciertas actitudes de su amiga pelirroja, como que estaba un poco molesta o resentida con algo. No preguntó qué era por respetar su intimidad, pero siguieron así hasta la tarde. Al terminar guardó sus cosas y al ver el atardecer no pudo evitar rememorar su estadía en el laberinto. Un suspiro atravesó su semblante serio y Scarlett le miró con profunda tristeza. A lo lejos, Ephorus fruncía su ceño y decidió que al día siguiente él pelearía contra su hermana menor. Sin embargo, ninguno de los dos sabía con exactitud por qué Animae se encontraba así, mirando el juego de luces y sombras con calidez y una sonrisa que recordaba a la paz y la tranquilidad.

Pero que niña tan dulce! -pensó Nereida- Nunca antes me habían regalado una flor! Que lindo!

-Muchas gracias! Es hermosa! igual que... igual que tú. -dijo sonrojándose

Y entonces ella mencionó que quería nadar.

-Que buena idea! -dijo Nereida juntando las manos bajo el mentón en señal de entusiasmo-Me encanta nadar! Vayamos!

Fui a la playa con Nery... yo no sabia nadar, ni traía traje de baño, no sabia que se usaba... solo se me ocurrió en ese momento... por lo que me quedé en ropa interior... no pensaba en nada... solo quería  compartir tiempo con Nery... -Aquí voy, hihihi... "el agua me hace cosquillas"...- ^//u//^

Caminé descalza sobre la arena fina... sentí la calidez del sol, sobre mi pálida piel... y el gentil relamer del agua salada bañando mis pies... caminaba junto a Nery... y me sujete de su brazo... y contenta le dije... -Nery... hablame del mar... quiero conocerlo más...- ^u^

Empezaba a experimentar emociones... empezaba a sentir como sienten las personas de Andelivian... como ellas...

Un final para un dragón, es cumplir con su obligación

Ilify no creía lo que sus tímpanos oían, el viento de la guerra se acercaba ante su cadencia de entendimiento, por que Andelivian eran quienes atacaban en esta ocasión, ¿era un error ser tan neutral como cabía esperar de ellos? ¿porque Animae se fue sin decir como mínimo "lo siento"?

Una horda de guerreros Andelivianos se echó sobre Hardak, y su odio hacia los titanes quedó dubitativo, no sabía exactamente en que se diferenciaba ahora Kal'had de Andelivian, ambos atacaban a un pueblo cuyo único pecado fue procurar por las relaciones de los tres mundos, y pese a haber aceptado ayudar a Andelivian, estos les atacaban ¿así trataban a sus aliados aquellos guerreros? ¿donde estaba ahora la pureza que les describía? Pero la pregunta que más se repetía en su cabeza, era "¿de verdad quieres destruir todo lo que te mostré?".

Con la orden de la sacerdotisa, el dragón corrió a proteger el orbe, y en el trayecto escuchó su nombre. No quería, y sin embargo se volteó, quiso hablarle pero el dragón muerto a sus pies le llenó de ira el corazón, quiso atacarla y se frenó pensando que sería como matar a Zmiy, o eso quiso pensar para evitar sentir dolor al darle la espalda, no quiso reconocer que no era Zmiy en ese instante por miedo a que su cuerpo osara atacar a Animar. ¿por que traicionaba así a la gente que le había acogido? Algunos de esos guerreros dragón podían ser padres de los niños con los que reía hacía tan solo unos días.

Dirigiéndose hacia el orbe, llegó ante el mismo prácticamente su final, la espada negra que atravesó su estómago, le daría su final, pero eso no podía ocurrir, un dragón debía morir cumpliendo sus obligaciones. Y fue en sus últimos instantes que Animae llegó hasta él, ya no podía hablar, pues entre angustia y duda, odio y rabia, incomprensión y necedad, solo logro dibujar una media sonrisa, mientras pensaba en decírselo - he cumplido con mi obligación, prometí que esta vez moriría yo, y no tu hermoso ser.

La negrura se intensificaba, tal vez en el fondo, todos éramos titanes disfrazados con ropas diferentes.

Cuando yo no estaba trabajando... o conviviendo con mi persona especial... me iba a una pequeña plaza pública... y me paraba en frente de un joven guitarrista ciego... que cantaba y tocaba melodías muy interesantes... canciones que me hacían pensar en lo que yo hacía en éste planeta... me sentía... saturada de todo éste ambiente... 

Y lo escuchaba... y una leve sonrisa se mostraba en mi rostro... mientras pensaba en el destino que les esperaba a todos los de aquí... 

(link)

https://www.youtube.com/watch?v=S8Bg2oKYrXM

Me acerco y cada vez que lo visito... dejo un puñado de monedas de la mas alta denominación... -((Has dicho bien... el tiempo es sabio... y sus plazos son inevitables...))-

Y me voy caminando tranquilamente... -((Tuvieron su oportunidad... no cuidaron su mundo... solo se dedicaron al libertinaje y a perder el tiempo jugando con los animalitos parlantes...))-

-((El tiempo de éste mundo se acabó... su invierno llega sin avisar, y a todos los tomará descobijados... no importa lo que intenten... será muy tarde, y poco podrán hacer para detener la desgracia que se les viene encima igual que una bola de nieve rodando desde la cima... entonces llorarán lagrimas de sangre por todo el tiempo que desperdiciaron...))-

-((Andelivian tiene fecha de termino.))-

Inevitablemente se llega demasiado tarde y cuando el perdón no es suficiente, el vacío queda clavado en tu corazón.

El espíritu de Animae se quebraba con cada paso que daba hacia Hardak. Estaba en contra de las órdenes de la Reina, pero debía ejecutarlas aún cuando no quisiera porque era su obligación. El brillo en los ojos azules de Animae ya no estaba, y lo único que hacía era sujetar con gran fuerza el medallón que le había regalado Ilify justo antes de partir a Andelivian para recibir la decisión de su Señora que, contra todo pronóstico, era inevitable.

Al arribar a Hardak para comenzar la batalla la pelinegra deseó no encontrarse al dragón, incluso que sus defensas fuesen lo suficientemente fuertes como para detenerlos y evitar la masacre que sabía que ocurriría; pero era un deseo que se extinguía en las sombras que ahora dominaban su semblante. Podía escuchar los gritos de guerra de sus compañeros y el discurso de Ephorus para dar ánimos a la contienda; mas Animae solo pensaba en que esto era un grave error.

Y todo comenzó para ir al final. Miró cómo su hermano retaba a Ilify y justo antes de ir por él la guerra comenzó. Ella no buscaba matar al... ¿Enemigo? ¿En serio podía llamarlos así luego de convivir con ellos por todo ese tiempo? No, no podía.

Varios guerreros prodigiosos iban tras ella dispuestos a matarla y, aunque Animae procuró solo herirles lo suficiente para dejarlos fuera de combate, conforme se desenvolvía el caos arrebató la vida de aquellos que iban por todo o nada hacia ella. Con cada ráfaga de aire o flecha susurró un ligero "lo siento", pues era algo que no quería hacer y sentía que con cada último suspiro su corazón se llenaba de oscuridad y dolor.

Entonces lo miró derrotar a uno de sus compañeros. Por unos segundos olvidó la pelea y le gritó con voz quebrada, triste, frustrada y arrepentida, deseando que Ilify fuese el detonante para acabar con todo aquello a pesar de que él debía cumplir su misión. Sin embargo, la fría mirada que le dedicó la persona que amaba fue el golpe que necesitaba para que su alma comenzara a romperse en mil pedazos. 

Cuando se disponía a alcanzar al guerrero dragón, Animae fue testigo de cómo el destello de la vida de su hermano fue arrebatado por alguien vestido como un habitante de Hardak y, de nuevo su alma se rompía dejándola con unos ojos carentes de lo que alguna vez fueron cándidos y alegres. Aquello fue aprovechado para que una guerrera dragón la atacase, pero para ese momento la andeliviana había perdido "ese algo" que no le impidió herirla de gravedad para poder ir detrás de Ilify, pues sabía que él sería el último y el único pilar que podía evitar que se desmoronase.

Sin embargo, al entrar al templo y ver todo esa escena destruida y ensangrentada, lo único que miró fue al chico tendido en el suelo con graves heridas y con la respiración llena de dificultad. En ese instante, en ese preciso segundo Animae sintió cómo algo dentro de ella por fin se hacía pedazos, polvo que se llevaba el viento, un vacío tan desgarrador que su pecho comenzó a dolerle y se invadió de una desesperación tal que ignoró todo lo que ocurría alrededor para acercarse a Ilify gritando su nombre con horror y sufrimiento. No podía creer lo que estaba pasando, que a tan solo pocos días estaban los dos juntos disfrutando la compañía del otro y que ella había descubierto lo que sentía por él. Era injusto, era terrible.

Al llegar las lágrimas de Animae cayeron sobre el rostro de Ilify, su cuerpo temblaba y aunque quería decirle todo y nada a la vez, lo único que podía exclamar era un "lo siento" tan lleno de angustia y arrepentimiento que se sintió débil, vacua y destruida. 

-Lo siento... lo siento... -repetía tantas veces que la desesperación la invadió y bramó con sufrimiento-... ¡LO SIENTO!

Cuando Ilify tocó su medallón se sintió sucia y no merecedora de ese preciado regalo, por lo que tomó su mano para sentirla en su fría y húmeda mejilla para después musitar dos palabras que, en cuanto las dijo, Ilify había dejado de respirar por haber sido llevado por la cruel muerte: "te amo"....

Sabía que todo aquello la acompañaría para siempre y dejó caer su cabeza en el pecho inerte de su amado para llorar como nunca lo había hecho porque no solo había perdido a su hermano Ephorus y arrebatado la vida de otros guerreros; vio cómo se esfumaba la persona que amaba si que ella pudiese hacer algo para evitarlo. El interior de Animae estaba inundado de arrepentimiento y, aunque lucharía para que todo aquello no hubiese sido en vano, el dolor solo le permitía repetir una y otra vez "lo siento" a unos oídos que ya no escuchaban.

Lightning siempre había sido una chica calmada y tranquila que sólo hablaba cuando era necesario. Las reuniones entre su reina y la sacerdotisa de Hardak despertaban su interés y procuraba permanecer cerca por si era necesaria. Atenta a sus responsabilidades y fiel a la reina, a pesar de tener sus propias opiniones nunca ponía en duda las decisiones de la reina.

En los momentos más relajados cuando veía que no era necesaria, aprovechaba para hablar con sus compañeras y con las guardianes dragón. Dawn me había agradado siempre quien era animada y sociable. En cuanto la vi, la saludé con una sonrisa.

- ¿Qué tal? Veo que vamos a vernos bastante de seguido.

Mi atención estaba dividida entre mis compañeras y la parejita que se alejaba. Centré un momento la atención en mi amiga Caliope antes de volver a la dragona.

Con pasos tranquilos caminaba por la por la escuela de guerreros. Era mi primer día, había sido seleccionada y, a pesar de mi calmada actitud, por dentro estaba en una especie de paraíso lleno de flores flotando y volcanes estallando de la emoción. Había prometido a mi hermana pequeña que sería una gran guerrera y que lucharía por Andelivian como una heroína. Mi hermana no era más que una niña y su imaginación volaba muy alto, pero no había nada de malo en que admirara a su querida hermana mayor.

Había mucha gente por todas partes, dando vueltas, buscando salones, pidiendo documentos. En mis manos portaba un papel con indicaciones, pero no conseguía encontrar mi clase ni la secretaría. Debía entregar algunos documentos y no quedaría bien en mi expediente si llevaba tarde el primer día.

Fue entonces cuando vi a dos chicas conversando y me acerqué.

- Esto... hola, ¿qué tal? Soy nueva aquí, ¿podríais decirme dónde está la secretaría? - las pregunté con una amplia sonrisa.

Estaban las dos muy pensativas intentando decidir a donde irían cuando Lightning las sorprendió. Nereida se quedo mirándola y parpadeando varias veces, claramente confundida, hasta que por fin se le ocurrió que decir

-Pues, la verdad, yo también soy nueva y todavía no conozco bien el lugar. No tengo idea de donde puede estar la secretaria pero si quieres te puedo ayudar a buscarla. A mi también me vendría bien saber donde esta, puede que necesite ir para allá más adelante

Mientras las Guerreras y los Dragones andan en sus propios asuntos... yo desde la distancia, muy discretamente... les observo... les escucho... siento sus pensamientos... y no pierdo detalle de sus acciones y reacciones... y a todos los voy catalogando... y lo escribo, en mi libro de expedientes... -((Puedo verte...))- el conocimiento es el mayor poder y la mejor arma... 

Animae igual se había quedado callada sin afán de aumentar la tensión, simplemente meditar hacia donde ir luego de escuchar cantar a Nereida en el Aula de Música. No obstante, la llegada de una chica rubia la tomó por sorpresa y dejó que la peliazul hablase y sonrió con educación a la recién llegada.

-Sí, vayamos a buscar el sitio. No hay que dudar que en un futuro lo necesitaremos. Soy Animae, un gusto.

Iba a presentar a su compañera, pero mejor que ella lo hiciera esperando no haber sido imprudente. Era mejor conocer a sus posibles futuras amistades para iniciar una buena relación.