Partida Rol por web

Todas sus dudas desaparecieron cuando la chica tocó una fibra de su orgullo.

Claro que soy famosa... Incluso en la calle o los barrios bajos me conocen cuando voy a divertirme sola por ahí.

-El Presidente anterior, tengo buenos recuerdos de él pero por alguna razón están algo borrosos, así que disculpa si fallo al hablar o decir algo sobre su persona.

Ya más tranquila le sonrió amablemente a Mariko y de buena gana la acompañó, ya que esta vez ella sería la encargada de cuidar a los estudiantes.

Toda esa línea de pensamiento le provocó sentir que algo faltaba, esa misma sensación del sueño y del espejo, como si ya hubiese ido con alguien a un club o incluso, lo más improbable, hubiese tenido una cita con un apuesto chico, aunque de nuevo nada venía a su memoria.

-¿Cómo está tu hermano? ... Me gustaría seguir en contacto con él-dice caminando plácidamente rumbo a la escuela, además de ir platicando de cosas normales como el clima, los programas de moda y dándole consejos sobre cómo vivir en Japón.

Casualmente, ese día Edward iba de camino a tu instituto. No sabías exactamente por qué, pero así era.

Cuando iban caminando, pudiste ver a Shiro Kasumi a la distancia. Parecía distraída como de costumbre.

- Está bien. Yo tampoco tuve tanto tiempo para intimar con él - dijo con algo de tristeza.

Siguiero caminando rumbo al instituto y cuando le preguntas, ella dice - Él dice que está bien. Algo ocupado y demás, pero tomándose el tiempo para sí mismo en ocasiones. Es realmente organizado, así que no creo que pueda tener problemas - contestó.

Seguías sintiendo que algo faltaba, pero llegaba a tu mente. Por más que te esforzaras, tu mente permanecía en blanco.

- ¿Qué hay de ti? ¿Estás nerviosa por el nombramiento? -.

Se aseguró de dejar escrito todo por encima, cuando llamaron su atención.

No tardó en vestirse, con su uniforme, parecía un día más y le daba cierta rabia. No podía hacer nada, por lo que comenzó a caminar hacia la entrada tras prepararse, revisando su teléfono móvil, habría constancia allí? De los mensajes mandados para ayudar a la buena gente de la dimensión de aberrant?

Escribió una nota que entregó a su mayordomo en la que ponía "por favor buscad un solar de entre 400 y 500 metros cuadrados, a ser posible semejante en ancho y largo". Tal vez solo estaba en su cabeza, y era absurdo hacer lo que pretendía, pero prometió a Aberrant hacer un parque en su honor. Aun no sabía como hacerlo, y aunque pudiera ser solo un sueño, él cumplía sus promesas.

- por favor, le encargo esto.

"Por favor" pensó "algún rastro en mi móvil debe haber", quería cualquier señal de que no había sido todo solo un sueño,... Cualquier cosa además de unos pensamientos imposibles de comprobar.

Katherine seguía sintiendo abrumación con todo lo que estaba pasando, pues sentía que esto era un hermoso sueño y de un momento a otro despertaría para ver que la Reina Oscura había encontrado la manera de hacerle frente a la Sacerdotisa y a la Reina de Cristal. La mañana parecía querer animarla, pero la mezcla de emociones contradictorias en su interior evocaban una tormenta que prefería acallar.

-Ed... ¿Qué harás hoy en... tu... la escuela?-en cuanto vio a Shiro sintió un atisbo de emoción y alegría. ¡Estaba viva! ¿Eso significaba que los demás que perecieron revivieron?-. ¡Hola, Shiro!-llamó la inglesa con su habitual acento esperando que la chica la recordara no solo como Katherine, también como Animae-. ¿Cómo estás?

¿Y si no tenía esas memorias?... ¿Y si de verdad aquello no ocurrió? Se llevó una mano a su pecho quedándose sin aire por breves segundos ante la aterradora idea de que Shiro, Lighthing, no compartiera su pasado, reforzando que aquella realidad fuese solo una fuerte imaginación... No obstante, su mano percibió una cadena que le dio un vuelco en su corazón: el medallón que Ilify le regaló a Animae y guardaba su arco y carcaj, el símbolo de amor de esos dos guerreros y la unión que sobrepasaba las diferencias entre esos dos planetas. No, no activaría el medallón, pero le otorgó las fuerzas que necesitaba.

No había registro de nada, no había llamadas, no existía evidencia de que hubieras vivido eso.

Tal vez todo sobre Aberrant estaba solo en tu mente.

Y si eso estaba solo en tu mente, ¿Katherine también?

Justo cuando comenzabas a pensar que estabas enloqueciendo, viste a dos bloques de distancia a Katherine con Shiro Kasumi. Tal vez ella te recordaba, ¿pero y si no? ¿Y si todo había sido un sueño?

- ¿Eh? - preguntó Edward. Al parecer, estaba distraído.

Al verte alejarse, se ve sorprendido, pero continúa su camino.

Al girarse, Shiro se ve extrañada y se enredó con sus propios pies hasta casi caer. Se estabilizó y te miró sorprendida. Miró a todos lados mirando si había alguien más allí, pero no vio a nadie más.

- Hola... ¿Te conozco? - se llevó la mano a la parte posterior de la cabeza y se rió.

- Disculpa, soy un poco despistada y torpe. A veces olvido los rostros de la gente. Veo que estamos en el mismo instituto, pero no te recuerdo - Shiro siempre había sido una chica amable, pero era evidente que no te recordaba.

Aquellas palabras le dolieron, provocando que Katherine se quedara callada por algunos segundos sintiendo que algo la engullía. No recordaba nada de la Guerra ni del inicio de amistad antes de que ocurriese el famoso concierto con el que celebraron el inicio del curso... Pero la inglesa sabía que sí ocurrió.

-Perdona, es que te he visto... Cuando practicas Atletismo y... -no supo improvisar, pero esperaba que eso fuera suficiente. -. Me llamo Katherine Tempus-se presentó con un deje triste, pues la idea de que nadie recordara se reforzaba cada vez más. ¿Por qué solo ella mantenía las memorias?-. Un placer por fin conocerte. -el medallón que mantenía oculto lo sacó con un movimiento suave mientras se acomodaba el cabello. Quería sentirse segura y esperaba que, si se topaba con alguien, reconociera el dije... En especial Jaycee.

Katherine le preguntó a Shiro si podrían ir juntas a la escuela, pero no quería separarse de Edward; así que le hizo señas a su hermano de que fueran los tres juntos tratando de que no hubiese silencios incómodos en caso de que Shiro aceptara. Se sentía algo sobreprotectora con Edward, mas esa sensación le gustaba bastante.

- Vaya, gracias - sus mejillas se sonrosaron un poco.

- A veces mi entrenador se pregunta cómo puedo ser tan buena en los deportes siendo tan torpe. Inexplicable, ¿verdad? - rió.

- Soy Shiro Kasumi - apenas llamaste a Edward, los ojos de Shiro mostraron una gran sorpresa.

- ¿Él es tu hermano? ¡Pero si él... él...! - Edward se vio un poco incómodo y suspiró profundamente.

- Nos vemos en el instituto, Kat - se despidió con un gesto de su mano.

- ¡Es Edward Tempus! - viste cómo tu hermano salió corriendo a gran velocidad.

Se acercó apresurando el paso, ver a dos personas conocidas aliviaba un poco su pecho, aunque era obvio que ellas eran reales y nunca quiso dudar de ello, si todo lo ocurrido había sido solo un sueño no quería caer en el error de acercarse en exceso.

Llegando a su lado les miró sin saber bien que decir - vaya, dos señoritas sin escolta, eso es peligroso sin duda - como sacar alguna indirecta, como decir "por favor confirmarme que n fue un sueño" - me han dicho que últimamente han visto dragones provocando granizadas, pero están de suerte ustedes, un día conocí a un dragón que me dijo como hablar su idioma, y si fallo al menos os daré tiempo de huir mientras me comen a mí...

Sería muy absurda la broma? Aunque para él era mucho más que solo un chiste.

-Pero... ¡Hermano!-gritó Katherine asombrada de la velocidad en la que Edward se fue y preguntándose qué estaba pasando exactamente-... Shiro... ¿Lo conoces? ¿Por qué?

De pronto una pequeña chispa de miedo le preocupó de que algo malo le pasara a su hermano mayor y que no lo volvería a ver. Sin embargo, todo parecía transcurrir normal y tranquilo, por lo que simplemente se limitó a observar cómo se perdía en la calle esperando volver a verlo. De pronto, la voz de alguien conocido la pone tan nerviosa que agarró con fuerza el dije mientras daba media vuelta y se topaba con él. Sin quererlo, sus mejillas se colorearon y el brillo en sus ojos azules se tornó mucho más fuerte... y cuando el chico mencionó en específico "dragones provocando granizadas" y "os daré tiempo de huir mientras me comen a mí..." le provocó de nueva cuenta esa emoción en la mañana cuando miró a su hermano y su madre en la cocina. Ahí estaba, todo era real.

-Yo... yo supe...-su voz se entrecortaba mientras su nariz se ponía roja. No, no estaba llorando, pero sus ojos reflejaban que se estaba aguantando-.... que además de los dragones, una chica... podía hablar con el viento... -y al decir esto, soltó el dije para que Jaycee lo mirara-... de otra chica podía ver por el mar... -miró a Shiro emocionada, pero a la vez triste porque sabía que ella no entendería-... y de otra que se movía como un destello, un rayo.

Devolvió su atención a Jaycee y suspiró. De nuevo pensó en Animae, agradeciéndole a ella y a todos por esta nueva oportunidad.

-Shiro... Esto... estamos hablando de un cuento raro que leímos por ahí... de una emperatriz que quería el poder y una sacerdotisa junto a una reina que lucharon para que evitara conquistar tierras por ambición.... es... una novela de América-esperaba que con esto Jaycee supiera que Shiro no recordaba nada.

-La verdad no. Incluso me siento decepcionada de mi misma, esperaba estar más emotiva hoy.

Evito mencionar ese sentimiento de ausencia, esperando que fuesen los nervios traicionándola para hacer una aparición de último minuto.

Siguió platicando de la escuela, lamentando no volver a ver al presidente, incluso llego a tocar que nombro a sus compañeros de clase.

-Incluso podrás salir de excursiones, nosotros salimos a varias partes -Menciono las típicas excursiones hasta que llego a la ida al Museo. También… fuimos a un museo… de arte… creo, miento, miento.

¿Fuimos?

No recordaba tal suceso, así que lo descarto.

Le era agradable encontrar alguien con quien platicar, incluso podrían ser amigas, ya que ella no tenia amigas… ¿O sí? Últimamente no confiaba mucho en su memoria.

Mientras llegaban al colegio le pregunto.

-Si me permites, podría ayudarte con lo que quieras, incluso podríamos salir al centro. Ten mi celular.

Saco su móvil para que su compañera pudiera anotar su número.

¿Por que le decía eso a Shiro...? Se puso la mano en la nuca, al parecer si katherine si parecía conocer de que hablaba, Shiro tal vez no... - de hecho katherine, esta mañana me he despertado pronto, y he comenzado a escribir sobre ese cuento, aunque lo cambiaré un poco, creo que con lo que he soñado hoy puedo hacer una buena historia - una sonrisa triste se dibujó en su rostro, no había sido un sueño, por fin tras revisar un par de detalles veía confirmación de que lo ocurrido no estaba solo en su cabeza.

- he decidido que escribiré un libro, y haré un parque que inauguraré para promocionar el escrito en nombre de un extraño personaje al que llamaré Aberrant, aunque creo que procuraré incluir a todos los personajes posibles, creo que a cada punto cardinal incluiré algunos personajes, a la chica que hablaba con el viento mmmmm no se seguro como llamarle, tal vez la coloque al norte entre los brazos del dragón ese que crea granizo - se rascó la nuca mirando hacia arriba, algo sonrojado y disimulando sus recuerdos como si fueran una invención - tal vez con un poco de ayuda quede una historia original... Y puesto que no logro recordar el título de aquel cuento, creo que podré hacer una historia muy diferente sin miedo a copiarla. La historia que imagino es bastante cruel, no se si tendrá éxito...

Quería dejar claro que pensaba inmortalizar esos recuerdos, y no le importaba si para otros era solo una novela de aventuras y fantasía, tal vez alguien al leerla lloraría de felicidad, al ver que alguien recordaba esos acontecimientos - había pensado en el planeta H, A y K, y titularlo, HAK, los 3 cristales, o algo así. Quiero escribirlo bien...

Miró a Shiro un momento - por estar tan cerca te tocará ser una de mis críticas, y leerlo antes de publicarlo jeje - daba igual si se vendía bien o mal, solo quería que nuevas generaciones lo leyeran, y alguien pensara "te imaginas que algo así pasara?", si podía hacer destacar cada personaje y que todos ganaran popularidad, jamás morirían, muchos personajes debían ser inmortalizados, tal vez si alguna titánide recordara algo, podría ayudarle a mostrar también su grandeza, pues él solo sabría hacer destacar a Aberrant, era la única cuyas emociones encontradas conocía un poco más.

Hikari se despertó, aún somnoliento.

Que pasó? Donde están todos? Vencimos a la reina oscura?

Entonces se dio cuenta de que estaba en su habitación y ya no podía transformarse.

Habrá sido un sueño? No, se sintió muy real. No pudo ser sólo un sueño.

Hikari prefirió pensar que su reina habría querido devolverle a él y a sus compañeros la vida pacífica que conocían, en aquel planeta nuevo que les había dado un hogar, la tierra. Tal vez algún día tendrían que volver a luchar contra el mal. Tal vez ese día nunca llegaría. Pero por ahora, lo mejor que podía hacer era aprovechar esa segunda oportunidad que le habían dado. Ya no importaba no tener el mar cerca. Algún día, sería mayor, trabajaría, tendría dinero y podría mudarse a una pequeña casita a orillas del mar. Pero si no lo lograba, no importaba. Sabía que el espíritu del mar estaría siempre con él. Sabía que su dios, Poseidón, nunca lo abandonaría. Y también sabía que su reina, desde algún lugar, velaba por él.

-Gracias. A todos.

Se preguntó si sus compañeros lo recordarían, como él a ellos. Esperaba que sí. Había hecho nuevos amigos y no quería perderlos ahora. Sólo había una forma de averiguarlo.

-Mejor me preparo para ir a la escuela. No quiero llegar tarde.

- ¿Es una broma? Tu hermano es parte de la banda Red Stones. Es guitarrista y cantante. ¿Cómo no lo sabías? -.

Miró al infinito y sus ojos brillaban - ¡Soy la presidenta de su club de fans oficial! – suspiró.

Cuando llegó Jaycee, Shiro primero se dispuso a pegarle un golpe, pero se detuvo al ver que parecía que lo conocías y, también porque llevaba el uniforme del instituto.

- ¿Dragones? ¿Granizadas? ¿De qué hablas? – Shiro se veía confundida.

- ¿Una chica que hablaba con el viento? – tomaba su cabeza como si se estuviera moviendo muy rápido.

Al escuchar la explicación de Katherine, dijo – No soy muy fan de los libros. Tal vez por eso no la conozco. Lo siento – rió.

Cuando Jaycee mencionó lo del parque, Shiro se impresionó un poco y su rostro se puso azul. Era un chico adinerado, sin duda.

- Siento haberte casi golpeado – hizo una reverencia formal. – Soy Shiro Kasumi y vamos al mismo instituto -.

Lo que si la impresionó fue lo de ser crítica de un libro – La verdad… No soy apasionada por la lectura. Mejor persigo a Edward. ¡Adiós! – y salió corriendo. Su velocidad mostraba por qué Shiro era una verdadera atleta.

La chica era agradable y buena conversadora, así que te siguió la conversación durante todo el trayecto.

Al ver lo de las excursiones, se sorprendió con tu reacción con el museo.

- Está bien. De seguro son tantas que pudiste confundirla, ¿no crees? – te sonrió amablemente.

Ante el ofrecimiento, Mariko sonrió y dijo – Claro y ten el mío – intercambió el número contigo.

- Fue un placer conocerte y hablar contigo. Espero nos sigamos viendo – antes de lo pensado, llegaste al instituto.

Ibas caminando hacia el instituto cuando viste un rostro familiar, era Aimi Kitamura, Calíope como guerrera mágica. Ella estaba muy cerca tuyo y al verte, salió hacia ti.

- ¡Umino-san! ¿Cómo estás? ¿Estás bien? – dijo la misma chica de siempre, pero con un rostro algo preocupado.

- No sé si te sucede lo mismo, pero todo es extraño. Pensé que se habían desvanecido -.

¿Su hermano un cantante... y no de cualquier banda, sino de Red Stones? Aquello tomó por sorpresa a Katherine, quien no daba crédito a lo que ocurría en esa realidad. En la anterior, se habían mudado a Tokio de Londres por el trabajo de su madre, pero ahora era un motivo más al qué agregar para su estancia en dicha ciudad. ¿Qué sorpresas depararía esta nueva oportunidad de vivir?

Pasó a escuchar a Jaycee sobre sus planes y le parecieron estupendas. Con la aparición de Nereida reafirmaba que existían otras personas provenientes de dichos planetas que reencarnaron en la Tierra y que podrían sentir que algo importante les faltaba a sus vidas, y dicho libro podría proporcionarles una nueva oportunidad para encontrarse a sí mismos. Luego meditó en que Shiro debía sentirse fuera de lugar con todo lo que pasaba, así que cuando mencionó que no era muy asidua a la lectura le sonrió en modo de disculpa.

-Lo siento, Shiro...-pero cuando la chica se encaminó a perseguir a su hermano, el sentido alerta de Katherine saltó-... Hey... ¡HEY! ¡Shiro!-pero era demasiado tarde, la chica corrió dejándolos solos y, con ese nuevo ambiente, la pelinegra dejó de contenerse y abrazó a Jaycee con mucha fuerza-... Creí que ya no volvería a verte.

Se alejó para mirarle y sonreírle, esta vez dejando que algunas pequeñas lágrimas se derramaran con libertad. No era la única que recordaba lo sucedido, por lo que tal vez Chidori, Umino y Mamoru poseían sus memorias.

-Lo del libro me parece una gran idea-confesó aliviada y alegre, sintiendo que la abrumación anterior se disipaba-. Jaycee, el hermano de Animae está vivo, Ephorus reencarnó para ser mi hermano. Si es así, eso significa que Zmiy también está aquí, ¿no? We could look for it if you want. Ephorus here is called Edward, we could look for some relation with the names or also look for girls that have some physical similarity...-percatándose que hablaba en inglés, la ojiazul se ruborizó y y bajó la mirada-... Lo siento, parece que no se me quita esta costumbre...

La alzó de nuevo y tomó de la mano al chico para encaminar su cuerpo en dirección a la escuela.

-Posiblemente Naoko, Reimu o Edwin sean estudiantes... Kenta, Yuuko, Hikaru... me gustaría conversar con Koichi otra vez... y con Kuroryuu... Incluso debemos contemplar que Irisu o Aberrant están ahí...-sus ojos brillaron no solo por estar llorando de alegría, también con la posibilidad de ver a todos sus compañeros vivos y sabiendo que tendrían vidas normales-... Animae e Ilify querrían que aprovecháramos esta nueva oportunidad.

Con el humor levantado por Mariko, Irisu entró a la escuela con la intención de buscar a la Directora para confirmar los preparativos de su nombramiento como Presidenta. Con cierto pesar se despidió de Mariko y le deseó la mejor de las suertes en ese su primer día.

-Recuerda, puedes buscarme cuando quieras, tienes mi número.

Entonces emprendió el camino a la Dirección.

Ella tenía dos amuletos de la suerte: su arete, regalo de sus padres, y el anillo, al cual le profesaba mucho cariño. Los tocó un poco para darse suerte ese día. 

Parecía realmente animada, cuando sus lágrimas desbordaron, el muchacho llevó su mano a ellas, secándolas con calma, ruborizado por el abrazo previo - realmente no sabía siquiera si me recoredarías a mí... Desde mi punto de vista... Ese abrazo ya es un milagro.

Sonrió aceptando el rumbo tomado por la mano de katherine - desde mi despertar en mi habitación hasta este momento, creo no haber visto ningún cambio, y en parte no me desagrada, estaba demasiado acostumbrado a mi extraña situación como para verla cambiar de repente... Incluso temí que todo hubiera sido solo un sueño... Me daba miedo pensar en tener que acercarme desde 0 a ti de nuevo... - el sonrojo invadió sus mejillas, lo único que hubiera añorado realmente es el difícil avance hasta esa muchacha que tanto llamaba su atención - en cuanto a encontrar a los demás... Jeje ya viste que Shiro casi me golpea, me quise arriesgar a parecer desconsiderado con dos chicas que tal vez no me conocieran, pero solo pasar fríamente por vuestro lado me hubiera dado un ataque de ansiedad o algo así... Aunque eso tal vez me hubiera ayudado a que me miraras también, cosas de hijas des médicos ¿no? Jeje.

No quería que quienes no recordarán nada, sintieran que unos desconocidos invadían su terreno, aunque si veía oportunidad de ayudarlos, o hablarles de forma natural no perdería la oportunidad.

- si vemos a alguien que creemos conocer, recuerda que puede que ellos no nos conozcan. Ya viste cuan poco ha faltado para que le estallara la cabeza a ella - decía señalando a la ya distante Shiro - solo espero que los cambios no sean demasiado difíciles de acomodar, ¿tengo permiso para destruir un club de fans de Katherine si existe? No me gustaría sentirme demasiado celoso.

Tenía ganas de llegar a la escuela, y ver que les deparaba aquel lugar. Alzó la mano de Tempus besándola, antes de avanzarla para caminar sujetando con firmeza y buscando entrelazar sus dedos, algo había aprendido de Ilify, y eso era, no dejar escapar la mano de la persona a la que se amaba.