Realmente no culpaba a nadie por las impresiones que podían tener de Jina, pero las preguntas que hiciste tan seriamente causo que Nioh tragase saliva.
-Entiendo lo que puedas pensar, pero cálmate...- Antes de que empezases a considerar llamar a la policía, el promotor empezó a explicar.-No es desconocido lo discriminadas que viven las niñas de ojos rojos, por lo que no es extraño que varias de ellas terminen siendo muy cariñosas con cualquiera que la trate bien... Este es uno de esos casos donde la iniciadora esta enamorada de su promotor, o al menos le tiene muuucho mas cariño y confianza que cualquier otra persona...-
Tras quedarse unos segundos callado para que analizases todo, añadió:
-¡Pero tranquilo! Es solo una niña, obviamente yo no tengo nada con ella. La cosa es que... Se encariña mucho con cualquiera que considere un amigo u compañero, pero sigue siendo una niña inocente por dentro; Si intento provocarnos, seguramente sea por juego.-
Kuro esperó la explicación mientras mantenía la cubertería en las manos y lo miraba. Decidió no comer, pues la respuesta ameritaba mayor atención y sinceramente no iba a dejarlo cerca de Rumia si era pedófilo.
Ni bien llegó lo que anhelaba, analizó todo de manera lógica y confundido arrugó el entrecejo.
—Sólo tiene doce años, ¿cómo es posible que se enamore de ti?
A continuación siguió comiendo y de reojo observó a la habitación. Ya tendría tiempo de comprobar de cerca la relación de ambos.
No puede reprimir un grito por la sorpresa aun sin comprender que demonios ocurría vi como Jina me dejaba sin la ropa y se la colocaba. Mis ojos dejaron de prestar atención a la serie y se tornaron mas rojos si aun podían. Mis uñas se afilaron de forma agresiva mientras aun miraba a Jina. Durante un momento perdí la cabeza y verdaderas ansias de atacar me inundaron. No por el hecho de la ropa, si no por haber sido tomada por sorpresa.
Justo en el instante que me iba a abalanza sobre ella vi la sonrisa inocente de su rostro. Aquella imagen no hizo mas que recordarme a mis tiempos en el orfanato. Justo antes de que aquel Gastrea atacara, infectara a mi amiga y tuviera que acabar con su vida. Mis uñas se acortaron a su tamaño habitual y mi mano se movió directa a dar una bofetada a Jina. Ni si quiera aquel tortazo fue emitido con ganas, aquello había estado fuera de lugar, como todo lo que había hecho la niña desde que había llegado.- Te dije que cogieras lo que quisieras del armario, no de mi.- Espete mientras me fui caminando hacia el armario en busca de otro conjunto que ponerme.