Partida Rol por web

 En silencio y con oscuros pensamientos rondando en vuestras cabezas dais media vuelta y os encaminais de nuevo hacie el Norte, hacia el resplandor rojizo en el cielo, hacia la colonia...

Ese dia avanzais poco mas, ya era bien entrada la noche. A la mañana siguiente y tras tomar un frugaz desayuno os volveis a poner en camino. Es un dia frio, como todos en el norte por estas fechas, de oscuras y amenazantes nubes sobre vosotros, pero sin que llueva de momento. El resplandor parece haber desaparecido... claro que es de dia.

Conseguis avanzar a buen ritmo durante todo el dia. Con Zinee y Feldaram la mayor parte del tiempo sobre Ventisca, el caballo de Sahsnot, la cual con un fisico mucho mas fuerte que estos dos no tiene dificultad de seguir los pasos de los Oshar y Marcao.

La Noche vuelve a caer rapidamente sobre vosotros, los dias son muy cortos en invierno, y con la noche llega de nuevo el resplandor en el cielo. Os empezais a cruzar con numerosos animales que huyen del Norte, Gazelas, conejos y Jabalis principalmente y que desaparecen rapidamente camino del sur.

Marçao se detiene una vez ha entrado la noche consciente del sobre esfuerzo que ha supuesto no dormir practicamente en los dos últimos días. Descansemos, mañana puede ser un día muy duro para algunos, prefiero que estemos todos descansados...

Garland se acuesta como el resto de sus compañeros. Y en su mente vuelven las ideas que le han rondado desde que ese estraño resplandor apareció.

La idea de volver sobre sus pasos no le agradaba nada al guerrero O'Shar, porque significa que todos los esfuerzos y la batalla con los Orcos no tienen ningún sentido. De hecho, la muerte de Arielus ha sido en vano, pues la misión ha sido abandonada por el maldito resplandor.

Lleva dos días totalmente callado. Dos días en los que no ha hecho nada salvo seguir al resto. Garland ha decidido que desde ahora no va a tomar ninguna de las decisiones que afecten al grupo, puesto que para algunos eso es sintoma de que está siendo dominado por la furia.

 Aunque cansados despues de un largo viaje, a la mayoria os cuesta coger el sueño, con el resplandor rojizo sobre vosotros y conociendo que si seguis a este ritmo, mañana al anochecer es posible que esteis de vuelta en la colonia... con otra mision sin terminar y quien sabe si recibireis la recompensa prometida.

La última vez que el oscuro guerrero vió un color como aquel en la noche fue cuando lo apresaron para hacerlo esclavo, sumando a que su tribu quedó totalmente arrasada, es el miedo a ver de nuevo algo como eso lo que se podía verse en los ojos del titán negro. Ahora que habia llegado la noche y empezaba a descansar se le enfríaba el corazón otra vez... Lahyra Effnetcker, recuerdas Sanshsnôt que habíamos hablado de si conocía algún Alhyon?? por eso quería saber quien reinaba en tus tierras, tengo la sensación de que era la hija de algún Mariscal o Senescal... Te suena ese nombre??

- A ella no la conozco, pero sí su apellido, Efnetker. Es uno de nuestros mariscales, y bien podría haber reclamado el trono, ya que creo que su esposa es la prima del difunto rey - contesta sin quitar los ojos del horizonte - Intentemos descansar, con suerte llegaremos mañana, si quereis yo haré el primer turno de guardia.

Su voz se vuelve bastante más dura cuando habla de su tierra, está claro que no se siente a gusto nombrando a los suyos.

Tras pasar una noche inquieta y levantaros en una fria mañana cargada de niebla, es dificil de ver mas alla de 10 metros, volveis a poner rumbo Norte.

Para el mediodia la niebla desaparece y queda un bonito dia de invierno, con el sol brillando sobre vosotros, pero sin fuerza para calentaros los huesos.

Ya al atardecer y proximos a vuestros destino... 1 o 2 horas de viaje, vuestros sentidos se inundan con el olor del humo... el olor esta por todas partes, algo muy grande tiene que haberse quemado, tal vez una parte del bosque.

Un rato despues, aun mas cerca, comenzais a escuchar el ruido propio de una multitud haciendo mil cosas distintas, como el ruido de fondo que se puede escuchar en una ciudad cuando sus habitantes se han puesto a hacer sus tareas diarias...

Garland sigue caminando sin descanso, la idea de volver a la ciudad no le hace mucha gracia, pero aún así respeta la decisión del grupo y se pasa el camino sin protestar, y casi sin hablar.

- Estamos cerca, ya se puede oir a la civilización.

El olor de humo inunda la pituitaria del guerrero. Ese olor le trae recuerdos pasados y no muy agradables. Intenta hacer que estos pasen desapercibidos y se coloca al lado de Breielssa y comienza a hablar con ella.

Por un momento el oscuro guerrero empieza a respirar tranquilo de nuevo, aunque volver ante la gente de la colonia no era lo que más quería, había temido que estuviera arrasada. Bueno vayamos a ver al gobernador, por lo menos sabemos que ese ejercito no volverá hasta aqui o por el momento no parece que pretendan hacerlo...

Acto seguido se encamina hasta la empalizada con ojo avizor en busca de Fhan.

Llegais cerca del anochecer a las inmediaciones de la colonia, entonces un mal presentimiento os hace deteneros en seco... Y no es por la gran cantidad de arboles quemados que veis a vuestro alrededor, ahora caminais por un bosque de cenizas, si no porque al estar mas cerca, distinguis mejor las voces que forman el murmullo y nunca antes habiais escuchado ese lenguaje.

Ademas, el olor de la madera quedama se entremezcla ahora tambien con el aroma a carne quemada.

Asi, que tomando las precauciones necesarias os acercais un poco mas, para descubrir a lo lejos las murallas de la colonia carbonizadas, fuera de esta centenares de cuerpos humanos se amontonan en tres grandes monticulos a los que se les ha prendido fuego como si fuesen unas piras funerarias.

Tambien observais miles de soldados ataviados con oscuras armaduras a los cuales no tardais en identificar como los dueños de las voces que no conoceis.  Y en mitad de estos cuatro gigantescos estandartes:

 Uno ya lo habias visto dias atras, traido por la Horda Orca. Un Dragon Rojo volando sobre un fondo Negro. Los otros tres, Una Gigantesca serpiente verde enroscada alrededor de lo que parece un mundo y el cual parece estar a punto de devorar. Una Gran Araña de Hielo, azul sobre fondo blanco y por ultimo, una calavera astada blanca sobre fondo negro.

Lejos, muy cerca de la muralla, observais lo que parece medio centenar de hombres, mujeres y niños atados a una larga cadena de metal.

Y por encima de este desolador paisaje, rugiendo en el cielo, veis a un Gran Dragon Rojo...

Garland observa el desolado paisaje que ve ante sus ojos. No se esperaba un regreso semejante, que se supone que han hecho esa gente con la poblacion? Y lo más importante, son aliados, o enemigos? COn lo visto, parece que se trata de enemigos, son demasiados, y están bien preparados. Lo mejor será intentar pasar desapercibidos.

- Marçao, quien se supone que son esos hombres? - Dice mientras se gira para ver al resto del grupo. -Quizá deberiamos andar con cuidado y no llamar demasiado la atención.

Sobrecogida por lo que están viendo, se queda sin palabras y apenas si puede reaccionar. Jamás pensó que llegaría a ver algo así, pero era cierto lo que estaba sucediendo. Asiente a las palabras de Garland y trata de no hacer apenas ruido.

El oscuro guerrero vuelve a cambiar totalmente de actitud, descubre que el ruido no es más que el escandalo que producen los ejercitos, y lo que es peor su mayor temor se ha cumplido... esclavistas, un temblor empieza a atenazar al Nhuminio, la rabia desfigura su rostro y la ira se empieza a hacer totalmente visible. Poco habría faltado para que saliera a campo abireto a matar a tantos como pudiera, pero para su suerte sus compañeros pronunciaron su nombre sacandolo del ensueño.

Comprendió que así solo encontraría una muerte segura, se mordió el labio hasta hacerlo sangrar y recuperar el control... Probablemente los orcos sean la carne de cañon que precede a estos sanguinarios... o puede que incluso estuvieran huyendo de ellos... Deberíamos irnos, si seguimos aqui pronto nos encontrarán, intentemos averiguar a donde llevarán a los esclavos y si podemos los liberaremos...