Partida Rol por web

-Así que eres muy ágil, es interesante Ikuto. Será muy difícil llegar a golpearte. - Hice el gesto de una pistola disparando al chico gato. -Ya quiero verte en un combate Ikuto. Hoy ha sido entretenido, no creo que vaya a aburrirme aquí, ya quiero ver cuales son los nuevos rankings.

-¿Vives muy lejos de aquí Ikuto?

Sigo la conversación normalmente hasta notar que Ann se marcha, se le nota mareada y un poco pálida. Pero si hace un momento estaba bien... Sus hermanos no parecieron inmutarse. Antes de poder preguntar si estaba bien ya ella se había marchado.

Sin inmutarse lo más mínimo, Alberich observaba la cuchara con cierta delicadeza, casi con curiosidad infantil, aunque parecía que en verdad no le importaba en absoluto esa herramienta para la recolección y transporte de alimento, sino que era una mera actuación por parte del enmascarado y lo que de verdad quería era demostrar que tan poco le importaba o le hacía caso a aquel ruidoso animal.

Una vez que hubo terminado su grito de palabras sin sentido ni peso, el enmascarado bajó la cuchara y miró hacia aquella persona, sin siquiera levantarse de su asiento, o mostrar algún atisbo de miedo en su tono de voz habló nuevamente. -¡Fantástico! -Dio unos cuantos aplausos delicados, golpeando lentamente los dedos de su mano derecha en la palma de su izquierda- ¡Así me gusta!. Tratando de espantar a la chusma a un radio de acción mayor. ¡Qué considerado!.

Sin lugar a dudas, o era un necio o un loco si es que en verdad no tenía un plan de contingencia en caso de que aquel alumno decidiera saltarle sobre la yugular cual animal por burlarse tan abiertamente de él y considerarle no más que una simple herramienta para poder tener una comida ajena al bullicio y al gentío de gente a la que no respetaba. Aquí tan solo tenía amenazas y chillidos.

Por suerte escuchó atentamente el argumento de Tadashi, y aunque podría decirse que tenía su punto, la tuerca que tenía Alberich por conciencia aún estaba dos o tres vueltas más enroscada en su cerebro, lo que le provocaba tener un motivo incluso más poderoso al "Los héroes no deben de ser niños con capas de colores como la chusma de allí", cosa que, sin lugar a dudas, era una verdad que Alberich agradecía de que alguien lo dijera.

-No tengo ninguna duda que eres mejor que aquel grupo apelotonado de allá, -El enmascarado cogió el tenedor y comenzó a examinarlo detenidamente- ¿Estás mejor ahora?. -dijo mientras volvía a dejar el tenedor en su sitio-  A fin de cuentas, la chusma son como los imanes; por tanto los del mismo tipo suele repelerse entre sí, y tu, rey de la chusma, provocas repulsión de esos molestos "wanna-be-hero". Y aunque no cantes canciones de campamento ni repartas abrazos gratis, sigues pecando de los mismos fallos que ellos... 

-¿M-m-mi quirk?

Murasaki estaba terminando de pasar su número de contacto, cuando vió a Ann marcharse, y se levantó también con expresión preocupada.

-Esto...me preocupa que se haya ido así. Con permiso, iré a ver que sucede. ¡Lo siento! ¡Realmente esperaba poder hablar más con todos!

Aparentemente iba a levantar la bandeja con la izquierda, pero la soltó apenas elevar un costado, frunciendo el ceño.

Murasaki se levantó de sitio y se fue tras la chica más joven del grupo que acababa de salir del comedor también.

El chico esta que trina, cuando escucha hablar a Yagami se queda anonadado, ¿le estaba dando la razón?. Sea como fuere, Souta empezó a clamarse un poco y a sentarse de nuevo en su sitio, aunque estuviera furioso no era tan estúpido como para hacer que le expulsaran, eso si que no....

El joven siguió comiendo mientras oía a su pintoresco nuevo comensal, echo un vistazo eventual a la chica loca de la otra mesa que se había subido en su silla, y luego volvió a su conversación -No me agradas, ni un poco, y no se como alguien como tu ha podido llegar hasta aquí, pero si lo que quieres es bailar a mi sombra adelante, cuando triunfe sobre todos esos perdedores- entonces mira a la otra mesa -y sobre vosotros, por supuesto, ya nada de esto importará, así que ladrá lo que quieras payaso- termina de tragar uno de los trozos de pescado que estaba masticando.

Poco a poco nos fuimos juntando más y más en la mesa. La verdad, comer toooodos juntos no sonaba tan bien ahora... Ann fue la primera en notarlo, lo cual seguramente fue la razón por la que salió del comedor; debía ser mucha presión social para el primer día de la más joven de la clase. Murasaki ya había ido a por ella, así que los hermanos decidieron quedarse en la mesa.

-Tranquilos, debió haberse sentido nerviosa por tanta gente; siendo la menor de todos, puede ser un poco difícil para ella adaptarse -explico Akemi antes de continuar comiendo.

-Nosotros sigamos conversando; ella se pondrá bien -añadió Hikaru con una sonrisa. -. Es una gran idea lo del grupo; también podemos usarlo para avisar sobre anuncios o cosas por el estilo.

Mientras comía, Hikaru mantenía una mano bajo la mesa, pues no la estaba usando.

-Ya yo termine de comer, muy rico todo. - anuncié mientras me limpiaba con una servilleta. -¿Me acompañas al salón Ikuto?

"Claro, ya he terminado mí comida. Chicos, nos vemos en clase" Shinji resulto más amable de lo que su primera impresión. "¿De que querra hablar? vamos averiguarlo" Arreglo lo que he comido y me dispongo a levantarme.

-Los veo allá chicos. - Me despedí también de ellos.

Me levante y sali del comedor

Pobre Souta, se creía que era lo mejor pero no se daba cuenta lo fácil que resultaba de manipular, el enmascarado lo había notado, por eso se había quedado también, además de estar seguro de que el muchacho no iba a volver a armar jaleo tan abiertamente.

Ante las palabras del nuevo comensal tan solo asentí y me decidí a seguir comiendo, notando que algunas personas salían del comedor y otra se paraba en su silla, negué con la cabeza y tomé un poco de jugo, aunque cada tanto miraba a Alberich a ver si apartaba su máscara para comer o lo iba a hacer por osmosis.

Seguí comiendo tranquilamente mientras los demás seguían hablando. Se fueron sentando más y más compañeros, hasta al final acabar la gran mayoría en aquella mesa. Se me hizo un poco agobiante para cuando me acabé la comida darme cuenta de que habían tantas voces diferentes. No obstante, dentro de toda aquella conversación, me quedé con lo que más me interesó, sobretodo la explicación del chico de los cascos. Aparentaba fuerte, y lo había demostrado en las pruebas y en el ranking. Le miro de reojo, mientras los demás hablaban, fijándome bien en él. Será interesante.

Para cuando salió el tema de los móviles, ya me había acabado la comida. Descansando y preparando la digestión, me acomodo levemente sobre el banco en el que nos sentábamos, a la vez que dejo ir un suspiro de satisfacción. Empezaba a notarme más activa debido al calor del estómago, y mi humor empezó a reflejarlo, de nuevo algo más arisco.

-Bah, móviles. Eso lo único que hace es daño a la sociedad. Cada vez se habla menos por culpa de estos chats.

Algunos de ellos empezaron a juguetear con los regalos de Hirotaka, si, justo esos regalos que yo había rechazado.

-No creo que hacer regalos ostentosos sea la mejor forma de ganarse una amistad, conmigo no funcionó ni funcionará. Las amistades se forjan en la competencia y en el campo de batalla, no con estas chucherías.

Me levanto de la mesa, algo molesta y agobiada de tanta conversación y tanta gente.

-Ya he acabado, me marcho a clase. Hasta luego.

Sin decir nada más, recojo mis cosas para dejarlas en la estantería que había habilitada para los platos sucios y emprendo dirección a clase. Quería realmente hacer amigos, pero no aguantaba demasiado en grupos grandes, sobretodo porque me irritaban sobremanera, aunque ellos en sí no tuvieran la culpa.

-Reika, eres demasiado rara en cuanto a sociabilizar se refiere...

-Pse...

Dejo escapar una leve llama que se escapa de mis labios a la vez que salía por la puerta.

-¡E…eh…!...-El príncipe quiso responder a todo aquello del teléfono y demás, pero por algun motivo, todos comenzaron a marcharse a gran velocidad, siguiendo a Ann y dejándole ahí. Desde luego fue un tanto caótico, el príncipe que solo quería hacer amigos había vuelto a quedarse solo.-U…u…uh…-Murmuró por lo bajo antes de seguir comiendo en silencio. Incluso aquel solecito que solía acompañarle volvió a empequeñecer.

-Bueno...¿y...huh...q...que soléis hacer los japoneses para divertiros? 

De repente el comedor se había vuelto un poco ruidoso, y la verdad es que ya había terminado de comer así que me dirijo hacia el salón de clases a ver si encuentro a alguien por  los pasillos en el mismo salón.

De repente algo pasa en el grupo de los wannabe, una se va, otro la sigue, y de a poco todos se van yendo rápidamente, aunque no hayan todos terminado de comer.

La primer fractura...

Me doy cuenta entonces que Hirotaka, el niño maravilla había quedado triste y solo.

-Hey, principito!- dije levantando la mano para llamar su atención - ven a nuestra mesa-

Una campana suena y todos los alumnos parecen quedan un momento en silencio, poco después una estruendosa voz suena por los altavoces

-¡¡HEEEEY EVERYONE!!, ¡es la hora de volver a clase, así que ya sabeís, todos a vuestras respectivas aulas!-

Todos los alumnos comienzan a recoger sus bandejas y abandonar el comedor.

-¡Y no olvideis que podeís escucarme todas las mañanas por la radio, en la mejor emisora de todas, la...!, ¿eeh? ¡Shota espera, devuelveme el micro!, ¡¡NOO WAY!!-.

Veo como Takeshi abandona nuestra mesa y, al cabo de un rato, Present Mic nos llama de nuevo a las clases.

-Bueno, Mizuki, Naito, parece que tenemos que volver. Si no os importa, iré adelantándome. Tranquilamente

Al escuchar a Present Mic, termino lo que me queda de comida, me levanto y, tras haber recogido la bandeja, salgo del comedor en dirección al aula.

Agradecí a Denshi sus palabras. 

- Gracias Denshi, seguro que le hubiera gustado conocerte. Siempre se paraba a charlar con seguidores suyos. Luchemos para frenar los males por venir. 

Justo entonces, escuche el anuncio por voz. Denshi se levanto y yo me despedí de él. 

- Vamos Mizuki, tenemos que irnos. Te veré en el aula.