Partida Rol por web

Mientras el concurso de contestaciones soeces se disputa, pongo los ojos en blanco y me retiro hacia el otro lado de la sala seguida de el hombre que me franqueaba y ha traido a Randy.

Una vez allí hago gestos pidiendo explicaciones al hombre que responde con lo que parecen ser excusas.

Más de una mirada me ha buscado mientras intentaba que el asunto se solucionase por si solo, al final me veo en la obligacion de intervenir.

-Randy.

El tono es formal, aunque no da mucho pie a interferencias.

-Soy John McAllister, primogenito Brujah de Boston. Te agradezco que hayas venido a colaborar, pero te pido que guardes las formas.
Esto es el Eliseo de la ciudad y las faltas de respeto no están permitidas.

Lo digo sin sonar amenazante, pero firme.

-Gran parte de los presentes son tambien voluntarios que han venido a ayudar. La reunion que debe empezar en breve servirá como resumen de lo ocurrido y para exponer que estrategia vamos a seguir.

Me giro y miro al resto del grupo pero en especial a Antuan y Ford.

-Espero que todos guardeis las formas mientras tanto, si teneis diferencias irreconciliables... Hay maneras de zanjarlas, pero no aqui.

Me giro de nuevo a Randy.

-D´Thourg te ha enviado porque me lo debe, no lo mentes como si ello te fuese a dar un poder o algo especial.

Mientras el primogenito Brujah da su discursito entro en la sala y tras observar un momento me dirijo hacia la pareja que discute.

Los tres malkavian llegamos al fuerte donde estuvimos anoche.

-A ver si ha llegado todo el mundo.

El nuevo me caía mal, no era una novedad. Y parece que no soy la única... Clayton, con sus formas, también se lo ha dejado claro. Aunque me alegra ver como el Primogénito Brujah le pone en su sitio.

"Esperemos que sea listo y le haga caso".

Por mi parte, al ver al chiquillo del anterior Príncipe, me quedo en el sitio esperando a que dé permiso o algo así.

Finalmente el pibonazo me da su nombre, le ha costado media vida, pero ya era puta hora. ¿Me da la sensación, o el ambiente está tenso desde que entré? Joder igual esperaban una mamada.

Me viene el chuloputas a decirme algo, vamos a ver

-Soy John McAllister, primogenito Brujah de Boston. Te agradezco que hayas venido a colaborar, pero te pido que guardes las formas.
Esto es el Eliseo de la ciudad y las faltas de respeto no están permitidas.
 

-Ya tio, un gusto y todo eso, pero precisamente porque las faltas de respeto no están permitidas tuve que darles un tirón de orejas, ¿no crees? Me ignoraron desde el minuto cero, menos el loco, que se mostró muy cuerdo. Tios, luego nos llamáis extranjeros, menuda ironía. En fin, al lío.

-Gran parte de los presentes son tambien voluntarios que han venido a ayudar. La reunion que debe empezar en breve servirá como resumen de lo ocurrido y para exponer que estrategia vamos a seguir.

Me giro y miro al resto del grupo pero en especial a Antuan y Ford.

-Espero que todos guardeis las formas mientras tanto, si teneis diferencias irreconciliables... Hay maneras de zanjarlas, pero no aqui.

Me giro de nuevo a Randy.

-D´Thourg te ha enviado porque me lo debe, no lo mentes como si ello te fuese a dar un poder o algo especial.

-Claro colega, yo no vengo a que me traten de princesita Toreador, ni a hacer mascotas friendlys. Yo he venido a ostiar peña, y quizás a follarme algún pibonazo -miro de reojo de forma desagradable a Jaimie, lo cual me divierte un poco antes de volver la antención al tio este-Estoy tranqui tío, me meteria un zumo de cocaína no digo que no, pero estoy tranqui. A ver si empieza la reunión y podemos empezar a partir caras.

Aquello era la consecuencia natural de lo que había pasado. Y lo sabía. Era sólo que resistirse era tan difícil, y a veces hasta contraproducente... pero siempre era difícil saber cuándo era resistirse y cuándo aflojar mejor, porque era una cuerda demasiado resbaladiza.

-Por supuesto, Primogénito -respondió cuando este terminó- Conozco y respeto la Pax Vampírica.

Si algo había aprendido Antuán era que el fauxlatín correcto aumentaba en un 300% las posibilidades de que un caníbal nonagenario superpoderoso no te encadenase al tejado de una iglesia y te quemara vivo, y era una lección que había aprendido de corazón, aunque supiera la patada etimológica que suponía un término así.

"..."

Miró por unos momentos a Randy y creyó oportuno apartarse discretamente un par de pasos. Contestarle y meterle una vacilada tremenda a un inmortal famoso por ser poderoso era una mala idea, pero hacerlo con el representante de la CEPA VAMPÍRICA DE LA RABIA se le antojaba como varios grados por debajo de "mala idea".

"Entonces no has venido a ayudar. Has venido a pavonearte. Tenemos poca necesidad de una mierda así en una guerra, Iceman"

Yea. No creía que fuera el mejor momento para hablar.
 

Pongo cara de enfurruñado.

¿Pero porqué mi mira a mi? ¡Yo aquí no tengo más que amigos!

¡Qué daño hace la guerra! Bueno da igual. Me encojo de hombros, no me voy a indignar por un malentendido, termino sonriendo y asintiendo con la cabeza. Aquí está todo el bacalao vendido, es hora de ampliar círculo de amistades y obviamente me fijo en lo que me dijo. Smittie ha vuelto y toca acercarse a saludar. 

-Voy a presentarme, otra vez... -Me rasco la barba y vuelvo a encogerme de hombros. -ahora en un rato vuelvo, por cierto, amigo Clayton, si sacas un momento, me gustaría que pudieras dedicarme un momento. -Sonrío de forma encantadora, tal y como aprendí en el mismo palacio de Versalles, tiempo ha. La educación francesa siempre ha sido la mejor. O eso pensaba dado las películas que había visto hasta el momento. Antes de girarme miro a Fransuá. -Me encantaría que me dieras clase o consejo acerca de la moda, una persona tan bien acompañada... -Haciendo referencia a Andrea a la que sonrío y hago una pequeña reverencia antes de continuar -Es una persona de la que se puede aprender mucho. Si no te parezco demasiado... tronado... ¡podríamos pasar un tiempo juntos!

Acto seguido me despido y voy hacia los Ventrue.

Me acerco al grupo de Ventrue donde se encuentra Smittie, y aunque procuro no cortarles al hablar no puedo esperar a que unos Ventrue terminen de hablar, con lo que les gusta rajar seguro que me muero de viejo aquí esperando.

-Perdonad que os interrumpa, sólo quería presentar mis respetos y hablar con Smittie. -Sonrío. -Me llamó Archibald Ford, creo que me presenté ayer, pero lo hago de nuevo por si lo he soñado. Y vengo a ayudar y, si es posibke, a mudarme a esta ciudad. Es un placer coincidir con usted, señorita McKey, no me pasó desapercibida, de hecho me he atrevido a comprar algo para usted, a modo de darme a conocer y para ponerme a su servicio. Tiene en mi a un admirador, así como a un fiel amigo.

Sonrío hacia ella, esperando su respuesta. Y luego miro a Smith.

-Hay una cosa que me preocupa, y quería comentarte en privado... -Si acepta me muevo con él a un sitio más alejado. -Tanto si hay príncipe, como si no, es peligroso. Si lo hay, por que será un objetivo, si no lo hay... por el caos que va a haber sin guía... por eso te propongo... que uses un bulo y a un líder de paja, así tendrás capacidad de decidir sin exponerte, lo que te dará la control de facto y una cortina de humo para escapar sí eso. ¿Qué te parece la idea?

Clayton enarcó una ceja levemente ante las palabras de Ford, pero asintió. Sí, claro que podía concederle un momento, después de todo estaban allí para trabajar en equipo, ¿no?

La cosa había estado a punto de irse de madre, pero parecía que McAllister había logrado calmar los ánimos, aunque al tal Randy seguían faltándole unas cuantas clases de cortesía, protocolo y etiqueta... Pero no era labor del propio Clayton encargarse de ello. Tenía tareas más importantes y urgentes en mente.

Entonces llegó Smith. Clayton le concedió un respiro mientras el chiquillo del Príncipe se dirigía hacia Sarah y Abraham... Asintió en su dirección levemente cuando Smith cruzó la mirada con él por un segundo, y esperó firme en su sitio... atento para ver si la reunión proseguiría o si continuarían esperando al resto.

Entramos en un parking subterraneo y aparcamos.

-Bien, bienvenido al eliseo de emergencia. Sigame y llegaremos a una sala donde será la reunion.

Asiente y la sigue.

Sonrio.

-Bien, me alegro de que este claro. Lo único que no es tu deber tirar de las orejas a nadie. Aunque me gusta tu actitud, estamos aqui para solucionar las cosas, no hagais que haya que arreglar más.

Levanto la mirada y observo a la pareja que entra por la puerta.

-Ya hablaremos.

Digo a todos y nadie en particular mientras me alejo en direccion a los recien llegados.

Entro por la puerta fanqueando el paso a otro hombre con el que converso quedamente.

El primogenito McAllister se nos une al poco y los tres seguimos conversando con miradas hacia el grupo de "los nuevos"

Sonrio a tus palabras y te ofrezco una mano para que la tomes o la beses.

-Encantada señor Ford, Michael ya me ha hablado de usted como un aliado valioso. Encantada de recibir su regalo.

Te atiendo con consideracion pero en presencia de Abraham y Sarah.

-No.

Contesto tajante y perdiendo la sonrisa con la que te he recibido.

-El derecho me pertenece, yo soy el heredero de mi sire y yo y solo yo ocupare su lugar. ¿Queda claro?

Ford conversa con los tres con los que se ha reunido.

No pudo reprimir una pequeña exhalación después de aquello: había estado aguantando en aliento en aquel momento, y no creía que hubiera sido el único. América realmente era diferente. En realidad se alegraba por el gangrel: podía parecerle todo lo que quisiera parecerle, pero eso no hacía que le desease lo que podía haber pasado en unos segundos. Nadie se merecía lo que podía haber pasado en unos segundos. Definitivamente no aquel pobre idiota que sólo-

"...para"

Abandonar aquellas ideas y no regodearse en horribles recuerdos sería lo mejor. Tendría que tener en cuenta aumentar su nivel de pavoneo, agresividad innecesaria y hablar como si tuviera trece años, dado que al parecer era aquello que concedía el permiso para vivir y progresar en aquel lugar. O a lo mejor por aquellos lares los Brujah eran... Brujah, fueran de la Primogenitura o no, y el clan nunca habían sido, en su experiencia, nada bueno. Pero en absoluto.

-Esperaba a menos gente -admitió. Luego miró al Ventrue- ¿Entiendo que va a ser el encargado de coordinar las acciones de nuestro pequeño grupo, Clayton?

"Esta es muchísima gente en un búnker"

Nunca se le había ocurrido que guerra podía ser... eso, mucha gente encerrada en un espacio muy pequeño. Era tan prosaico que nunca se le había pasado por la cabeza. Como fuese, era hora de que Randy se incorporase y empezase a prestar colaboración como se le había invitado.

Viendo que las cosas por fin se encarrilan, mi rostro dibuja una leve sonrisa de satisfacción, o tal vez de anticipación, mientras asiento a los chupasangres y me uno a ellos.

-Joder, si estuviera vivo iría empalmado ahora mismo. -me acerco a mis compañero del cuadrilátero, mientras empiezo de nuevo- Si tu vas a coordinarnos, quizás te interese saber que...

Hago otra pausa, mientras levanto una mano pidiendo un segundo, vuelvo al netbook y muevo ficha en el juego online, luego vuelvo y sigo, ya que oficialmente aún no empezó la reunión:

-... que aparte de reventar tabiques nasales y beber sangre a borbotones, se me da bien rastrear la Bestia de la peña, y... aparte de hablar con los muertos como el del sexto sentido -chiste entre muertos- también hablo con los animalitos. Ya sabes... las palomas aparte de cagar pueden ver cosas y eso... si necesitas reconocimiento de la zona, eh, aquí está Randy.

Mientras entraba nueva gente y sigo sin mirar a Randy, doy un par de pasos hacia Antuán, colocándome a su lado.

Suavemente acerco mis labios a su oído y empiezo a susurrarle.