Partida Rol por web

-...oh.

Eso tenía más sentido. Maldito sistema antiintuitivo anglosajón de pronombres.

-Era un crío, ¿no? ¿No existía la posibilidad de que hubiera vivido con su familia?

La idea de que era un niño que alguien había abrazado le seguía resultando enferma más allá de cualquier medida.

Clayton miró a Arthit, luego a Jane y finalmente a Ford.

- Querido Ford... me parece correcto que nos presentes a tu amigo... Pero quizá deba conducir Andrea, que es la que mejor conoce la ciudad de los cuatro. - Sugirió.

De hecho, a medida que hablaban y caminaban, Clayton relajó el paso permitiendo que Arthit y Andrea se adelantaran un poco. Sin decir nada, miró a Ford y señaló con la cabeza a Arthit disimuladamente. Esperaba que el malkavian pillara el mensaje. Iban a tener al posible topo en su grupo... y sería el momento de pillarlo.

Parece que no íbamos a ir solos, sino que un Primogénito nos acompañaría.

"La parte buena es que parece que ha puesto en su sitio al capullo de Randy; lo malo es que nunca me ha gustado llevar a papi conmigo a los sitios... Encima tenemos que ir en esa chatarra... ¿Aguantará un tiroteo?"

El tremere se sienta delante mientras yo tengo que compartir asiento con el capullo.

"¿Eso es una disculpa?" pienso cuando le veo dirigirse a mí. "¿Que no me deje matar?"

-Empecemos de cero entonces -le digo con una amplia sonrisa.

En ese momento saco mi pistola de dentro del abrigo.

-Agradezco tu preocupación -sin el menor problema, de un suave gesto, el cargador se desliza de la pistola cayendo en mi palma-. Es de agradecer que un caballero se preocupe por el bienestar de una delicada dama -con el pulgar saco la primera bala para mirarla un segundo y volver a meterla-. Sobre todo en los tiempos que corren -vuelvo a cargar la pistola y deslizo la corredera hacia atrás para comprobar que no está encasquillada-. Hay mucha dama delicada y que no sabe defenderse por el mundo -A continuación quito un par de veces el seguro y lo vuelvo a poner-. Cuando vea a una le diré que encontré a su caballero andante.

Miro a Randy con mi incombustible sonrisa.

-Aunque lo ideal es que no dependa de un hombre, sino que sea independiente -digo enseñándole sin demasiada importancia la pistola-. Yo soy muy fan de la Sauer P-226: semiautomática, con variación del tipo de munición y con cargador de doble hilera. En realidad es la versión actualizada del P-220 de cargador monohilera... -Sonrío como si me estuviera empezando a ir por las ramas-. Tiene las mejores características del mercado. Aunque, para una novata, tal vez sería mejor un revolver de pequeño tamaño, dado que no se encasquillan y son fáciles de esconder en un bolso. En realidad yo prefiero el Ak-103, pero al tratarse de un fusil de asalto no es fácil de esconder en una chaqueta.

Guardo el arma de nuevo y miro al frente.

-Señor Corso, le he pedido a uno de mis hombres que traiga un teléfono desechable para usted. Y, si le parece bien, le prestaré una de mis armas cuando lleguemos. Solo por si acaso. Si no sabe usar un arma de fuego, le puedo enseñar. Siempre que le parezca bien.

Me recuesto y lanzo una suave mirada a Randy.

"Capullo".

--Umm... ¡Gracias!... Le aceptaré el movil, pero en cuanto a el arma... -- niego con la cabeza --Creame, sería mas peligroso para nosotros con ella que sin ella, si no me hiero a mi mismo seguramente que les heriria a ustedes. Pero no se preocupe, ser Tremere no significa no sober defenderse, y sobre todo, no saber evitar los problemas.-- sonrio mirando ligeramente hacia atras.

Parece que la muchacha sabe lo que se hace. Mientras va mostrandome como domina el arma, siento que pese a mí tremere, la morenaza aún me pone un poco. Siempre he pensado que matar con veneno o pistola es muy femenino. Siento como si estuvieramos en aquella época donde una mirada intensa era pornografia de la dura, y ahora la señorita me está mostrando los dos tobillos!

Igual debería corresponderle con algo de mí sabiduría.

–¿Sabes porque te siento lejos pese a estar al lado? Porque cuando discutimos, escuchamos para replicar, en vez de para comprender.

Con la Ray-Ban colocada miro el asfalto que dejamos atras. Me siento bien. Libre. Y he podido ver una faceta presumida de la morena, en vez de su máscara de perra frígida del Eliseo. Eso la hace más humana y femenina, pese a su gusto por las pistolas. De todas formas tengo que no pensar mucho en ella, es evidente que me cree gilipollas porque no reacciono ofendido o molesto por lo que se dice sin decirlo entre líneas.

La verdad es que valoro el valor,  pero ella no entendera mi verdad porque es primaria y brutal. Y contarle historias, relatos y saberes personales a un no gangrel... Sería estúpido, no creo que conectara con esa verdad. Su interés queda lejos. Me limitaré a desear que no muera y atesorar en mi memoria este momento tan erotico, aunque ella no lo sepa.

Miro a Clayton con gesto neutro, aunque no termino en sonreír y asentir con la cabeza. He captado lo que me quería decir con claridad clarividéntica. O como se diga.

-¡Oh! Sí... ya había pensado en ello... en el coche, en el coche solucionamos esas pesquisas. -Añado hablando más bajo, sólo para que me escuche él.

En lo relativo a quién conduzca... a mi me da bastante igual, así que elijan entre ellos. Pero sé que a mi compi le va a costar dejar el asiento del conductor... ¡Incluso a mi me cuesta conducir mis coches!

-Bien, si quiere conducir que conduzca, si quiere dar introducciones que las de. A mi me parece perfecto. -Termino diciendo, y me pongo en marcha hacia afuera. ¡Hay mucho que hacer!

 Arthit y Andrea conversan animadamente sobre algo de deportes mientas vais hacia el parking subterraneo.

 Andrea pulsa su llave y un minni cooper azul celeste

 Monto en el asiento del piloto y os animo a montar.

 -Vamos que nos vamos!

 En cuanto estais sentados aplasto el acelerador y salgo por la rama a bastante más velocidad de la que deberia.

 ¿Que quereis hacer primero? ¿Poli o forense?

Miro el coche y después miro a Clayton, vuelvo a mirar el coche y vuelvo a mirar a Clayton. Mi mente no puede parar de hacer una ecuación: "Mujer + Toreador = Mini Ergo Mainstream". Así que miro el coche y después a Clayton. Finalmente miro a Andrea y sonrío.

-¡Qué color tan bien escogido! -No iba a hablar del motor... era absurdo hablar del motor. Va a pedales aunque corra un poco, y ella era Toreadora. -¡Me pido copiloto! -Añado con rintintín.

Aunque sólo es para conectar mi teléfono al coche, quiero escuchar mi música, necesitamos un poco de música relajante, sobretodo para lo que va a pasar en la parte de atrás del coche. Tenemos que poner los puntos sobre las ies cuanto antes, no quiero que me cubra las espaldas un tipo que no me las va a cubrir, más que nada, porque si me las cubre uno que no me las va a cubrir, obviamente, se van a quedar descubiertas. O peor aún, me va a apuntalar con una estaca y eso no mola.

-Voy a poner un poco de música relajante, chicos. Tenemos que poner nuestras ideas en orden para hacer lo que tenemos que hacer con diligencia. -Miro a Andrea mientras conduce como una puta drogadicta que tiene mono y necesita su dosis. Pero eso será algo que no se lo diga a la cara. -Perdona, bonita, pero a los nenes hay que tenerles asegurados, no queremos accidentes innecesarios. 

Paso por delante de ella y activo el botón de cierre de puertas para los niños, ese que hace que no se pueda abrir la puerta desde dentro, ni las ventanillas. Es en ese momento cuando la música relajante empieza a sonar y, empiezo a cantar con un perfecto alemán.

-NU LIBE KINDER IF FAIN AGGGT, IGS BINDE STIME AUGSTIN KISSEN, ITS AGBO ETBAS MITSKEBRAG, HABESOS MAINER BRUSTGERRISEN, MIDISEN ERGSBAG ICH DI BAGT, DIAUGUEN LIGUER TSU EPRESEN, IS SINGUEN BISTER TAG ERBAGT, AIN GELA SAIN ON FIRMAMENT... -Y espero a que pillemos un semaforo en rojo para pasarme atrás. Aunque, como me pilla en mitad de la calle, no voy a parar ahora que viene lo mejor. -¡MAIN JERS BRENT! -Y empiezo a mover a mover la cabeza arriba y abajo, moviendo mis cabellos como un loco y girando sobre mi mismo, mientras duran los violonchelos en acción. Luego abro la puerta de atrás.

-Pasa para el medio Arthit, que no tenemos mucho tiempo. Adoro el calor de los cuerpos en contacto, aunque ninguno de los vuestros esté caliente. -Sonrío y me siento atrás dejando al chinito apresado entre Clayton y yo mismo. 

Sigo cantando la canción hasta que acabe, bailando moviendo la cabeza, dándole con mis cabellos sueltos a Arthit y con mi perfectísimo Alemán del mismo Berlín Downtown, hablado por un mendigo que ha estado en la calle toda su vida. O así sería si supiese hablar Alemán, que no se hacerlo, ¡pero es que lo calco! 

-¡UFFFFFF! Yo ya estoy completamente relajado... ¡Relajadísimo! Esto sí que es música relajante. No como la música clásica... cuidaros de la música clásica... Esa sí que ha encendido corazones revolucionarios a lo largo de la historia... -Doy una palmada. -Volvamos a lo que nos ocupa... emmmm ¡Ah sí! -Miro a Adrea y sonrío. -Vayamos al forense, cariño. Así podremos ver los informes y si han sido enviados a la policía, ahorrándonos un viaje por si el envío ocurre en mitad de nuestro desplazamiento.

Apoyo mi mano izquierda en el muslo de Arthit, cerca de la rodilla, mientras le miro. 

-Arthit, amigo. ¿A que no me ocultarías nada? Verás, es que tengo una duda que no logro resolver. -Dejo una pausa dramática antes de continuar. -Es un problema, del tipo... dos trenes salen de la misma estación a la misma hora pero llegan a sus destinos que están a diferente distancia en el mismo tiempo... no se si sabes por dónde van los tiros. Pero antes quiero dejar clara una cosa. -Le doy una palmada en la pierna y sonrío, devolviendo mi mano a mi. -Soy una persona ¿Sabes? Una persona. Pero soy una persona que sabe, y admira, a los que ven la oportunidad y la aprovecha, aunque esta sea equivocada. Soy de los que tiende la mano ¿Sabes por qué? Por que hasta de los errores se puede sacar una victoria, por ínfima que sea. Algunas veces, esa victora, es una lección. Aunque sólo sea eso, merece la pena el error. Por enorme o imperdonable que creas que sea. -Me encojo de hombros y continuo. -Lo que no soporto, y por lo tanto, corto de raiz, son aquellos testarudos que son incapaces de dar ese paso a un lado, admitir el error y tratar de corregirse. Esos, amigo mío, son peligrosos... Los cánceres que hay que extirpar... pero bueno, vuelvo al problema que me voy por las ramas. -Asiento una vez, mirándole a los ojos, para que vea que voy en serio. -Mi problema es el siguiente. Ayer por la noche, mientras varios fuimos a recoger a nuestro nuevo amigo, con el tiempo más que justo porque estaba a punto de amanecer, una persona acompañó a Noah al que iba a ser un lugar seguro. Quiero recalcar, muy fuerte, recalcar pero que muy fuerte, que estaba a punto de amanecer, por lo que la probabilidad de un ataque planeado es despreciable. Ahora, Noah no está, y sabemos que tenemos un topo. Por lo que me gustaría hacerte una pregunta, a la que quiero que contestes con total sinceridad. ¿Tienes algo que contarnos? Por que si es así, si nos lo cuentas, como amigo tuyo estaré de tu lado. La cooperación siempre ayuda y tener un amigo que te apoye ayuda mucho más. 

Miro a Clayton, guiñándole un ojo para darle la vez, por si quiere usar sus dones en este pequeño debate que vamos a iniciar. Durante toda mi aportación el tono es tranquilo. Demuestra veracidad en lo que digo.

El trayecto hasta el coche había sido breve. Que Ford saltara el primero para pedirse el sitio del copiloto no sorprendió a Clayton. Pero lo que sí sorprendió al Ventrue fue la celeridad con que Ford esperó a que tanto Arthit como Clayton se sentaran, para bajarse del asiento de copiloto y situarse él también en la parte de atrás.

Grácil, sencillo pero... poco sutil. La conversación iniciada por el Malkavian, aun siendo surrealista, implicaba claramente una acusación. Clayton se acomodó en su asiento pero no quitó los ojos de Arthit. Dudó por unos segundos sobre si utilizar sus poderes... por un lado estaban en guerra y podía ser algo aceptado si resultaba que el cainita no era un traidor... Pero seguía contraviniendo a todas las normas de la Camarilla. Aunque, claro, para ello tendrían que enterarse... y justo en ese momento tenían a la conductora de testigo. Manipular a dos cainitas para ocultar un secreto era algo sumamente difícil, por no decir improbable.

No, definitivamente, si estaba Andrea allí, no debía usar sus poderes con Arthit. No al menos hasta que éste no se revelara como el topo. Y de momento no tenían pruebas... ni nada concluyente.

- Querido Ford, - intervino tomando el papel de poli bueno. - Estoy seguro de que el buen Arthit nos contaría todo si hubiera algo que contar. - Expresó con tono conciliador.

- ¿Verdad, Arthit? - Dijo al cainita que estaba en medio de los dos mientras apoyaba una mano en su hombro para transmitirle confianza. - Es cierto que es raro... o sospechoso, que fueras el último en ver a Noah justo antes del amanecer, y que esta noche el tipo haya desaparecido... - Comentó. Aunque había otra posibilidad que aún no habían pensado... Que Noah hubiese desaparecido voluntariamente... quizá para seguir su propia agenda, o a lo mejor incluso para unirse al Sabbat. - Pero podría haber muchas explicaciones. - Finalizó.

Miró por un momento al retrovisor... esperando a que los ojos de Andrea se cruzaran con los suyos... Entonces asintió. - Sí, al laboratorio forense primero... por favor. -

 Me mantengo callada mientras escuho la conversacion que se lleva a cabo en el asiento de atras. No quito ojo del retrovisor excepto li minimo para mirar la calzada, aunque he reducido considerablemente la velocidad hay que mirar de cuando en cuando al menos.

 Tan solo asiento con la cabeza a la peticion de Clayton.

 Mi cara ha ido pasando de la sonrisa con el numerito de Ford con la musica y pasarse a la parte de atras, a la cara cotraido en una mueca de enfado o preocupacion.

 -Wow wow... ¿De que vais?

 Miro alternativamente a uno y otro.

 -Yo no soy el topo! ¿Porqué iba a serlo?  Si que fui el ultimo en ver al crio, pero se marchó despues de hablar por el movil y decir que lo tenia apañado para dormir.

 Además, no pensaba irse, porque me dijo que queria establecer su negocio de pintar... Eso es que se queria quedar y que le han hecho algo.

 Paro unos segundos como pensando.

 -Pero yo no he sido! ¿por que le iba a hacer algo si ha venido a ayudar? Diselo Andrea! Yo soy un vastago de la camarilla. Me gusta vivir la vida y disfrutar y no la guerra ni las movidas. ¿Como iba a ser de el sabbat? Si no duraria ni un telediario.

 El que era del sabbat es Santos! A ese lo adoptó McAllister del sabbat, todo el mundo lo sabe! Y Perkins es medio anarquista tambien!

- Tranquilo Arthit... ¿Ves, Ford? Te dije que él era de los nuestros y que habría otra explicación. - Dijo con cierta vehemencia el Ventrue. El tipo no había tardado ni medio segundo en lanzar a otros a los lobos... incluyendo a un tipo escogido por uno de los propios primogénitos. Sí, Clayton ya sabía lo de Santos pero no tenía ningún sentido que hubiera vuelto a ayudar al Sabbat. No si sabía lo que le convenía, y Clayton estaba seguro de que Santos conocía bien de lo que era capaz McAllister.

- El topo tiene que ser otro. - Añadió en tono conciliador... - Pero... ¿cómo descubrieron tan pronto dónde se iba a refugiar Noah? - preguntó al aire sin referirse a nadie en concreto. - Dime, Arthit... ¿quién más sabía a dónde fuiste con Noah? ¿Puede que alguien os siguiera? - Preguntó ahora sin apartar la mirada del otro cainita.

Asiento a las palabras de Arthit con gesto tranquilo. Coincido con las palabras de Clayton por completo. No me gusta el toque inculpatorio del monólogo exculpatorio del oriental. No me gustan los acusicas, pero es mi amigo y por esta vez se lo paso. Aunque está bien eso de que diga quién era del Sabbat, da un punto de partida. Para seguir con el juego yo también, me encojo de hombros y miro a Clayton.

-Pues claro que no es un traidor. Es amigo mío, y yo no me junto con traidores. -Sentenció seguro de mi mismo, como si cualquier otro hubiera iniciado esta cháchara. -Sólo he pensado que es mejor que preguntemos y nos aseguremos, nosotros, que no otro. -Me quedó callado un segundo, entonces levanto los ojos y el dedo índice de la mano izquierda, como si se me ocurriera una gran idea. -Otro como por ejemplo Randy. ¿Te imaginas el interrogatorio de Randy? Yo no quiero imaginarlo, entre pollas y hostias... la eternidad ya es demasiado dura como para que eso se enquiste en tus sinapsis.

Sí, estaba claro lo que quería que tuviera Arthit en mente. Pero también quería que supiera que estábamos de su parte. Bueno, que lo creyera, a menos que Smith fuera el topo ya me contarás quien querría estar del lado de un traidor. De todas formas actuaba como era de esperar, era hora de ablandar la armadura que se había puesto.

-De todas formas, a mi se me ocurren varios motivos para ayudar al enemigo. Por ejemplo: “Avaricia”, si el enemigo te da lo que deseas a cambio de información o hacerles favores... hay gente que acepta. Otra: “Venganza”, aunque a mi me gusta llamarla “Verganza”, por que se suele hacer por cojones, no por razones. -Vuelvo a encogerme de hombros. -A lo mejor alguien te agravió y se la ha devuelto a lo grande. Otra: “Te tienen pillado por los huevos”, es decir, o haces lo que te piden o te vendrá “El cobrador del Fraq”, o saben algún secreto o vete tú a saber. -Miro hacia el infinito hasta que vuelvo en mi. -Vamos, que razones hay...

Vuelvo a dejarlo en el aire durante unos segundos.

-Bueno, por esto y por más cosas... queremos ayudarte, por eso te dije que vinieras. Pero lo mejor para ayudarte es que nos ayudes a nosotros. Si recuerdas algo más... lo que sea, deberías contárnoslo. Y bueno, propondría que nos aseguráramos de que dices la verdad... ya sabes... si lo hacemos estaríamos tres que hablaríamos a tu favor... pero claro, eso es decisión tuya... yo no digo nada ehhh, pero creo que es lo mejor... -Gesticuló con las manos, como alejando algo, indicando que dejo la pelota en su tejado.