Partida Rol por web

Bravoflorado

Esc. 5. "El fin de los prejuicios"

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02/12/2010, 21:56
Director

 

 

Cogísteis a Iphrus entre los tres, mediante la camilla. Os dirigísteis al poblado duélfico de las inmediaciones. Bernard sabía el camino. Mientras avanzábais por la espesura de ese hermoso bosque, la Retama,  pudísteis contemplar el lugar que un día Bernard os mostró en los mapas: "el Altar de los duelfos".

Mucho y muy poco cierto se escribió sobre él. Se cuenta que es ahí donde, desde tiempos inmemoriales, se hacían rituales macabros de sangre, por su parte. Las vícitmas ofrecidas a la diosa Nínive eran llevadas allí y se les practicaba una larga tortura antes de ser ejecutados.

Nada más lejos de la realidad.

Bernard sabía que ese lugar era un centro de peregrinaje, sabiduría y compenetración entre muchas razas, entre ellas los duelfos. Era para ellos un símbolo de su mestizaje, no un lugar de tortura.

Cuando dejásteis atrás el santuario de la Retama, comenzó a llover. Sin embargo, nadie se mojaba; nada de agua caía del cielo: del cielo, una vez más, comenzó a caer una capa de pétalos más verdes y brillantes que el jade. Poco a poco conformaba un campo blanquecino verdosos en el que vuestra presencia constituía la única mancha oscura en medio de ese paraje ideal.

Ya están aquí
-dijo Bernard.

En esos momentos apareció el jóven duelfo al que salvásteis la vida. Con él, un grupo de duelfos hizo visible su aparición. Esa fue la primera vez que vísteis a los duelfos, fue un momento imperecedero para vosotros: seres de pequeño tamaño,,como enanos pero proporcionados y con facciones de elfo. Luego, os saludaron de forma protocolaria, y varios de ellos se tendieron instintivamente al lado de Iphrus y su camilla. Querían ayudarle.

Bernard hizo una reverencia, pues el pueblo duelfo había acudido a su llamada. En breves instantes, y sin apenas cruzar palabras con los nativos. Húren, Alalonna y Bernard seguían el cuerpo inconsciente de Barjov hacia el corazón de la vida salvaje, hacia el poblado de los perseguidos, los escondidos.

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06/12/2010, 13:42
Alalonna (PV: 74/ Mn:69)

Alalonna se fue sintiendo cada vez más sobrecogida a medida que se internaban en el bosque. La sensación de grandeza y de paz que emanaba de ese lugar la hacían sentir pequeña, impura. Sin embargo, a su vez, también sentía cómo el lugar la acogía en vez de rechazarla. Extasiada y confusa por sentimientos que no podía explicar, avanzó ayudando a llevar la camilla hasta que ellos aparecieron.

Los duelfos. La leyenda que vivía. Ya había salvado la vida de uno de estos seres, pero ver a todo un grupo de ellos, tan  pequeños y gráciles la sorprendió de tal manera que no pudo pronunciar palabra. Tan sólo atinó a copiar los movimientos de Bernard y ofrecer, a modo de saludo, una reverencia torpe pero respetuosa. Luego, sin hablar aún, siguió a sus anfitriones hasta su morada, sabiendo que Iphrus se encontraba ahora en buenas manos.

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06/12/2010, 21:08
Huren Rharlendigr (Pv:21/Mn:6)

Huren caminaba por el lugar sin hablar, conservando la dura expresion en su rostro, una expresion que transmitia miedo a algunos de los mas chicos de aquellos que lo observaban. Sin embargo, para ojos un poco mas experimentados y observadores, se veia que el viejo caminaba mas recto y con firmeza, y sus muy frecuentes quejidos y murmullos se habian reducido practicamente a la nada.

El viejo claramente se daba cuenta del cambio que tenia en si mismo debido al lugar donde estaba, pero intentaba a toda costa mantenerse distante, en los ultimos dias se habia metido en muchos problemas que no eran asunto suyo y buscaba mantener esa imagen mental, a pesar de estar ayudando, intentaba no crear ningun lazo con ninguno de ellos...

"Malditos duelfos!  mira que mezclarse con enanos!" Era el pensamiento que Huren utilizaba para tratar de no relajarse ante la vision que se le estaba presentando.

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07/12/2010, 12:57
Director

Después de caminar durante casi 2 horas y hacer varios descansos, os pusieron unas vendas en los ojos. Tanto a Bernard como a vosotros. Poco despues, tras caminar otro rato, os las quitaron (no os dejaban ver el lugar donde se accedía a su pequeño reino oculto).

Luego vislumbrásteis un valle frondoso, completamente verde, protegido por numerosas colinas y montañas a modo de acantilados. Era un lugar poblado, pues se veían viviendas a lo lejos, aunque no muy sofisticadas. El paraje era bello, limpio y no profanado por ningún otro ser de Bravoflorado. Parecía como si hubiese estado oculto a los ojos del resto de seres. Sus árboles eran más gruesos que cualquier torre de piedra y más altos que el más alto templo conocido. Sus raíces estaban en la profundidad de la tierra, de imposible acceso, pues no se era capaz de alcanzar el suelo donde crecían...

Durante el viaje, la lluvia de pétalos no cesó. Es más, la visión que contemplábais estaba acompañado de una lluvia mayor sobre el valle. Nunca habíais visto nada similar. Bernard os comentó que la lluvia era un fenómeno provocado por la presencia de numerosos duelfos. "Si ves un grupo de ellos, la diosa Nínive te avisará de su presencia, te lo aseguro; por eso los duelfos son más efectivos al caminar de forma solitaria... Algún día os enseñaré uno de mis libros de especies. En uno de sus capítulos se habla "De los duelfos"...

Tras bajar al valle, fuísteis a una de las comunas principales. Parecía la más poblada y el número de duelfos era ahora incontable, por doquier... Todos se agolpaban ante la patrulla que estaba llegando, la cual traía a un herido. Poco después, uno de los que portaban a Iphrus hizo una señal a uno de los nativos del poblado, el cual llegó con varios duelfos hasta su posición, tomó a Iphrus, y lo llevaron a una de las cabañas.

Luego, el mismo sujeto comenzó a hablar con Bernard en una extraña lengua.

Dice que no tratan con elfos, hombres y humanos, ... (y menos bestias) a no ser que Madre de su aprobación -tradujo Bernard. Ahora iréis a ver a Madre.

 

Los duelfos debían ser magníficos guerreros:

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07/12/2010, 21:37
Huren Rharlendigr (Pv:21/Mn:6)

"Nada de extrañar que no traten con humanos, pero, no tratan con elfos? ja, siendo que son una mezcla de elfos y enanos me sorprende, mas aun me sorprende que no hayan mencionado a los enanos en esa lista negra...". Me adelanto un poco al grupo y pregunto a Bernard:- Debo entender por lo que acabas de decir que no nos acompañaras a ver a esta... Madre? - pregunto con algo de recelo, ya que me extrañaria que Bernard no fuera admitido en la presencia de la lider de los duelfos.

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07/12/2010, 21:46
Bernard

No, no iré. Yo la vi con anterioridad y obtuve su gracia. Esto es una sociedad Matriarcal... algo que no contemplaba en mi libro. Ella es la líder del clan. Ella os  hablará. No obstante, yo intercerderé por vosotros. Ya les dije que érais mis iguales.

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07/12/2010, 22:22
Huren Rharlendigr (Pv:21/Mn:6)

- Bien, supongo que como Iphrus esta herido, solo iremos Alalonna y yo - observo por un momento a Alalonna - No hagamos esperar a "Madre" - comento mientras cedo el paso a Alalonna en un acto de caballerosidad que incluso a mi me sorprende.

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09/12/2010, 21:04
Alalonna (PV: 74/ Mn:69)

Alalonna se maravillaba cada vez más con esa extraña sociedad que permanecía oculta a los ojos de los demás mortales. ¿Por qué el resto de las razas los perseguían? Ella no podía entender como alguien que pudiera contemplar semejante belleza y comunión con la naturaleza pudiera tener deseos de levantar sus brazos en contra de los duelfos.

Ante las palabras de sus compañeros asintió. Ella tampoco quería hacer esperar a Madre, fuera quién fuera la líder de ese pueblo.

-Vamos Huren, no sólo no quiero hacer esperar a esta señora, si no que ardo en deseos de conocerla-. Sonrió ante el gesto caballeroso de su compañero y encabezó la marcha, siguiendo a sus escoltas hasta el lugar donde los aguardaba quién decidiría si eran dignos de permanecer allí o no.

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09/12/2010, 21:51
Director

Bernard asintió ante los comentarios de Alalonna y Húren. Luego habló con el duelfo que les había llevado hasta allí. Instantes despues, la criatura les hizo un gesto de ofrenda.

Os invita a ver a Madre. -aclaró Bernard. No es posible que os acompañe; os esperaré aquí. Que la diosa Nínive esté con vosotros.

Instantes después, dejásteis a Bernard y seguísteis al duelfo, junto a algunos más que ibas tras vosotros. Comenzásteis a caminar, hasta llegar a la última choza del poblado. Continuaba lloviendo pétalos verdosos. En esos momentos, aparecísteis ante una cabaña de construcción compleja. No era circular o cónica como el resto, sino que tenía una estructra plantar en forma de media luna.

Poseía una puerta de entrada, un hueco por ventana y una pequeña chimenea. En su puerta colgaban unas telas y avalorios a modo de cortinas. También poseía plumas, y de su interior, a través de dicha entrada, comenzaba a llegaros un olor a permufe muy diferente a los olores  del campo o las montañas. Realmente estimulantes y sensitivos.

El duelo guía se plantó delante de la puerta, en vuestar contra. Tendió los ojos a los vuestros, al tiempo que extendió sus manos. Parecía que no le entendíais. En realidad os pedía desarmaros. Tras unos minutos de intercambio de impresiones fallidas, entendísteis el supuesto, y por ende le entregásteis todo cuanto teníais: arcos, escudos, capas, carcaj y flechas.

El duelfo, por su parte, otra reverencia, extendiendo su brazo hacia la entrada, acompañado de una sonrisa. Os dejaba pasar. Continuaba oliendo a una melodía olfativa atenuante para todos vuestros sentidos. Madre estaba al otro lado.

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10/12/2010, 10:14
Huren Rharlendigr (Pv:21/Mn:6)

Esta vez decido ir primero en vez de actuar con caballerosidad para con Alalonna, despues de haber entregado las armas, sentia la necesidad de demostrar que no tenia nada de que preocuparme, queria dejar en claro que no era un enemigo y que no me tomaran como uno. Avance primero a pesar de que sabia que no era necesaria mi actitud, ya que las sensaciones que tenia eran de tranquilidad.

El perfume, el lugar, el ambiente en si, eran de paz y tranquilidad, pero no queria relajarme, asi que trataba de mantener mis sentidos alertas, y con esto en mente, entre a la casa con forma de media luna...

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11/12/2010, 18:49
Director

Entrásteis en la sala. Era un lugar bonito, colorido, cuyas mezclas contrastaban con el verde de los lugares contiguos. Pudísteis comprobar cómo los perfumes eran fruto de la quema de pequeñas bolsas de compuestos, las cuales emitían esos olores tan fragantes. En el suelo había varias alfombras bien dispuestas y al fonde de la cabaña un asiento en el suelo relleno de plumas. En él había descansaba una niña. Estaba dormida bajo una manta de abrigo muy ligera.

Cuando dísteis unos hacia dentro, notásteis cómo en un lateral se ocultaba alguien. Estaba en la zona donde la cabaña hacía sombra en su interior. Al parecer se había levantado de otro asiento en aquel lugar. Todavía no lo veíais con claridad.

Instantes despues, dio un paso y el reflejo de la llamas de los perfumes iluminaron su cuerpo, y su rostro.

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11/12/2010, 18:57
Madre

Bienvenidos. Sabía que vendríais, algún día... -dije a los presentes con una sonrisa.

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12/12/2010, 18:23
Huren Rharlendigr (Pv:21/Mn:6)

Cita:

Bienvenidos. Sabía que vendríais, algún día...

 

- En serio? no me diga, somos parte de una profecia - respondi de manera agria al pensar que despues de tantos lios todo resultaria parte de un destino "programado", sin embargo, volvi en mi un poco sobresaltado y avergonzado, ya que sin querer habia respondido groseramente a quien era mi anfitriona. Pero solo deje que la sensacion de verguenza me dominara por un instante, ya que seguramente era mas producto del efecto del ambiente apacible que me estaba rodeando, "Despues de todo, yo soy asi", he intento llegar a un compromiso entre la sensacion de verguenza y mi necesidad de mantenerme alerta y distante.

- Bien, me parece que lo mas correcto es presentarme, soy Huren Rharlendigr, comerciante, al menos supongo que soy mas un comerciante que el guerrero que esperaba ver - digo buscando disimular la anterior groseria y al mismo tiempo mantener mi actitud de viejo cascarrabias.

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14/12/2010, 01:38
Alalonna (PV: 74/ Mn:69)

Alalonna dejó que sus sentidos se recrearan con el lugar a donde habían sido conducidos. El aroma, los colores, la quietud del bosque. Por un momento pudo dejar atrás las penas y las culpas y sentirse una mujer nueva.

Huren se adelantó a ella en las presentaciones. Con su brusquedad, alteró la paz que la  guerrera estaba experimentando. Extrañada, lo miró son comprender. ¿A qué temía el anciano? ¿Por qué se mostraba hostil?

Sin embargo, rápidamente, el comerciante trató de enmendar sus primeras palabras, suavizando un poco el tono. La mujer supuso que simplemente había sido la naturaleza de su caracter lo que le había hecho actuar así.

-Madre, mi nombre es Alalonna. Serví durante un tiempo al ejército Kaleeliano pero luego, mi erróneo accionar me llevó a la expulsión. Ahora me gano la vida alquilando mi espada-. La mujer no sabía por qué se abría así a la desconocida, pero sentía que debía presentar lo bueno y lo malo de su persona, pues la Madre apreciaría la sinceridad por sobre todo.

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14/12/2010, 15:27
Madre

Madre no atendió, pese a darse cuenta, al trasfondo algo maleducado de Húren, pues era una mujer duelfo de gran bondad. Luego respondió á las presentaciones de sus invitados.

 

Húren dijo:

soy Huren Rharlendigr, comerciante, al menos supongo que soy mas un comerciante que el guerrero que esperaba ver

 

Nada de eso, considérate un guerrero. Mirad.

Y luego señaló la niña que descansaba en aquel especie de asiento. Luego continuó.

Habéis llegado hasta aquí... ¡la habéis encontrado! ¿No era esa vuestra misión? ¿Encontrarla a "ella"?

 

Alalonna dijo:

-Madre, mi nombre es Alalonna. Serví durante un tiempo al ejército Kaleeliano pero luego, mi erróneo accionar me llevó a la expulsión. Ahora me gano la vida alquilando mi espada-

Enhorabuena, tu y Húren salvásteis a uno de nuestros hijos... ¡nos lo ha contado!

Instantes despues, salió de esa zona sombreada de su cabaña y se acercó a vosotros. Os invitó a tomar asiento en la gran alfombra a la entrada de su tienda. Cuando lo hicísteis, Madre se sentó a vuestro lado, en la misma alfombra.

Bueno... No os preocupéis... -comenzó a hablar en un perfecto idioma. El señor Barjov se recuperará... está en buenas manos, creédme, más de lo que lo ha estado durante un tiempo.

Esta afirmación resonó con una doble visión.

Bien...  me gustaría hablaros... de mi pueblo... ¡de los duelfos!.... Veréis -su voz comenzo muy afable:

Bernard me dijo que lo haría. Me dijo, cuando estuvo aquí, que os buscaría y os alertaría. Poco despues, fue capturado por el Líder de Rasbrook... no obstante, os ha vuelto a ver... Y os lo ha dicho... ¿no es así? ¡Claro que si! -dijo mirándoos fijamente a los ojos.

Vistanegra nos persigue, nos extermina, por eso avanzamos por los bosques de forma solitaria; no podemos andar libremente por Bravoflorado... Su ego y afán de conquista persigue fama y poder... y nosotros... bueno, somos un simple pretexto para ello: eliminarlos y acabar con nostros, su gran lacra.

Sólo así volverá a tomar control de este bosque, pues su imagen se ha ido deteriorando por el tiempo... No obstante, nuestros hijos e hijas, hermanos y hermanas están siendo mutilados y asesinados en los últimos tiempos con más asiduidad... ¡nuestra sangre está mermando! Bernard nos contó que prepara un último golpe contra nosotros... (dice que lo escuchó durante su captura camino de Rasbrook). Pronto nuestra comunidad será asaltada... Al parecer conocen nuestra posición, nuestra aldea, nuestros valles... -dijo elevando su tono de voz prudencialmente. Él es nuestro daño real, mientras que nosotros somos el muro que ha de superar... desistir de su empeño o atravesar dicho muro... ¡no ambas cosas!

Luego se levantó. Caminó por la habitación y acarició el pelo de la hija de Iphrus con sus manos. Después os miró de nuevo.

Hemos de matarle. Sólo así viviremos en la paz, de nuevo...

Su cara pareció entristecerse, pero sus disposiciones eran firmes.

No seré yo quien os de mi aprobación, sino que seré quien se arrodille ante vosotros. Luego bajó su cabeza y entrecruzó sus manos, sus dedos:

Viajeros... os pido que destruáis al Gobernador de Rasbrook, pues sois capaces de ello, estoy segura.

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15/12/2010, 16:41
Huren Rharlendigr (Pv:21/Mn:6)

Escucho la respuesta de Madre despues de mi presentacion y de como me considera un guerrero, procuro dejar olvidada la groseria de hace un momento y al saber que la niña que esta en el asiento es la hija de Iphrus, me acerco a verla mas de cerca.

Solo lo hago por un momento, ya que Madre nos ofrece sentarnos en la alfombra y se sienta junto a nosotros. Le voy escuchando y pensando en muchas cosas al mismo tiempo...

- Al llegar aca, vi que tenias habiles guerreros por doquier alrededor de este bosque, que debemos ser nosotros quienes matemos a VistaNegra? - procuro hablar con respeto, pero sin dejar de tener la voz firme.

- Como has dicho Madre, nuestro objetivo era encontrar a la niña, ya que fue eso lo que prometimos a Barjov... y ahora que hemos encontrado a la niña y que sabemos que el padre se recuperara, no tenemos ninguna razon valedera para atacar a VistaNegra. Es cierto que ese hombre los ha difamado a ustedes y al parecer los esta exterminando, pero en todo caso eso es un asunto entre las gentes de Rasbrook y los duelfos. No procuro hablar por Alalonna, pero los dos somos forasteros tanto en este lugar como en Rasbrook... - voy exponiendo la situacion tal cual como la veo, buscando que los presentes entiendan mi punto de vista.

Veo a Alalonna fijamente por un momento, estoy seguro que ella no dudara en ayudar, pero "Realmente por que debemos hacerlo? que razon valida existe para ello?"

Dirigiendome nuevamente a Madre - Estoy casi seguro que mi compañera en este viaje aceptara ayudarlos, ya sea porque su caracter asi se lo dicta o por el hecho que ella misma comento de que alquila su espada, pero esta batalla entre ustedes y VistaNegra no es realmente nuestra - durante mi exponencia procuro "olvidar" que estoy molesto con VistaNegra por la trampa a la que nos condujo - En que mejorara la situacion de ustedes si nosotros matamos a ese hombre? acaso las demas gente de Rasbrook no continuara odiandolos sin razon como lo han hecho hasta ahora? - intento exponer toda la situacion, no para huir de la situacion, sino para tener una verdadera razon para actuar, al final de cuentas, todo lo que habia querido desde un principio era alejarme de los problemas de los demas, o al menos, esa era la excusa que me daba a mi mismo...

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15/12/2010, 18:13
Alalonna (PV: 74/ Mn:69)

Alalonna escuchó con atención, primero a Madre, luego a Huren mientra sopesaba las palabras de ambos y tomaba una decisión.

-Madre, demasiada sangre he derramado siguiendo las órdenes de otros, demasiadas vidas he sesgado como para que ahora tuviera que poner reparos a lo que nos pedís. Sin embargo tengo cierto recelo a dar muerte a VistaNegra. ¿No traerá ello acaso más odo sobre vuestro pueblo? ¿No podrán usarlo vuestros enemigos como un mártir y validar así la encarnizada persecución que los humanos a sus órdenes han iniciado?- la mujer se detuvo un momento, como queriendo ordenar sus pensamientos antes de proseguir.

-A diferencia de Huren yo sí tengo razones para quererlo muerto al gobernador. Él nos tendió una trampa de la cual no debíamos salir vivos. Él es el responsable de la muerte de Gloinar y Angler, él fue el que ordenó atacar a Iphrus y darle muerte a toda su comitiva. Él es el instigador de tanto odio y destrucción. Pero creo que matándolo todo ello quedará oculto y el pueblo nunca sabrá la verdad.

-No podemos consentir que se salga con la suya. Si después de sopesar todas las posibilidades resulta que la única alternativa es su muerte, no dudéis Señora que me pondré a vuestro servicio. Pero antes de llegar a ese momento, me gustaría que evaluemos que otra cosa podemos hacer para desenmascarar a VistaNegra y ganar la paz que vuestro pueblo merece.

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15/12/2010, 19:31
Madre

Húren, llevas razón. No ganaremos nada, pero, al menos, conservaremos  nuestra sangre... No es violencia, es supervivencia; para nosotros, los fines podrían ser el único camino hacia nuestra conservación...No os pediría nada si nuestros hijos guerreros pudieran hacerlo: somos duelfos, no hombres de armas; pequeños y silenciosos, no caballeros con monturas...

El pensamiento de Madre era muy radical, pero era debido a la desesperanza por su pueblo. Luego continuó.

Como bien sabéis, VistaNegra es un instigador, un tirano. Si accedeis, os aseguro que el odio del que habláis, aquel que el resto de Bravoflorado nos ofrece, no traspasará la misma escena tras su muerte. Esa visión la ha creado él, de él mismo y su purismo han salido las blasfemias de hacia mi pueblo... ¿Quién interpretaría la lluvia de pétalos debido a nuestra presencia como una ofensa o agravio?

Luego dejó de hablar, respiró profundamente, y volvió a sentarse.

No puedo obligaros a hacerlo, por supuesto. Cuando despierte la niña, llevadla con su padre. Seguro que se alegrará de verla.

Instantes después, Madre volvió a sentarse en su asiento en las sombras de la cabaña, junto a las velas y el perfume.

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15/12/2010, 19:50
Huren Rharlendigr (Pv:21/Mn:6)

Voy escuchando las palabras de Alalonna y luego la respuesta de Madre. No me extraña lo que dice Alalonna, de hecho lo esperaba, era una confirmacion de lo que habia conocido de ella durante estos dias de viaje...

Cita:

No puedo obligaros a hacerlo, por supuesto. Cuando despierte la niña, llevadla con su padre. Seguro que se alegrará de verla.

 

Me levanto de la alfombra y me acerco a la niña, la observo de cerca mientras le doy la espalda a Madre, que se encuentra oculta entre las sombras.

- Y digame Madre, que tan cerca estan las tropas de Rasbrook? Cree que VistaNegra esta con ellos? - volteo a ver a Madre, a los ojos, con intensidad, a pesar de que ella se encuentra en las penumbras. En nuestras mutuas miradas ya se sabe cual es la decision que he tomado...

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15/12/2010, 20:01
Madre

Aún no se sabe. Tan sólo... llegarán. Sin embargo conocemos el paradero de VistaNegra: está en visita oficial.  De ahí la oportunidad para la liberación.

Los ojos de Madre se cerraron. Había hablado con ellos cerrados.