Partida Rol por web

- No sé... no sé eso me cuadra más... es más propio de mí. Siempre caigo inconsciente.

Se lamentó el ingeniero y no negó más el que te conociese o no. Es más, le sembraste la duda en su mente a si que se fue a por un par de jarras y te invitó a una... aquí parecía que la cerveza volaba en los gaznates de los enanos por instantes.

- ¡Ah! Sí si... un placer recibir cervezazos por otros. - dijo con aire despreocupado - Es preferible que golpeen a una guerrera como yo, y no a un escriba... como tú. Gracias a tu trabajo no se pierden las viejas afrentas... Déjame que te invite a esa cerveza.

Grounoula sacó unas monedas y pagó orgullosa la ronda.

Al sentir como Grimm empezó a hacer fuerza tras el recuento, yo hice lo propio como buen enano pura cepa. A DARLE A ESOS MÚSCULOS, Y QUE TODOS NOTEN QUIEN ES EL MÁS ENANO AQUÍ!!. 

La tensión empezó fuerte, palpable, mientras ambos nos poníamos cada vez más tensos y apretábamos más fuerte nuestros puños. Las manos apretadas temblaban y apenas iba hacia un lado haciendo sonreír a uno, se volvía lentamente hacia el otro lado haciendo sonreír al otro. Con la cara apretada por hacer fuerza saqué una sonrisa sin dejar de mirar a los ojos a través de su casco.- QUE...MFFF....PASA....VIEJO AMIGO...UMFF.. -dije enseñando y apretando mucho los dientes para mostrar mi confianza mientras mi brazo se sentía cada vez más duro - ...ESTÁS YA...DEMASIADO BORRACHO??..NMGFF.. jeh!...- una buena mofa a tiempo podía hacerte ganar grandes batallas. Y esta parecía que estaba reñida la cosa!!  

Viendo que el tal Ogruk no parecía recordarle, le ofreció una de sus dos cervezas, y dio buena cuenta de la suya con un par de tragos. La verdad es que estaba sediento, esto de andar no era lo suyo. A la vista de como se las gastaba el tabernero orco, decidió que lo mejor sería acercarse a la barra para solicitar otro par de jarras.

-¡Tabernero! Otro par de jarras de esa estupenda cerveza.-Y tras un rato de espera, volvió junto a Ogruk, acercándole otra jarra, pero no en exceso, ya que aun le quedaba la mitad de la que le había dado.

Algo extraño pasaba en aquel pueblo, pues no estaba la taberna abarrotada de enanos, era cuando menos raro. Conocedor de los suyos, aquello apuntaba a una buena bronca en el lugar. Pero de momento seguiría disfrutando de la cerveza. 

Bibop llego ya entrada la noche, a pesar de que la taberna no estaba muy llena se puede escuchar el bullicio de la misma unas cuantas casas antes.

Hace mucho que habia dejado su vida de aventurero, y logro contentarse con un buen trabajo de tallado de joyas, aun asi su mente siempre lo llevas a esas epocas y esa nostalgia solo puede ser ahogada con unas cuantas jarras de cerveza.

Con esa mentalidad entro en la taverna, paso entre aquellos que empezaban a agitar la noche y pidio dos jarras  de cerveza.

Miro el salon por unos instantes y rapidamente se decidio cual seria su mesa... Aquella esquina lejana donde se situaba un solitario encapuchado.

-Buenas Noches!! Veo este solitario rincon y solo me acuerdo cuando transitaba las tavernas del pueblo en busca de algun trabajo que mantuviera mi hacha afilada- Pone las dos jarras en la mesa, una mirando a Orfan, -Mi nombre es Bibop turk El domador de osos, me llamaron alguna vez JEJEEJE!- Su risa picaresca viene acompañado del pirmer sorbo de cerveza -Bueno no te quedes ahi todo parco de seguro tendras una buena historia que contar- mientras saca de un bolsillo internos de su chaqueta bordo una pipa absurdamente larga, acompañado por el mejor tabaco de la zona segun él -te dejare arrancar a vos, pues yo tengo millares, compartamos cerveza y tabaco, asi considero yo que se arranca una buena noche, JOJJOJO!

- MMMmmphhhfff...  mmphff

Grimm hizo toda la fuerza que pudo, pero notó como las fuerzas le habían fallado... a parte, esa fuerza que estaba haciendo le había hecho recordar que no había vaciado la vejiga y tenía una increíble necesidad de mear, pero no por ello se iba a dejar ganar, a si que hizo acopio de las fuerzas que pudo y empujó un poco más... solo esperando que Taka, como mucho pudiera igualarlo.

Al ver a Golgrun traer una nueva jarra, Ogruk se bebió la que ya tenía de un solo trago. La cerveza le rebosó por la comisura de los labios manchándose toda la barba.

- Bruuup - eructó liberando todas esas burbujas que acababa de ingerir. - Muchas gracias compañero... ¿y que esperas de ésta reunión? El resto se está retrasando... comencemos nosotros.

"El cazador de osos..." pensó Orfang mientras veía como se sentaba aquel enano en su mesa sin entender que relación les unía.

- ¿Te... te conozco? - el cazador no quería ser descortés, ni agraviar a un enano de una edad superior a él, a si que se limitó a esperar una respuesta. - Prefiero que me cuentes una de tus historias, antes de que yo te cuente alguna... Una vez escuché a un compañero hablar de un Cazador de osos... demuéstrame que eres tú, cuenta una de sus historias.

-Sois una enana tan dura como observadora -le indicó Jerx a Grounoula, en tono admirador, al notar que había averiguado que él era escriba. Claro que tampoco era muy difícil saberlo, teniendo en cuenta examinándole un poco por encima.

Con cincuenta años menos, Jerx tal vez hubiera mirado a aquella enana con otros ojos, aunque en esos momentos veía que podía serle útil como protección cuando se echase otra vez a los caminos o... en aquella misma taberna. Siempre convenía tener las espaldas cuidadas.

-Gracias por la ronda -dijo Jerx, dirigiéndose a la mesa de Grounoula y sentándose al lado-. ¿Qué le parecería trabajar para mí? Siempre viene bien tener un guerrero que te cubra las espaldas. Últimamente los skavens abundan como una plaga... -indicó para, acto seguido, darle un buen sorbo a su jarra de cerveza.

Grimm parecía aflojar. Eso no era tan habitual, pero desde luego no iba a desaprovechar la oportunidad. Con un fuerte apretón y empujón por mi parte doblé ese brazo suyo hasta llevarlo contra la mesa. BLAM!

-AJÁ!!  JAJAJAJAH - reí triumfantemente alzando los brazos- Buen intento amigo mío!!! Y ya sabes lo que toca hoy, tu pagas mis cervezas JAJAJAJAh!! - mi risa estridente no era de burla sino de alegría. Habíamos hecho esto tantas veces que ya formaba parte de la rutina, tanto si pagaba yo como si pagaba Grimm (casi siempre pagaba Grimm). 

De reojo veía a Uri Longbeard quien estaba probablemente a punto de regodearse de la situación.

Ya llevaban varias cervezas, y cuando regreso con otro par de jarras, volvió a tratar de mejorar su relación con Ogruk, al que seguro que la cerveza habría vuelto más amigable. Pero no, aquel enano no iba a ponerse de su parte. Así que le retiro la última de las jarras que había traído, dispuesto a beberse el las dos.

-Vale, que no me recuerdas. Pus tu te lo pierdes Ogruk. 

Jerx había convencido a Grounoula para que trabajase junto a él, como guardaespaldas. Le dio un nuevo sorbo a su espumeante jarra de cerveza mientras dirigía una mirada a su alrededor, notando que había una gran algarabía en la taberna. Notó que uno de los enanos estaba intentando convencer a otro de que se conocían, aunque sin demasiado éxito.

-¡Tabernero, otra cerveza! -solicitó Jerx al orco, mientras apuraba la que se estaba tomando.

Grimm miró incrédulo su puño contra la mesa. Quizás había bebido demasiado... o incluso pensó que era el de Taka, pero no, era el suyo. Sin soltar a su contrincante comenzó a apretar la mano con furia o borrachera, no sabía muy bien.

- Maldito tramposo... - masculló entre dientes.

De no muy buen grado soltó la mano, se dirigió a la barra algo enfadado.

- Eh orco, ponme una ronda. - pidió mientras aguantaba alguna que otra mofa.

Desde detrás, Uri pudo ver la "pequeña" humillación de Grimm, cuando Taka había aplastado la mano de éste contra la mesa.

- ¡Uuooooo! ¡Ya vas pedo pequeño amigo! ¿Te ganan hasta las niñas?- miró a Taka de reojo - "No te ofendas, es para cabrearle... que poco le gusta perder." - le susurró.

Al ver que iba directo a la barra a pedir por su pérdida se burló un poco más.

- ¡Coooo cocococoooooo! - gritaba por la taberna mientras imitaba a una gallina.

La vieja enana, habituada a la batalla y dura como el enano más rudo del lugar miró a Jerx.

- ¿Trabajar para ti? Sería un honor, pero... ¿para qué quiere protección un escriba? ¿no estáis en la biblioteca todo el día? o en su defecto en la tasca. 

Aprovechó a acabarse la cerveza en lo que Jerx le traía otra.

- Si pagáis así de bien... estaría dispuesta a ayudarle en lo que fuera necesario.

Ogruk comenzaba a estar un poco bebido, pues ya parecía llevar unas 5 o 6 cervezas y parecía que le seguían trayendo más.

- Pues... parece que no te recuerdo, pero si seguimos así, seremos amigos....

Cogió la cerveza y se la bebió de un trago.

- Te contaré una breve anécdota... - miró al orco, alzó la jarra y la agitó indicando que le tenía que servir otras dos cerveza. - Fue en la mina de Kara Azul, estábamos en los comienzos de una nueva galería. Metimos una nueva tuneladora... ¡a vapor! no sé a quién se le ocurrió esa mierda... pero se recalentó, y entre los túneles, con tanto vapor de agua... ¡uffff! vaya tela... no había quien parase, excepto la máquina. Se averió. Algún ingeniero con cerebro de goblin se ve que la tuvo que montar... porque cuando se subió mi mentor, al abrir la tapa del respiradero... ¡BUM! - Ogruk saltó de la silla y expandió los brazos imitando la explosión - Liberó tanto vapor que la diferencia de temperaturas hizo al hierro fundido trizas explotando en medio de aquella galería. Había que dar gracias  que era el principio del túnel y que no hubo que lamentar derrumbes...

Se quedó sentado, un poco exhausto esperando esas cervezas.

El tabernero estaba un poco distraído escupiendo en el interior de la jarra que tenía de la mano y limpiándola con el trapo que tenía colgado en la cuerda que le hacía de cinturón.

- Jjjjjj puh - escupió de nuevo al escuchar a Orfang pedir esas cervezas y se dispuso a servirlas. - ¡Eh´ tolai´ tate atento´ que te la´ tiro!

El orco cogió ambas cervezas y con una a la que parecía estar más acostumbrado de lo que antes había demostrado, lanzó ambas cervezas haciéndolas aterrizar en la mesa en la que estaba sentados Golgrun y Orfang.

Grounoula le había hecho una interesante pregunta, aunque era una de esas preguntas que se respondían mejor después de un trago de cerveza. Se llevó la jarra a los labios y dio un largo sorbo. Después, dio un fuete eructo.

-¡Goaaaah! Es para protección en la tasca, más que para las bibliotecas -confirmó Jerx, limpiándose con la mano la espuma que manchaba su barba y labios-. En las bibliotecas, como mucho, a los libros solo los atacan los ácaros...

Al ver que Jerx seguía con la mano levantada y su jarra ya vacía, el orco le lanzó otra cerveza.

- Oju’ chiquillo… se ma’bia olvidao. Invita la casa.

Esta vez fue directa hasta su mano, como si un lanzador de bolas de béisbol fuese, y el enano de un pitcher se tratase.

Ya el tabernero aprovechó y puso un par de jarras más a Grimm.

- Va cogela’. No pretendera’ que te la’ lleve yo… jodio enano… - suspiró.