Partida Rol por web

Roxane se apoyó las nalgas en el escritorio, dejándole algo de espacio pero sin quitarle la mirada de encima. Al otro lado del teléfono se escuchó un balbuceo acompañado de varias palabras malsonantes.

-¿Qué quieres ahora? -gruñó un Christopher enfadado que, después de todo, sonaba con bastante energía.

Joder. Estaba bien. Sonaba mucho mejor de lo que Darryl esperaba... era como si le hubiesen quitado un peso enorme de encima. ¿Qué quieres ahora? Parecía que Roxane había hecho varias llamadas al garou... ¿con qué motivo?

- Chris, soy Darryl... tío, me alegro de oírte. Escucha, siento muchísimo lo que ocurrió, no debería haberte traído hasta aquí... pero tengo buenas noticias, creo que podrás salir muy pronto. ¿Cómo estás? -

Hubo un breve silencio.

-¿Darryl? ¿Qué? ¿Estás otra vez en ese sitio? ¿Qué coño haces?... No le des nada a esa zorra. Me las puedo apañar yo solo, ¿de acuerdo?

Entonces se escuchó un ruido y una voz muy familiar habló.

-¡Uh! ¡Hola Darryl! He encontrado a tu amigo, jeje. ¿Vienes a verlo? Podemos hacer una fiesta, ¿eh? ¿Sigues teniendo hambre?

De fondo se podía escuchar a Chritopher rabiar y llamarle de todo exigiendo que le devolviese el teléfono.

Al escuchar la voz de aquel hijo de la gran puta apretó los dientes y colgó el teléfono con un golpetazo, sin contestar. Pocas cosas había que deseara más en ese momento que ver al puto pelirrojo deshacerse en ceniza entre sus manos.

- No sé cómo cojones se llamará el puto pelirrojo, pero espero que no sea uno de tus chiquillos o sí que tendré que pensar que has perdido mucho desde que nos separamos. - espetó antes de mirarla con rabia, aunque no iba dirigida a ella. Al menos sabía que Chris estaba bien y dijera lo que dijese, no iba a poder salir solo de allí ni por lo más remoto. Además, no era un miembro de la manada... y no hubieran hecho nada por rescatarle.

- ¿Cómo estás tú? - le preguntó ahora directamente a Raven, calmándose poco a poco - Traigo bastantes noticias, preguntas y una proposición... y a nadie que pueda ser secuestrado. Ya sabes, por precaución. -

Roxane pestañeó e ignoró lo que no le interesaba comentar.

-Se llama Cassidy y está de paso. No tiene nada que ver con mi sangre. ¿Nos sentamos? -Señaló hacia las butacas y ambos tomaron asiento a ambos lados de la mesita nueva de café. Incluso se permitió esbozar una media sonrisa relajada-. Yo también tengo algunas novedades, pero puedes empezar si quieres. 

- Me he reunido con la manada y les he dicho que me contaran su versión de todo lo ocurrido. Por lo visto tenían un trato de respeto mutuo desde hace generaciones que pareció romperse cuando la casa de un nativo americano vinculado a la manada ardió. Parece que Anthony y ellos se habían repartido Arizona hace tiempo y que cuando eso ocurrió, Anthony compró esos terrenos que estaban dentro del territorio de la manada. - la estudió con la cabeza ladeada, pacientemente - ¿Sabes algo de ese trato o de lo que te estoy contando? Creo que fue uno de los primeros motivos para que las tensiones aumentaran... -

-El Parque natural de Saguara -respondió de inmediato con un suspiro-. Claro que sé sobre ello, pero Anthony no mató a ese hombre, ni la Hermandad. Los lobos dicen que sí, que fue una estratagema nuestra para provocarles, pero no lo fue. Solo aprovechamos la oportunidad al ver que los garous no se movían. Dicen que nosotros les hicimos algo a sus abogados cuando fueron a la subasta, y no fue así. De lo contrario no se habría violado ese pacto, pero entre dejárselo a la nada o tomarlo nosotros, Anthony decidió lo segundo.

El problema, Darryl, es que aquí es mi palabra contra la suya, ya que Anthony está muerto y no puede dar testimonio. Las únicas pruebas tangibles sobre todo esto es la compra-venta del terreno, el reporte del forense sobre la muerte del tipo del inciendio, y los carteles de 'Desaparecido' de sus dos agentes. No hay forma de justificar la verdad.

- Pero Sarah juró que, tras esa compra, se reunió con Anthony para solucionar el asunto. Llegaron a un acuerdo y una parentela vino para cerrar el trato y que los terrenos volvieran a pertenecer a su familia legítima. ¿Sabes como volvió esa mujer? En una caja, con su anillo de compromiso de regalo. - aquello era una buena explicación de lo que le había ocurrido a su ghoul, fuera quien fuese - Quizás sea su palabra contra la tuya, pero quería asegurarme de qe estabas al tanto. -

- Bien... uno de mis hermanos les ha exigido que respondan por haber involucrado al club en ésto, ya que sólo los garou se cargaron a tu Sire, cosa que me confirmaron en la reunión. Así que se han ofrecido a intercambiar a uno de los suyos por Christopher. - Darryl rezó en su fuero interno porque la idea le gustase - Con condiciones. -

Roxane sacudió la cabeza, perpleja.

-Espera, espera, espera -le interrumpió-. ¿Qué? ¿Un anillo de... ? ¿Estás insinuando que mi Sire descuartizó a esa mujer? ¿Quién intentaría cerrar un trato y degollaría al emisario para declarar la guerra? Somos vampiros, no estúpidos. Anthony no llegó tan alto a base de estupideces.

- Estoy insinuando que alguien lo hizo, Raven. ¿Crees que no sé que un vampiro así de antiguo tiene suficientemente metido el palo de la escoba en el culo como para no hacer una memez así? Yo te cuento lo que ocurrió, nada más y nada menos. Los garou ya estaban con la mosca detrás de la oreja con el incendio y los abogados, pero cuando esa mujer volvió a casa en pedacitos decidieron tomar medidas. No creo que Anthony fuera el responsable, pero alguien quería ver a tu Sire en jaque... y le ha salido a la perfección. El incendio, la Parentela... no creo en las putas casualidades, Raven. -

-¿Y también le dijiste eso a tus amigos con pelo?

El ghoul entrecerró los ojos, mirándola de mala manera. - No son mis amigos. Y no les he dicho absolutamente nada, sólo escuché su versión. ¿Acaso vas a ponerte ahora a la defensiva? Si Anthony te estaba enviando cartas pidiéndote ayuda dudo mucho que fuera porque la había cagado y necesitaba que le salvaras el culo. No te atrevas a mentirme otra vez, Raven, ¿de verdad vas a descartar por completo tener al enemigo en casa? -

Raven apretó la mandíbula.

-Ven.

Se levantó como si tuviera un resorte y tras coger un manojo de llaves salió de la sala. Entraron en la cocina, que a aquella hora tenía lo justo en funcionamiento, aunque no había nadie ya que eran los propios camareros quienes cocinaban si se requería. Atravesaron la estancia con paso firme y ligero hasta una parte posterior donde había diferente cámaras para los alimentos. Darryl podía imaginarse perfectamente la grotesca imagen de película de gangsters, y más o menos fue lo que encontró cuando abrió la cámara frigorífica y el frío le golpeó. Era lo suficientemente grande como para conservar varias piezas grandes de animal, aunque lo único que había allí era una mujer pálida y cubierta de escarcha colgada de un gancho que le atravesaba el pecho. Estaba inmóvil, tal vez muerta, y le costó darse cuenta de que la caja torácica se movía ligeramente al tomar aire. Estaba viva y debería estar muerta, pero no lo estaba.

-Cordelia le vendió la posición del refugio de Ogden a los garou. Supongo que más cosas, pero todavía no he logrado que hable todo. Pero hablará.

Joder.

Tragó saliva al encontrarse con aquello e inconscientemente se cruzó de brazos como si así aquello pudiese darle menos grima. No tenía nada claro si sería una de las chiquillas de Ogden, o quizás una ghoul que estaba viva por algún motivo que le era totalmente desconocido.

- Supongo que ésto entra dentro de tus novedades... - dijo en voz baja, aunque no sabía muy bien cómo tomarse aquello - Ya veo cuál fue el misterioso poder que les permitió a los garou acabar con el todopoderoso Anthony Ogden: la antigua arma de leyenda conocida como 'puñalada por la espalda'. ¿No ha confesado trabajar para nadie? Dudo mucho que sencillamente entrara al túmulo a contar lo ocurrido: la habrían destripado mucho antes de que pudiese decir 'Ogden'.-

Raven la miraba con un odio indescriptible. Saber que tenía ante sus ojos a la causante de la muerte de su padre y contenerse debía de ser una tarea de titanes. También temblaba, quizá de frío o de rabia.

-Lo niega. Pero no podrá negarlo mucho tiempo cuando llegue la Hermandad. Imagino que tus amigos no mencionaron nada de esto.

- No, no lo hicieron. - los cojones, la protección de Gaia. Eso no les había impedido tampoco contar las verdades a medias... pero tampoco cambiaba demasiado. Se acercó con cautela para poner la mano en el brazo de Raven. - Salgamos de aquí, ¿quieres? -

Pareció una negativa, pero al final asintió y señaló el exterior apagando de nuevo la luz. Mientras cerraba con llave habló:

-Anthony ya tenía sospechas sobre ella, pero no lo vio venir. Pensó que el vínculo era lo suficientemente fuerte como para protegerle, y se equivocó. Todos aquí están bajo mi influencia ahora, pero sigo pensando que hay alguien más detrás de todo esto, y yo sola no puedo. -Se volvió hacia Darryl y le hizo un gesto para regresar por la cocina, de donde robó un plato de comida ya preparada-. Cassidy es nuevo, llegó hace un mes. No creo que esté involucrado pero lo mantengo vigilado. A fin de cuentas es un Independiente y de esos nunca te puedes fiar. Ronald y Maeves han servido a Anthony desde hace innumerables décadas, pero eso no les hace menos susceptibles a la traición. Podría ser una conspiración de la propia Hermandad. Podría ser una estratagema de los lobos. Podría ser solo casualidades... No lo sé y yo no sé jugar a la política. Lo único que quiero es matarlos a todos y largarme de aquí.

Y esa sí era la Raven que él conocía, la que mandaría el mundo al carajo y robaría una Harley Davison para recorrerse el mundo de nuevo. De nuevo en el Reservado, dejó el plato en la mesita y se desplomó en su butaca dejándose hundir en los mullidos cojines. Parecía de verdad cansada.

Cuando sacó todos aquellos pensamientos de su pecho el ghoul no pudo evitar sonreir ligeramente, volviendo a sentir por un momento que la Raven que él conocía estaba ahí, todavía viva. Y, como había supuesto en la conversación con Maeves... no se fiaba ni un pelo de absolutamente nadie. Pero... ¿y de él mismo?

- El vínculo es un truco barato que sólo sirve con los débiles, Raven. - comenzó diciendo Darryl, sin poder evitar ver sus palabras manchadas del orgullo que le caracterizaba. Al fin y al cabo, él también conseguía sobreponerse a él. Entonces puso una rodilla en el suelo, mirando a la vampiro con el ceño fruncido - Escucha. Lo que dijistes ayer no es cierto. Ya no estás sola, yo me encontré un marrón al llegar y tú también. Digan lo que digan los garou o el resto de los Mayhem... estoy contigo en ésto. Pero únicamente para descubrir al culpable: si vuelves a intentar jugármela para ponerme contra mi gente, se acabó. Cuando solucionemos ésto... bueno, ya habrá tiempo de pensar qué hacer. -

Raven le miró, y no de la forma en que la gente normalmente se mira. Le miró buscando encontrar el camino hacia su alma. Le miró como antaño, cuando la claridad de sus ojos significaba un mundo de posibilidades; cuando lo único que les separaba de su absoluta libertad era el sol que hacía arder su piel. Y ya no existían problemas ni traiciones, no había verdades borradas, ni diferencias, ni lealtades. En aquel momento solo estaban ellos dos.

Su mano le acarició la mejilla, casi como queriendo comprobar que era real.

-Voy a hacer arder el mundo, Darryl. Ya te marchaste una vez. ¿Por qué no ibas a hacerlo esta?