Partida Rol por web

Buenos Aires by Night

La Primera Noche

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09/08/2010, 03:29
Pepe

Llegamos, pero Pepe debe advertirles que el señor Esteban es un tanto extraño, cuiden lo que dicen. Una vez dicho esto, Pepe se aproxima a la puerta del edificio y le da tres golpes.

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09/08/2010, 11:50
Yadiel
Sólo para el director

Notas de juego

¿Puede ser que conozca al tal Esteban? ¿Sé al menos si es sicario de Mauricio Boedo o tiene relación? ¿Quizá me suena que es del otro grupo que lucha por el control de los subterráneos?

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09/08/2010, 20:46
Director
Sólo para el director

No lo siento, no lo conoces.

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09/08/2010, 21:05
Director

Luego de unos segundos la puerta se abre sola de par en par y Pepe se queda extrañado mirandola.

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10/08/2010, 00:43
Yadiel

Miro la puerta que se abre y luego miro a Pepe que mira la puerta a su vez. No me gusta esto, creo que Pepe no sabe dónde nos está metiendo en realidad. Mi mano izquierda recorre el pecho una vez más. La otra mano asegura la capucha sobre mi cabeza.

Pero que demonios, la noche es joven y no pueden arrancarnos el corazón ¿no? ¿Quién 'a 'ri'ero? Ahora me dedico a mirar con mi único ojo a todos mis compañeros. Quizá el loco quiera jugar otra vez a ofuscar.

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11/08/2010, 17:45
Ángel

Al abrirse la puerta Ángel volvío su mirada hacia el sujeto de negro. Este parecía haberse percatado también de tal cambio y le miraba ahora desafiante. Fue entonces que el malkavian amagó primero a pararse y huir, a lo que el hombre respondió con iguales movimientos. Pero luego  el pandillero parecío resignarse y pretender volver a su lugar, a lo que el otro respondió con las mismas intenciones.

Pero en ese detalle Ängel creyó apuntarse una victoria cuando justo antes de apoyarse sobre su asiento vino a tomar impulso con una gracia increiblemente felina para luego darse a la fuga, primero con un gran salto en largo que le sirvió para escapar del vehículo y luego poder salir  corriendo como loco y a grandes trancos directo hacia la puerta de la casa maldita.

Al llegar frente a ella miró hacia atrás sobre su hombro y se alegró de no divisar a nadie. Llamó entonces a la puerta moderadamente. No hubo respuesta inmediata. Y al mirar otra vez a sus espaldas contempló con desesperación una macabra escena.

El oficinista de negro se acercaba lenta e implacablemente hacia él con su ceño fruncido y una mirada de reprobación. En su mano empuñaba la reliquia añorada de Ángel: su cuchillo dentado, que relucía como nunca a la luz de la pálida luna de Buenos Aires. Le sostenía con su mano derecha y lanzaba puñaladas como practicando ante la proximidad a su objetivo. Este último hecho terminó de desencajar al malkavian.

- ¡ABRAN, HIJOS DE PUTA! ¡NO ME DEJEN SOLO, ME ESTAN MATANDOOOOOO! - Bramaba el joven amargamente mientras descargaba el resto de su desesperación sobre la entrada del edificio, aporreando salvajemente  la puerta del lugar y mirando de tanto en tanto hacia atrás, midiendo la distancia que quedaba entre él y verdugo, el cuál a pesar de su decrépito andar se acercaba inexorablemente a su objetivo.

 

 

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12/08/2010, 04:30
Natalia Testarossa

- Che, ¡pará, flaco! - dice Natalia, levantando la voz hasta cerca del grito, mientras ve cono Violencia hace honor a su nombre - ¡La puerta ya está abierta!

Pero después de eso, no hace más nada para intentar pararlo. Evidentemente estaba metido en su propio delirio persecutorio, y no habría manera de que encontrara la calma más que dejándolo ser. A Natalia no le molestaba, más bien estaba acostumbrada a ese tipo de comportamientos violentos y erráticos. Echa una mirada en la dirección en la que Violencia mira de tanto en tanto, pero no ve más que la camioneta estacionada más allá, y al resto de sus compañeros de excursión parados ahí, callados, como tres o cuatro tipos de despojo no humano sin iniciativa para nada. Al final la centra en el Nosferatu, al que le dedica un movimiento breve ascendente con la cabeza, cejas arqueadas y ojos interrogantes.

¿La mala o la peor, Capucha?

Al ver que nadie hace nada, Natalia se encoge de hombros.

- No sé quién va a pasar primero, pero sé quién va a hacer una entrada inolvidable - sonríe.

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12/08/2010, 10:18
Yadiel

¡Aaaaahhhhhhhh, la sonrisa! La maldita sonrisa. Desde que me arrancaron el corazón cada vez la echo más en falta. Me falta como nunca desde que me . . . convirtieron en lo que soy.

Veo el gesto de la mujer y le correspondo con un gesto de mi propia cabeza. Ha.

Ha, ha, ha.

Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha.

La carcajada me sale sola, sin pretenderlo. Esta situación absurda me hace sentir vivo, justo cuando más muerto estoy. ¡Cómo no voy a reír! Poniéndome frente a la hija de Caín que habló antes le digo 'i no''re ess Yadiel. 

Luego voy donde está el loco y le tomo del brazo si no se pone violento. 'amoss loquito. 'en con'igo. Ahí dentro 'odráss hooir de tooss 'esadillass o enfrentarte a ellass, co'o quierass. Entre'os.

Antes de cruzar el umbral aún me detengo a mirar un par de segundos a Pepe que permanece junto al furgón. Mi ojo promete algunas cosas durante esos segundos, cosas no buenas. No necesita saber que no tengo motivo ni intención de hacerle daño, basta con que lo piense.

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12/08/2010, 11:05
Adrian Costas

 Mi actitud durante el viaje se mantiene distante, solo echando una casual ojeada al hijo de Malkav, al llegar al sitio simplemente me quedo atrás observándolo intensamente, y me acerco a la puerta hasta que aquella figura encapuchada lo toma y empieza a llevarlo hacia adentro, es ahí cuando tomo un profundo respiro, volteo a mirar a pepe y negando con la cabeza vuelvo mi vista al frente, dirigiéndome tranquilamente dentro del refugio de aquel Nosferatu.

-Me preocupa la advertencia de Pepe...-

Le dije a aquella figura encapuchada mientras caminaba a unos metros de ella, sabía que había algo extraño, y recordando lo que había sucedido antes... En la capilla... Se inclinó un poco, alegrándose de su agudo sentido del olfato, y haciendo uso de una de sus disciplinas más valoradas en momentos como aquel...

Notas de juego

Master activo Auspex 1 (Sentidos agudizados) apenas dé el segundo paso dentro de ese edificio

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12/08/2010, 18:59
Javier Paceira

Javier observa el grupo desde fuera. Realmente era una cosa única. Había estado mezclado con grupos realmente extraños, pero quello... era demasiado. Recordó una película que había visto a su llegada a Argentina, Brigada Z, o algo así. Meneó la cabeza sonriendo imperceptiblemente mientras su mirada se topaba con aquel viejo lugar. Era peligroso, mucho. Pero desde que se despertaron aquella noche se habían hechos hermanos del peligro.

Alli vamos, a la picadora de carne... Se adelantó hacia la puerta, y sus dedos comenzaron a convertirse en filosas garras.

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15/08/2010, 06:05
Pepe

Vamos dice Pepe mientras se relaja de su asombro y cruza la puerta..

Detras de el Javier, Adrian y Yadiel miran hacia el interior y empiezar a caminar hacia el.

Una vez dentro, Pepe mira hacia atras y dice Pasen, no se preocupen igual que Pepe, de seguro estara ofuscado hasta comprobar quienes somos.

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15/08/2010, 06:08
Director

El interior del edificio hace juego perfecto con el exterior del mismo, paredes agrietas y despintadas, muebles viejos, rotos y llenos de polvo, telas de araña por doquier y como si fuera poco en una esquina pueden ver y escuchar con claridad un viejo reloj de pendulo, cuyo sonido resuena en toda la habitacion.

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15/08/2010, 06:11
Director

Puedes oler muchas cosas en el interior, pero hay algo que expide un hedor particular, muy semejante a algo que sale de una alcantarilla, desde donde estas no puedes diferenciar bien en donde se encuentra.

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15/08/2010, 10:34
Yadiel

Un ambiente habitual y familiar este. Pero hay algo que reclama mi atención, ese sonido del reloj me está diciendo ven.

Sin dejar de mirar y husmear en todas direcciones voy acercándome poco a poco hacia donde resuena el reloj de péndulo cuyo sonido me hace evocar otros lugares y otras épocas.

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15/08/2010, 11:30
Adrian Costas

 Adrian miró alrededor, algo más se encontraba en ese sitio, lo sabía, y avanzó con cautela, mirando en todas direcciones, intentando acercarse a lo que sus sentidos percibían, pero vigilando de vez en cuando al Malkavian... Violencia había dicho que se llamaría, y eso le preocupaba enormemente, conocía la naturaleza fuerte de los nosferatus y no creía que este se tomara muy bien que un extraño le sacara las respuestas a la fuerza

Penetró más en la oscuridad tenue del recinto, con todos los sentidos alerta ante cualquier estímulo, y buscando especialmente aquello que notaba ciertamente desagradable, pero característico...

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15/08/2010, 21:35
Mateo Serra Olivé

El loco había empezado a juguetear y justo en ese momento. Coincidencia? Tal vez...uno nunca sabía con esos lunáticos Malkavian, sumergidos en sus propias pesadillas y su universo paralelo. Mateo no era tan tonto como para subestimarlos, sabía por experiencia propia que muchas veces los psicóticos tenían una cuota importante de lucidez...Será este el caso??

Parado enfrente de esa mugrosa pocilga, respira hondo y se dispone a entrar. Qué dirían sus seguidores si lo vieran en una situación como esta? Probablemente se reirían y hasta él también lo hubiera hecho, si no tendría tanto que perder. Acomoda el cuello de su camisa y avanza...

-No solo tendgo que lidiar con una rata, sino que ahora jugaremos a la escondidas con otra más...dice casi en un murmullo.

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15/08/2010, 22:21
Director

Derrepente una voz ronca y pausada se hace escuchar en todo el lugar

Que osadía la de este toreador... llega a una casa ajena y lo primero que hace es llamar rata a su anfitrión...

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16/08/2010, 00:17
Mateo Serra Olivé

El toreador se encuentra cruzado de brazos cuando escucha esa tétrica voz en el lugar. Una suave sonrisa se dibuja en su rostro...Bingo...

-Tienes razón, ha sido una falta de respeto juzgar a alguien cuando no lo conozco. Ahora, será cortés presentarme debidamente. Mi nombre es Mateo Serra Olivé, aunque doy por sentado que ya habrás oido mi nombre si es que tiene buen gusto, cosa que lo dudo con todas mis entrañas...Verdaderamente no tenía ningún interés en visitar tu..."acogedora" morada, pero mis compañeros aquí presentes han insistido...

-Allora, tendremos el placer de verte o seguiremos hablando a la nada misma?

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16/08/2010, 01:33
Natalia Testarossa

Al fin el encapuchado se había dignado a decir su nombre. Natalia sonrió, aunque no se le ocurrió qué le había llevado al Nosferatu a por fin darse a conocer de esa manera. Asintió, y vio cómo por fin los demás parecían comenzar a confluir en la idea de que había que entrar a enfrentar la suerte. El enorme hombre de pocas palabras se adelantó, poniéndose a las espaldas de Capucha y Violencia, y James Bond incluso se había puesto a tiro de sus pasos. Natalia echó una mirada hacia los otros dos, los hermanitos Moda, y para su sorpresa el Toreador se adelantó hasta el marco de la puerta y entró, a pesar de que lo hizo después de gastar una gran fuerza de voluntad. No faltaba nadie excepto la chiquilla de Prada, a quien hizo un gesto para que se les uniera antes de traspasar el umbral hacia el refugio del tal Esteban.

Sus pupilas fueron adaptándose lentamente a la penumbra, de aquellas habitaciones llenas de polvo y sedas del tiempo. El silencio que los rodeaba sólo estaba roto por el incesante eco de aquel reloj de péndulo, un sonido que había dejado atrás hacía tanto tiempo como había dejado la vida. Los demás ruidos, el mover de los zapatos, el arrastre de las telas, el crujido de las paredes o del suelo, eran simplemente secundarios frente al vacío y a su desesperante forma de llenarlo. Natalia miró a su alrededor, ubicando espacialmente a todo y ubicándose ella misma en medio, mientras su memoria le remitía a un largo tiempo atrás. La única gran diferencia con aquel recuerdo era que sólo una respiración humana cortaba la tensión.

De pronto, el vacío fue reemplazado por voces. Involuntariamente Natalia se agazapó, pero sólo era una provocación.

- ¿Esteban? - preguntó ella, cuando Mateo dejó de hablar. Sus ojos miraban hacia el cielorraso, y sonrió - Ah, esto desde afuera debe verse muy divertido...

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16/08/2010, 02:05
Yadiel

Dejaré que los otros hablen. Que disfruten de la inestimable compañía de . . . ¿cómo dijo el toreador? ¡ah, sí! De la otra rata. Me cuesta hacerme entender, tiempo habrá para esforzarme si es necesario. Primero debo saciar mi curiosidad.

Con cuidado y sin dejar de husmear sigo buscando el origen del sonido que me atrae, el reloj de péndulo. Nada de lo que veo me sorprende por el momento, es todo como cabía esperar. Pero eso no me hace bajar la guardia, esta no es una noche más, mis maltratados sentidos están alerta hoy. Me muevo sobre el polvoriento suelo sin dejar apenas huella, sin arrastrar los pies y evitando hacer ruido. Quiero ver ese reloj.