Partida Rol por web

Cadaño nuestras espadas a Castilla ensanchan más

Embarque y Partida

Cargando editor
23/11/2011, 12:42
Director

Heriberto y Gonzalo parten con todas sus pertenencias prestos para un largo  viaje hasta la Puerta Sur, donde hay ya medio centenar de chozas improvisadas, caballos, armas, pertrechos y una culebrina y un cañón incluso. Además de un centenar de fardos y hombres que van y vienen de aquí para allá.

Al poco rato aparecen Claudio e Ignacio, que tras rezar y confesarse pasaron por una taberna donde cenaron unas gachas insípidas y un trozo de tocino y otro de queso. ¡ A saber cuando volverían a comer tocino!

Ya en el campamento esperaba Queitano siempre a la diestra de Don Diego de Almagro quién a su vez estaba esperando que llegaran los últimos hombres y el propio Pizarro para conducir a la hueste hasta puerto y allí tras una breve misa solemne, embarcar rumbo a Birú.

Notas de juego

Claudio e Ignacio restaros 1/4 de Real cada uno.

Cargando editor
23/11/2011, 15:12
Queitano do Riveiro

...con mi cara enjuta y seria, alzo la cabera y miro a diestro y siniestro, el ir y devenir de la gente, según se van presentando los "voluntarios", los dejo apuntados como presentes, y tomo anotaciones de los fardos que portamos, armas, y demas parafernalia necesaria en una empresa de estas caracteristicas....

Cargando editor
23/11/2011, 18:52
Heriberto Fondón

Ni siquiera había tenido valor para hacerlo. El recuerdo de mi esposa aún perduraba en mi interior... y aún cuando aquella muchacha se desnudó ante mi, pues no sabía yo cuanto tiempo estaríamos en tal empresa, e, incluso, si saldríamos vivos. Recuerdo que la doncella, que era también propiedad de don Pedrarías, me escupió a la cara y se marchó farfullando, pues no estaba yo para "juergas nocturnas". Creo que fue una noche de lo más extraña, pues la esperanza de embarcarse en una expedición que habíase tornado en cierto recelo de infortunio no me había permitido disfrutar de los más bajos instintos... eso si: dormí plácidamente.

Viendo a Queitano hacer todo el recuento de inventario sonreí un poco. Más bien me hizo gracia, ¡parece una ratilla de biblioteca, todo el día con sus apuntes! Claro que, algunos de nosotros eramos más hediondos que las ratas y estábamos más roídos por la desesperanza que ésta misma ya no hacía mella en nuestra alma...

Parece que hace buen día, o al menos eso parece -dije acercándome a Queitano- ¿Que hace vuesa merced, apuntando cuan armas llevamos o los hombres que somos? Mi nombres es Heriberto, o Fondón, o como usted quiera -le dije mirando sus papelajos. Estoy a su servicio al igual que al de don Pedrarías y toda esta expedición.

Notas de juego

¿Conocemos ya a Ignacio y Claudios?

Cargando editor
23/11/2011, 21:23
Diego de Almagro

Mirando a Heriberto y Gonzalo

- Vaya estos son los hombres de Pedrarias. Ese ca... buen hombre ha cumplido su palabra y aquí estáis, estupendo. Queitano anótales como presentes y  que hagan tiempo por ahí hasta que llegue Pizarro. - está convencido de que aún faltan hombres.

Cargando editor
23/11/2011, 21:37
Ignacio Lopez de Ayala

-Buenos dias nos de Dios, que o mucho me erro, o necesitaremos o al mismisimo  Dios, o  al menos a un puñao de santos a nuestro lao.

Cargando editor
23/11/2011, 22:45
Director

Notas de juego

No, no los conocéis.

Cargando editor
23/11/2011, 23:50
Claudio Domínguez

-Buenos días tengan sus mercedes.- Les digo a todos inclinando ligeramente mi cabeza. Miro al barco, otro viaje más en medio de la mar, no es plato de buen gusto, al menos para mi que no termino de acostumbrarme al bamboleo del barco. Se ven algunas gaviotas planeando en el aire, y un buen número de hombres trabajando en el embarcadero. Siento ligeras nauseas no se si será por los nervios o porque ya veo el barco moverse. Veo a Queitano, y me dirijo a él.- Buenos días señor Queitano. Ya ve que no se me ha olvidado su nombre.¿Cual es el barco en el que se supone que hemos de embarcar?.

Cargando editor
24/11/2011, 14:12
Queitano do Riveiro

Vea aproximarse al hombre de rasgos árabes, y mirándole de arriba abajo, le muestro mi desaprobación con un gesto que mas bien se torna en una mueca de soslayo y medio entre viendo los dientes del lado izquierdo…Ssi, si ya se qui..quien eres laca..cayo, eres el esclavo de don Pe..pedrarias, que se ha deshecho de ti y que nos ha o..o..obsequiado con tu presencia. Bi..bien decías que te..te..te llamaba Heriberto Fondónni cristiano ni ostias, no me fío de este hasta que no me lo demuestre… y aun así… bueno ya veremos lo buen cristiano que es en la empresa…..bien mu..muchacho vaya con los po..po..porteadores a mover esos fa..fardos y que estén en sus mulas antes del medio día, le espeto…
Siguiendo con mis quehaceres, se aproximan dos soldados a los que creo reconocer de la taberna del otro día, aunque no recuerdo bien sus nombres… me dirijo al muchacho  de ancha cintura y 1,6 vara mas o menos…usted era…Igna..nacio, co..correcto?, que mas por favor… aja, bi..bien perfecto pu..pues… tomo nota de la equipación que lleva, tanto la asignada, como la que quieran declarar de que disponen y llevan para la misión.
  Y usted, no..no recuerdo..do bien su..su nombre.. o si Cla..claudio, Claudio Domínguez, por supu..puesto… tomo nota de todo al igual que con Ignacio y con un gesto más sonriente les informo a ambos de donde pueden dejar sus cosas y donde embarcar…

Cargando editor
24/11/2011, 16:57
Director

Montando un caballo marrón delgado y esbelto de raza árabe aparece Pizarro junto a otros dos hombres que le siguen también a caballo , el jefe de la expedición irrumpe en el campamento y parece como si a su alrededor tuviera un aura de luminiscencia que otorga moral y cofianza allá por donde pasa, si a los que le conocísteis durante la cena diera confianza e inspiración, lo de hoy no tiene nombre...

 

Cargando editor
24/11/2011, 17:00
Francisco Pizarro

Dando órdenes a diestro y siniestro

- ¿ Qué hace ese cañón sin dotación ? ¿ y esa culebrina ? ¡ eso debería estar ya en el puerto ! ¡ vamosssssssssss! ¿ queréis seguir siendo pobres o queréis oro ? ¡ Pirú no se va a descubrir solo ! tenemos indios con los que tratar. ¡ Don Diego no me importa si faltan hombres , nos vamos ya! antes de que baje la marea. Estos condenados mares dícese que son malísimos, mas a mí en nada me preocupan y ... ¡ lo mismo ha de pasar con todos ! ¡ vamos, vamos, vamos !- como se podrá entender, tanto Diego, Queitano y cada miserable o infeliz hombre y caballo que allí se encuentra empieza a recoger todo lo deprisa que puede como si les persiguiera un oso asturiano.

-¡ todos los hombres que hagan una fila allí de dos de fondo , vamos a parecer un ejército ! ¿ ha quedado claro ? ¡ los cañones al final de la formación ! caballeros descabalgados delante con las riendas asidas con la diestra. ¡ Vamos que los franceses nos quitan el oro ! - bromea , pues que se sepa los franceses no saben lo que es ir más allá del canal de la mancha .

Cargando editor
24/11/2011, 21:18
Claudio Domínguez

Veo como entra Pizarro.- Impresiona el porte de este hombre, parece ser que cambiará nuestra suerte y caerá algo de dinero, por fín en esta dura tierra.- Pienso. Busco a Ignacio y le llamo la atención.- Vamos Ignacio, antes de que me arrepienta y me quede en tierra.- Me dirijo hacia el barco con mis pertenencias, y dispongo a embarcar. -Ahora si que se mueve el barco, pero o le hecho coraje o me comen las moscas.- Pienso.

Cargando editor
26/11/2011, 10:09
Heriberto Fondón

Tras recoger los fardos que Queitano habíame ordenado con sumo desprecio (a lo cual ya estaba yo más que acostumbrado y por tal razón no me molestaba), vi llegar a una figura reluciente, el jefe de la expedición. Sin duda alguna su voz despótica estaba bañada ya con oro, pues su presteza al maravillarnos con ese tal oro hacíanos la boca agua ¡la boca oro!, y por tal razón corrí, literalmente, a formar en la fila de a dos tal y como mandó.

Agarraba mi lanza con fuerza y me coloqué el casco. Pizarro había dicho que trataríamos con indios ¿serían comprensivos y pacíficos o beligerantes y agresivos? ¡y sin duda que faltaban hombres a los pocos que ya había! Esto podría ser un mal augurio, pero... pero yo jamás había visto disparar unos cañones, y eso me daba esperanzas.

Esperé a nuevas órdenes en la fila.

Cargando editor
26/11/2011, 12:51
Ignacio Lopez de Ayala

- Os sigo Claudio, y me temo que ya no hay marcha atras.

Cargando editor
27/11/2011, 13:50
Queitano do Riveiro

Mi merced recojo mis enseres propios y de trabajo y me dirijo a "La gloriosa", donde una vez arriba, tomo un barril que hago mover hasta donde hacen el embarque para ir pasando lista y ver si algún alfeñique aun esta por venir o no se ha presentado al alistamiento.

Cargando editor
27/11/2011, 20:52
Claudio Domínguez

Subo por la rampa de madera hasta cubierta. Alli me paro observando a la gente que está en el barco y al propio barco en si. Una goleta preciosa, miro hacia arriba los dos palos mayores que son enormes desde mi posición. No estoy acostumbrado a viajar en barco así que todo lo que veo me parece sorprendente, y al mismo tiempo sobrecogedor pues no entiendo muy bien que es lo que hace cada cual dentro de una goleta. Miro detrás de mi para ver si viene Ignacio, después miro a ver si reconozco a alguien en la cubierta.

Cargando editor
27/11/2011, 21:53
Diego de Almagro

Tras ver que Queitano lo tiene ya todo preparado y viendo que faltan un par de hombres , decide dejar el asunto para más adelante y no demorar más la partida.

- En vista de que ya está todo nos vamos. ¡ Adelante !- grita a la mesnada.

Cargando editor
27/11/2011, 21:55
Director

A las órdenes de Pizarro, parte la hueste a puerto donde La Gloriosa espera, la marinería - que además hace las veces de expedicionarios - está ya empacando fardos cuando la no tan larga fila de a dos desfila ante Pedrarias, Hernando y pocas autoridades más.

La pequeña comunidad de Panamá aguarda en puerto la salida de la que es la primera expedición de conquista desde que fue fundada. Hombres y mujeres murmuran mientras camináis hacia el muelle , podéis escuchar algún lamento que otro pero la gran mayoría está incluso aliviado de ver las calles de su ciudad limpia de tanta chusma, tal parece para Pedrarias que está animado y sonriente al perder de vista tanto pendenciero.

Al fin llegáis al portón de madera en rampa que da acceso a la goleta, donde se está hacinando de mala manera a la tropa en bodegas junto a las bestias y ya comienzan a oirse las primeras quejas...

Mas ni Pizarro ni Almagro hacen ningún caso y continúan con el buen talante como si ya vieran el oro y la gloria. Con prontitud se leva el ancla y se sueltan amarras, o eso es lo que escucháis desde cubierta pues a Claudio, Ignacio y Heriberto en bodegas os ponen , mientras que con Queitano al menos tienen la deferencia de permitirle que le dé el aire fresco.

Al cabo de una hora de viaje se presenta el primer inconveniente de la expedición: como si de la intervención del maligno se tratase, el viento desaparece sin aviso y hay que recurrir a los remos. Pero como ya es costumbre en los barcos que hacen las indias, los marineros son pocos y están mal entrenados por lo que es menester echar mano de los de siempre: la tropa. Y para más inri Claudio, Ignacio y Heriberto están entre los afortunados que han sido seleccionados para "fortalecer los brazos".

 

Notas de juego

Haced una tirada de Fuerza x3 (todos menos Queitano)

Cargando editor
27/11/2011, 22:43
Queitano do Riveiro
Sólo para el director

Yo mientras tanto, me dirijo a un lugar donde pueda escribir unas notas hacerca de esta expedicion a modo diario personal.

Notas de juego

 

Aunque no lo he mencionado de forma concreta, mi burro, esta dentro del barco pues es y sera mientras viva o encuentre otro uso mejor, mi medio de transporte, amen que imagino que no pondran pegas para embarcar dicho animal, que otras circunstancias podra ser de utilidad.

En caso contrario hazmelo saber ;O)

Actualizo ficha en apartado historia

Cargando editor
27/11/2011, 23:38
Heriberto Fondón

¿Qué? ¿A remar mandan las mercedes? Si los marineros tuvieran que hacer nuestro trabajo pronto harían sus buenos nudos, si... pero para ahorcarse antes de que los nativos les despellejasen... Mira que he cargado con alpacas y sacos de maiz y algodón... ¿pero esto? Manda hue...

En esos momentos carraspeé.

- Tiradas (1)
Cargando editor
28/11/2011, 08:51
Claudio Domínguez

-Bueno, al menos así me entretendré un rato.- Pienso, mientras voy hacia los remos. En las bodegas de la goleta el ambiente se torna agobiante, mas gente como yo se prepara para remar, entre quejidos y toses.

- Tiradas (1)