Partida Rol por web

-Pues no lo sé, pero hace un segundo estabas a punto de pegarme un tiro por nada ¿En qué coño estabas pensando?-respondió Frank aún atónito por la reacción de su antigua empleada-Mira tía, yo he perdido mi camión. Tú tienes un tiro en el hombro y ambos necesitamos pasta. Así que acabamos con esta mierda, cobramos la pasta, deducimos gastos y lo que quede, lo repartimos. Luego cada uno por su lado ¿de acuerdo?.

Las órdenes acaban siendo apuntar a Murray y maldigo para mis adentros, cambiando la posición de mi fusil con más lentitud de la necesaria, tratando de buscar una solución que me permita no tener que dispararle.

Por fortuna La tipa baja el arma y me relajo levemente. Tiene pinta de ser una cuestión de pasta. 

Que lo resuelvan joder...

El brigada no decía nada. No estaba intesado en hacer más "ruido" del necesario, y parecía que la tensión se relajaba, y aunque el no podía hacerlo, si relajó so postura. Esperaba no tener que "empezar otra vez" ya que estaba cansado de dar tiros. No se podían tener 3 combates en un solo día, y esperar que el cuarto, saliera bien. Él ya había pasado el cupo, así que para la próxima ... algo tenía que salir mal. Aunque no fuera muy mal, algo saldría mal.

No era preciso arriesgar. Su clan tenía fama de tener una inmensa suerte, pero tampoco era cosa de forzarla. - Una cosa es tener suerte y otra es hacer el idiota.

Tenía que pensar algo rápido. Esta tensión no era buena, y que La Forja se separe, no era bueno para el negocio. Con un gesto, ordené a dos de los hombres que fueran en busca del maletín con el dinero para Frank.  Mientras mi cabeza daba vueltas pensando una solución.

- Supongo que Lyona tiene razón, Frank. No te pongas así. ¿Que te parece si les dejamos pelear todo lo que quieran. Pero sin armas. Así nadie morirá. 

Guardo el arma en mi cartuchera, y golpeo mis puños.

- Por mi bien.

La idea de la mujer me parecía interesante a mi también. Mire a García, pidiendo permiso para la pelea.

- ¿Señorito?

- Tú eres más fuerte. No pierdas contra ella.

Aquello no,era propio de Imperial.

Y una mierda, nadie se va a pelear como si esto fuese un circo, cuadrad cuentas y cada mochuelo a su puto olivo joder.

Me disculpe levemente a Glec. Lo siento señora, no pienso presenciar esto impasible.

Frank miró a Glec sorprendido. Por un momento pensaba que estaban más o menos de acuerdo en esto, pero que le diera la razón a su ex-empleada después de que ésta le apuntase a la cabeza cuando estaba a punto de resolver la situación, lo descolocó por completo.

-¿Ponerme así? Quiero cobrar y olvidarme de esta mierda cuanto antes. Lo demás me trae sin cuidado.

Cada vez entendía menos.

Unos que quieren pelear; lo del chico es un rato y rescate; los imperiales los interceptan e imponen su "Elevada Burocracia" para la solución de conflictos; la defensora del raptado, no sólo es enemiga de la mafia, sino que es una "Asesina en paralelo" (que los de "en serie" son unos aficionados a su lado, y encima, va a resultar que está haciendo algo por un prógimo, de manera desinteresada o desprendida (más que su propia palabra u honor) y encima, el que me recomienda la Hermandad para seguir y aprender, resulta que es un ... criminal.

- El que lo entienda que me lo explique.

El brigada esperaba ver que se "amansaran" a tortazos. Esta pelea seguro podría ser divertida, pero la robotija, tenía un ventaja que podría finalizarlo todo en un solo golpe y chimpúm. Esperaba que Frank le llamase de manera oportuna, cuando todo esto terminase. Seguro ... que podría aclararle varios detallitos, y no sobre el tema, sino otros más elevados y que le afectaban al descendiente de Murray directamente.

Miro al nuevo directamente a los ojos. En mi mirada había rabia. Desobedecer una orden directa es lo peor que se le puede hacer a un Comandante. ¿Porqué me lo habían recomendado desde el cuartel? Cuando todo acabe, lo aclararía con él.

- ¿Quien coño te crees que eres, soldado?

Era de pocas palabras y aquella vergüenza lo haría pagar a su debido tiempo. En ese momento, la criada lanza un gancho que impacta en la barbilla de Lyona. Sin necesidad de más tiempo, Lyona se recupera y golpea con su puño derecho, el brazo que tenía sano, en la cara de su contrincante. La felpa de tela sale volando por los aires, y la sangre comienza a brotar de ambas caras. Roberta vuelve a enganchar un derechazo sobre la mejilla de Lyona. Es como si no se quisieran defender. 

En ese momento, llegan los dos soldados con el maletín, que hago entrega a Frank.

- Ser joven es una maravilla. - Comento la pelea con él. Tenía que suavizar el tema. En mi cabeza sólo tenía la idea de que La Forja no podía desintegrarse. Y aunque la idea de una pelea no le había hecho gracia a Frank, quizás una apuesta le levantase el ánimo. - ¿Por quién apostaríais? Yo por Roberta. 2.500. Frank, ¿tú, qué?

Salgo del camión y me dirijo donde está Frank y Glec. Aquello de la pelea me parecía una locura, y el soldado camuflado tenía razón. Se tenía que parar la pelea. Tan rápido y con la idea tan clara de parar la pelea tenía, que cuando llegue se me fue de manera más efímera. Aquellas dos mujeres se estaban golpeando sin sentido. Roberta había caído al suelo, y Lyona estaba sobre ella machacando a golpes su cabeza. 

- ¡No! ¡No! ¡No! ¡Debemos impedirlo! Venga, vamos.

La sangre de ambas, le caía por toda la cara y manchaban sus puños.

- Es demasiado violento, estáis locos. ¡Van a acabar las dos...!

Frank recogió el maletín. Se encogió de hombros ante la apreciación de Glec sobre su juventud. El comentario no venía a cuento, ni creía realmente que Glec fuese mucho mayor que él. Acercándose a la mujer, le dijo algo al oído. El estar tan cerca de ella y oler su perfume, le resultó excitante. Lo cierto es que por mucho que le costase admitirlo, Pimkie siempre le había atraído.

Respecto a la pelea, por fin había comprendido la motivación de Lyona y eso hacía que le pareciese más estúpida todavía. Tan solo quería vengarse de aquel cyborg por haberle herido. Y para tener su venganza hubiera estado dispuesta a volarle la cabeza sin dudarlo un segundo. Pero ¿vencer en una pelea a puñetazos contra un cyborg?

-Me temo que Lyona no tiene ninguna posibilidad contra uno de estos Cyborgs-contestó-Ni siquiera en igualdad de condiciones. Pero además está herida y cabreada. Y eso hace que no piense con claridad. Lo siento, pero no acepto la apuesta.

Aparte de que Frank creía realmente en lo que estaba diciendo, el que Lyona le oyese decirlo, le producía en este momento un cierto placer. Tal como la conocía, escucharle decir aquello tenía que estar haciendo que a su ex-empleada se le retorciesen las tripas.

-Threshun, creo que ya es demasiado tarde como para parar esto. Lyona ha dejado claro que había tomado una decisión y que estaba dispuesta a pasar por encima de quien intentase ponerse en medio ¿Que es un estupidez? Estoy de acuerdo, pero no hay mucho que podamos hacer al respecto.

-*Supongo que la ciborg o su dueño se hará cargo de los desperfectos del camión que destrozó. En caso contrario, espero que no haya inconveniente si me lo quedo en compensación. Una vez reprogramado, me vendría bien para La Forja.

Estaba claro que aquella salida de tono le costaría cara. Sin embargo ver pelear a aquellas dos, apostar. Eso no era propio de Imperial. La Comandante había perdido los papeles, esomestab claro y aquella unidad, había mucho que aclarar sobre ella.

No replicó más, asintió y controló el perímetro para asegurar la retirada, habría que largarse en algún momento. Cuando la Comandante se hubiese divertido suficiente.

No se imaginaba que tendría que intentar interceder por el soldado que había comentado que era de fiar. Pero lo raro es que la burocracia imperial y su pompa permitiera un duelo de esta índole.

Si Frank no intercedía por evitarlo, el no sería más .... pero empezaba a pensar en dejarle su espada, para ... "igualar" un poco las cosas. Así de paso, vería lo que aquel armatoste era capaz. Por otro lado, la monja se quitaría ... una odiada rival del medio.

Esperó a ver la resolución de los acontecimientos impasible. Como si aquello no fuera con él.

- Opino como Frank, si quieres que paren, pues ve a detenerlas. En fin, que si no te gusta, sepáralas tú mismo. 

Luego permití que Frank se acercara a mi para comentarme algo al oído. 

- Lo siento Frank, el dueño de la criada, es ese crío. Habla con él, pero no va a dejar escapar a Roberta. Y tampoco lo voy a permitir yo. Con el dinero que tienes en el maletín, puedes comprar otro camión si quieres. Tienes de sobra. No te preocupes.

Me acerco para intentar detener la pelea, pero veo que tanto Lyona que está encima de Roberta, como la propia Roberta, siguen dando puñetazos en ambas caras, sin parar a detener algún golpe. Sus mejillas sangran, y sus puños gotean sangre. Me froto la nuca nervioso.

- Eh, a ver... ya es suficiente, ¿no os parece? Ahora podéis admirar vuestra respectiva fuerza bajo los rayos del sol y ... 

Digo tímidamente, sin ser capaz de acercarme más a la pelea.

Me levanto y con la misma fuerza, levanto a Roberta del suelo. Las palabras de Threshun hacen que  me cabré más aún. Lo miro con la mirada perdida, desencajada.

- Ábrete.

Y de un puñetazo lanzo a Roberta varios metros por el aire, hasta impactar en el suelo. Estoy cansada, me cuesta respirar, y tengo prácticamente un ojo cerrado. Mi boca sangra, mi nariz hace lo propio. Pero aún tengo fuerzas para amenazar a esa  mujer.

- Muérete de una vez.