Partida Rol por web

A la par que Ade bajaba por delante, Frank estaba preparado para abrir las puertas traseras y saltar del camión apuntando hacia la parte de arriba. Una vez en el suelo se dispuso a disparar a lo primero que apareciese proveniente de la parte de arriba del vehículo. Alejándose poco a poco, ganaría campo de tiro y el que fuera que estuviese encima acabaría por delatarse.

Desde tu posición, puedes ver a dos hombres que se levantan en el techo del camión. Habían perdido el equilibrio cuando Frank tiró del freno de mano.

Frank abrió fuego sobre el más cercano, sin piedad. 

Contando con derribarlo, se dirigió al otro. 

-Será mejor que te rindas. antes de que se pongan peores las cosas para ti. 

El primer disparo fue certero y derribo al hombre en un segundo, cayendo sobre el techo del camión sin vida mientras el segundo disparo lo volvía a atravesar por si había alguna duda de que pudiera mantenerse despierto. El otro hombre, lejos de rendirse, sacó su arma rápidamente para disparar a Frank.

-Que no se diga que no te he dado una oportunidad-dice Frank apuntando de nuevo y haciendo un solo disparo-.

El disparo alcanzó al hombre y le dejó una fea herida en la pierna. Se arrodilló por el dolor y no pudo levantar el arma para disparar.

-Venga, baja-dijo Frank-solo queremos saber de qué va esto. Hablas y te dejamos libre. Sin más. Esa era la oferta anterior y la mantendré siempre y cuando colabores. Y no te preocupes por las represalias de quien sea para quien trabajes. Podemos protegerte. 

Dada la situación Frank le estaba haciendo una oferta al tipo herido que n o podría rechazar. O bueno...poder, podía. Pero habría que ser muy imbécil. 

El hombre valoró por un momento la situación y decidió tirar el arma al suelo desde lo alto del camión. Luego, despacio, comenzó a bajar.

-Buen chico-dijo Frank recogiendo las armas de los muertos-Ven que te voy a atar.

Frank cacheó al tipo, lo ató y lo metió en el camión, tras lo cual dio orden a Ade de reemprender camino.

-Vámonos. Lo interrogaré de camino. 

Lo primero se dirigió a Jane. 

-¿Lo conoces?
 

Miro al tipo herido que trae Frank dentro del camión.

- No tengo ni idea de quién es. Y la próxima vez, frena con mas cuidado. He caído de cara contra el asiento delantero.

Digo mientras me floto aún dolorida la frente.

- Tengo yo una pregunta. ¿Este camión siempre viaja así? Estoy empezando a creer que en realidad te dedicas a matar así a los clientes. 

Miro por la luna del camión por si veo a la monja. Pero no hay ni rastro de ella.

Frank sonrió a la muchacha durante un momento como si le hiciese gracia algo que lo que dijo.

Pero al momento le propinó un puñetazo en toda la cara. Realmente lo disfrutó. Ese puñetazo fue el detonante de un ataque de ira como hacía tiempo que no tenía. 

-¿Estás ya mejor?-dijo en tono burlón-Me importa una mierda tu puto chichón. Es la tercera vez que te salvamos la vida en menos de veinticuatro horas. Y si piensas que eres mi compañera, mi colega, mi cliente o cualquier mierda parecida, te equivocas ¿estamos? No me gustas; no me gusta ese rollo tuyo de mosquita muerta. Traes problemas allá por donde pasas. Si es por mí te hubiera entregado a esas sabandijas, pero aquí mi amiga cree en ti. Y se supone que eso hace que yo crea en ti.

Luego señaló a Chenoa. 

-¿Crees que vales más que ella? Esa tipa me salvó la vida. No vales la mierda que ella pisa. Pero le he pegado un tiro por tu culpa. Y ahora tengo que plantearme si la voy a matar o no. Así que la próxima vez que te sientas en la necesidad de hacerme otra pregunta estúpida o de pedirme algo, piensa en ello. Piensa en que acabamos de matar a seis personas por defenderte y posiblemente mueran más. Y si para hacerlo te llevas un chichón, te jodes.

Luego se giró al tipo que acababa de capturar. 

-Ahora voy contigo. Espero que no tengas preguntas o peticiones, como tu amiga. Salvo que sea así, espero que me digas quién te envía y porqué. Y quién es ese Wizard al que pegamos un tiro y desapareció.
 
 

- Muy bien. Veo que el mal humor y el estrés te ha vencido. - Me limpio la sangre de mi boca con mi propia manga  y me arrimo al ordenador. - Si lo ves conveniente, voy a trabajar para cumplir mi parte del trato. La plancha original está navegando por internet. Solo había que unificar la información de los diseñadores que hay repartidos por todo el mundo, y amoldarlos por inyección. Pero, como el administrador de la información ha muerto, no puedo recuperarlo. El código de seguridad cambia automáticamente cada día y ahora que el operador ha muerto, no sé qué hacer. Pensé que podría rescatarlo, mientras el tiempo lo permitises, pero.... 

Y sigo hablando para mi misma mientras intento averiguar una solución, o mi vida correrá peligro.

El hombre responde asustado. 

- Wizard es un mercenario que también ha sido contratado. Como nosotros. ¿Quién nos ha contratado? El Señor Elvis

-Elvis...¿en serio?-dijo Frank-Joder...vale. Ade, ¿tienes algo más que decirle a este mequetrefe? Porque si no, salvo que me diga algo que me convenza de lo contrario, lo tiro del camión abajo.

Y luego se volvió hacia Jane. 

-¡Que te calles la puta boca! 

Ni siquiera había reparado en que Ade no estaba en el camión. 

-Joder-dijo Frank-¿Qué cojones...?

Tiró al tipo fuera del camión sin molestarse en desatarlo, cogió las llaves y salió afuera a buscar a Ade con la pistola preparada para cualquier sorpresa. No creía que hubiera caido, pero algo la había entretenido. Y sin llamar su atención. Era como para preocuparse. 

Cuando Frank sale del camión, replico.

- Está claro que este tío quiere matarme. 

Agacho la mirada hacia el ordenador y sigo trabajando.

- Tal vez hayan cambiado el código IFSR. Por intuición, diría que apesta a sistema Gost. Hay métodos más sencillos de hacerse con la autorización desbordando el buffer. Pero no hay nada que robar. Calma. Calma.

Despego las manos del ordenador y las pongo juntas, delante de mi nariz.

- Hay seis herramientas de análisis que corresponden a Gost y haré que avancen en paralelo. Si uno de los indicadores que se alinean en la pantalla es el adecuado, empezará a descargarse. - Miro hacia Chenhoa y el hombre que tenía al lado. - Solo tenéis que sentarse ahí y mirar.

Y sonrío.

Me acerco al camión. Había terminado con todos. Levanto la mirada y veo a Frank esperándome. 

- Ya he acabo con todos. ¿Como te ha ido a ti?

-¿Todos?-dijo Frank-¿Cuántos más eran? No escuché disparos. 

Se encogió de hombros. 

-Dentro...más o menos. La niña se me subía a las barbas y la tuve que poner a la linea. Decía que no le gusta como conduces y que para la próxima vez, nada de frenazos. Ah...y si queremos matarla. Ya le expliqué que yo sí pero tú no. 

Suspiró. 

-Respecto al que pillé subido al camión, según dice lo envía Elvis. A Chenoa aún no le saqué nada. 

- Había dos solamente. He tenido que perseguirlos.

Entro en el camión con la pistola desenfundada y apunto al tipo herido que ha metido Frank.

- ¿Habrás visto todo, no? Entre mi compañero y yo nos hemos cargado a todos. Sólo quedas tú. Me da igual si te resistes, solo será hasta que te vuele la cabeza y te lance a la carretera. Tú decides, tío.

El hombre levanta las manos en señal de no querer morir.

- Uh, ya le he contado todo a tu amigo. Además, joder, esto no me gusta. ¿Con qué cara volveré junto al jefe después de chivarme?