Partida Rol por web

Caelum Nouveau: Expansion (+18)

Prologo

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19/08/2015, 06:17
ZZLindë Umbar

La guerrera seguía pareciendo sonreía con aprobación mientras Adanel relataba su plan en mente. Asintiendo visiblemente ante la carnada que habia sugerido. “Sera bueno escogerle una buena ultima comida.” Bromeo mirando junto al rey a Lorein que sonrio tímido antes de confirmar que se ocuparía sin problemas.

La guerrera se veía entusiasmada por lo que escuchaba del resto del plan, complacida con la actitud pro activa de su rey. Por su lado Lorein lo miraba con su neutralidad de siempre pareciendo querer quedarse a un segundo plano en esta reunión, aunque lo que si genero una reacción fue la mención de flechas envenenadas no pareciendo demasiado entusiasmado.

“Es posible, solo nos tomaremos un momento antes de partir para al menos tener 4 o 5 flechas envenenadas.” Comento dejando claro su apoyo a la idea. “Con esto no creo que muchos de ellos puedan escapar lejos, si es que sobreviven a nuestro asalto.” Decía sonriendo tal vez ya lo suficiente confiada para creer que triunfarían sin problema en esa batalla.

“Yo pienso que es gran plan, lo suficiente detallado para que podamos seguirlo a cabo sin que ocurra errores. No tengo más que agregar a este, por lo que solo espero su consentimiento para retirarme a juntar a las tropas.” Dijo cruzando sus brazos y observando a Lorein.

El consejero tardo unos segundo luego que la elfa hablara. “Es un plan solido. Rezare a padre para que proteja a nuestros soldados y les del triunfo frente a estas bestias.” Opino el consejero esperando las palabras de Adanel, por si necesitaba algo mas.

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20/08/2015, 02:34
zzAdanel Alagos

Sonreí satisfecho, ante el agrado que mi plan había recibido por parte de la elfa.

-Un último detalle- Declaré con una sonrisa.

-Lindë Umbar-Exclamé con solemnidad, al tiempo que trazaba una media luna en el aire con la mano.

-Te nombro General de esta Misión, regresa con la seguridad de nuestro pueblo, y serás recompensada-Finalicé el gesto en alusión a nuestro Dios, como si dirigiese la bendición hacia la mujer.

-Y que Nuestro Padre te otorgue su gracia-Cerré mis ojos mientras decía estas palabras, intentando que nuestro Padre las escuchase. Contaba con su divina ayuda para nuestra gente.

Al cabo de unos momentos de solemne concentración abrí los ojos, y observé a las personas frente a mí.

-Pueden retirarse-Concedí con un gesto de la cabeza, deseando que Dios los guiase.

 

Notas de juego

;)

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22/08/2015, 05:16
Narrador

La nueva General se inclinó con mayor respeto mientras recibía los honores de liderar aquella misión de justicia. Luego Lorien la siguió mientras el bendito realizaba el rezo para que luego ambos se fueran cuando lo tuvieron permitido.

Fueron unas horas más tardes que el escuadrón estuvo listo para su partida, siendo despedidos por los elfos como héroes yendo a una cruzada necesaria no por venganza sino para defender y cuidar a los demás que no podrían defenderse si volviera a ocurrir algo así de nuevo.

El trayecto hacia el punto de encuentro fue uno silencioso, con ninguno de los elfos encontrando escusa alguna para hablar con sus compañeros o tal vez ninguno de ellos queriendo alertar a esos seres que pronto tendrían un ejército en su hogar. Llegados al lugar encontraron a los rastreadores, que pronto luego de los saludos correspondientes continuaron su travesía hasta que finalmente la cueva de esos seres peludos se encontraba frente a ellos.

Lindë comenzó a organizar a los elfos como había ordenado Adanel, sin demasiada dificultad ya que los seres que atacarían pareciendo no haber puesto a nadie vigilando fuera de la cueva. Por lo que la formación se produjo y eficientemente con cada uno preparado para realizar su función.

Entonces quedo el último detalle que fue mandar a un par de elfos rápidos con los restos de carne que habían traído con ellos. Era una misión arriesgada pero algo que ambos comprendían perfectamente e igual aceptaban su obligación. Ingresaron con cuidado a la cueva pero cuando salieron corrían tan rápido como podía mostrándose más pálidos que cualquiera pensara posible y con buena razón al notar que de la cueva salían 32 de esos seres horripilantes.

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23/08/2015, 21:00
zzAdanel Alagos

Todo estaba dispuesto. La expectancia de la batalla, se igualaba a una esencia en el aire de la mañana, presente, atento, a la espera del qué será.

Los arqueros se encontraban en la retaguardia, en formación rectangular, con pleno uso de sus armas, y con las flechas encendidas, a la espera de la aparición de la figura enemiga.

 Se encontraban flanqueados por los soldados rasos. Diez soldados de cada lado, más otros diez a sus espaldas, cubriendo la retaguardia de los arqueros.

Los Guardias Reales ocupaban la primera, y segunda línea, 10 espadas, y 10 lanzas. Los espadachines se encontraban a vanguardia, apoyados por las lanzas expuestas en dirección de la entrada de la cueva.

Dos elfos llevaron la carnada hasta su punto justo.

-Disparen a las criaturas ni bien las vean-Susurró la capitana con firmeza y cuidado en la voz.

De pronto los encargados de llevar la carnada comenzaron a correr a gran velocidad. Algo había pasado.

Los elfos corrieron hacia el escuadrón a una gran velocidad, y unos instantes después, el enemigo presentó su rostro.

Las lanzas se apretaron, las manos que sostenían espadas, se afirmaron, y las saetas incendiarias surcaron el aire.

- Tiradas (4)
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24/08/2015, 23:09
Narrador

Los trolls corrieron no como un ejército ordenado, sino como lo que eran bestias salvajes listas para matar cualquier cosa que se les acercara a su guarida. Si bien observar a tantos de estos seres correr salvajemente hacia uno sería una visión terrorífica, los elfos se encontraban comandados por una mujer que incitaba el valor de cada uno de ellos recordándoles que tenían una ventaja en el terreno y eran más que ellos, que peleaban por sus familias era algo que no veía necesario recordarles.

Las primeras flechas incendiaras volaron y en ese momento todo cambio. Por suerte para bien para los heroicos elfos que notaban a las bestias volverse mas locas entre las muertes precisas de sus camaradas y la cantidad alta de seres prendiéndose fuego, haciendo que dejen de correr para rodar por el piso. Mas de la mitad de los seres se encontraban muertos, sin embargo los pocos que habían sobrevivido corrian con mayor ira dispuestos a chocar con los guardianes.

Notas de juego

Tirada por los guardianes. Aunque asumi que les ganas si superas la dificultad y en si solo hay unos pocos heridos de tu lado.

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24/08/2015, 23:50
zzAdanel Alagos

El aire se colmó de valentía, al ver caer a las bestias que corrían hacia ellos.
-Formación- exclamó la capitana.
Lanzas y espadas se prepararon. Al tiempo que los arqueros se preparaban para una nueva lluvia de flechas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

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25/08/2015, 04:40
ZZLindë Umbar

Los guardianes se prepararon y sin ninguna duda en sus mentes esperaron el impacto de aquellas bestias. Entonces cuando el choque ocurrió una gran parte de las bestias quedaron atravesadas por las lanzas aunque eso no disminuyo el impacto de su embestida que hizo retroceder a algunos elfos mientras tiraba al suelo a otros. En ese momento de caos fue donde ocurrieron las heridas de elfos que salieron lastimados de ese encuentro. Aunque gracias a la organización de estos no hubo muertes que lamentar con el contra ataque elfico siendo devastador con bestias cayendo luego de mínimo diez apuñaladas en su cuerpo.

Finalmente cuando el polvo se disipo los elfos habían salido triunfante y un grito de júbilo salió de los mas jóvenes que festejaban esta victoria como si fuera una épica de sus cuentos, pronto los adultos les siguieron mientras algunos revisaban a los heridos y corrían a un costado a los demonios peludos. La capitana siendo la más seria se alejó del grupo y les grito.

“Aun no festejen que esto aún no termina!” grito consiguiendo rápido la seriedad del resto. “Hay que revisar la cueva para ver que hayamos exterminado al último de ellos. No iremos todos, los heridos, arqueros y algunos soldados se quedaran vigilando por si vienen mas de ellos.” Comando sin que nadie diera queja alguna.

Luego de hacer la separación de los grupos bajaron hasta llevar al fondo de esta. No había demasiado para ver, encontraron alguno de esos demonios enfermos por lo que terminaron concluyendo como unos hongos que crecían en la cueva pero eso no fue lo último. También había un agujero escarbado por estos bichos que daba la idea de que su origen no era necesariamente de esa cueva si unían este dato con los que se encontraban envenenados por comer aquel hongo. Sin saber bien que los había movido a ese lugar, la Capitana decidió desplomar el túnel en una medida preventiva.

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25/08/2015, 05:28
ZZLorien Oio

Fue a la noche de ese mismo día que todo el batallo volvió a la ciudad elfica, donde fueron recibido por toda la población en un festejo eufórico a sus nuevos héroes y defensores de la ciudad. El líder de aquella comunidad sabía que debía organizar rápidamente una fiesta en festejo por la misión cumplida.

Pero no todo era paz al menos no para la capitana que le explicaba lo que habia pasado sin guardarse nada y dejando clara que esto no habia terminado. Por su lado Lorien informaba que la herida más grave era un brazo roto, por lo que los heridos solo deberán tomarse unos días antes de volver a trabajar. Aunque también había otras noticias de un ave mensajera.

“La expedición encontró a una raza, según el código que les diste no están atrapados pero desean saber qué hacer con ellos.”  Dijo aunque se notaba que como antes habia mas dicho y solo esperaba que su líder le preguntara.

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25/08/2015, 22:13
zzAdanel Alagos

Las noticias se habían corrido rápido, y el escuchar que la herida más grave era un dolor de un par de días mi corazón se inundó de placer y felicidad.

Mi rostro engarzaba en su centro una sonrisa de blancos dientes, demostrando la alegría que sentía.

Escuché el informe completo de la capitana. Me interesaba cada detalle que salía de su boca. Había nuevas preguntas, pero al menos esas bestias estaban muertas.

-Descansen esta noche Capitana. Mañana daremos una ceremonia en honor a nuestros nuevos héroes-Había dicho a la Capitana Lindë.

-Y recuerdo muy bien lo que le dije antes de partir-Exclamé con una sonrisa, sumamente complacido, antes de que se retirara.

Había informado a Lorien para que organizase un homenaje a estos héroes.

Resultó que fue en esa misma noche donde los mensajes prósperos parecían llegar.

Escuché las noticias portadas por Lorien con total atención.

Me alegraba el hecho de que la Partida Diplomática se encontrara a salvo. Al parecer estaban desarrollando su misión a la perfección, y…

­-¿UNA RAZA?-Pregunté con una gran intriga, con sentimientos de emoción y desconfianza.

-¿Qué son? Y ¿Cuál pareció ser su actitud ante nosotros?

Tenía mucho interés en saber más al respecto.

-Quiero saber todo al respecto-Pedí a mi consejero con un gran deseo de saber qué estaba sucediendo.

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26/08/2015, 05:49
ZZLorien Oio

La capitana asintió, sonriendo educadamente pero no pareciendo ansiosa por la recompensa. Terminando su informe permaneció en un segundo plano mientras Lorien conseguía la atención de Adanel.

“Si raza, al menos asi los describieron en un principio.” Respondio el consejero que empezaba a revisar en sus túnicas por la carta. Aunque dejo de poner toda su concentración en ello cuando fue bombardeado por preguntas emocionadas de su rey. “Se llaman a si mismo como centauros y su actitud con los nuestros es algo bueno por el momento aunque al parecer les han puesto el sobrenombre de pequeños y hemos despertado su curiosidad ya que no tienen conocimiento de nuestra raza.”  Le explico respondiendo parte de sus preguntas.

“Lo que son es algo extraño, parecen una mezcla de caballo y elfo, aunque no todos poseen nuestras orejas, poseen un cuerpo mas fibroso y hay unos cuantos con distintos cuernos. Junto a lo que en general es un pelo más oscuro, pero también hay algunos con pelos igual de claros que los nuestros.” Continúo explicando haciendo una mímica con su mano para señalar su gran tamaño. “Nos llaman chicos por buenas razones y es que son tan altos como uno de los nuestros montando un caballo alto.” Dijo con media sonrisa.

“Oh y parecieron algo confundidos con nuestros animales equinos. Al parecer hicieron muchas preguntas sobre ellos, pero al final aceptaron la relación que tienen con nosotros sin que hubiera conflictos.” Porque para suerte de ellos los elfos no trataban solo como bestias de cargas a sus caballos. “Incluso participaron de una cena de ellos.” Dijo con una sonrisa alegre, tanto por lo bien que parecía salir y la buena noticia que le daba a su líder.

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26/08/2015, 17:01
zzAdanel Alagos

Escuché maravillado por la descripción de esta nueva raza, que al parecer eran  criaturas mitad equino mitad elfo, algo nunca antes visto por mis ojos, y además se comportaban de manera amistosa con nuestros emisarios.

-Bien-Exclamé con tono mucho más quedo que mi emoción, volviéndome  a enfocar en las decisiones que debían ser tomadas.

-Confío en los emisarios-Exclamé con fe en nuestro Jefe Diplomático designado para esta misión.

-Cuivië recibió instrucciones precisas-Le recordé a Lorien.

Habíamos instruido a nuestros emisarios para que prestaran atención a cada detalle de lo que se encontrasen, pero sin llamar la atención, y jamás actuando de forma ofensiva.

Les habíamos preparado para que observasen datos valiosos sobre el número de habitantes, fortalezas, debilidades,  armas, de donde las sacan, principales objetos de comercio, principales carencias, saberes que nos eran desconocidos, y que teníamos en común, a la vez de que era lo que nos diferenciaba.

Aquellos datos no serían puestos en papel, ya que podría fácilmente ser interpretado como una señal de hostilidad militar. Nuestros hombres deberían mantener esa información con ellos hasta que se encontrasen de regreso.

Habíamos instruido a nuestros hombres para no dar la posición de nuestra ciudad, y para no revelar ninguna de nuestras debilidades, como si no existiesen.

También los habíamos equipado a cada uno con distintos antídotos habituales, por si sospechaban que podían haber sido envenenados.

Sin embargo, era Cuivië (Despertar)  nuestro portador de la tarea más importante de todas:

La diplomacia.

Lograr un tratado comercial, una amistad, una alianza. Todas esas eran tareas para las que nuestro Diplomático había sido preparado con minucioso cuidado, puesto que era una misión de gran importancia para nosotros.

La partida llevaba con ellos varios de los collares más elegantes que la gente había entregado de buena gana para el beneficio de la misión.

Esos collares eran regalos de nuestra gente, y  eran llevados como símbolos de buena voluntad y amistad.

-Contéstale que me alegro enormemente de tener tan maravillosas noticias, y que me mande dos informes diarios, acerca de su bienestar, y que comunique al líder de los centauros, que le envío mis más cordiales saludos, y mis más sinceras bendiciones.

Esperé a que Lorien mostrara en su rostro que había captado el mensaje, o para ver si tenía algún comentario o acotación que hacer, ya que le había dejado claro últimamente, que apreciaba su consejo.

Luego de esto le recordé acerca de los preparativos del homenaje de mañana, y permití su retirada.

Que el Padre te guíe, Cuivië…

 

Notas de juego

Mensaje en el off

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26/08/2015, 23:54
zzCuivië


Mientras la alegría inundaba a la ciudad elfica, un nuevo mensaje partia por los aires encima de un pequeño pájaro. Aquel animal tenía la misión importante de transportar mensajes desde su dueño a la ciudad y gracias a la conexión con su dueño comprendía bien la importancia de su misión, por lo que volaba casi sin pausas.

El lugar donde debía ir lo hacia surcar por encima de los arboles hasta que finalmente el área de esto se volviera más escasa y una gran planicie se hiciera visible. Ahí mismo era mas sencillo encontrar a su dueño que dormía en una de las carpas de estos autodenominados viajeros que eran los centauros. Por suerte no necesitaba esperar a que se despertara teniendo la entrada de la carpa medio abierta.

Dentro lo recibió el elfo con unas cuantas semillas y una sonrisa de felicidad por su retorno. Tras unas pocas caricias y halagos, el diplomático saco la nota de su pie enterándose de las buenas noticias del hecho oscuro que ocurrió cuando se iban. No pensaba quedarse mas tiempo dentro,  pero aun si hubiera decidido dormir habría despertado con el ruido de pelea afuera. Temiendo lo peor inspecciono afuera luego de escribir Cerezo en una nota.

Sin embargo al salir se encontró que se trataban de dos centauros golpeándose entre ellos tanto con las manos como con las pesuñas. Era un espectáculo bastante violento e impresionante, Padre sabia que lo mejor seria que no hubieran malentendidos entre ellos.

Por lo que pronto dejo ese espectáculo para los demás centauros y algunos de los elfos para dirigirse a la carpa mayor donde esperaba el líder Centauro. Tal vez ya era momento de preguntar de donde vienen ya que sus asentamientos no parecían tan estables como los de los elfos.

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27/08/2015, 00:03
Amulius

Dentro de la carpa mayor se encontraba el lider de aquel grupo, Amulius. Un jefe al parecer muy respetado por su fortaleza y su rapidez para tomar decisiones. Se encontraba siendo vestido con la ayuda de una centauro femenina, incluso con la armadura de acero que le vio utilizar la primera vez que se encontraron. No parecia ser una armadura que fuera comun entre ellos por lo que Amulius lo tuviera mostraba un status superior.

Sin evitarlo tus ojos se movieron a la bella centaura, era joven en comparacion con Amulius. Aunque lo que te llamo la atension fue que llevaba puesto el collar que le habias entregado al lider.

"Cuivië? Pasa pequeño...como te prometi aparte cualquier asunto de la mañana para que pudieramos hablar." dijo con una sonrisa amistosa en el rostro mientras le hacia gestos con la mano para que se acerque a tomar un fuerte vino que tenia en su mesa. Una de las primeras cosas que habia averiguado el diplomatico que ellos producian el vino de una forma muy contraria a la de los elfos con el alcohol siendo un punto mas importante que el sabor.

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27/08/2015, 13:22
zzCuivië

Noticias magníficas desde nuestra ciudad.

El problema de los ataques se habían resuelto de forma rápida y segura para nuestra gente. Gracias padre...

Cuando me disponía a encontrarme con el jefe de esta particular raza de elfos equinos, escuché el sonido de lo que parecía ser una batalla. Cerezo, fue la palabra que escribí con celeridad, mas el papel permaneció en mi bolsillo luego de que descubriese la verdadera causa de los sonidos.

No alcancé a comprender, si aquellos centauros realmente estaban peleando sin importarles nada acerca del otro, o se trataba de algún tipo de entrenamiento demasiado acalorado. Como buen diplomático, me limité a no darle mayor importancia, y a no formular un juicio de valor.

Caminé entonces hacia la tienda mayor. Allí se encontraba Amulius, el líder de los centauros. Me recibió con una sonrisa, y de buen modo, como había sido desde el principio. No pude evitar notar que una centaura joven, y bella, lo estaba ayudando a vestirse, y que esta llevaba uno de los collares que habíamos traído como regalo.

Mmm... despues de haber pasado con ellos este tiempo, y viendo que era la mujer quien llevaba el collar, empecé a sospechar que al igual que la armadura le representaba fiereza y maestría en combate, el collar, al ser un objeto no bélico, sino ornamental, y de carácter social, podía ser visto como algo excesivo, o poco masculino. No podía tratarse de falta de uso, ya que la mujer lo tenía, por lo que debía ser que los hombres no lo usasen, o que acaso aquella centaura fuese muy importante para Amulius.

Me invitó a su mesa, a compartir su vino. Habíamos comprobado que las bebidas de los centauros tenían mucho mas alcohol que lo que estabamos acostumbrados, por lo que solo bebí un sorbo , para evitar incurrir en una ofensa.

-Debo deciros que han logrado una gran Maestría al momento de producir sus bebidas- Exclamé cordialmente. -Nunca había probado una bebida tan fuerte, que supiera conservar el sabor- Confesé sin faltar demasiado a la verdad. -Es una lástima que a mi gente nos haga mal las bebidas alcohólicas, de lo contrario no podría resistirme- Tenía que establecer con amabilidad el por qué, de que no bebiese demasiado. No quería faltar el respeto, pero no podía arriesgar por eso la misión de mi gente. -Agradezco mucho que te hayas tomado tiempo para recibirme-Exclamé con cordialidad.

Esperé un instante para escuchar si tenía algo que decir antes de continuar. Luego de esto continúe con lo que había venido a hacer. -Como comenté antes, vengo de una hermosa ciudad, que en estos momentos se encuentra en la búsqueda de posibilidades de crecimiento. Y buscábamos nuevos tratados comerciales, de los cuales todos podríamos beneficiarnos, y albergar la esperanza de una amistad- No había pasado desapercibido el hecho de que parecían ser nómadas, por lo que un tratado comercial debería ser planeado con cuidado, aunque de ser el problema la locación, podríamos establecer un punto intermedio donde intercambiar nuestros bienes. Aguarde en silencio, y di un pequeño sorbo al vino.

Notas de juego

No me asignaste a Cuivië.jaja. Y perdon por la falta de negrita, estoy desde el cel!

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27/08/2015, 18:38
Amulius

Una contundente risa salió del centauro luego que el elfo hiciera aquel comentario de su vino. “Bah, tampoco es para tanto. No es nuestra especialidad hacer bebidas, aunque las armaduras...” Comento mientras hacía movimiento con los brazos para asegurarse que la armadura estuviera bien sujetada. Cuando pareció estar satisfecho miro a la centauro “Y las lindas doncellas siempre nos salen con gran Maestria.” Dijo sonriéndole a la joven, que le devolvió la sonrisa acercándose a la mesa dejando claro que también formaría parte de esa charla.

“Si recuerdo lo que me comento, incluso he hablado con otros sobre tu propuesta.” Comenzó a decir antes de detenerse a tomar un trago largo de su tarro. “Seguro algo has escuchado en la noche o algún bocón te habrá contado que llevamos mucho tiempo viajando…” era algo cierto que tu grupo había escuchadode algunos borrachos que llevaban viajando hacia el sur por mucho tiempo. “Hay quienes desean asentarse, entre los que me encuentro yo, por lo que tu oferta bien podría ayudarnos mucho mientras nuestro pueblo es construido.”

La centaura por su parte se había empezado a servir vino para ella, jugando con el collar nuevo de ella mientras su cara parecía seria. “Por lo que en principio aceptaría una amistad entre nuestras razas.” Concluyo extendiéndole su mano desde arriba al elfo. “Ahora respecto a los tratos comerciales que pueden ofrecernos?” pregunto luego de estrechar la mano con el diplomático.

Notas de juego

La doncella en cuestion:

http://galeon.hispavista.com/criaturasmitologicas/...

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27/08/2015, 23:04
zzCuivië

Sonreí afirmativamente cuando Amulius habló sobre su maestría al momento de tener buenas mujeres.

-Sin lugar a dudas-Exclamé con tono cómplice- Las armaduras, y las doncellas con gracia y elegancia, son cosas que se les dan bien-Declaré intentando lograr llegar lentamente a ganarme a la centauro, quien podría ser una aliada al momento de la negociación.

-Sin ofender-Exclamé bajando la cabeza en un gesto de cortesía.

Escuché su historia sobre su viaje hacia el sur, y sobre su deseo de asentarse.

Mi mano se tendió hacia el líder de los centauros, cuando la amistad entre nuestros pueblos había sido tomada como algo deseado al momento de establecerse.

Magnificas noticias…

Escuché con atención, como Amulius estaba también dispuesto a conversar acerca de nuestros posibles tratados económicos.

-Bueno-Repuse analizando las distintas alternativas.

-Como ya han visto-Dije señalando al collar de la Centauro- Contamos con Joyeros expertos, capaces de realizar trabajos de muy buena calidad- Declaré con modestia.

-Pero entiendo bien cuáles son las prioridades al momento de asentarse-Exclamé antes de que pudiese replicar a la idea de las joyas, con comprensión de lo que realmente es importante al momento de establecer un poblado.

-Tengo entendido que el cuero es un material necesario al momento de crear una armadura­-Declaré intentando llevar una línea de razonamiento.

-Para evitar el contacto directo del metal contra la piel-Continué con la línea que intentaba crear.

-Ahora bien, es relativamente fácil conseguir cuero de los animales que persigues, siguiéndolos a  medida que se alejan. Pero el asentarse en un lugar traerá miles de beneficios, pero no poder seguir a los animales mientras se desplazan, es una de sus pocas desventajas.

En esta situación, necesitarías enviar a más de los tuyos para conseguir cuero, material necesario para fabricar armaduras de calidad, que son necesarias para una mayor seguridad al momento de establecer una comunidad, y al disponer de ellos para la obtención del mismo, se debilitaría el potencial de defensa que, a pesar de que estoy más que seguro que por vuestra maestría en combate tienen muy buena defensa, nunca se puede pecar de precavido.

Aguardé un instante para que comprendiese el punto hacia el que me estaba dirigiendo.

-Tenemos un Taller de Cazadores, entrenados en el arte de la obtención de carne y demás productos provenientes de los animales-Le confié sin mayores rodeos.

-El cuero es uno de estos productos, y es un bien con el que contamos al momento de negociar-Dije sin faltar un momento a la verdad.

Dejé que analizaran mi planteo, mientras yo consideraba más formas de presentar nuestras posibilidades comerciales ante aquel nuevo amigo de nuestra gente.

-También podríamos contar con algunos alimentos, como peces, carne de caza, y frutas-Declaré considerando lo necesario que es el alimento.

-La comida es un recurso fundamental, y hasta lograr obtener una fuente propia de alimento, tal vez este recurso sería de utilidad.

Guardé silencio por unos momentos, observando sus gestos, y escuchando sus palabras.

-Como muestra de buena voluntad, e incluso de que no buscamos más que un mutuo crecimiento, y no una posición de dependencia o desventaja para ninguna de nuestras gentes, les propondré algo-Confesé con total sinceridad, y en busca de crear lazos de alianzas más duraderas

-Estamos en búsqueda de alianzas sólidas, y gente noble a la que llamar hermanos. Por eso les informo de lo que a mi humilde parecer, podría ser de gran ayuda para que el asentamiento eche raíces profundas.

Contamos con un amplio conocimiento de plantas y animales, que no dudo que ustedes posean. Pero me refiero más puntualmente a la domesticación, y a la cría y cultivo de estas especies-Declaré recordando los bosques de cerezos, los pavos, y demás plantas y animales que podrían ser comerciados, para proveer un recurso alimenticio estable a largo plazo.

Esto sin duda se trata mayormente de una inversión a largo plazo, debido a que llevará tiempo obtener una fuente de comida, lo suficientemente grande como para causar el autoabastecimiento- No iba a mentir en nada de lo que decía, ya que no me gustaba intentar engañar a los demás, sino más bien era partidario de convencer con la verdad.

-Claro está, que mientras antes se comience su cultivo, y crianza, antes se percibirá un beneficio de ellas, y una fuente de alimento sustentable, es primordial- Los observé con mi mirada más amable posible. Acababa de proponer varias posibilidades muy necesarias para un poblado en vistas del establecimiento.

-Como os dije-Exclamé con humildad, e intentando generar cercanía.

-Buscamos un mutuo crecimiento, y nos gustaría tener aliados a los que poder llamar “Hermanos”- Permanecí en silencio. Nada había por agregar.

Ahora solo quedaba ver si mi entrenamiento había servido para algo…

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28/08/2015, 06:08
Amulius

La joven sonrió con picardía regalándote un guiño que por alguna razón te generaba cierto nerviosismo con el aura que ahora mostraba la joven. Mientras Amulius solo sonreía y sacaba importancia al comentario con la mano.

Amulius espero paciente mientras decías tus palabras, pareciendo analizarlas mientras de vez en cuando mirando a la joven. “Lo que dice tiene mucho sentido, si bien nos gustaría comenzar a trabajar armaduras con hierro u otros materiales parecidos, parece que por el momento deberemos conformarnos con el cuero.” Comento rascándose la barba mientras continuaba escuchando.

“Un buen alimento seria de agradecer, aunque nuestra dependencia no será tan grande como piensa si bien hemos viajado mucho traemos con nosotros criaturas que domesticadas que solo necesitan que nos asentemos para que puedan reproducirse.” Le comento con cierto orgullo, que si bien aceptaría aquel intercambio no parecia pretender que se dependiera mucho de ellos. “Además la caza no es un problema para nosotros, nos ayuda a crear vínculos.” Explico dándote un poco de datos sobre sus costumbres.

Luego volvió a escuchar paciente cuando el elfo empezó a proponer una alianza que los convertiría en hermanos. “Creo que no he entendido. Ustedes pretender enseñarnos a criar animales de la zona y cultivar las plantas también a cambio de una alianza solida entre nuestras razas?” pregunto curioso dándole una mirada de costado a la joven que había comenzado a tomar.

“No es como si lo rechace o me sienta ofendido por lo que dice. Solo es que me parece muy generoso de su parte…algo a lo que nuestra no está muy acostumbrada por decirlo de alguna forma.” Dijo medio sonriendo mientras parecía acomodar su armadura dejando ver una vieja herida en el hombro.

Suspiro “La verdad no sé si podremos llamarnos hermanos, ya tenemos algunos que se separaron de nosotros en el viaje y a esos centauros los llamamos hermanos. Pero ustedes, los elfos. Son bastante peculiares.” Dijo con sinceridad examinándolo de vuelta como si buscara algo malo en el mensajero. “Tal vez solo será cuestión de tiempo.”

Notas de juego

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31/08/2015, 15:45
zzCuivië

Escuché sus palabras con atención, y una sonrisa sutil en mis labios. Mis ojos se entrecerraron  casi imperceptiblemente, otorgando cierto aire de contemplación.

-Si-Exclamé cuando finalmente hubo concluido.

-Tal vez solo sea una cuestión de tiempo-Establecí- La oferta seguirá en pie cuando ese día llegue-Le dije acentuando mi sonrisa, y haciendo cierto gesto de respeto con la cabeza.

-Ahora bien. Ya sabes qué podemos ofrecerles en su establecimiento en estas tierras- Dije retomando un aire más propio para el comercio. Habíamos establecido una “amistad” diplomática. No así aún una alianza más duradera, pero dejé en claro que cuando estuviesen listos para ella, nosotros los trataríamos como hermanos. Por ahora solo nos unía este nuevo lazo, y estas eran muy buenas noticias. Solo quedaba sellar ahora tratados comerciales.

-¿Qué tratado comercial pueden ofrecernos, entonces, para mutuo beneficio?- Intenté que me pregunta sonase lo más casual y bien predispuesta.

Era hora de forjar lazos comerciales.

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01/09/2015, 16:13
Amulius

Asintio varias veces dejando en claro su acuerdo ante aquella posibilidad en un algun momento del futuro. “Bien.”

“Mmm…” ante tu pregunta se quedó pensando dando una mirada a la mujer centauro. “No podemos hacer joyas como ustedes, pero si encontramos una beta de hierro por estos lares entonces en un futuro podremos crear armaduras mas resistentes que el cuero.” Afirmo con toda seguridad señalando la armadura que llevaba. “Luego que pase un tiempo si tenemos la suficiente siembra tambien intercambiaremos alimento, incluso cazaremos animales que seguro no viven en tu bosque.”

Entonces antes de continuar tomo el pomo de su espada pero no la desenvaino. “Finalmente también podemos ofrecer nuestra fuerza y potencia. No voy a juzgar a su raza por solo su grupo de exploradores pero imagino que no pueden correr tan rápido como nosotros sin uno de sus caballos o que en una embestida no pueden arroyar por encima de un enemigo.” Comento con seriedad pareciendo volver a analizar físicamente a Cuivië como lo habia hecho la primera vez que lo vio. “Nosotros podríamos ser un factor importante en sus batallas, sea contra quien sea.”

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01/09/2015, 18:40
zzCuivië

Escuché con atención las palabras del centauro, analizando cada una de las posibilidades que me planteaba.

Hablaba sobre la posibilidad de crear armaduras de metal, cuando encontrara metal. Aun así, no pasé por alto el hecho de que su armadura tenía una gran proporción de cuero, cosa completamente lógica, ya que según entendía, el metal en contacto directo contra la piel era devastadoramente incomodo, y por eso se hacía una base de cuero, pero me limité a escuchar atento.

“…en un futuro podremos crear armaduras más resistentes que el cuero…”

Me habló sobre el asentamiento de sus cultivos, y de cómo podríamos intercambiar alimentos, una vez comiencen a cazar y recolectar lo que aún no había sido sembrado.

  “Luego que pase un tiempo, si tenemos la suficiente siembra, también intercambiaremos alimento, incluso cazaremos animales que seguro no viven en tu bosque.”

Luego me habló sobre la ventaja táctica que sería tenerlos como parte de nuestro ejército.

“Nosotros podríamos ser un factor importante en sus batallas, sea contra quien sea.”

No había podido evitar notar que todos los enunciados tenían un supuesto. Una proyección a futuro, un tal vez, un si las condiciones se dan, y la guerra se libra…

-No te falta verdad, amigo mío-Le dije a esta última frase.                         

-La fuerza y maniobrabilidad de su gente es algo totalmente innegable-Admití sin nada que ocultar.

Me mantuve en silencio un segundo.

-¿Has visto como los dientes de león son distintos según la zona en la que se los plante?-Exclamé rememorando las prácticas de los botanistas, cuando me enseñaron esta lección.

-Los mismos gajos, tomados de la misma planta madre, plantados en lugares distintos-Proseguí con cautela mientras rememoraba la experiencia que había presenciado con mis propios ojos, al recrearla por el puro amor de comprender los misterios de la naturaleza.

-El gajo que se plantó en la montaña, fría y ventosa, permaneció de baja estatura, un poco más opaco, pero sus hojas se hicieron mucho más gruesas, y sus tallos mucho más resistentes y fibrosos-Lo observé con respeto, mientras gesticulaba con las manos, explicando las características del espécimen.

Pasé mis ojos con igual respeto por la centaura, ya que la charla también se dirigía a ella.

Volviendo mi vista a Amulius proseguí.

-El otro gajo, sin embargo, se plantó en el valle, soleado, con poco viento.

Todos pensarían que al ser hijos de la misma planta serían iguales…

Los observé para que pensaran implícitamente una respuesta.

-Pues para maravilla de nuestros botanistas, la planta del valle se volvió alta, delicada, de hojas más anchas, y colores más verdes. Incluso superó a su hermana en la cantidad de flores que mostró siempre luego de sus primeras floraciones.

Los miré a ambos con los ojos ligeramente entrecerrados, analizando la experiencia.

-¿Había acaso la planta del valle logrado un mejor desarrollo? ¿Era la planta de la montaña menos valiosa por no poseer más flores?

Una leve sonrisa se dibujó en mis labios.

-No-Exclamé con total confianza en mí tan valioso aprendizaje.

-La planta de la montaña se adaptó al frío, al viento, y a la tierra pedregosa, siendo bajita y fibrosa para no romperse, y teniendo solo una flor, para no morir, ya que la producción de más flores incurriría en un gasto de nutrientes que no podía obtener en esa tierra pedregosa.

La planta del valle aprovechó el sol, los nutrientes, y las condiciones del viento, para volverse más alta, y llamativa a los animales que la ayudaban a esparcir su polen, y para producir más flores que le asegure mayor descendencia.

Una debió volverse más dura, y tener una flor que engendrara semillas más resistentes, y la otra debió volverse más productiva, para obtener ventaja de las condiciones favorables.

No es la planta de montaña más débil por tener menos descendencia, porque la del valle no resistiría el clima de la montaña, ni es la planta de montaña la más productiva, porque no puede engendrar más plantas… Son así… Solo… Diferentes…

Guardé silencio un minuto. La naturaleza nos enseñaba muchas lecciones. Muy valiosas en su mayoría.  Solo era cuestión de escucharla, para aprender su verdad.

-No dudo que la velocidad y la fuerza aseguren el éxito en el valle-Exclamé con respeto- Porque sin dudas deben ser los seres del valle, más fuertes que nos hemos encontrado.

Pero así también,  la destreza, el sigilo, y movernos con rapidez entre los árboles, son lo que han asegurado la supervivencia, y el éxito de nuestra gente.

Estoy totalmente seguro de que sus habilidades en combate son insuperables. Pero no podemos olvidarnos del lugar donde las usen.

Como dices, a diferencia de ustedes, nuestro fuerte no es el campo abierto, por eso mismo aprendimos a movernos en los bosques.

Lo observé con desenfado, como muestra de que no lo decía como ninguna forma de vanagloriar a mi gente.

-No somos mejores, ni peores en la batalla-Exclamé con tranquilidad, creyendo cada palabra- Ambos tenemos fortalezas y debilidades diferentes. Todos somos en algún punto hijos de la misma planta, algo nos une a todos, la vida. Solo nos plantaron en lugares diferentes… Adaptados a ambientes diferentes…Somos así… Diferentes en muchas cosas… Pero iguales en lo que de verdad importa…

Guardé silencio unos momentos, esperando una interiorización de las palabras que habían salido de mi corazón.

Había sido una lección muy importante, que había disfrutado mucho en aprender, y me había ayudado a ver la vida de una manera distinta.

Esperaba que le ayudara a comprender más la mirada de mi gente, y para demostrar que mi gente no mendigaba su ayuda, como ellos tampoco mendigaban la nuestra.

No somos inferiores ni superiores, y aunque nos llamasen pequeñitos, solo nuestra altura era menor, porque nuestro valor era el mismo, con todas nuestras miles diferencias, al final solo somos distintos seres de igual valor.

La vida no discrimina...

-No será de nuestras similitudes que se beneficiará nuestra gente- Declaré, dejando claro que nuestra gente significaba centauros y elfos.

-Sino de lo que nos diferencia- Dije con una sonrisa.

Esperé un segundo antes de proseguir...

-¿Te gustaría entonces hacer una tratado comercial por el cuero? -Pregunté con calma.

-Habría que ver cuantas unidades necesitarías, y que puedes proveernos a cambio- Ya ambos habíamos hablado sobre nuestros posibles recursos. Ahora le ponía de facto qué material, por el cual él se había mostrado interesado, estaba poniendo sobre la mesa, y esperaba que él hiciese lo mismo. 

Notas de juego