Partida Rol por web

El alcalde asiente, pensativo. "Ah, pues sí, pues sí, un buenhombre con un mon... monu... con un cristal en el ojo pasó fará sus buenos dos días, y se marchó allá lejos, a las montañas, aunque todos le dijimos que sus quedaran, él y sus hombres. Cuatro espadas lo acompañaban, así armados con las sus espadas y con armaduras, también", os explica el barbudo con su común antiguo.

Tras disfrutar esa noche del conocido suelo de la cabaña del alcalde, al día siguiente os despiertan los gritos de sus churumbeles, y partís tempano camino a las montañas que se levantan en el horizonte, enormes e imponentes. Marie parece entusiasmada con el viaje; sus pies se han acostumbrado al camino, y no deja de tararear una cancioncilla picante mientras marcha a saltos junto a Eldon.

El fin del verano se acerca, y aunque el sol sigue luciendo, brillante, en un cielo sin nubes, un viento inclemente comienza a soplar desde las montañas agitando las ramas de las coníferas que crecen a sus pies.

A pesar del fresco, vosotros seguís caminando todo el día, entre cañadas y senderos, ya que el camino real no atraviesa la cordillera en este lugar. Pronto, Thorgar comienza a orientarse: aunque nunca ha pasado por estos caminos, la disposición de los mismos es parecida a los que él conoce: serpentean salvando colinas y altos, y se dirigen al corazón de la montaña.

Afortunadamente, este primer día no sucede nada, a parte del frío que viene de las cimas y que se os mete en los huesos cuando el sol deja de protegeros. Y sin embargo, algunos de vosotros sí que notan algo raro; Eldon, Max y Thorgar, creen vislumbrar una sombra en la lejanía, que viene siguiendo al grupo furtivamente. Sea quien sea, cuando volvéis la vista hace lo posible para ocultarse.

La noche llega, y pasa fría pero tranquila. ¿Seguiréis al día siguiente?. ¿Intentaréis ver quién os sigue?. Thorgar calcula dos días más antes de comenzar a subir las montañas...

Os informo, para aquellos que nos hayáis dado cuenta, que alguien viene siguiendonos desde hace un tiempo. - comento, en voz muy baja, durante la noche, cuando nos sentamos alrededor de un fuego para calentar nuestros fríos cuerpo, mientras aprovechamos para cenar. - No se vosotros, pero me incomoda tener a alguien o algo a mi espalda sin saber quien es, así que deberíamos idear alguna forma de sorprenderlo antes de continuar avanzando. - agrego, hablando siempre en voz baja.

Sin duda no andará muy lejos de aquí, así que voy a dar una vuelta a ver si lo descubro, estad atentos. - agrego, poniendome en pie, sonriente. - Vuelvo enseguida, necesito algo de intimidad para lo que voy hacer. - afirmo, ahora en un tono de voz normal por si la sombra estuviera escuchando y tras mostrar una sonrisa, me pierdo entre la maleza y los árboles, dispuesto a dar un gran rodeo para intentar sorprender a quien anda siguiéndonos...

Disfrutando de las aventuras con mis amigos, me paseo por Trigorado durante unas horas. Luego de invitar a un trago a la joven aldeana que intenté seducir en nuestra otra visita, cenamos y disfrutamos del recuerdo de nuestro combate contra la bestia de Chult....
Ya en nuestro improvisado campamento:
Siguiendonos? Digo en un susurro ante las palabras de Eldon.
Alguno de ustedes vio algo? pregunto entonces en voz baja a Max y Thorgar.
Entonces, Eldon se despide y mientras me sirvo algo de comida y bebo agua de mi cantimplora, aprovecho para hechar un vistazo a lo lejos.

Lanzo unas sonoras carcajadas ante las frases de Eldon.

-Si, lo he visto.-digo entre dientes mientras río.

-Disimulen, que nos están mirando.-agrego para información de Frederick, que no sabía que estabamos siendo observados.

-Y no traigas madera húmeda, como la otra vez, pequeñajo!-le grito a Eldon, mientras se levanta y se va, para que no sospeche tanto quien nos sigue.

Después de un día agotador de caminata continua y algo mosqueado por ver que alguien nos sigue, llega el momento de descansar y coloco una piedra con la forma correcta para asentar mis posaderas.

Si, yo también lo he visto, lleva siguiéndonos todo el día susurro como respuesta a la pregunta que dejo caer Frederick.

La noche es fresca y ventosa en las faldas de las montañas; el sendero estrecho y pedregoso que seguís queda a vuestra izquierda, y organizáis un campamento aprovechando los troncos de algunos pinos. Tras encender una hoguera y preparar algo de cena, Eldon se marcha en busca de vuestro misterioso perseguidor, con la mirada angustiada de Marie clavada en su espalda.

"Le puede pasar algo... deberia ir con él", dice tímidamente mordiéndose el labio inferior.

Tras dejar atrás el campamento, Eldon se da una vuelta por los alrededores intentando localizar al perseguidor, pero no consigue hacerlo; sea quien sea, se ha buscado un buen refugio donde esconderse, o... ¿quizás sólo fueron imaginaciones suyas, y nadie les está siguiendo?.

Sea como sea, el tiempo pasa, y la noche es para descansar, así que finalmente vuelve al campamento; si no echa una cabezada, mañana no podrá seguir el ritmo de marcha del grupo.

Esa noche, descansais a pierna suelta, (nadie dijo que se organizaran guardias), pero al día siguiente os encontrais con una desagradable sorpresa; algo entró en vuestro campamento, y estuvo removiendo aquí y allá mientras dormíais. Por las huellas, seguramente un lobo o un perro vagabundo. Sea como sea, se ha llevado el saco en el que Frederick guardaba sus provisiones, seguramente para devorarlas.

Las huellas están bastante claras en el suelo, pero seguir a la bestia podría no ser tan fácil más adelante, y si Gilberto ha pasado por aquí, más vale no retrasarse, o lo perderéis.

El día amanece soleado y caluroso; parece que el verano da sus últimos coletazos. ¿Seguiréis adelante?. ¿Perseguiréis a la bestia come-raciones?. ¿Organizaréis una cacería de quien os sigue?. Es vuestra decisión ;)

Tras mi infructuosa búsqueda, vuelvo al campamento algo enojado a causa de mi fracaso...

No he encontrado a nadie, sea quien sea el que nos persigue es muy bueno en no dejarse ver... - explico, antes de ponerme a dormir bien cerca de Marie, buscando que su presencia, cercana, aplaque mi frustración y calme mis nervios...

Al amanecer, mi animo se despierta de nuevo jovial y alegre todo y la desaparición de parte de los vivieres, pues eso no ha sido más que un error por nuestra parte...

mmm, parece el acto de algún animal, y no de quien sea que vaya tras nosotros, en noches sucesivas lo mejor será hacer guardias. - afirmo, mientras almorzamos antes de recoger el campamento. - Y en cuanto al asunto de anoche, bueno, mientras avancemos pensemos en una forma de emboscar a nuestro perseguidor, no sería conveniente tener a un enemigo a nuestra espalda cuando alcancemos a Gilberto.

La nueva mañana trajo un espectáculo de raciones robadas.

-Maldita sea! Debí haberme quedado despierto!-exclamo, amargado por la pérdida de comida.

Luego de las palabras de Eldon, decido que tiene razon:

-Si, es mejor que sigamos. Yo haré la ultima guardia.-digo algo abatido por la situación.

Cita:

Te quedaste dormido? pero si tu harias la primer guardia Thorgar...como la ultima ves.
Al parecer, no nos habiamos puesto de acuerdo con los turnos, y por un error que pudo costarnos la vida, todos nos habiamos dormido al principio.
Está bien, yo ya he dormido bien, asi que si quieres descansa algo más...

A la mañana...

Cita:

Que propones Eldon? Quizas tu que eres más pequeño, puedas quedarte escondido a la espera de que pase cerca de aca.?

La verdad es que estaba pensando en algo así... - comento, en voz baja, tras las palabras de Frederick. En cuanto avancemos un rato, me desviaré para dar un rodeo y esperaré un rato para intentar situarme detrás de quien quiera que nos ande detrás. Será arriesgado, pero menos que ser atacados por la espalda.

Me espabilo tras haber dormido como un campeón.

Me levanto con una gran sonrisa, la cual se me quita al descubrir que hemos sido victimas de un robo de comida. jo, seremos tontos, mira que no hacer guardias y ahora a racionar los alimentos, con lo que me gusta a mi comer .

Esto no podemos dejar que se repita, si en vez de ser una alimaña con hambre, hubiese sido un asesino... ahora no estaríamos aquí llamándonos idiotas a nosotros mismos .

Dejémoslo estar y pongámonos en camino para hacerle pagar todas nuestras frustraciones al tiparraco del monóculo .

Así pues, y tras recoger un poco el campamento expoliado por la bestezuela, os ponéis de nuevo en camino siguiendo el sendero pedregoso que, suponéis, ha seguido antes vuestra presa. El sol se levanta en un cielo azul sin nubes, y os tuesta el rostro tras despuntar al otro lado de las montañas.

Cuando llevais un rato de camino, parece que Eldon decide echarse atrás disimuladamente e intentar localizar a quien sea que os siga; todos estais de acuerdo, así que os separais, y seguís camino; el grueso del grupo por el camino, y el mediano un poco más atrás, no sin antes recibir un abrazo de Marie;

"Eh... ten cuidado, ¿vale?... no me gusta que vayas solo, me gustaria acompañarte... pero bueno... ten cuidado", dice compungida cogiéndole la mano.

Te retrasas tras despedirte de Marie, y en vez de caminar por el sendero te pierdes un poco en las cañadas y entre las rocas y bosquecillos de pinos que abundan en estas latitudes. Intentas vislumbrar en algún lugar la figura que tan diestramente crees que os sigue, pero no consigues localizarla, y lo único que avistas es un grupo de cabras montesas, un viejo refugio con el techo hundido en la lejanía de otra montaña, y el cadáver de un orco que, tras investigarlo, decides que fue presa de un hipogrifo de las montañas.

Afortunadamente, los árboles entre los que te mueves te protegen de la solana, eso que ganas :P. Pero cuando pasa el mediodía, no has encontrado a vuestro perseguidor. ¿Seguirás buscando, o volverás junto al grupo, que camina unos cientos de metros por delante de tí?.

Véis cómo la espalda de vuestro amigo halfling desaparece entre las cañadas y los bosquecillos de pino que abundan por estas latitudes, y seguís camino. El sendero serpentea por la falda de la montaña, evitando así tramos de roca intransitables por su pendiente. Vosotros lo seguís a buen paso, durante unas horas, hasta que el sol os cae sobre la cabeza marcando el mediodía.

Aunque al principio vuestra acompañante miraba de vez en cuando a vuestra espalda, tras las cuatro horas que han pasado desde que partisteis no hace más que buscar a Eldon con la mirada. "Estará bien ¿verdad?. No le va a pasar nada ¿no?", dice nerviosa. "Quizás debería ir a buscarle... chicos, ¿puedo retrasarme yo también?, es que... es que estoy preocupada", exclama.

Han pasado ya cinco horas desde que os pusisteis en marcha, y está llegando la hora de parar para comer. Notais las piernas cansadas, y Eldon no ha vuelto todavía. Lo único que habéis visto en vuestro ascenso ha sido un refugio con el techo hundido, situado en la lejanía de la falda de otra montaña, y la sombra de un hipogrifo que vigilaba un bosquecillo de pinos. No habéis tenido ningún problema. ¿Dejaréis ir a Marie a buscar a Eldon?. ¿Iréis vosotros?. ¿Le esperaréis?. ¿Seguiréis adelante?. Vuestra decisión ;)