Partida Rol por web

El anciano baja del alto desde el que os observa y se acerca para increpar.

Tan solo 18 vacas, ¿dónde están las 24 restantes? Este no es el resultado que os hemos exijido.

No sois merecedores de vítores, pero vuestra obra es agradecida, pues evitará que este invierno muramos todos de hambre.

Tras el desagradable discurso, se encara a Alexander. Le clava la mirada altaneramente y se dirige a Stephen.

¿Es uno de los que nos robaron las vacas? Si es así, será juzgado y le lincharemos.

Se da la vuelta para regresar al altozano desde donde espera la respuesta.

Al oir las palabras del anciano sobre linchamiento, los niños se apartan de Alexander, (más conocido como Omigo) y los clamores y los vítores de rabia se dejan oír. Las gentes de este pueblo quieren sangre.

Sonrío al anciano, y me abalanzo hacia él para darle un abrazo. Que viejete tan amable,uyyyy mira como me saludan todos. Me giro hacia la multitud que grita, esfuerzo por articular algo de lo que dicen:

-¿Lincherlo?...LINCHEEEEEERLOOOOOOOOOOO!!!!,

Grito creyendo saludar a toda la aldea. Levanto los brazos y sonrío abiertamente.

- SANGRA!!! OMIGOOOOOOOOOO!!!

Mi sonrisa se transforma en una feliz carcajada.

Ewan quiso responder con todas sus fuerzas al anciano pero no le habia preguntado a el y la reprimenda que la ultima vez hacia sufrido por contestar cuando no era su turno todavia le dolia en su orgullo.
-Eso no es asi... vamos Stephen cuentale toda la verdad con pelos y señales...

Pero al ver como la gente gritaba que el extranjero fuera linchado, Ewan le dio la espalda por un instante al anciano para hacer un gesto de calma y silencio a sus vecinos, momento justo en el que el extranjero, en sus locos actos se abalanzo sobre el anciano vitoreando lo mismo, que el resto.

El joven Ewan alarmado se tiro de los pelos, ahora era el, quien debia de correr tras el extranjero y detenerlo pues, un anciano encolerizado era mil veces peor que cualquier demonio.
-¡NO omigo! ¡NO! ¡Te estas condenando!-Le grito a todo pulmon antes de intentar separarlos del abrazo a ambas personas. A duras penas consiguio separar a Alexander del anciano.
Desde luego es un hombre con mucho cariño para dar pues le costo horrores apartarlo aunque fuera un poco.

-¡Se esta equivocando señor, es un extranjero, un salvaje, no tiene ni idea de lo que esta haciendo, disculpele y haga callar a la gente para que podamos contar todo los sucedido!-Gritaba alarmado mientras sujetaba con fuerza al orondo ruso el cual tenia una cara mas alla de la duda y la incertidumbre.

El anciano al oír a McTreat, al que no soportaba. No le miró pero hizo callar a toda la tribu alzando sus brazos.

Stephen dime, ¿que ha ocurrido?

La masa se tranquiliza y espera las palabras de Stephen. Pero no pierden de vista al extraño hombre que parec tomarse a broma su ejecución.

Las palabras duras del anciano atronaban los oídos de Stephen. Después del sufrimiento y de los terrores padecidos en esa tierra maldita se encontraban con ésto. La responsabilidad siempre pesaba, continuamente, pero era en estos momentos que sería capaz de aplastar al hombre más fuerte. Stephen bajó la vista, había fallado a su gente. El esperaba un gran recibimiento, ser tratados como heroes, pero no había nada de eso, solo reproches.

¿Es uno de los que nos robaron las vacas? Si es así, será juzgado y le lincharemos.-al oir esto alzó repentinamente la vista.

¿De quién está hablando?...Oh dioses, no.

Stephen pensaba que este extraño hombre era otra víctima más de este cruel mundo, es cierto que no confiaba de todo en él, pero no menos que cualquier otro ser humano que hubiera encontrado. Además esas criaturas parecía que también hubieran acabado con él si le hubieran encontrado.

"Omigo" pareció reaccionar de manera increible, su semblante semejaba alegría, empiezaba a gritar junto a la multitud y reir a carcajadas. Stephen vio como Ewan reaccionó airadamente intentando defender al extranjero - -¡Se esta equivocando señor, es un extranjero, un salvaje, no tiene ni idea de lo que esta haciendo, disculpele y haga callar a la gente para que podamos contar todo los sucedido!

No, no dejaría que nadie le pusiera un dedo encima, se enfrentaría a quien fuera. Sus músculos se tensaron en un reflejo instintivo observando a la muchedumbre.

Stephen dime, ¿que ha ocurrido?- dijo el anciano mientras clavaba su duros ojos sobre él y su rostro mostraba una máscara impasible. Ahora era el momento de las palabras, que todos conocieran todo lo que les había ocurrido en su increíble viaje.

Venerable anciano, cuando...-las palabras comenzaban a brotarle, pero el furioso ruido de la multitud apenas sí le dejaban oirlas a si mismo.

¡Callad por los dioses! ¡Escuchad todo lo que nos ha ocurrido!-su voz tronó como un relámpago furioso en medio de una tormenta. Alzó también los brazos para dar más énfasis y llamar la atención de todos.

Hemos caminado muy lejos, más alla del territorio de nuestra tribu en busca del ganado. Caminamos muchas leguas hacia el sur hasta que encontramos un rastro de excrementos de vaca. Poco después observamos algo increible...-hizo una pausa para observar a su auditorio. Parecía que había conseguido captar su atención.

...vimos una extraña criatura surcando los cielos. Volaba como un pájaro y zumbaba como miles de mosquitos a la vez, pero no tenía alas. Fuimos en pos de él y le seguimos hasta detrás de unas lomas. En la profunidad del valle se alzaba una enorme choza de extraños colores y estaba habitada por...¡los demonios! Seres gigantes, de aspecto horrible y extraños poderes.-mientras hacía una pausa tomando aire, se dió cuenta de que algunos miembros de la tribu comenzaba a mostrar temor en sus rostros.

Las vacas, nuestro ganado se encontraba allí en ese valle, sin embargo aquellos demonios comenzaron a lanzar mortíferos rayos aniquilando a la mayoría de ellas. Por eso hemos traido tan pocas hasta aquí. No ha sido culpa nuestra ha sido de los demonios.

Este extranjero que ha venido con nosotros, no es más que otra víctima de los demonios, consiguió escapar de allí y le acogimos entre nosotros. Este hombre no es el culpable de nada.-miró al anciano y endureciendo el rostro y clavando sus ojos en los de éste dijo-Este hombre merece nuestra hospitalidad de acuerdo a nuestras costumbres. Además nos puede ser muy útil para contarnos más cosas de aquellos horribles seres.

Giró su rostro y se dirigió al resto de la tribu- Como comprobaréis este hombre no habla bien nuestra lengua y habrá que ayudarle para entendernos con él.

Por cierto, si alguien le pone la mano encima a "Omigo" tendrá que verselas conmigo.

Cuando terminó su discurso, volvió el rostro de nuevo al anciano esperando su reacción.

Ewan escuchaba con atencion al lider de su tribu, como asi habia sido su padre y el abuelo de este, siempre el peso caia sobre la misma familia y asi seguiria siendo asta que el ultimo hijo de ellos no tuviera decendencia o al menos eso es lo que siempre a pensado Ewan, que a pesar de no mostrar demasido respeto por la autoridad tanto de el autoritario Stephen como de los dictatoriales ancianos, si que sentia respeto por las palabras que mencionaba ahora. Como en otras tanta ocasiones siempre y cuando su tono no sonara mas alto que el graznar de cualquier aguilucho.

Al terminar de escuchar las palabras del fornido barbudo y ver las caras y gestos de asombro del resto de la tribu, MCTreat que aun estaba sujetando ahora simplemente apollado en el barbaro mas que ejerciendo presion, se giro al anciano soltando al feo omigo, para alzar los brazos.
-¡Veis! ¡Son monstruos enormes! Como la vez que conte mi "loca" historia sobre lo sucedido en mi expedicion a las cuevas cercanas, reconoceria esas facciones asi como, la corpulencia o el tamaño de la bestia que os describi en su dia. No estaba borracho ni cansado, ¡ERA CIERTO! ¿Ahora me creereis?-Miraba con la boca abierta buscando una bocanada de aire mientras movia la cabeza a cada instante alternando su vision con la imagen del anciano o el llamado omigo.

-El podra contaroslo, ¡Salio de alli y dijo que era su comida! ¡Son demonios que devoran barbaros como nosotros vacas!-Agarro el brazo del ruso para que este se acercara un poco mas.-Cuentaselo Omigo, cuenta lo de los mooooonstruos y lo de comer ¡ñan ñan!-Se ayudaba con gestos usando la mano libre que no sujetaba la extranjero con la experanza de que este le entendiera.

Ewan una vez mas habia olvidado ante quien estaba o como debia de responder en ese lugar, solo esperaba que el barbaro volviera a explicar al anciano lo que le advirtio a el horas antes.

Al dejar de hablar con la lengua torcida, observaba a los otros dos compañeros; Linda la preocupada grajera y el esceptico a la vez que religioso de Archiwald, para que le dieran apollo en sus palabras, pues ellos habian sido tan testigos como el.

Miro a mi alrededor, la gente no para de articular sonidos que golpean incesantemente en mis oídos. Mi cabeza sube y baja pretendiendo hacer ver que comprendo lo que dicen...

Ñam, Ñam. ¡Eso lo he entendido! Pero ¿qué pretenden? ... que elija a una vaca para la cena... ummm extraños humanos estos, mírales con sus falditas. Supongo que deberé hablarles despacio para hacerme comprender.

Me desplazo lentamente hacia las reses, las observo detenidamente. Las palpo y doy alguna palmadita ... Tras unos breves instantes elijo uno de los animales, sin lugar a dudas es la mejor. Miro al anciano, mientras señalo la vaca con el dedo.

-Ñam, Ñam...

El rostro del anciano me dice que algo no marcha bien, aunque no logro saber el qué. Creo que es el dueño de las reses. Lástima, parece que no está dispuesto a dejarnos una para el banquete de bienvenida.

YA silen, i ya - ohotnik. YA - luchshij ohotnik moyego plemeni. YA prinesu pischu k kazhdomu. (yo soy fuerte, soy un cazador. El mejor cazador de mi tribu. Yo os traeré comida)

Cojo mi arco y lo tenso lo más que puedo, giro alrededor de mi para que todos me puedan ver. Enarco una ceja ante la reacción de los aldeanos...

¿Por qué demonios se agachan cuando les apunto? ¡Si no voy a disparar! Tampoco va ser que quieran que les traiga comida

Destenso el arco, ... la situación se ha enrarecido por momentos. Sonrío tímidamente, mientras me rasco la cabeza...

-¿Omigos?...OMIGO digo con tono casi infantil.

Observo a Ewan, sigo sin entenderle. Mi rostro se envilece por momentos, me siento en el suelo con las piernas cruzadas y la cabeza agachada, mirando el suelo. Un sentimiento de frustración me inunda. De vez en cuando miro de reojo, se que me miran. La imposibilidad de hacerme comprender me agobia, noto que la gente habla de mí, pero no se exactamente que dicen. Impotente, cojo un rama del suelo y comienzo a dibujar a una de las extrañas criatura en la tierra. Un suave murmullo sale de mi boca, recordando las palabras de aquella mujer, que un día fue mi madre:

Aleksandr, byt' ostorozhnym. Bol'shiye monstry. Oni opasny, oni ubivayut nas. Oni zahvatyvayut nas, oni nuzhdayuts'a v rabah. (Alexander, ten cuidado. Las enormes bestias son peligrosas. Nos matan, nos capturan...necesitan esclavos)

Mi mano sujeta mi cabeza por la barbilla, mis ojos se llenan de nostalgia y desolación,...Alexander está triste.

Luego de la mirada de Ewan y de tirarme al suelo por temor a ser atacados por el extranjero me levanto

Hay que hacer algo pronto o esto termina mal

Inmediatamente corro a una carreta ubicada a un lado, de un agil brinco me trepo en ella y levanto las manos para entonar la siguiente cancion:

Escucha cuando cae la noche.
¡Escucha! Escucha la llamada de las gaitas.
Alto y con orgullo llaman,
desde el fondo del valle.
Allí donde duermen las montañas,
ahora siente subir la sangre,
tan alto como los ánimos de los hombres de las viejas Tierras Altas.

Elevándose en aguerrida llama,
Escocia, mi hogar montañoso,
altos pueden tus orgullosos estandartes ondear,
tierra de mi gran esfuerzo,
tierra de ríos brillantes,
tierra de mi corazón para siempre,
valiente Escocia.
En las brumosas Tierras Altas
o en las islas color púrpura,
valientes son los corazones que laten
bajo los cielos escoceses.
Fortísimos son los vientos que llegan a ti,
incondicionales son los amigos que te saludan,
amables como el amor que emana de los ojos de las bellas doncellas.

Lejos, en lugares soleados
tristes están las caras de los escoceses,
anhelando sentir el beso
de la dulce lluvia escocesa.
Donde los trópicos están llenos de luz
el amor hace soñar al corazón,
deseando y soñando volver de nuevo a la tierra natal.

Es notable mi poco ritmo y entonacion pero mi fin es llamar la atencion y ganar tiempo

obserbo que los ancianos del poblado ,no estan muy contentos pero si hemos traido las vacas no es justo ,arriesgando nuestra vidas ,si no fuera porque soy mujer y mi opinion no cuenta para nada,replicaria a sus desprecios me muerdo los labios aprieto los puños y no hablo por medio de que por mi boca diga algo que luego me arepienta

El anciano se sienta como puede. La muchedumbre murmura y finalmente, el anciano habla con los otros miembros del consejo.

Tras debatir airadamente se dirige a Stephen y le habla en voz queda al oído.

Id todos a la casa de Markus. Cenaremos allí. Al parecer quiere contarnos algo, parece importante.

La tarde pasa rápido en la aldea, el hombre del este es obsevado con curiosidad tanto por niños como por mujeres que se acercan a él. Hablandole, pero sin entender nada de lo que habla o le hablan.

No tarda en ponerse el sol, cuando Stephen le coge del brazo y manda llamar a los demás que participaron en el rescate del ganado, para ir a cenar a la choza del gran anciano, quien dará una resolución sobre el foráneo visitante.

El anciano sale a recibiros con cara de circunstancias.

Os invita a entrar a compartir la carne de vaca con la que os deleitará.

Una vez comiendo el anciano cambia la conversavción hasta ese momento insulsa.

¿Donde encontrásteis a las vacas? Según las viejas leyendas algo podría tener en común con los años antiguos.

Mi mente se alborota cuando las gentes del lugarse agopan alrededor mio, me mirán con extraña fijación. Mientras articulan palabras que no logro comprender, me dedico a esbozar una esforzada sonrisa y a asentir con la cabeza.

Uopps! me llevan del brazo hacia una choza. En su interior una foidata nos ilumina haciendo bailar a nuestras sombras. El olor a carne de vaca es embriagador, inunda toda la estancia y llena de deseos alimenticios mi mente. Miro alrededor, mi estómago gruñe sin moderación. Pero yo no seré el primero que coja un trozode carne, esperaré mientras fijo la mirada en la comida.

Anciano si me dais permiso para hablar os dire que hemos visto cosas extrañas en el cielo y criaturas que no eran humanos caminar a dos patas ,las vacas estaban mas nerviosas de lo normal ,no creo mucho en leyendas o cuentos de viejas para asustar a los niños pero lo que e visto hoy con mis propios ojos va mas alla de mi entendimiento y cualquiera puede corroborar lo que digo ellos tambiem vieron lo que yo vi

El anciano mira algo incrédulo a Linda.

Si fueran tan terribles os habrían destruído en seguida... ¿De dónde vino este...?- el anciano observa como Alexander mira con deseo casi insano la ternera sobre los platos.- ¿este hombre?

Hace un gesto para que todos coman.