Partida Rol por web

MI cuerpo tumbado se gira, en medio de la sala. Mis ojos siguen cerrados, y mi boca abierta deja fluir un poco de saliva. Algunos restos de paja se han pegado a mi rostro. Un suspiro, casi imperceptible sale de mi boca: Omigos... si buena Omigo

La pasada noche y con la repentina marcha de Linda de la cabaña McTreat se quedo un poco extrañado a la vez que incomodo.
Sin mediar palabra volvio a llenar su boca de comida y refrescar su garganta con diversos licores. Pronto tambien desaparecio el lider de la expedicion, asi como el guerrero mas duro de la tribu, sonriente y algo cansado alzo su copa en honor al barbaro pues, gracias a el, tal vez la idea que tienen de su pobre persona podria cambiar, al menos ya no dirian que es un mentiroso nunca mas. Y quien sabe, alguna de las hermosas mujeres que vivian aqui se fijarian en el con ojos de mujer y no como una madre preocupada.

-Estoy seguro que pronto me trataran como un adulto JEjejejeje... verdad Omi...-En ese momento escucho el primer ronquido de este calvo amigo y sonrio levantandose llevando consigo un par de botellas bien llenas

-Tiene razon... mejor ir a casa a dormir antes de que el dia me sorprenda.-Comentaba mientras arrastraba los pies hasta su simple casucha.

Lo que sucedio alli es mas de lo mismo, hasta que el primer gallo le obligara a despertar con el regalo de una gran resaca, producto de la noche anterior la cual se agravo por culpa de la del el pasado dia.
Ayyy... maldita sea asi no lograre nada ¡Y seguro que ya llego tarde!-Recogio sus escasas pertenencias para el viaje y paso por el almacen para coger arco, flechas y espada.

Llevo entre la multitud pidiendo paso con ronca voz, para llegar al fin hasta sus compañeros, sonrio aun con los pelos alborotados y sin haberse lavado la cara.

Archibald se levanta temprano con una ligera resaca y con imagenes de los demonios aun frescas en su cabeza, desayuna algo rapidamente y recoge las cosas que habia preparado para el viaje sale apresuradamente al exterior y luego cae en la cuenta... Omigo

vuelve a entrar en su cabaña y ahi esta, en el suelo al pie del jergon... le despierta:

ehh Omigo!! despierta tenemos que irnos
mientras Omigo se levanta archibald sale de la cabaña y se reune con el resto... todo el pueblo esta alli deseandoles suerte y dandoles palmadas, el anciano da un discurso y Archibald mira al cielo

prefiero morir a manos de los demonios antes que oir otro maldito discurso

una vez cumplido el tramite Archibald contempla a sus compañeros y señalando a Omigo les dice:

anoche Omigo durmio en mi cabaña... es que a nadie se le ocurrio llevarselo con el? que sea la ultima vez que cargo yo con alguien

luego, sin esperar respuesta, se pone en marcha hacia el sur a un paso tranquilo, atento al entorno e intentando anticipar un ataque... el viaje es largo y es mejor no presuponer que sea tranquilo, ademas los Mcenroe no son precisamente amistosos...

si esos demonios estan por la zona quizas se encuentren en la misma situacion que nosotros y a lo mejor deciden atacarnos por nuestro ganado, si es asi tendremos problemas pronto

a pesar de las preocupaciones que le rondan la cabeza y los peligros que se ciernen sobre su gente en el paramo se siente a gusto, desde pequeño le ha gustado la sensacion de alerta y se ha acostumbrado a sus sonidos y olores inconfundibles... la sensacion de libertad, de poderio, ya que no hay ninguna criatura que le pueda hacer daño... bueno, ahora estan los demonios con este pensamiento Archibald aferra el pomo de su espada y aprieta los dientes con una mueca feroz... ya veremos si son tan poderosos... dice en voz baja y continua el camino atento a cualquier indicio de ataque

Cuando Omigo sale de la cabaña de McDoll, los demás ya están en la parte centra de la aldea soportando el nuevo discurso del anciano.

Al terminar se ponen en camino hacia el sur. A las llanuras que los separan de los McEnroe, que según la leyenda están habitadas por los demonios.

Tradan casi la mitad del día en llegar a la zona donde los monstruos dispararon y masacraron a la mayoría de sus vacas.

Ante ellos, la cúpula púrpura, se imponía sobre el horizonte. No se veía a ningún demonio, pero si les decubrían, no correrían mejor suerte que las vacas.

Ewan iba a la cabeza de la comitiva, sonriente a la vez que mareado aun, por la maldita cena de la noche anterior. Caminaba a grandes zancadas deseaba ver de nuevo el gigante nido, es decir, la supuesta guarida de aquellos demonios, no parecia ser consciente aun de la mision que les habian encomendado.

Sonriente, señalo la cupula una vez las llanuras dejaran mostrar esa extraña estructura.
-¡MIRAR! ¡Ya hemos llegado! Y parece que los alrededores estan en calma, podriamos acercarnos a dar un rapido vistazo y conocer mejor la casa de los demonios, si nosotros no les vemos ellos tampoco pueden vernos.

En ese momento cogio una piedra sopesando su peso, mientras se arrodillaba para descansar un momento mirando aquella extraña estructura.
-¿Que contestais? No estamos lejos de nuestros primos, un rapido vistazo no nos ocuparia mas de unos instantes, aunque nos detengamos llegaremos antes de que el sol este en lo mas alto del cielo. Archiwald, tu siempre dices que es mejor conocer a tu enemigo y parece que ellos lo son.-Concluyo apartandose ese grasiento mechon, que intentaba entablar amistad con su ojo derecho, llamando a su puerta.

Jugaba con la piedra e su mano esperando una afirmativa aunque no efusiva, respuesta de sus compañeros.

Archibald sopeso las palabras de Ewan sin dejar de observar la cupula. Ewan tenia razon... pero un escalofrio le recorria todo el cuerpo

no es una buena idea acercarnos demasiado, pero...

estoy de acuerdo Ewan, yo digo que echemos un vistazo sin acercarnos demasiado... que opinas Omigo? tu les conoces mejor que nosotros añadio volviendose a Omigo

bah! no me entiende...

luego añadio muy despacio acompañando cada palabra con gestos:

creo... que debemos... acercarnos... a echar un vistazo... tu... que opinas...

Archibald estaba nervioso, que no asustado, por ir hacia una aldea no muy amistosa y encontrarse por el camino a los demonios... si las cosas se ponian dificiles eran demasiados enemigos para ellos... pero no dejaria que lo notasen sus compañeros

Stephen no parece muy de acuerdo, pero sabe que será imposible evitar que sus compañeros desistan, incluido el extranjero que no parece haberse enterado de nada de lo que hablan.

Así pues los dos hombres se acercan un poco a la impresionante estructura de color púrpura.

Es enorme, hecha de algo transparente. Dentro de la burbuja que crea esa película como cistal, los hombres ven a dos de esos seres pegados a la pared de la cúpula. Sabiendo el tamaño de esos seres, calculan que la cúpula tendrá unos 500 metros de diámetro y unos 50 de altura.

No parecen haberles visto.

El aparatoso zarandeo de Archivald me despieerta, con un suave resoplido me levanto. La luz del sol me ciega al salir de la cabaña, y con cierto aire de incredulidad me dirijo hacia los demás.
El camino es cómodo, la ausencia de grandes capas de nieve se agradece. El andar es tranquilo hasta que ante mis ojos aparece una estructura de color púrpura.
Mi rostro palidece, el sudor invade mi frente. Con cierto temblor, doy un paso atrás.

Ante las palabras de Archivald, me quedo pensativo, supongo que me está llamando cobarde sino voy con ellos. Y si creen que soy un cobarde... no me darán de comer.

Comienzo andar a poca distancia de ellos. Mi cuerpo se agacha y con cada ruido extraño mi cuerpo se lanza al suelo.

Con prudencia McTreat se acerco hasta la cupula seguido de cerca por el fornido guerrero de ideas firmes.
Le sonrio al ver como casi tropieza con la misma piedra que el tropezo el pasado dia.

No tardan en llegar hasta el gran nido y tras echar algo de bao al huevo gigante para ver sus entrañas.
-¡¡Mira.. mira!! Ahi dos de esos demonios hay dentro que estaran haciendo... esto es enoooorme...-Susurraba a Archiwald mientras usaba ambas manos como pantalla para poder ver con claridad lo que adentro sucedia.

-Vez algo de interes... yo no... jo que mala suerte... y si intentamos entrar no creo que se den cuenta... Como se entrara aqui...-A semejantes comentarios le siguieron un par de movimientos de mano buscando apollarse mejor en aquella estructura, mientras esperaba inpaciente las palabras de McDoll

Archibald observa el interior de la cupula junto a Ewan, tambien el esta decepcionado ya que tampoco ve mucho

cierto es enorme... quien sabe cuantos de esos malditos demonios habra ahi dentro?

sus pensamientos son interrumpidos por el ultimo comentario de Mctreat

entrar ahi?...

se vuelve bruscamente a Mctreat y le dice en voz casi alta:

ni se te ocurra, tenemos un cometido y no podremos cumplirlo si nos entretenemos ahi dentro, volvamos al otro lado de la colina y sigamos nuestro camino al poblado de los Mcenroe, la aldea entera depende de nosotros

debi haberlo sabido... Mctreat se emociona y no piensa nada mas que en la aventura

La idea de volver con con esas bestias y volver a ver se gran cosa descomunal echa de sabe dios que materiles me horroriza pero no hay mas remedio ,todo el pueblo depende de nosotros y no me gusta la nueva responsabilidad que tenemos en estos momentos Nos acerqueis mucho a esa estruztura ,quien sabe loq ue puede salir de ahi ,solo tenemos que inspecionar la xona nada de heroizidades o estupidizes sin sentido y eso va por ti Ewan ,hacemos lo que nos dijo el ancino y volveremos al pueblo el solo ver esa cosa me da escalofrios

Ewan apollando su nariz en aquella cupula sonreia, con la simple idea de poder entrar dentro de aquel huevo de cristal y aprender mas cosas de aquellos demonios del tamaño de un joven arbol.

Pero tanto los reproches del guerrero de su tribu, sobre su simple idea de seguir mirando dentro. Como de las dolorosas palabras de la unica mujer de la comitiva; estas le dolieron mas que ninguna otra opinion anterior, desecho la idea apartandose de aquel huevo de extraño material.

Estupideces sin sentido... yo no creo que conocer a los captores de nuestras vacas y del pueblo de Omigo sean heroicidades estupidas...-Esta bien, supongo que teneis razon, movamonos entonces.-Comento desganado y cabizbajo, por un instante hasta parecia golpearle de nuevo el martillo de la resaca.

Camino hasta volver a la altura de su lider Stephen, antes de que el tambien le repoche el a ver venido siquiera.

La enorme cúpula está junto a ellos. Su grotesco color púrpura hace daño a los ojos. En el interior se ve a los dos monstruos que parecen estar hablando y manipulando un artefacto grande, que parec flotar. Es del tamaño de dos caballos, pero plano.

Sobre las cabezas de los escoceses un ruido les llama la atención. Es un cilindro negro de un palmo de largo y unas pulgadas de diámetro. Se está moviendo hasta parecer que les apunta. Es entonces cuando ven que en su extremo un cristal plano parece contraerse y dilatarse.

Archibald oye un ruido encima suyo... pero no logra ver que lo produce esta inquieto

que sera eso? sera uno de esos demonios?

alguien mas oye eso? de donde viene ese ruido?

Archibald sigue escrutando el cielo para intentar averiguar de donde viene el ruido sin exito... la situacion empieza a agobiarle

McTreat ya estaba a la altura de su lider cuando las palabras del valeroso explorador, el cual respondia al nombre de Archiwald McDoll, le invitaron a buscar la procedencia de ese extraño zumbido.

El joven e imprudente escoces alzo la mirada, aun apenado a la vez que molesto por la tajante negativa de sus compañeros, a continuar investigando la guarida de los lobos de mas de dos metros de altura. Pero no vio nada, era incuestionable que el ruido era real, pero ya fuera por las nubes, su vision aun borrosa por la mañana y la consecuente resaca de anoche o por el simple echo de no querer siquiera hacer el esfuerzo de buscar el animal del cual procedia tan raro graznido, al igual que McDoll el no vio nada.

Volvio la mirada a su compañero alzando los hombros y brazos.
-Ni idea, pero no se parece a nada a lo que mis oidos estan acostumbrados a escuchar... claro que mis ojos nunca vieron tamaña guarida.-Dijo en contestacion.

-¿Que hacemos entonces?-Pregunto extrañamente desganado.

Al oir el ruido, mu cuerpo se dobla instintivamente. Casi acurrucado entre algunas piedras observo comos mis compañeros se aproximan hacia la enorme cúpula. Quiero gritar para avisarles, pero eso podría ser peligroso.

El sudor recorre mi frente

Un tercer monstruo se acerca desde el interior de la cúpula hasta los dos que trabajan en el artefacto plano. Señala al exterior hacia donde estáis, pero no parece haberos visto, ya que señala de manera genérica en vuestra dirección.

Los dos monstyruos deja el artefacto y caminan hacia lo que parece la puerta.