Partida Rol por web

La compañera te da un codazo tras dejar pasar a la noble y su ayudante de cámara, pero no sabías bien lo que la naval majareta esta quería decir con aquel golpe.

-Comencemos.- Repitió Austin mientras miraba a Laida levantando una ceja. Era verdad que Lady Akumo se hacía la interesante, Austin también esperaba que fuera además una buena patrocinadora. 

Laida es la última en entrar, pero te sorprende que también hubiera entrado el otro "invitado". El capitán instructor.

Tomáis asiento tras que la mujer lo hiciera. Esta os ha esperado hasta que os situaseis ante vuestros puestos.

Los monitores muestran tablas de datos. La "aya" está junto a su dama, en pie, y sostiene una pad de datos en la que parece manejar información.

- Comandante Havok, tendrá a su disposición un instructor durante un mes aproximadamente. Se encargará del adiestramiento básico militar del personal que se alistará. Dispondremos de 110 personas, de diferentes sexos. Miró a todos. - Espero que eso no sea un problema. Esperó un instante, pero nadie interrumpió o comentó nada al respecto. Satisfecha, continuó: - Usted dará las designaciones de que ocupación tendrá cada uno, y podrá apoyarse tras 4 días y en el capitán Minestran. Sabías que ese era su apellidó, pero jamás lo habías escuchado antes. Sólo lo habías visto escrito. En tu pantalla, la que tenías ante ti, apareció el listado de material que disponía la unidad. Los dos cazas incluidos. Lo que veías es que había mucho material, incluidos dos carros de combate con capacidad antiaérea y de fuego a largo alcance. Tendrías trabajo tras la reunión. Lo bueno es que la nave tenía ya dotación. Novata, pero lo tenía. Entonces Lady Attao continuó su disertación. - Tras esos días tendrá que marchar a buscar munición, suministros y repuestos para mantener operativa la unidad, que tendrá que estar lista para empezar a operar en un mes. Se puso en pie. Su "escolta" preguntó con una voz que cortaba: - ¿Preguntas?

Esa voz dejaba claro que nadie tenía permiso para preguntar, así, con esas, la dama marchó de la sala, dejándoos a vosotros 3 solo. allí en la Sala Táctica. En un silencio sepulcral, tras cerrarse la puerta.

Cuatro dias para preparar una operación de saqueo no era un problema, el problema era conocer, instruir y colocar a los mechwarriors en los mejores puestos para los que estén capacitados.

-Pues vamos allá.- Dijo Austin cuando lady Akumo dio por terminada la reunión. -Capitán, ¿conoce a alguna de esas 110 personas que nos han asignado?.-

Un pitido largo avisa que dentro de 10 segundos se realizará el salto. Los 10 siguientes lo conocías también, pero tu estómago no estaba por la labor. Un extraño mareo te estaba afectando y no terminaste de pronunciar con voz las últimas palabras.

- No comandante. Sonó a burla, sobre todo el empleo. No podías leer sus pensamientos, pero estaba claro que no le parecía nada bien que un alumno suyo quedara por encima de su autoridad ... tan rápido.

Los saltos producían una sensación de disgusto en Austin. No es que no los soportara, es que no le gustaban. -Y este es solo el principio.- Pensó.

Disponía de 4 días para probar y capacitar a 110 personas, asignándolas donde mejor encajaran. Seguramente tendría que hacer alguna trampa.

La naval se lleva el dedo al oído, como si le doliera y tras unos segundos te mira y te dice: - Eres un hombre afortunado, porque las mujeres te acosan. Sacude la cabeza levemente mostrando una sonrisa, y añade: - La Tech te reclama en el hangar de los cazas. Y se ríe otro poco.

-Vayamos a ver que ocurre. A ti también te interesaría saberlo.- Austin se puso de camino al ascensor para bajar al hangar. -Por cierto capitán,- dijo recordando algo de repente. -Prepare una simulación para los nuevos mechwarriors que vengan. Todos la pasarán sin excepción, de esa manera sabremos cuales son sus cualidades más notables.-

...-Vayamos a ver que ocurre. A ti también te interesaría saberlo...

- No puedo acompañarle. Tengo trabajo. - La maniobra tras el salto ha de ser supervisada, y más con una tripulación que no conozco. Y se quedó en el mismo puente. 

En su lugar te acompañó el instructor:

- Me da la sensación de que te equivocas muchacho.

-Vayamos a ver que ocurre. A ti también te interesaría saberlo.- Austin se puso de camino al ascensor para bajar al hangar.

-Por cierto capitán,- Le dijo a su antiguo instructor recordando algo de repente. -Prepare una simulación para seleccionar a los nuevos mechwarriors que vengan. Todos la pasarán sin excepción, de esa manera sabremos cuales son sus cualidades más notables.-

En su lugar te acompañó el instructor:

- Me da la sensación de que te equivocas muchacho. Son meses de entrenamiento básico para tomar los mandos de un mech y si vamos a reclutar campesinos y trabajadores ... es complicado que sepan siquiera disparar un arma. Tendrás que buscar tu propio criterio y confiar en que los que pongas en puestos  sepan hacer cosas sencillas, ya que ni tendrán disciplina militar ni sabrán comportarse en combate.

- Ese es su trabajo. Ese es su dilema.

Ni se molestó en mirarte a la cara mientras decía aquello. Simplemente observaba el indicador del ascensor.

-Si Lady Akumo no quiere reclutar mechwarriors, ¿para qué gastar recursos comprando battlemechs o cazas?.- Austín miró el indicador del ascensor igual que el capitán.
-Cualquier idiota es capaz de apretar un gatillo apuntando hacia adelante. Si solo son campesinos, mas le hubiera valido comprar escopetas y no mechs. Creo que Attao tiene algo en mente y hasta que nos lo diga, prefiero reservar mi opinión al respecto.-

- Un mecho lo consigue cualquiera con el suficiente dinero, influencia o capacidad de producción. Pilotarlo no.

Se abre la puerta del ascensor. - Tú mimo te has tirado 5 años para llegar a lo que estás, y una instrucción básica para un piloto de mecho, son de 4 a 6 meses. Mandar antes, sin el adiestramiento suficiente, a cualquiera al combate, es perder la máquina y al soldado. Es una irresponsabilidad... y si no ha comprado escopetas, ... o es porque no las ha conseguido, o porque contra lo que va a luchar, una escopeta no es suficiente.

Era un oficial instructor de campo, pero ahora estaba hablando como un Teólogo Marcial o un sabio en el Arte de la Guerra. Presionó el botón para mantener abierta la puerta del ascensor. Y con la otra mano presionó para regresar al puente. - Hasta luego muchacho. Se despidió.

-Adiós señor.- Dijo sin pensarlo. Después cayó en la cuenta que ahora tenía más rango que él y ya no era necesario llamarlo señor. No obstante, no le importó.

Austin entró al hangar de cazas. A la puerta admiró la única nave ligera de que disponían y deseó poder ampliar ese número incluyendo algunos cazas aeroespaciales. Entró y buscó a Midori.

Al llegar al Hangar Nº 3 das unos primeros pasos que resuenan en una cámara un tanto vacía. - ¿Comandante?

La voz sonaba un tanto extraña, pero no podías ver de donde salía ni donde estaba ella.

-¿Midori?- Preguntó el mechwarrior. -¿Dónde se encuentra?.-

La voz parecía salir de uno de los cubículos de los cazas. - Aquí jefe. tu preocupación no te dejó entrever la situación de su voz, pero te sonaba extraña.