Partida Rol por web

Entre la gorda que seguía a lo suyo y los policías que tenían toda la pinta de disparar antes de preguntar... la cosa estaba muy jodida. Aún sabiendo que lo más seguro es que no tuviera nada que hacer, me lancé a buscar una protección que sería ridícula ante aquellas armas.

Al fin Manuel había entrado en la habitación... ¿Qué sería de ellos ahora?

El pelotón dispara indiscriminadamente a todo y a todos, los proyectiles impactan contra absolutamente todo lo que hay en la sala: pantallas de ordenador, escritorios, papeles, carpetas, archivadores, sillas, mesas, suelo... véis los trozos de madera, de moqueta, de ladrillos, de papeles, todo volando por los aires en una orgía de destrucción propia de una película de Tarantino, pero junto a esos tiros que por fortuna no os alcanzaron (lo cual era casi un milagro), al menos dos de aquellos policías disparaban con proyectiles que no abrían agujeros ni rompían nada sino que parecían estar hechos de cristal y se estrellaban contra lo que fuere y se hacían añicos, desparramando una sustancia verde allá donde fuere.

Precisamente, la poca resistencia que opusísteis fue un certero disparo de Manuel que impactó en la entrepierna de uno de los guardias que cayó lentamente hacia el lado izquierdo mientras gritaba como un gorrino. Lucía y Javier entraron en la habitación contigua para darse cuenta de que a Lucía le sobresalía un vial de cristal con una sustancia verde del brazo izquierdo y a Javier el mismo artefacto le sobresalía del abdomen, en pocos segundos, ambos cayeron desplomados... Manuel aguantó apenas media docena de segundos más antes de que un vial de esos le impactara en plena frente, desplomándose en el acto.