Partida Rol por web

Las puestas del salon se abrieron de nuevo para el baile de mascaras, esta vez mas privado que organizaban Roger el antiguo anfitrion y la relaciones publicas del hotel, la señorita Anaïs...

Todo os recordaba a las peliculas de epoca, habia mujeres casi desnudas bailando en pequeños escenarios, arlequines jugando con malabares, musica tenue, salas aparte que os hacen tener vagos recuerdos de la anterior fiesta y camareros moviendo copas por toda la sala.

Sabiais que ese lugar cumpliria cualquier fantasia, y por lo que veiais muchos ya lo estaba haciendo.

El joven entro en el gran salon, como quien camina en sueños. Recorrio el lugar paso a paso, los cuales lo ivan llevando a los costados del lugar, fuera de las miradas curiosas. De alli, se dedico apreciar la fauna del lugar, mientras tomaba una copa de un camarero al pasar.

Llego al salón, con un vestido de un color más atrevido que el anterior, azul eléctrico, con unos taconazos de plataforma a juego.

Un antifaz sencillo, negro con brocados azules, descansa cubriendo mi rostro levemente, aunque bajo ella, y contrastando con los colores que vestía, unos impresionantes labios rojos sonreían a la gente.

Cuando llegué a la sala fui directa hacia ella, quería preguntarle qué tal había ido con Joseph...quería saber si su oferta seguía en pie. Cuando la encontré me acerqué a ella.

- Señorita Anaïs, todo un placer volver a verla. Me acerqué a ella para saludarla con dos besos, formales, en los que haría rozar nuestras mejillas...de un modo no tan formal, pero sutil, extremadamente sutil.

Mi vestido de terciopelo, con los hombros al aire, susurraba a cada paso mientras entraba en el salón, casi hambrienta de sensaciones.

En el tiempo pasado desde que entré en este hotel, mi pasado habia vuelto a mi con más fuerza de la que hubiese esperado, enterrando todas las frustraciones que acumulaba en mi interior.

Los adornos de mi antifaz resultaban algo agobiantes, mientras miraba a mi alrededor.

Ni siquiera había vuelto a ver a mi cuñada. Sonrei, pensando que probablemente ella también estaba metida en este salón, entre toda este gente.

Busqué a Armand, tratando de que me guiara de nuevo.

Llegue a la fiesta acompañado de mi hermano, con un traje de epoca y una mascara negra, lo unico que nos diferenciaba era que si traje tenia los bordes plateados y el mio dorazos, nuestra anatomia era casi idenatica asi que el que no nos conocera podia confundirnos con dificultad.

Nos acercamos Anaïs pues nos habia llamado a primera hora, y parecia que la fiesta iba viento en popa.

Voy con pantalones y chaleco, dejando la chaqueta para otra ocasión, asi voy más cómodo...

Deambulo por la sala cogiendo una copa y mirando el panorama, pero sin llegar a acercarme a nadie.

Veo a Ginni hablando con Anaïs, quizás luego me pase a saludar; ya que veo a Anaïs, busco con la mirada a su protegida, seguro que anda por aqui....

holas?

La mitad de la noche habia pasado y aquel lugar habia pasado a ser la principal de vuestras fantasias, lo que comenzo como un juego termino en una imagen que solo creiais posible en las pelucilas, camareros/as sin ropa con cuerpos esculturales y solo mascaras repartiendo copas, actuaciones en el escenario que abririan el apetito sexual del mas reprimido, y en las salas privadas... toda fantasia se hacia realidad...

Vuestro estado ya es un poco ams alegre de lo normal por el alcohol que ha entrado en vustros cuerpo y en calor de la noche ocmienza hacer que el sofoco os llegue.