Partida Rol por web

Darme cuenta de que él no se ha corrido, practicamente borró el pudor de lo que pudieran pensar las dependientas.

Tan poco me han dedicado más de una mirada...

Sonrio a Armand, algo intrigada, y me enlazo a su brazo. Salgo cogida a él de la tienda.

- Pues... si, me encantará tomar un helado. Estoy extrañada.... Armand... ¿no te gustó lo sucedido?

Llegais a una tipoca heladeria hitaliana en la que todo tiene una pinta increiblmente deliciosa, el se pide un helado de nueces y chocolate. Cuando saliis te mira extrañado - Claro, ¿Por que no me tendria que haber gustado? - Te pregunta con una ceja enarcada - Si no me hubiera gustado no habria seguido... - Te dice intentando entender tu pregunta.

Noto que me empiezo a sonrojar al ver que no entiende mi pregunta.

Habrás dado el primer paso hacia tu liberación, nena, pero te queda un largo camino hasta recuperarte de tanto tabú.

Carraspeo algo incómoda... y me acerco a él para hablar en sotto vocce.

- Armand, ¿por qué no te has corrido?

El sonrojo ya no debe de ser un principio sino que el hecho de preguntarle algo así me violenta más que el hecho de que las dependientas nos oyeran...

Claro, porque entonces tu mente estaba en otra cosa...

Mi conciencia, mi maldito pepito grillo particular. Aunque debería estar agradecida ya que me espolea hacia la libertad.

El chico no puede evitar echarse a reir a carcajadas, tras unos segundos asi se para y coge tu menton con dos dedos apra darte un calido y apasionado beso. Tras ello te mira directamente susurrandote.

- No me he corrido porque prefiero alargar el placer al maximo, y porque no me parecia propio hacerlo alli y terminar fuera manchandolo todo... - Te sonrie guiñandote un ojo y volviendo a caminar.

Respondo a su beso, algo tímida. La conversación es cortante, más que la escena del probador, y apenas acierto a titubear:

- Eh..yo.. tomo la píldora Armand, pero gracias. Eres un amor.

Camino a su lado, sonriendo aún cortada, y bajando un poco la cabeza. Carraspeo tratando de alejar el momento de incomodidad.

- Bueno... ¿y qué me ofrece mi guia particular ahora? ¿Cuál es el rincón que mas te gusta de Venecia?

Te despiertas con una suave brisa entrando por tu ventana, cuando habres los ojos ves tu habitacion iluminada de forma tenue por las persianas medio bajadas, Te da vueltas toda la cabeza, y la resaca es bastane peculiar, no es dolor de beber mal alcohol o demasiado, mas bien es ese espesor mental de ¿Donde estoy? ¿Como he llegado aqui? ¿Que paso anoche?

Tienes parte de la fiesta borrosa y el cuerpo agotado, pero una sensacion de libertad unica.

Lo ocurrido por la noche va pasando lentamente por mi cerebro, mientras cierro los ojos sobre la almohada con una leve sonrisa.

Me desperezo con aire gatuno, con la sensación de haber tenido un maravilloso sueño.

Sólo una duda.... ¿Cómo he llegado de vuelta a mi habitación? Quizás.... quizás en realidad todo ha sido un sueño.

Abro los ojos mirando a mi alrededor perezosamente. Me levanto despacio, mirando qué ponerme para bajar a desayunar. Podria llamar al servicio de habitaciones.... pero me apetece descubrir si la noche ha sido real.

Reprimo una sonrisa, cubriéndome la boca con una mano.... ¿Acaso lo de anoche es habitual? Aunque por otro lado.... ¿realmente pasó algo anoche?

- Armand....

Me dirijo a mi armario para vestirme a toda prisa. Un vestido es suficiente. No me molesto ni en maquillarme, y salgo a buscar a Armand. Necesito que me explique algunas cosas.... por ejemplo cómo volvi a la habitación, o.... si debo ir a por otro vestido.