Partida Rol por web

Te encuentras en un restaurante de lujo. Hacía un mes que conocías a Sigrid y la habías invitado a cenar, parecía que las cosas se estaban poniendo en serio. Acababan de llegar los entrantes y conversabais distendidamente.

-No sé como pudiste estudiar eso, de verdad, me parece taaaan aburrido. -Dijo mientras reía. -Normal que después seas un soso, solo piensas en nú...

De repente, el estruendo de unos platos estrellándose contra el suelo rompió la frase de la chica. Acto seguido, uno de los camareros salió corriendo de la cocina. Parecía algo asustado.

-¡El cocinero... se ha desmayado! -Gritó a todos los presentes. -¿Algún médico en la sala? ¡Que alguien llame a una ambulancia!

Ves como uno de los presentes saca su teléfono y llama. Sin embargo, no parece haber ningún médico y nadie se levanta para ver qué le ha pasado al cocinero.

Algo confusos, seguís comiendo, hasta que escucháis unos fuertes golpes en la cocina y lo que parecen ser... ¿gruñidos?

Veis como todo el mundo que estaba en la cocina sale corriendo. La mayoría abandonan el local, fruto del pánico. El camarero de antes, grita algo antes de marcharse.

-Ese... ¡ese hijo de puta se ha vuelto loco!... -Unas pequeñas lágrimas caen de sus ojos. -Joder... ¡se está comiendo a Hugo maldita sea!

La gente no sabe muy bien como reaccionar. Algunos abandonan el local apresurados, otros simplemente se mantienen expectantes en sus asientos mirando hacia la cocina. La incertidumbre se apoderó de la sala.

La figura del hombre que parecía ser el cocinero aparece en la puerta. Tiene puesto su gorro y su delantal, pero están manchados de sangre. También había una gran mancha roja alrededor de su boca y tenía los ojos amarillos, abiertos como platos. No pronuncia ninguna palabra inteligible, se limita a gruñir allí parado, mirando a todos los presentes.

-Ghhhaaahhaggh...

Cuando empieza a andar todo el mundo sale corriendo. Vosotros seguís allí sentados. Vuestra mesa era la más cercana a la puerta de la cocina. Cuando queréis reaccionar, ya lo tenéis casi encima. Lanza una de sus manos contra ti.

No era muy dado a reaccionar histéricamente en caso de emergencia. Y supongo que así me iría mejor en esas situaciones, pero prefería guardar la calma.

Evidentemente, aquel no parecía un momento para hacerlo. Aún así, cuando toda la gente empezó a correr hacia la salida, yo solo me levanté de mi sitio, apresurándome a ponerme entre Sigrid y lo que fuera que saliera por esa puerta, que al parecer era el motivo de la alarma.

Ni que decir tiene que el cocinero tenía una pinta terrorífica y evidentemente me recordaba tantos y tantos locos desquiciados que había visto en películas de terror.

- Sigrid... Ausgang...

Mi alemán todavía no era tan fluido como para hablarlo con soltura y mucho menos en una situación como aquella, pero al menos si sabía decir "Salida" y esperé que Sigrid no hubiera quedado paralizada por el terror y corriera a ponerse a salvo mientras el cocinero se giraba lentamente para mirarme... Si aquello se podía llamar "mirar" porque sus ojos en blanco, no tenían pupila visible. Aún así, el gesto era inconfundible: Venía a por mí. Eché una mano hacia atrás buscando el cubo donde hacía unos minutos nos habían dejado una botella de vino en hielo. Pensé en los cuchillos, pero aquellos cuchillos de mierda, no cortaban un carajo. Si. La botella era mejor opción.

Así el cuello de la botella y en ese momento tuve claro que aquel tipo con la boca ensangrentada, no me iba a poner la mano encima: Según llegó a mi altura con una mano extendida, descargue con toda mi fuerza la botella sobre su cabeza.

La botella se hizo añicos y yo no esperé a ver el resultado de lo que había hecho: Me tiré hacia atrás hacia donde pensaba que estaba la mesa. Por suerte ahí estaba y con el impulso de mi caída, se volcó hacia atrás. Yo caí al suelo justo detrás del tablero dejando las patas hacia el sitio donde se supone debería seguir el cocinero si el botellazo en la cabeza no hubiera surtido el efecto deseado.

Me revolqué sobre el suelo e intenté ponerme de nuevo en pie para ver como había quedado la situación después del botellazo y de tirar la mesa y comprobar si había detenido el ataque de aquel tipo y su extraña demencia.

- ¡GUAU! ¡¡DOBLETE!! Jajaja

Tu botellazo impacta de lleno en la cabeza del tío. Saltas y tiras la mesa, dejándola entre tú y él, pero cuando te asomas para ver si aún seguía ahí ves que yace en el suelo. Cuando la botella rompió se clavó en su cráneo con tanta fuerza que cayó en el acto. 

Sigrid observó la escena ya desde la puerta, a la que se había ido corriendo como tú le dijiste. Estaba horrorizada, observando aquella carnicería. Tenía la mirada clavada en ti, con los ojos completamente abiertos. Parecía completamente en estado de shock. Después de un rato sin decir nada, reaccionó.

-Lo... lo has matado... -dice con la voz entrecortada en su inglés con marcado acento alemán.

Ves como retrocede lentamente, hacia fuera del local, sin dejar de mirarte.

Además de a Sigrid, puedes escuchar la sirena de un coche de policía. Las luces de colores entran por la ventana del restaurante y ves como aparca justo enfrente. La sirena cesa y un par de agentes de policía bajan del coche.

Lo que menos esperaba de Sigrid, era que se tomara aquello como un "asesinato": Ese tipo me había amenazado seriamente con la boca llena de sangre y los ojos en blanco. El camarero no sé que incoherentes cosas había dicho sobre estarse comiendo "nosé quién" a "noséquien". La gente había salido corriendo presa del pánico y mi... "novia", si así podía llamarla a esas alturas de la relación, me estaba llamando "asesino". Definitivamente, Alemania era bastante diferente a mí país de origen.

Me dirigí a la puerta del local y esperé a los policías. Pensaba que todo quedaría claro cuando vieran el panorama que había en la sala.

...A pesar de todo ello, me sentía íntimamente satisfecho de lo que había conseguido hacer allí dentro: Ni Spiderman lo habría superado, jajajaja.

Los agentes empiezan a bajarse del coche, desde donde estaban podían ver el destrozo del interior y el cuerpo del cocinero tirado en el suelo. Uno de ellos comienza a caminar hacia ti apuntándote con su pistola.

- ¡Alto, las manos arriba! - te grita firmemente el agente. Comienza a andar hacia ti aún con la pistola en alto y te agarra bruscamente dándote la vuelta para colocarte las esposas sin apenas darte tiempo a decir nada - Queda detenido. Tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga será usado en su contra en un tribunal. Tiene derecho a un abogado, si no puede permitírselo se le adjudicará uno de oficio.

Sigrid estaba perpleja observando la situación desde la distancia. Un montón de gente se apelotonaba alrededor de la escena y ella era absorbida por el bullicio. La gente no paraba de golpearla intentando abrirse hueco para buscar un buen lugar desde el que observarlo todo y ella, atónita, simplemente se quedó quieta con los ojos como platos mientras se perdía entre la gente y dejabas de verla.

-¡Eh! ¡Espere! ¡Escuche! -dije en mi pobre alemán- ¡Miren a ese tipo!: !Le pasaba algo raro! ¡Es un loco peligroso! ¡Nos atacó a mi novia y a mí!

Al decir eso, busqué a Sigrid entre el gentío. No pude verla. Y en ese momento, algo cruzó por mi cabeza: No podía dejar que me detuvieran: Yo no era un delincuente ¿Quién me había visto golpear al cocinero? ¿Y dónde estaba ese camarero que empezó a gritar? Decidí que sería mejor estar fuera que dentro detenido, así que forcejeé antes de que me pusieran las esposas para intentar escapar de aquella tontería sin sentido.

- ¡Aquí el único capullo loco eres tú! - dice mientras consigue reducir tus intentos por escapar y deshacerte de sus esposas - Estás solo amigo, aquí no hay nadie más aparte de ti que pueda haber hecho toda esta mierda...y no veo a ninguna "novia"- en ese momento un compañero se acerca a Varick y le dice algo al oído. Después de una breve pausa, mira hacia el suelo negando con la cabeza - ¿Mataste tú al tío ese? ¿Por qué?

Un par de tíos entran dentro del restaurante para examinar el cuerpo del cocinero que estaba tirado en el suelo. Al poco después aparece una ambulancia y lo sacan de allí para llevárselo. No tienes ni idea de lo que está ocurriendo, ni de lo que le habrá podido decir el otro policía a Varick, pero parece que ahora se mostraba más interesado en conocer tu opinión y todo lo que había sucedido en aquel lugar.

Resultó curioso el cambio de actitud del policía y eso me dio confianza para pensar que no me acusarían de asesinato... Aunque bien pensado, eso era lo que acababa de cometer... Y me hizo sentir fatal.

- ...Pues no sé... El camarero salió diciendo que alguien se había vuelto loco en la cocina y que se estaban comiendo a no sé quién... Hugo o algo así, creo que dijeron. Después la gente salió corriendo y el cocinero salió todo manchado de sangre y con la boca igual... Estaba muy agresivo y se lanzó a por mí gruñendo como una alimaña... Lo único que hice, fue defenderme...

Bajé la cabeza apesadumbrado. En efecto, había matado a un hombre loco ¿Qué iba a ocurrirme a partir de ahora?

- Bueno...seguiremos esta conversación en comisaria - te dice el policía mientras te da la vuelta colocándote las esposas esta vez más cuidadosamente - Tanto como si fue en defensa propia como si no, acabas de cometer un asesinato y no hay testigos que verifiquen tu versión. Continuaremos con esta charla más tranquilamente cuando lleguemos...- parece como si le diera algo de lástima al policía arrestarte por su tono de voz - Estamos teniendo numerosos incidentes en Munich estos días con gente que se vuelve loca de repente, así que a lo mejor puedes librarte - termina de decir Varick antes de llevarte al coche y agarrarte la cabeza ayudándote a entrar en el coche.