Partida Rol por web

La mañana se presento tranquila, no hubo mucho movimiento, lo cual representaba un aspecto realmente agradable ante el caos desatado durante los últimos días.

Como no había mucho que hacer, la mujer (necesito nombre por favor) se la paso tejiendo mientras que sus hijos, se dedicaron a la vigilancia.

Durante la siesta, se dedicaron a dormir por turnos, pero aun así solo se notaron un par de zombis que no mostraban mucho interés hacia la casa.

La noche llego fría, como de costumbre, el miedo era reflejado por aquella anciana, quien temblorosa tomo una pistola, mientras que sus hijos aguardaban impacientes con sus escopetas en mano, la noche era sinónimo de manadas, por lo que el miedo y la desesperación se ampliaban segundo a segundo.

Margaret (la anciana), aún tenía en mente lo ocurrido hace dos semanas, cuando en una apacible noche, una manda de zombies se abalanzó sobre el granero donde se escondía la familia Rodríguez. Todos ellos fueron devorados sin piedad entre gritos y disparos. Un recuerdo que jamás se borrará del recuerdo de Margaret i que desde entonces apenas le deja un minuto de paz durante la noche.

Cogió una pistola y se sentó en una de las sillas tras la ventana esperando que aquella fuera otra noche más sin ningún percance.

Los chicos (Tommy y Gun) revisaron  las escopetas para ver que todo estaba en orden, no querían sorpresas. Tommy se situó tras una ventana en su lugar de guardia. Gun por su parte, bajó a revisar la puerta y reforzarla.

El silencio, una noche más, se apoderó de la casa...

Todos se mantuvieron firmes, ante las ventanas, tratando de no mostrarse demasiado hacia la calle, con sus armas en manos, preparadas para cualquier imprevisto, mas, la noche se presento tranquila, no se denotaba gran movimiento, apenas uno o dos zombis que rondaban tranquilos por las calles del barrio.

Llegada la mañana, Margaret rogaba por un poco de comodidad, ya que su espalda la estaba matando, pedía alguna especie de milagro para tener un lugar reconfortarle que puede aliviar su dolor, pero todo pensamiento de los miembros de esa familia, fueron interrumpidos por la llegada de extraños, una familia de jóvenes con una niña en brazos, quienes iban armados con una escopeta el hombre y la mujer con una pistola.

Llegan hasta el portón de la casa y desde ahí gritan pidiendo auxilio, que tenían una hija pequeña y que deseaban entrar.

A Gun no le gustaba la idea por las armas que tenían, a Tommy por la comida, mientras que Margaret como toda buena madre se compadeció de ellos, por lo que pedía a sus muchachos que los dejen entrar, estos, confusos, aun no decidían que hacer.

-Tommy, no me gusta la cosa, van armados - dice con gesto de preocupación mirando tras la mirilla de la puerta...

-A mi lo que me preocupa es el tema de la comida, ya que aunque hay reservas para varios dias tampoco debemos malgastar las reservas.

-Por el amor de Dios - interrumpió alterada Margaret- somos humanos, no vamos a dejarles morir ahí fuera, debemos abrir la puerta.

-Gun - dijo Tomy pensativo- creo que Margaret tiene razón. Nos aseguraremos que entran sin armas y les dejaremos entrar, con la comida ya veremos como nos apañamos, puede que aún quede algo en la tienda de la esquina.

Gun asintió con la cabeza, se acercó a la ventana y les hizo unas señas, hablando en voz baja y sin dejar de vigilar el perímetro les indicó que dejaran las armas a unos metros del portal de la puerta y que les iban a abrir.

Así ocurrió, abrieron la puerta, eran una familia de gente joven con una niña en brazos, se notaba que el cansancio había hecho mella en sus rostros.

Una vez pasaron al interior de la casa, Gun salió a recojer las armas e introducirse en el interior.

Gasto 1 punto en comodidad (al menos un cojín para las almorranas, jeje).

Gasto 1 punto en seguridad.

Durante la mañana, Gun y Jack (el joven nuevo) salen de la casa en el auto de Tommy en busca de provisiones, armas o lo que sea que puedan toparse, regresan cerca del mediodía con colchones cómodos y un poco de madera extra para tapiar las ventanas.

Tommy se muestra molesto por lo que trajeron, argumentando que lo primordial era la medicina y la comida y que de seguro fue idea del policía (Jack) traer mas colchones. Gun lo calma mediante amenazas y su madre mediante palabras dulces.

La noche llego y Tommy se fijaba constantemente en Mary Jane (la esposa de Jack) casi de manera amenazante.

Se sentía un ambiente muy vidrioso y bastante incomodo, lo cual empeoro con la presencia de una manda pequeña de zombis, quienes trataron de ingresar a la casa, pero con las maderas tapiadas, no lograron su acometido.

El caos poco a poco se iba apoderando de la vida de la sociedad, y cada vez era más difícil mantener la humanidad, y más cuando una pequeña manada de zombies estuvo a punto de penetrar en la casa.

La noche había llegado una vez mas, y con ella, el terror del Inframundo se hizo presente, pero ninguno pudo acercarse siquiera al recinto, ya que sus murallas robustas e imponentes no se lo permitieron.

Al amanecer, todos se sentían satisfechos y seguros por el lugar, aunque aun habían roces notorios entre la familia de la casa y los invitados.

Pero mucho mas tranquilos por el momento.

Las rondas de vigilancia entre los hombres fueron respetadas en todo momento, y fue en el turno de Jack cuando una voz distorsionada hizo eco a lo lejos.

Todos se levantaron y oyeron:

"A todos los sobrevivientes, acérquense al vehículo, comida, refugio y seguridad para todos"

La frase estaba repleta de esperanza y ya se repetía a cada segundo, solo lograba el efecto de agrandar aun mas las esperanzas.

Todos tomaron sus armas y comenzaron a marchar hacia el origen de aquel vehículo militar, el cual, no se encontraba muy lejos y cuyo conductor con sorpresa indico a los demás la presencia de aquellos sobrevivientes.

Los militares bajaron del mismo y con las armas atentas cubrieron a los miembros de ambas familias, quienes sin problemas llegaron hasta ellos.

Al instante, fueron traslados hasta un centro militar fuertemente armado, con pocos sobrevivientes, limpios y cómodos todos.

El centro era en realidad un estadio de fútbol, cuyo centro fue utilizado para sembrar algunos vegetales, ya que la espera seria muy larga aparentemente.

Todos se mantuvieron aliviados dentro del lugar, agradeciendo a la buena fortuna un día mas de vida.