Partida Rol por web

Castillos de arena

Tinta tus sueños

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06/03/2016, 22:32
Austin Garret-Jolley

Aparto sólo un instante la aguja de la piel de Nicole mientras mis ojos la buscan, perforando su nuca hasta encontrarlos al otro lado. Soy consciente de la pesadez de sus palabras, y en cierta forma eso revuelve algo por dentro de mí. Y la verdad es que ni siquiera me llego a plantear no responder. Con una media sonrisa mis ojos y mi aguja vuelven a su piel mientras mi garganta da la contestación requerida.

—Que todo tu cuerpo se concentraba en un único punto —le digo tranquilo, arrastrando las palabras un poco como cuando leo un poema que lo requiere—. Que era cálido, dulce y ácido, y que te mantenía en una tensión constante —enumero antes de volver a buscar una mirada que no existe más que al otro lado de su cabeza—. Y que era sexy.

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06/03/2016, 22:40
Nicole Nazar

Tengo que morderme el labio inferior para contener una risa al escuchar cómo termina su susurro. No recuerdo haber dicho la mayoría de esas palabras, pero desde luego las últimas sí son mías. 

—¿Eso dije? —murmuro con el mismo tono de antes, pero un leve deje de diversión—. No sé cómo lo diría, pero puesto así suena hasta bonito —añado, dando por hecho que eso es obra suya—. Y muy cierto. Es muy sexy.

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06/03/2016, 22:46
Austin Garret-Jolley

Asiento a su pregunta aunque ella no me pueda ver, encantado con notar la diversión rozando su voz.

—Palabra por palabra —aseguro antes de guardar silencio otra vez, retomando mi trabajo. Entonces estiro mi espalda, cambiando un poco mi postura y descargándola de tensiones. Sin embargo, con sus últimas palabras mi estómago me pide separar la aguja un momento e inclinarme en su dirección, dándole un mordisco en el lado opuesto del cuello.

—Y ahora, por tu culpa, tatuarte también —aseguro con una sonrisa antes de volver a sentarme y continuar perforándola con los ojos brillantes y los pómulos encendidos.

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06/03/2016, 22:58
Nicole Nazar

Sentir la punzada de su mordisco en mi cuello, amplía de repente la perspectiva de mi espalda, creando un camino de piel de gallina desde el lugar donde la tinta está dejando su huella hasta el lugar donde lo han hecho sus dientes. Doy un pequeño respingo y me muerdo la base del pulgar para no girarme y devolverle el mordisco. Tomo aire despacio y lo suelto rápido por la nariz.

—¿Nunca... —empiezo a preguntar, con mi mente llenándose de fantasías, pero me detengo para humedecerme los labios— ¿Nunca has hecho nada con alguien mientras lo tatuabas?

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06/03/2016, 23:06
Austin Garret-Jolley

La pregunta de Nicole me pilla un poco por sorpresa. Una cosa es reconocer que me pone pensar en lo que me dijo el otro día, o que me excite saber que ella está disfrutando en ese sentido. Pero lo que plantea es otro nivel, uno que ni siquiera me había llegado a plantear nunca.

—Nunca —confieso con seguridad. Entonces mi voz desgrana algunas palabras más, vibrantes y cada vez más graves—. Normalmente ni siquiera pienso en esas cosas mientras —le digo—. Como un estado zen donde todo es piel, pero no en ese sentido —expongo antes de aclarar un punto con una pequeña sonrisa—. Normalmente —digo mientras ojos se desvían hacia su piel erizada.

—Teniendo en cuenta que moverme podría suponer una marca para toda la vida de alguien, habría que estar muy loco para intentarlo —expongo. Me aparto entonces un instante, temiendo estar distrayéndome de más. Y libero mis pensamientos a través de un nuevo mordisco, esta vez cerca de su omóplato—. Y hacerlo con alguien más loco todavía —aseguro antes de proseguir, con la piel de mis hombros erizada y el calor fraguándose en mi pecho.

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06/03/2016, 23:19
Nicole Nazar

Con cada una de sus explicaciones mi mente bulle más y más. La adrenalina empieza a trotar primero y a galopar después hasta que siento como si toda mi piel se estuviera calentando a su paso.

Un suspiro escapa de mis labios y choca contra mi mano con su mordisco y es, probablemente, justo en ese preciso instante en que sus dientes se clavan en mi piel en el que me doy cuenta de que sólo hay una respuesta a sus palabras que encaja de una forma jodidamente perfecta con el dibujo que está haciendo sobre mi piel.

Ni siquiera llego a pensar antes de que mis labios se abran y un susurro cálido y desafiante salga de ellos.

—Cap ou pas cap, Austin? 

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06/03/2016, 23:27
Austin Garret-Jolley

En el mismo momento en que mis palabras se disipan en el aire la verdad es que ya sé cuál va a ser la respuesta de Nicole. Así como sé que, ante ella, sólo hay una contestación posible.

Emito un suspiro, usando toda la racionalidad de mi mente para pensar un par de segundos en esto. Bueno, si algo sale mal aún estoy empezando: es arreglable. También busco con mis ojos la mejor manera de hacerlo. Puedo volverme a las letras cuyo contorno ya he hecho, donde será mucho más difícil fallar...

Ni siquiera me paro a pensar en lo incorrecto de esto, porque con ella pronunciando esas palabras ha dejado de haber nada incorrecto. Además, está avisada. De modo que al final opto por soltar su piel, decidido a seguir perforándola en el interior del dibujo ya realizado sin ese sostén, y mi mano enguantada empieza a descender por su espalda.

—Ni se te ocurra moverte —le digo en el susurro más grave que he pronunciado hasta ahora mientras mi mente va presionando el interruptor de apagado. Mi frecuencia de intervención con la aguja desciende notablemente durante unos instantes en que rodeo su cuerpo con la mano izquierda, aún enguantada, y tras encontrar su vientre asciendo por su pecho. En realidad no sé muy bien ni qué toco, sólo qué busco: su mano. Entrelazo nuestros dedos entonces y comienzo a descender, colándonos a ambos entre las pocas prendas de mi ropa que lleva ella.

El tibio suspiro que se libera contra su nuca llega en el momento en que siento su calor a través del guante. Y después dejo que sea ella la que nos guíe, intentando por todos los medios no dejarme llevar y no cargarla demasiado mientras sigo trabajando. Aunque antes, una última palabra. Suena grave y con un deje de esfuerzo, como su hubiera sido contenida durante varios segundos.

—Cap.

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06/03/2016, 23:47
Nicole Nazar

Ese camino de piel erizada sigue el recorrido de su mano a través de mi espalda primero y de mi torso después. En cuanto me doy cuenta de que es mi mano lo que busca, suelto el sostén de la madera y dejo que mi rostro se apoye directamente sobre la silla mientras que mi brazo vendado me sostiene rodeando el respaldo de la silla. 

Asiento muy levemente ante su advertencia y después dejo que sean sus dedos los que guíen a los míos, al menos hasta que nuestras manos se cuelan bajo mi ropa. Su aliento en mi nuca, la aguja en mi hombro, nuestros dedos entrelazados... En algún momento tironeo con los dedos de su guante hasta que lo libero de él, dejándolo abandonado en algún lugar entre mi ropa, satisfecha por poder tocar su piel con la mía. Todo se conjuga para que me resulte muy, muy difícil obedecer y mantenerme quieta.  Trato de mover sólo la muñeca sin que mi hombro lo haga, de contener mi respiración todo lo que puedo para que mi espalda no refleje los suspiros que ansían abandonar mis pulmones. 

Tal vez por el morbo de la situación, o quizá por el rato pasado antes en la ducha, pero lo cierto es que no tardo en perder el control y si no fuese por el dolor punzante de la aguja en mi hombro ni siquiera recordaría que no puedo moverme. No sé cuánto tiempo pasamos perdiéndonos en mi propio cuerpo, llega un momento en que tan sólo soy consciente de que mis jadeos chocan directamente contra la madera que ahora roza mis labios. Una espesa lujuria parece derramarse por todos mis poros, invadiendo mi mente y anulando cualquier tipo de pensamiento racional. 

En el momento en que durante un breve instante mi cerebro sufre esa pequeña muerte todo mi cuerpo se tensa sin que pueda evitarlo y aún cuando pasa, permanezco algunos segundos con los ojos cerrados y la respiración alterada, con una fina capa de sudor cubriendo mi piel y mis dedos tan entrelazados con los de Austin que me cuesta saber dónde acaba mi piel y empieza la suya.

—Jo-der —musito entre dientes en un suspiro entrecortado. Me gustaría decir mucho más, pero mi garganta no parece capaz de modular todo lo que se me pasa por la mente.

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07/03/2016, 00:18
Austin Garret-Jolley

Ya desde un primer momento me siento como si tuviera que contener mi respiración para no perder mis pulmones y cordura. Si sus palabras días atrás habían convertido el tatuarla en algo sugerente esto es, sin duda, otro nivel. Dejo que sean sus dedos los que nos guíen, haciendo más que acto de presencia sólo en momentos puntuales. Y aún así cuando forcejea con mi guante para quitármelo se siente como si me hubiera desnudado.

La música que sale del reproductor queda eclipsada, prácticamente apagada, por los sonidos que abandonan a borbotones la garganta de Nicole.

Y me cuesta centrarme. Joder si me cuesta. Y soy consciente de que lo más prudente sería dejar esa aguja, o mantener la aguja y liberar la otra mano, pero después de un «Cap» puede ir cualquier cosa salvo la prudencia. Más de una vez pienso que la he cagado pintando un poco más aquí o más allá de donde pretendía, pero cuando todo esté terminado ni siquiera se notará la diferencia en el resultado.

Al sentir su orgasmo llegar no lo pienso ni por un momento y salvo la escasa distancia que nos separa, sentándome en su misma silla, detrás de ella, aunque para ello tenga que apretarla un poco contra el respaldo. Racionalmente me digo que es para que no se mueva, para poder seguir tatuándola mientras tanto. Pero en el fondo hasta yo sé que es para sentirla más cerca, para beber de ese orgasmo que yo siempre había creído prohibido.

Para cuando los últimos coletazos de sus espasmos terminan de sacudir su interior emito un largo suspiro y apoyo mi cabeza en el otro hombro, sintiéndome como si realmente acabásemos de tener no sólo sexo, sino un polvo memorable. Aparto un poco la aguja, esperando algún tipo de señal por su parte para saber si debo continuar o aguardar a que se encuentre más recuperada.

No sé ni en qué momento ha pasado, pero estoy sudado y alterado, ansioso y al mismo tiempo asombrado.

—Sí —digo dándole la razón—. Jo-der —La verdad es que no creo que haya una palabra mejor para describirlo. Tardo varios segundos entonces en volver a hablar, y lo hago sin salir de su ropa ni soltar sus dedos.

—Creo que Pávlov diría que esto es mejor que el chocolate.

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07/03/2016, 00:51
Nicole Nazar

Es cuando llegan sus palabras a mi espalda cuando me doy cuenta de lo pegados que estamos. Y eso hace que una sonrisa de medio lado se esboce en mis labios, sin ser capaz de imaginar cómo debe sentirse él ahora mismo. Pero cuando termina de hablar, no puedo evitarlo y por mucho que trato de contenerla, una carcajada abandona mi pecho, con toda la contundencia acumulada por culpa de la contención anterior. 

Por suerte, la aguja no está tocando mi piel en este momento, pues después de esa viene otra y pasan varios segundos antes de que pueda dejar de reírme y sacar mi mano de entre mi piel y su ropa. Y entonces suspiro largamente. Siento aún cómo coletea la adrenalina, apaciguándose a cada instante, pero todavía presente, como si algo en mi cuerpo quisiera hacerme consciente de que lo que acabo de vivir es, sin duda, algo a recordar. 

Muchísimo mejor que el chocolate —digo entonces, dándole la razón—. Creo que ha sido lo más excitante que hemos hecho esta semana. 

Y con esas palabras ladeo un poco la cabeza, buscando sus ojos por el rabillo del mío.

—¿Y tú? ¿Cómo estás? —pregunto, bajando un poco la voz, en un tono que deja más que claro que estoy completamente dispuesta a darme la vuelta y hacer que él llegue al punto en el que estoy yo ahora.

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07/03/2016, 01:02
Austin Garret-Jolley

La carcajada de Nicole me saca una sonrisa primero y una risa después, que se une a los ecos de la suya. A pesar de la situación —o aún más por ella— es imposible no divertirme.

Al notar que empieza a retirar su mano la acaricio una vez más allí donde me encuentro, casi buscando un nuevo coletazo de ese orgasmo, y luego procedo a hacer lo mismo lentamente.

Luego, cuando me da la razón y añade esas palabras, una enorme sonrisa surge en mis labios.

—¿Más excitante que la charla con Higgens? —pregunto bromeando. A mí me costaría compararlo con lo del puenting, por ejemplo, pero supongo que es porque mientras ella disfrutaba yo intentaba mantener la cabeza sobre los hombros. Sin embargo con el tono de su pregunta posterior algo en mi pecho se mueve, ronroneando, casi pidiendo más, y emito un suspiro mientras me inclino un poco para poder buscar sus ojos.

—Yo estoy que no sé si seguir pintándote, si pedirte que me tatúes tú a mí o que me folles aquí y ahora —confieso sin tapujos, bajando también la voz y manteniendo luego mi mirada en sus pupilas.

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07/03/2016, 01:16
Nicole Nazar

Mi mirada se vuelve más intensa con su respuesta y la comisura derecha de mis labios se estira un poco más cuando mi sonrisa se amplía. 

—Lo primero tendrá que esperar al menos unos minutos y lo segundo no creo que realmente lo quieras, así que... —dejo las palabras en el aire mientras empiezo a girar sobre mí misma, hasta poder acercar mi rostro al suyo para morder su labio inferior durante un instante—... No tardo nada. 

Y con esa promesa entre ambos, me pongo en pie y me acerco a la encimera para abrir mi mochila y buscar el preservativo que finalmente parece que hice bien en traer. En el camino de vuelta me desprendo de sus pantalones y calzoncillos, dejándolos en el lugar donde caen y quedando totalmente desnuda. 

Al llegar a su altura de nuevo lo miro fijamente a los ojos antes de que esa sonrisa traviesa vuelva a mis labios mientras empiezo a agacharme a su lado hasta quedar de rodillas. 

—Si tienes que desinfectarlo, tienes hasta que termine de ponértelo —anuncio, justo antes de empezar a desatar sus pantalones para liberarlo, con todas mis intenciones a la vista.

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07/03/2016, 02:18
Austin Garret-Jolley

Las palabras de Nicole penetran a duras penas en la densidad de mi cabeza. No les busco el sentido, pero su tono es suficiente para transmitirme lo mismo. Humedezco mis labios entonces, justo antes de que ella los secuestre con los dientes, y ante su promesa simplemente asiento, aprovechando el tiempo que está de camino a su mochila para dejar a un lado de forma segura la aguja.

A la vuelta su cuerpo desnudo me atrapa al menos hasta que lo hace su mirada, y aún la estoy siguiendo cuando ella se arrodilla y me hace aquella advertencia, como si el mundo —con su herida reciente incluida—fuese a olvidarse de nosotros en cuanto yo tuviera el preservativo puesto. De inmediato me agacho entonces, dejándola hacer, para tomar la crema desinfectante y uno de los apósitos. Apurado extiendo la crema sin demasiado concierto sobre el lugar que acabo de pintar y luego lo tapo, sediento de sudor y de besos.

Durante no sé cuánto rato después me mantengo bajo ella, disfrutando de su aliento en mi boca. A pesar de ser lo único que me queda tardo en quitarme la camiseta, y al hacerlo me siento como si una vez más fuésemos uno.

Tal y como ya había pasado antes llega un momento en que estar sentados es insuficiente, y entonces nos convertirmos en dos pelotas de pinball unidas por las bocas, las manos y los sexos, rebotando de pared a pared y de estantería en estantería hasta encontrar el futón.

Para cuando el orgasmo llega este es, probablemente, el más intenso que habré tenido con Nicole. No es sólo la adrenalina acumulada durante el día, sino todo lo sucedido durante el último rato, su forma de hacer y la confianza que con el paso de los días hemos ido ganando. Con la respiración alterada, una mano aún en su pecho y la otra rodeándola emito un errático suspiro.

—Joder —murmuro tomando aquella palabra como homenaje, sintiéndome como si me acabasen de vaciar por dentro. La mano que la rodea la abraza entonces mientras yo empiezo a derretirme contra sus pupilas. Entonces añado unas palabras más, pesadas y densas, pero que aún así está claro que no son más que una broma—. Si lo sé lo hago antes.

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07/03/2016, 02:45
Nicole Nazar

Completamente exhausta me voy deslizando hasta estirar las piernas, todavía sin llegar a despegar mi piel de la suya. Y cuando habla una risita recibe su veredicto y una carcajada su siguiente comentario. Me siento lánguida y, al mismo tiempo, con ganas de reír hasta dormirme. Antes de separarme de él, me acerco hasta su pecho para dejarle un mordisco de regalo a modo de bonus track. Luego ruedo sobre mí misma hasta quedar a su lado y apoyo la cabeza en la mano izquierda para mirarlo desde arriba.

—Ni siquiera entiendo que hayas tardado tanto —afirmo, siguiéndole la broma para después enarcar ambas cejas en una expresión divertida—. ¿Y qué? ¿Ya tengo mi patata entonces? Me da hasta miedo mirar —bromeo, soltando otra carcajada. 

Poco a poco me voy haciendo consciente de que debe ser tarde y Ted debe estar preguntándose dónde estoy. Además de que todavía tendría que preparar algunas cosas para la clase del día siguiente. Es un fastidio, pero la realidad quiere abrirse camino en este día extraño que parece suspendido en medio de la semana.

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07/03/2016, 03:08
Austin Garret-Jolley

Mis ojos brillan con el brillo del desafío al escuchar las primeras palabras de mi amiga, aunque no es un reto que llegue a expresar en voz alta, ni mucho menos. En lugar de eso río tanto con su comentario como con sus palabras posteriores.

—En realidad con todo el movimiento me he despistado, y esta vez tampoco tienes patata —digo antes de negar con la cabeza y encogerme de hombros—. Tienes lo que siempre has querido en secreto: la cara de Obama, que sé que te pone —expongo riendo de manera suave y liviana, con el hormigueo del orgasmo aún terminando de abandonarme.

Después de eso me quedo mirándola durante algunos segundos con la risa aún colgando de mis labios, encantado.

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07/03/2016, 03:14
Nicole Nazar

Río con él, intentando poner cara de horror, sin llegar a conseguirlo lo más mínimo porque me da la risa cada vez que lo intento, y cuánto más me esfuerzo por ponerme seria un instante, más me río, hasta que finalmente dejo de intentarlo. 

Y cuando se me pasa la risa suspiro entre dientes y mi expresión ya anticipa que aunque mi cuerpo esté todavía aquí, mi mente ya está comenzando a moverse hacia algún otro lugar. 

—Creo que debería ir pensando en volver a casa de Ted —digo entonces, arrugando la nariz—, aunque sea para pedirle que le haga una foto a mi patata con cara de Obama.

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07/03/2016, 03:18
Austin Garret-Jolley

Emito un suspiro, llevando los ojos al techo, cuando dice eso de marcharse. Una sonrisa se va formando en mi rostro entonces, y la miro de medio lado.

—O podemos dar más verosimilitud a este secuestro, que te quedes a dormir y pedir un rescate —propongo alzando las cejas. Entonces empiezo a incorporarme un poco, lo justo para sentarme en el futón y dedicarle una sonrisa haciendo un gesto hacia su hombro—. En realidad está totalmente inacabado —le digo antes de ladear la cabeza—. ¿Lo dejamos para otro día?

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07/03/2016, 03:24
Nicole Nazar

Ante su propuesta me quedo pensativa un instante. ¿Tengo ropa que ponerme mañana? Sí. ¿Necesito algo que no lleve encima para la clase? No. Y su casa me pilla bastante más cerca del instituto que la de Ted. Desde luego, por mucho que quiera a Ted, la oferta de Austin es de lo más tentadora. Aunque tengo que preparar algunos problemas, eso seguro. 

—Lo del rescate no tiene mucho futuro —digo, como si fuese una advertencia—. Nadie te va a dar ni un dólar para que me liberes. Como mucho te pagarán para que no me dejes salir más. —Sonrío y asiento con la cabeza. —Pero vale. Me quedo. Aunque tendré que trabajar un rato o madrugar mañana. 

Después asiento de nuevo, echando un vistazo a mi hombro tapado por el apósito. 

—Claro —digo entonces—. Tú eres el artista, tú sabrás cuándo y cómo quieres terminar tu obra. 

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07/03/2016, 03:32
Austin Garret-Jolley

Asiento a su advertencia, con una decepción exagerada en el rostro, y río cuando dice lo de ser pagado para no dejarla salir.

—Por mí madrugamos —le digo—. Ya iba a hacerlo para llevar galletas, que estarán mejor que si las hago hoy —explico antes de mirarla y que una media sonrisa cruce mi rostro—. Sin maría.

Después de eso empiezo a ponerme en pie y me desperezo. Lo de que se quede es algo que no me esperaba, la verdad, pero que acepto con comodidad y naturalidad. Repaso entonces el lugar con la mirada.

—No sé cómo lo haces, pero cada vez que vienes se me llena la casa de ropa —bromeo mientras me acerco a apagar la máquina de tatuajes, cosa que no había hecho hasta ahora. Tras pensarlo cojo también libreta de hojas blancas y lápiz y hago algunos trazos sobre la mesa, desviando la mirada de vez en cuando a Nicole.

—Oye —le digo entonces—, ¿te han dicho algo tus amigos del cuadro?

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07/03/2016, 03:41
Nicole Nazar

Sigo su mirada con la mía y al encontrar la ropa tirada por todas partes, me encojo de hombros con un gesto de exagerada inocencia. Después me pongo en pie y empiezo a desandar el camino, recogiendo las prendas y poniéndome las que me corresponden para después dejar las suyas dobladas sobre una silla. 

Camino entonces hacia la cocina para servirme un vaso de agua y lleno otro para él, pero antes de llevárselo paso por mi mochila y rebusco hasta encontrar el móvil. Si voy a quedarme tengo que avisar a Ted, del que por cierto descubro de repente que tengo varios mensajes de whatsapp preguntándome si sigo viva. 

Empiezo a escribir en respuesta cuando pregunta lo del cuadro y levanto la cabeza para mirarlo, con una sonrisa divertida apareciendo en mis labios.

—June dice —empiezo, en un tono que ya anticipa que la opinión de mi amiga me parece graciosa— que si me has pintado en un cuadro y estoy tan loca como para pasar la barrera de las veinte veces, te tendré coladito por mí. —Me río y sacudo la cabeza, dejando claro que no creo que mi amiga tenga demasiada credibilidad. —También dice que si le das un porcentaje ella te posa desnuda todo lo que haga falta. 

»Ted sólo dijo que era muy bonito, pero que no terminaba de entender por qué decía que era yo —explico, con una pequeña risa—. Y bueno... —Llegado este punto, arrugo un poco el ceño. —Creo que a Ashton no le ha gustado mucho que me pintaras, aunque tampoco es que haya dicho nada malo. 

Me encojo de hombros. 

—Y no se lo he enseñado a nadie más. 

Dejo el teléfono sobre la mochila, ya avisado Ted de que no iré a dormir, y me acerco con el vaso de agua para dejarlo en la mesa a su lado y estirar el cuello, intentando atisbar algo de lo que hace. 

—¿Qué pintas?