Partida Rol por web

Hector y Eria, acompañados de Ivi, salen del comedor con un silecio muy incómodo por la incorporación de una nueva aliada y la desaparición de la "llorona" de Nathalia, sin embargo, este cambio de última hora, os vendría muy bien. No sabéis nada de ella, pero sentía que es muy poderosa.

Estúpido Trevor....piensa suspirando mientras avanzaba por el castillo.No se había sorprendido mucho al ver la batalla, es más, no entendía nada.Por qué demonios tenían que pelearse, pero ahora lo entendía, una simple riña de niños pequeños.Si tenían esa actitud difícilmente podrían derrotar a enemigo tan poderoso del que hablaban.Almenos aquellos dos tenían el mismo enemigo que su compañero, así que no buscaría problemas y se mantendría apartada hasta el momento de la verdad.

Saliendo de nuevo al pasillo con el ánimo renovado, flanqueado por la sempiterna presencia de la silenciosa y letal Eria, avanzo por el corredor buscando cualquier pista o indicio que me de información sobre Isaac; cuando regresó al castillo, cualquier debilidad o similar y lo más importante de todo; su paradero.

Habíamos perdido a Nathalia, si, secuestrada por Trévor Belmont, pero, si mi instinto no se equivoca (cosa que sucede en extrañísimas ocasiones) volveremos a encontrarnos con el 'mata-vampiros' antes de econtrarnos con Isaac, y a Nathalia con él. Habiendo traído a la joven hacía tiempo a este endemoniado lugar por orden de mi ex-señor, evitar la muerte de ésta a manos de cualquier ser de aquí era una tarea que me había autoimpuesto para enmendar el pasado.

Observo a la joven que nos sigue. No parecía tan inútil, y tenia algo a favor. ¡Se quedaba callada! No podía creer la tranquilidad que nos volvía a rodear. Me sonrío levemente antes de ponerme seria y mirar a mi amo. Mirándola de reojo a ella y volviéndolo a mirar a el. Quería saber que opinaba acerca de la “nueva” compañera que teníamos reemplazando a la otra.

Percatándome en una intersección de pasillos, en una de las ocasiones que me quedo pensando que camino tomar, de las miradas que Eria echa de reojo a aquella muchacha que nos seguía de lejos, comento a mi compañera en voz muy ténue

¿Hmm? ¿Te ocurre algo? ¿En que piensas? ¿Pasa algo con ella?

Lo miro acercándome a el y caminando a su lado. Cerca mirando al frente ahora. Mis ojos comenzaron a tornarse negros completamente

-No lo se... Tal vez es la otra de la que hablaban pero no parece tan inútil... Aunque no deberíamos confiarnos...-

Le digo mentalmente. No había necesidad de que ella escuchara lo que estábamos hablando aunque tal vez pudiera hacerlo. Pero me interesaba que mi amo lo supiera nada mas.

Tocándole el hombro derecho tras 'escuchar' su opinión, asiento con cara seria. Durante el tiempo que llevamos viajando juntos he comprobado como sus opiniones no son tomadas a la ligera y he aprendido a valorarlas.

El asentimiento es hecho con un rostro serio y 'afilado', dando a entender que esa era mi opinión inicial y, si bien ese tipo de antes nos dijo que dos personas serían importantes para los futuros acontecimientos, nunca he basado mis acciones actuales siguiendo los abstractos designios de profetas, adivinos y otros augures... que generalmente son charlatanes o cosas peores, enemigos.

Una mueca de fastidio se dibuja en su rostro observando el comportamiento de sus nuevos acompañantes.

-No deberiais desconfiar de mí, sólo soy una simple guerrera....- os dice mostrando uan sonrisa que más bien inspiraba desconfianza, pero nunca se sabe lo que pretendía aquella mujer, intentando ocultar sus verdaderas intenciones.

La miro de reojo. Mis ojos están negros todavía, símbolo de que mantenía el contacto mental con mi amo. Su sonrisa no me gustaba. Justamente eso hacia que desconfiara también.

-Mientras no seas una inútil como la otra y puedas cuidarte por ti misma entonces vale...-

Le susurro tranquila pero con tono frío. No me agradaban las nuevas compañeras sin duda. Aunque quedaba el único consuelo de que ella sabia pelear.

S´´i, pero...ella puede leer vuestras mentes, ya vereis el porque ^^^^U

Te he concedido el poder de leer las mentes. Sabras mas adelante el porque, ya que tiene que ver algo con la familia de tu personaje...

Vais caminando por los pasillos del castillo hasta que os encontrais con una niña de unos 6 años y de aspecto inocente:

La niña lloraba en solitario o...¿eso creiais?, aquella niña estaba siendo rodeada por un grupo de zombies que querian comersela.

¡Alejense de mi!, ¡papa!, mama...

La niña llamaba a sus padres sabiendo que no iban a venir a ayudarla pues era imposible que llegasen a un castillo lleno de peligros sin haber muerto...

Revoleo los ojos ante la situación. Lo único que faltaba era tener que cargar con una cría ahora. Ya me estaba hartando de esta situación. Mis ojos se ponen rojos antes de lanzar varias bolas de fuego a los muertos para carbonizarlos. Me tenían harta. No era buena con los niños, seguramente mi Amo se encargaría de ella ahora que los zombies ya no estaban.

Los zombies fueron carbonizados por el temible poder de Eria, en cuanto desaparecieron, la niña alzo un poco la vista hacia vosotros, pero se encogio todavia mas creyendo que erais monstruos.

No me hagan daño...

Os ruega entre gimoteos.

La observo fijamente y suspiro. Este día era totalmente desastroso. Yo le había dicho a Hector que las cosas no eran las indicadas para buscar a su enemigo. Hombre terco tenia que ser.

-Levantate niña...si quisiéramos hacerte daño ya lo habríamos hecho...podría haber pifiado una de esas bolas...-

Le digo molesta por la actitud y todo lo que nos había ocurrido.

Iba a lanzarme a proteger a la infante de los no muertos, amenazada como estaba por ese peligro inmediato, cuando la ira de Eria vuelve a manifestarse de forma tangible... esta vez en forma de varias bolas de fuego que son disparadas contra aquellos desagradables zombis.

Guardando de nuevo la espada al cinto, me acerco a la cría con cara amigable (todo lo que puedo, que tampoco es demasiado ^^) y despreocupada Tranquila niña, que aquí nadie te hará daño... Me extraña bastante que una cría como esta anda vagando por los pasillos de este lugar asi que, mientras la niña se levanta del suelo, le pregunto curioso ¿Como te llamas y como llegaste aquí, chica?

Mira a Hector mientras se secaba las lagrimas y esconde su rostro detras del peluche de so que tenia entre sus brazos. Se mostraba un poco vergonzosa.

Mi nombre, sheñor, es Nathalia Norvenda y llegua aqui por el poder de un sheñor que llevaba un bigote y pelos añarillos y un traje rojo...

Al oir aquel nombre os quedais sorprendidos, entonces comprobais si era una ilusion o un montruo, pero...era real, ¿como es posible que esta niña fuese Nathalia si la que conoceis tiene 18 años y esta 6?

Casi mareado por lo escuchado de la cría, miro a Eria con una expresión extraña, como si preguntase con gestos mudos ¿Esto es posible?. No soy un humano ignorante, durante mi vida he visto y he estado presente en fenómenos que muchos tildarían de imposibles... pero el encontrarme una niña que afirma ser Nathalia, la misma que fue secuestrada por Trévor hace nada, es un acontecmiento muy difícil de digerir.

A la niña Vamos a ver, Nathalia... se me hace difícil pronunciar el nombre de manera tranquila ¿donde están tus padres? ¿y como hizo ese señor del bigote? Me huelo que ese del que habla sea un místico.

Lo que dice esta niña es cierto, damas y caballero.

Os dice una voz que resuena por el pasillo en un halo de luz aparece aquel caballero que describio la niña.

Permitidme que os aclare todo esto, vereis...en uno de mis viajes esta niña choco conmigo y fue transportada aqui y...eh...si, es Nathalia Norvenda, con seis años...

Os comenta a medias dejandoos con algo de confusion.