Partida Rol por web

[VIOLINO TRISTE E PIANO ( Secret Garden)]

Hola cariño ¿Como est…- Se escuchó un disparo. El malvado director de la planta química se había cobrado su última víctima. O más bien disparó por un puro espasmo póstumo pues ya estaba más que muerto y su cabeza separada de su cuerpo. Candace y su padre se miraron a los ojos en una escena que podría considerarse dramáticamente desastrosa. Pero si algo hace que el público del cine escombro ame las peliculas escombro es que estas no pretenden ser más de lo que son realmente y se rien de si mismas. Con ese espíritu escombresco lo último que hizo el general fue mirar a cámara dos minutos con cara de susto hasta que se atrevió a mirar hacia abajo para ver su camiseta empapandose de tomate frito diluido en agua. -No me jodas, mañana iba a pedirle el divorcio a tu ma… se desplomó sobre si mismo.  Apenas tocó el suelo, el granjero pasó con un salto gritando “¡Noooooo! ¡Malditos amarillooooos!” por donde hacia tres minutos había pasado la bala. Si hubiese sido más rápido habría salvado la vida del padre de Candace a costa de la suya. Pero la vida es asi.

Se rascó compulsibamente la herida que le había echo el tentáculo de uno de los hippies en el brazo. La cámara hizo un zoom, el corte tenia un aspecto terrible. Fue mostrado durante varios segundos, los suficientes para que hasta el espectador más paleto de lo mas hondo de los EJA pudiera atar los cabos. 

Jack palizas estaba teniendo una epifanía violenta, siempre había sentido un monstruo fuerte en su interior. Un monstruo que le había obligado a golpear empollones para humillarlos y robarles, a impresionar a las mozas del pueblo a golpe de apalizar a sus novios blandenges, a ganarse la vida de maneras de lo más truculentas y violentas. Era buena gente y trataba de resistirse a él, pero cuando se dejaba llevar era todo tan dulce. De repente torcio el gesto. Hasta ahora el monstruo era una cosa metafórica, como un calor en su pecho que se extendía a sus extremidades y le apagaba el cerebro. 

Pero esta vez era frío y su cabeza no se había apagado sino que le avisaba de peligro. Y le hacia cosquillas por dentro… incluso dolor cuando empezó a apartar órganos con sus tentáculos desde dentro. ¿Por que estaba solo en este revuelo de escena? ¿y porque era evidente que no estaba siendo qrabado en el despacho, sino en un croma? -Me cago en la…

Jack palizas murió en una cutrexplosión sangrienta siendo su lugar ocupado por un terrible monstruo, que pretendía ser una medusa que en vez de nadar flotaba en el aire gracias a la psiónica que le daba su gran cerebro superior. Parecía que la hubiera hecho un chico de cinco años. Pero ahí estaba. La gran pregunta ¿De qué cojones va esta peli? habia sido resuelta: medusas psionicas mutantes. Habíamos llegado a la mitad del telefilm (45 minutos a nuestra espalda y 45 minutos por delante) Ahora los actores debían, segun el guion, transmitir que sentían su odio psiónico hacia la humanidad y su increible fuerza telepatica.

Oh dios mío noto sus pensamientos… quiere matar a toda la humanidad y hacerse con el control del planeta… ¡¡Debemos detenerla y cocinarla con patatas y pimentón dulce!!

¡¡¡Quiere hacernos sufrir, y se siente indestructible!!! hay que encontrar su punto débil quizá tenga una boca en algun lado de su anatomía.

¡¡¡Huid insensatos!!! -gritó asomándose por el bolsillo de su amigo y líder religioso.

Aquel monstruo parecía una medusa hecha en un taller de manualidades de un colegio de primaria. La parte superior parecía un sombrero chino forrado de rosa y los tentáculos parecían simples tiras de papel de celofán pegadas a la parte inferior del sombrero. Podrían haberse trabajado algo más los ojos de aquel ser, ya que simplemente los habían pintado a modo de dos círculos negros, con rotulador permanente.

La buena noticia era que Jack “El Palizas”, había explotado en una orgía de salsa de tomate rebajada con agua. El pobre oficinista también había caído. A Robert  no le daba demasiada pena. Se lo había buscado por nenaza. El director había sido degollado por el buen hombre del sombrero. Algo malo estaba tramando ese tipo. Y el capitán había recibido el impacto de la bala que por desgracia no había podido parar él mismo con su pecho. La ventaja era que moriría el soldadito y no él.

¿Qué hacer ante tanta diversidad de acontecimientos? Poca cosa se le ocurría ya al grajero. ¿No se suponía que había un guión que seguir? En ese momento vio aparecer a su diosa griega vestida de enfermera. ¡También la valía! Ignorando los consejos telepáticos de la medusa de celofán Robert salió corriendo detrás de la enfermera mientras gritaba: - ¡Espera, tenemos algo pendiente!

-¡¡Nooooo!!- Exclamo mientras caigo de rodillas junto a mi padre.

Ahora ya no podré usar su tarjeta de crédito.

-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOO!!!!!

Y para acabar de rematarlo también muere Jack.

-Joder, esta mierda de día no hace sino empeorar por momentos- Pienso cabreada.

Me levanto enjugándome las lágrimas mirando con odio al monstruo causa de todas mis desgracias. Sin novio, sin cadillac y ahora sin padre y sin tarjeta de crédito.

 -Ya me has tocado los ovarios- Digo mientras agarro mi juguete azul, hago varios molinetes con él, cual ninja con un nunchaku y cargo contra la medusa.-Bicho asqueroso, ahora verás de lo que es capaz una animadora cabreada.

Joder fué lo único que pudo pensar al ver como Candace se lanzaba hacia su propia muerte. Su corazón dió un palpito y reaccionó saltando sobre la mesa y llamando la atención de todos con una voz potente procedente de una óptima utilización de sus dos inmensas cavidades pectoráficas: Escuchadme todos!! gritó Hemos pasado por mucho juntos hasta llegar hasta aquí!! Su voz tiene un nosequetú que nosequeyó especial, toda ella brilla como una supernova, más aún, como una burbujita de freixenet. Su luz barre la escena y... Vuelven a aquel horroroso momento en que todos se conocieron, la nave se había estrellado en el planeta Krilin tras una encarnizada pelea contra el alcoholismo que habían perdido nuestros heroes, los encargados de pilotar la nave de tropas con un zillon de valientes marines espaciales Americanos. Por suerte ellos habían sobrevivido. Así, nada más salir fueron recibidos por un cabecilla insectoide de feroz aspecto que se dirigió hacia ellos con un amenazante y aterrador supradialecto: Mi mama me mima. Les dijo, y luego se saco una arma de destrucción masiva entre los dientes. Las armas de nuestros protagonistas comenzaron a retronar contra aquel caracol gigante mientras veían como una horda de al menos un zillón de Gigancaracoles Krilinianos se acercaban hasta ellos desde todas partes. Cooooorreeeed!!!! gritaron al unísono y unos a otros se ayudaron a retroceder hacia la nave mientras tropezaban con cada minúscula piedra que encontraban en su camino. Una semana más tarde observaron por los largavistas que su mortal enemigo había avanzado ya unos cien metros y que, en solo un par de años llegaría a su ubicación NOOOOOOOOOOO gritaron desesperados, no podían permitirse ser flanqueados, la Confederación Americana de Planetas Disney tomaría aquel planetoide. Porque ¿Que derecho tenían aquellos seres a habitarlo? ¿solo por haber nacido y vivido y desarrollado una cultura pacífica de harmonía y prosperidad durante un par de milenios se creían los dueños? Además tenían cuernos y eso les convertía en satánicos y por eso habían de ser vencidos NOOOOOOOO siguieron gritando todos mientras disparaban como locos a un enemigo que, así a ojo avizor, estaba a unos cien kilometros fuera del alcance de sus fusiles. Un mes despues se quedaban sin munición. Seis meses despues se quedaban sin comida. Un año más tarde, por pura necesidad, se habían comido al zillón de compañeros muertos en precombate y engordado unos cuarenta kilos Cuando el enemigo finalmente les rodeó la desesperación mermaba a nuestros heroes... Maldita sea, no nos han dado la mínima tregua, nisiquiera hemos podido preparar un plan de contraataque, Escupidles!! El flashback desaparece mientras se escucha a alguien preparandose una mina gargajo... Y aún así salimos vivos porque permanecimos unidos, porque jamás perdimos la esperaza, porque ellos ya no recordaban ni a que habían venido y si ese día sobrevivimos podremos vencer a esta...lo que sea que esté sucediendo. La luz dejó de brillar como si a Gandalf el Gusiluz le hubiera petado la batería o la guarda civil le hubiese indicado que apagase las largas. Y todos estaban en el mismo lugar, solo que ahora todos llevaban en las manos o colgada en la espalda una ametralladora ensangrentada que parecían sospechosamente las de los guardias que se habían suicidado al ver al viejo loco metiendose en el beso lésbico. Steph -que parecía Mel Gibson en el patriota- llevaba dos ametralladoras colgadas a la espalda y otra en la mano. Quien parte y reparte.. No tengo ni idea de si están cargadas y solo se una manera de averiguarlo Desde encima de aquella mesa apuntó hacia aquella medusa de confeti y disparó.

La nueva oleada de muertos o abandonos del rodaje había asolado el despacho del director de la fábrica, llevándose entre otros a Jack Palizas y a su secretario Charlie. Ahora el sheriff no solo era la autoridad policial al mando, sino que era la única autoridad policial.

- ¡NO! ¡Todo mi efectivo policial ha muerto! ¡Todo esto es culpa de los demócratas!

Siempre era culpa de los demócratas. Douglas se arrepintió de, en época de elecciones, no haber recorrido con su coche patrulla las calles de Tranquility Town tapando sus progresistas carteles con pósters del partido republicano. 

De repente, una extraña y peligrosa medusa (pero con unos ojitos realmente monos) salió del difunto director de la planta y con sus poderes psíquicos empezó a mandar mensajes de odio a los presentes.

"Destruiremos a la humanidad, sheriff Morrigan, y con ella a todos los puestos de perritos calientes XXL con extra de jalapeño y triple ración de queso de todo el planeta Tierra. Y nadie podrá detenernos... ¡¡MUAHAHAHA!!", oyó Douglas en su mente.

- POR ENCIMA DE MI CADÁVER, BICHOS INMUNDOS -gritó el sheriff de pura rabia. Y de repente, viéndose con una metralleta en las manos gracias a la china, les dijo a sus compañeros- No di mi vida en Vietnam para que estas cosas se quedaran con mi amado país. Demostrémosle a estas medusas de pacotilla quién es el que patea culos aquí. ¡¡FUEGO A DISCRECIÓN!! 

El espectador medio, emocionado con el discurso de Douglas Morrigan y olvidando que el sheriff nunca había estado en Vietnam, ya tenía el teléfono descolgado y llamaba a la teleoperadora para saber cómo alistarse al ejército de los Estados Unidos de América. ¡USA, USA, USA!

"Joder una medusa extraterrestre, ¿de que me suena eso?" le daba vueltas a la cabeza mientras corría hacía el cuerpo sin vida de la guía sosteniendo la cabeza del director entre mis manos cual madre con su bebé recién nacido.

De un momento a otro eso se había convertido en un campo de batalla. El sheriff y la china se habían liado a tiros contra el alien para intentar abatirlo mientras Candace cargaba contra el. 

Al ver a Candace, una rubia cuya familia había muerto en manos de aquel ser, cargar contra él con toda su furia, supe de que iba todo. Estábamos filmando la precuela del famoso videojuego Metroid y aquello no era una medusa, ¡¡si no un propio Metroid!! Y eso significaba que Candace era... era... Samus Aran, la protagonista. "¿¿Como es posible que esa estúpida fuera Samus Aran??" me pregunté totalmente incrédulo.

Maldita sea esta película era la hostia, menudo giro argumental se había cascado el guionista así en un momento. Los espectadores se iban a cagar en los asientos cuando vieran todo eso. Joder, si casi me había cagado yo encima. Metroid es mi juego favorito.

Un dilema moral se apoderó de mi. "¿Que hago? ¿Me olvido de mi objetivo y ayudo a Samus, mi heroína, a atacar al metroid? ¿Continúo con el objetivo de Ellos?". Ante tal pensamiento un escalofrío recorrió mi cuerpo y una voz retumbó en mi cabeza "Tu sabrás a lo que expones...". Menudo cague, como para no hacerles caso. Antes de ponerme con lo mío lancé unas palabras de ánimo a la heroína -¡¡Samus, te ayudaré más adelante te lo prometo!! Me he pasado todos los juegos de Metroid y se mil ténicas para acabar con esas criaturas. Ahora tengo que terminar una cosa.-

Corrí de nuevo esquivando balas y todo lo que le lanzaban al metroid. Me coloqué frente al cuerpo de la guía y comencé el ritual uniendo la cabeza del director como bien pude usando grapas, celo y pegamento de barra de 20 céntimos. Una vez pude colocar la cabeza, comencé con el ritual. -Uuuuuuuuuh ruktu, tururuuuuuuu, alablalablada bladabladabla, alumbawe, alamba- recitaba a la vez que hacía una extraña danza mientras sacaba de los bolsillos montones de dados y los iba lanzando al aire. 

Esa era la señal que necesitaba Rob. El hombre del sombrero hablaba como los seres estelares que en el 87 le llevaron a pasear en su nave y experimentaron con su ano a través de una sonda. El granjero se percató de lo que el señor Archment quería hacer. Estaba diseccionando al director de la planta, según los designios de ellos. Los extraterrestres, nazis, judíos, plantiformes, medusoides y amantes de las manualidades con celofán.

Robert corrió hasta Candance. Agarró una de las granadas de mano que portaba colgando del chaleco antibalas que acababa de ponerse y que lucía extremadamente bien en ella y observó el interruptor rojo. El granjero había visto en las películas, que no había visto ya que odiaba la tela, que ese tipo de armas funcionaba arrancándole una anilla. Pero esas debían ser más modernas, pues no tenían anilla y si un botón rojo.

Corrió entonces hasta donde estaba el señor Archement, por supuesto ignorando el tiroteo, a esas alturas de la película estaba claro que ésta, tenía varios argumentos diferentes, entendiendo varios en el término más amplio de posibilidades, en resumidas cuentas, que tenía muchos. Una vez a su altura agarró la cabeza de la guía, más manoseada, pateada y golpeada tras su muerte que en toda su vida y le abrió la boca introduciendo el utensilio que le había robado a Candance en la boca. Apretó el botón rojo y lanzó la cabeza con todas sus fuerzas hacia la medusa de celofán.

- ¡Muere ser medusoide! ¡Esto es por el 87! – Gritó.

Robert salió corriendo detrás de la enfermera mientras gritaba: - ¡Espera, tenemos algo pendiente!

La enfermera del geriátrico salió por la puerta con los ancianos. Cuando el granjero la siguió, se encontró de nuevo en una costa onírica y la diosa era una diosa de nuevo (se estaba quitando la bata de enfermera). -¡Escucha Robert! ¡La muerte vive bajo el agua. Si quieres parar este cataclismo tienes que bucear.- Se acerco a él, no respetando el espacio vital y del decoro y le susurro al oído: La pituitaria está donde Aaron Aaronson se calló de la barca, recuerda Aaron Aaronson, la barca. Y… se hacerca hasta casi besarlo… haz algo con el olor a cerdo o no encontraras segunda esposa nunca. Con estas palabras vuelve a empujarlo dentro del despacho. Al caer de culo contra el suelo ve la playa mientras la puerta se cierra. Pero al volverla a abrir no hay ni playa ni diosa ni abuelos, solo un anodino pasillo.

Llegaba justo a tiempo para la acción. Tras un impresionante flash al estilo King, pura pedantería y sentimentalismo, todo ajeno a la trama pero muy resulton para escribir best sellers, se podia unir a la fiesta.

Robert corrió hasta Candance. Agarró una (…) ¡Esto es por el 87! – Gritó.

La situación no podia ser más patética: un puñado de actores fingiendo que se tomaban en serio la amenaza de una medusa de corchopan. Un rodaje con calidad “tu tío, el torpe, hace mejores videos con la videocámara de aficionado en las comuniones” Todo grabado de una toma, si alguien se reía o tosía, iba tal cual a la pantalla. La banda sonora… habia cine X con mejor música.

Resumiendo: Era el momento de epifania escombresca que el espectador queria ver. Sin complicadas tramas, sin exigir haber visto nada de lo anterior para entender el combate. Aquí era donde una cutrepeli intentaba ser lo que no era y aburría y una puta peli escombro destacaba riéndose de si misma “si, un tornado de tiburones, ¿que pasa? ¿Algun puto problema, puto pijo de puta mierda?”  Ese era el espíritu de la productora, no se avergonzaban de su puta medusa, su puta medusa iba a ser una puta estrella del youtube. Nada de pequeñas tomas desde lejos, le hacen un primer plano sin complejo alguno.

Esquivando proyectiles, Dennis llego con la cabeza al cuerpo y comenzó el ritual de “reinserción cabecil” conforme los dados caían al suelo los rayos fotomontados empezaron a verse en el exterior, mientras los fluorescentes y lámparas parpadeaban. Finalmente el ritual concluyo apoteósicamente, pero el cuerpo no se movía. No había una segunda oportunidad de vivir para la guía del museo.

Pero un grito de -¡Noooo! ¡Quédate conmigo!- Seguido de un apasionado beso por parte del asesor económico fue lo que hizo que un pie de la guía del museo se moviese con un espasmo y abriese los ojos.

-Oh amor mio, me has traido del otro lado. ¡Qué valiente!¡Que poco respeto por el paradigma científico! ¡Qué... romántico!-  le agarró de la pechera de la camisa para atraerlo sobre si y comerle la boca con su nueva y barbuda cabeza.

Las balas, granadas, y consoladores no le hicieron absolutamente nada, ni a ella ni al mobiliario. Pero los impactos y las explosiones digitales llenaban la pantalla sin parar, si ignorabas que no se estaba moviendo ni un folio era una escena de acción muy dura.

Pero cualquier aficionado al cine escombro sabia que los monstruos:

A-Son de tamaño variable según la toma, como un Crocosaurio.

B-Tienen un nivel de armadura infinito y solo pueden ser destruidos mediante ingeniosas tretas, como la araña gigante de Arachnoquake.

La medusa psionica no se llamaba psionica por nada. Miro a los humanos con sus ojazos psionicamente psionicos preparando un ataque psionico:

Robert empezaba a ponerse nervioso. Parecía que todo lo que hacía no servía de nada. Se había revolcado por el suelo, había practicado kárate, había lanzado la granada a un trozo de corcho, pero todo ello sin ningún resultado. Empezaba a creer que su aparición en la película era la de un simple extra sin importancia. Pero entonces llegó aquel mensaje por parte de la diosa griega.

¡Escucha Robert! ¡La muerte vive bajo el agua. Si quieres parar este cataclismo tienes que bucear ... La pituitaria está donde Aaron Aaronson se calló de la barca, recuerda Aaron Aaronson, la barca. … haz algo con el olor a cerdo o no encontraras segunda esposa nunca. 

¿Qué carajo quería decir aquello? ¡Qué olía a cerdo! ¡Evidentemente! Era un granjero porcino... ¿A qué diantre quería que oliera? Pero no le preocupaba. ¿Quien quería una segunda esposa? Le había bastado con la primera para saber que el matrimonio no era lo suyo. No quería otra esposa. Simplemente quería vivir el resto de sus días tranquilo, o morir luchando contra los seres venidos del espacio. Lo malo es que empezaba a dudar que aquellos fenómenos cataclísmicos, estuvieran relacionados con extraterrestres, nazis, o judíos, eso era lo de menos.

Sin embargo, lo que más le atormentaba en esos momentos, era porque el cuerpo de la guía estaba mejor esculpido ahora que antes, de dónde había sacado ese vestido de noche, y cómo le había crecido el pelo tan rápido al director de la planta. Sabía que el pelo de los muertos seguía creciendo, pero eso... ni el mejor crecepelo podía provocar un crecimiento como aquel. Eso solo podía ser cosa de sus amigos... con los que tuvo el encontronazo en el 87.

Robert se agachó y cogió el arma de fuego de Jack "El Palizas" y disparó contra el híbrido de guía-director hasta vaciar el cargador mientras gritaba y reía como un psicótico cualquiera.

- ¡La muerte vive bajo el agua! - Sus ojos montaron el cólera. - Si quieres parar este cataclismo tienes que bucear ... La pituitaria está donde Aaron Aaronson se calló de la barca, recuerda Aaron Aaronson, la barca.