Partida Rol por web

Tras organizar un poco la expedición salen tras un par de guias, Bill encabeza la marcha seguido de cerca por Lord y Lady Cottonwell, seguidos de cerca por un huraño Capitan Costigan, tras el el doctor Bluisur y el señor Boring, cerraban la marcha los dos soldados de Costigan y cinco porteadores que llevaban la comida para el dia, municiones y algunos utiles

Mientras salís Tembaqui os despide, a un lado la anciana os observa con su habitual cara inexpresiva

Bill se despidió de su maltrecho compañero. Durante los últimos acontecimientos había estado ausente y atontado. El hombretón le echaba la culpa a la picadura de la tsé-tsé y su orgullo le había impedido pedir consejo al médico. Pero ahora que Jim estaba malherido y William tenía que dar la talla.

- Elefantes... mirar elefantes...- murmuraba mientras se disponía a salir del campamento tras comprobar que Jim estaba medianamente bien - Estos nobles son la hostia... venir desde Inglaterra a mirar elefantes...

El sol esta bajo cuando los expedicionarios regresan al campamento, se les ve de buen humor y los porteadores cantan algo en su lengua mientras dos de ellos llevan algo en una parihuela

Sin embargo cuando llegan se encuentran con que Molly, Jim y Herbert tienen una expresión bien distinta, parece que algo malo ha sucedido durante el dia

Los porteadores y los soldados tampoco parecen mucho mas animados

En cuanto llegas te das cuenta de un detalle inquietante, los dos soldados que dejaste (uno de ellos el negro) están desarmados

Al entrar en el Campamento algo me dá mala espina. Me aproximo a los Soldados que vinieron conmigo.

- Abrid los ojos. Algo no marcha bien. Estad atentos a cualquier movimiento extraño. - digo mientras cargo el Rifle y me acerco a los Soldados que dejé en el Campamento les hago una señal para que se aparten del Grupo.

Una vez a solas con ellos y sin dejar de estar atento a cualquier movimiento extraño les pregunto directamente.

- ¿Qué ha pasado Soldados? ¿Donde están sus armas?

Al entrar en el Campamento algo me da mala espina aunque no termino de saber que es.

- Bill, ¿puede venir un momento? - digo mientras me acerco a los Soldados que dejé apostados en el Campamento

Después de todo, parecía que la expedición había concluido satisfactoriamente, pero al llegar al campamento, el recibimiento no fue tal y como esperaba. Me acerque nada más llegar a Jim, el cual reflejaba en su rostro preocupación… -¿Ha pasado algo señor Farewell?, se os ve preocupados- …seguidamente pregunte a Molly… -¿Molly, que ha pasado?, ¿estás bien?- …tan lejos de su tierra me sentía responsable de ella, aun siendo mi empleada.

Con expectación miraba a los que se habían quedado en el campamento en busca de una respuesta.

Jim torció el gesto. No, no estamos bien, señor Cottonwell. Un grupo de la Legión Extranjera nos tomó por asalto, prácticamente... se han llevado todos nuestros rifles menos el mío y otro más; munición nos ha quedado la justa. Doctor, han hurgado en sus provisiones, usted podrá evaluar el daño. Y también se han sentido libres de hacerse con parte de nuestra comida. Al menos todos estamos bien, y no nos han desvalijado completamente.

El guía se acerca a ver lo que traen los porteadores. Ustedes han tenido un buen día, parece...

La emoción de la caza se esfumó al ver la situación de las personas que habían dejado en la cabaña. Al parecer, habían sufrido un ataque.

-Pero, ¿ha resultado alguien herido?- dijo al ver la preocupación de Costigan. 

Pero Farewell respondió que ellos estaban bien. Sin embargo, el resto de lo que dijo le perturbó. Habían tocado su maletín. Allí habían ciertos medicamentos que les podrían salvar la vida. Si les habían quitado lo imprescindible sería un duro palo que les podría salir caro. No dudó en comprobar sus provisiones, y evaluar daños.

Molly asintió desolada a las palabras de Jim. -Estamos bien, Milord, pero no pudimos hacer nada contra ellos y cogieron cuanto quisieron. Eran soldados, pero no eran hombres de honor, no han dudado en robarnos y dejarnos casi indefensos- añadió seria y con desdeño. Iba a añadir que un soldado inglés nunca habría hecho algo así, pero se contuvo por la presencia del doctor. Conocía la animadversión entre Lord Cottonwell y él y no quería añadir leña al fuego.

Lady Cottonwell preocupada se acercó corriendo a Molly, nerviosa por si le habían hecho algo, ya que no dejaba de ser una mujer hermosa entre hombres.

- ¿Estás bien Molly cariño? preguntó angustiada. Será mejor que a partir de ahora vayamos juntas siempre. No es prudente dejarte sola con los peligros de la selva y ahora esto... iba a añadir algo más pero se mordió el labio, tampoco se fiaba de la mayoría de los hombres que las acompañaban, pero no era necesario asustarla más.

Se quedó junto a ella y mientras la rodeaba con los brazos para calmarla, preguntó ¿Qué vamos a hacer ahora?

Dejó la pregunta en el aire pero observó la reacción de su esposo y los guías, así como el resto de la expedición.

De pronto recordó la gente que había llegado aquella noche con tanto alboroto, los buscó con la mirada sin apartarse un milimetro de su querida Molly.

Maldita sea. Esto era lo último que faltaba. No quería tener un enfrentamiento con la Legión Extrangera y menos estando todos estos ineptos cosmopolitas bajo mi responsabilidad.

- ¿Cuantos eran? - pregunto mientras empiezo a hacer mis cábalas. ¿Cuanto tiempo hace que se han ido? ¿Por donde vinieron? ¿Hacia donde se fueron?

Tenía tantas preguntas que requerían respuesta ...

Habéis tenido suerte - Dijo para sí mismo Boring. Él había visto en la guerra de los Bóers lo que era un verdadero saqueo. De ser allí se habrían llevado todo lo del campamento, habría matado a los hombres y Molly habria sido violada por todo el grupo. Y eso si tenían suerte y no era una tribu...de ser así acabarían en el estómago de alguien tras pasar varios días de penurias. Se le hizo un nudo en el estómago al recordar varios episodios pero tuvo a bien no comentar nada.

Ahora quedaba decidir que hacer. Desde luego, si era un grupo medianamente numeroso sería fácil de seguir pues tenían dos guías que seguro que no tendrían problemas en rastrearlos. Pero una vez encontrados qué harían. Tenían menos armas que antes y visto lo visto la mayoría no eran duchos con los rifles. Otra cosa sería dejarlo correr pero era pedirle mucho al orgullo de Costigan.

No podía creer lo que había pasado… -desvalijar la expedición de un Lord ingles, coronel de su majestad la reina… eso es deshonroso hasta para un francés- … maldecía mientras daba vueltas asimilando lo sucedido y pensando alguna solución… -robar de esa manera a ciudadanos ingleses, es igual que atentar a Inglaterra, tal acto no debe quedar impune, hasta esos malditos franceses deberían saberlo- …sabía que Fondec andaba por allí, pero eso no hacía más que incitarme y a la misma vez que maldecía lo miraba de reojo con un poco de desprecio.

Me dirigí a los guías con intención de hacer balance de la situación… -señores, de momento necesito saber en cuanto afecta lo sucedido a la expedición y si hay alguna forma de comprar el equipamiento perdido, luego ya veremos qué medidas tomamos sobre esos gabachos*-

Tu maletín personal no lo han tocado, ahí guardas bastantes medicinas incluyendo algunas difíciles de encontrar

En cambio las reservas de medicamentos de la expedición han sido saquedas a conciencia, apenas han dejado un par de botellines de estricnina y solo uno de morfina. El suministro de vendas y el instrumental médico están casi intactos

Uno de los soldados que quedaron en el campamento (el soldado blanco) se adelanta a responder a Costigan

-bajaron 8 soldados al campamento, 3 mas se quedaron sobre la colina cubriéndolos. Vinieron y se fueron por el este. Las municiones que nos dejaron junto a las que se llevo la expedición deberían ser suficientes si no nos enfrentamos en un combate prolongado-

Teníais mucha mas munición de la necesaria, así que esto es bien cierto, aunque ahora corréis el riesgo de agotarla claro, pero sigue siendo dificil. En total os quedan 13 rifles y 2 rifles mataelefantes. Machetes seguís teniendo muchísimos

Las personas que llegaron anoche, la anciana y los dos niños, siguen en el campamento, los niños bastante alterados pero guardan silencio

Vuestro cocinero, un hombrecillo calvo que lleva bastante tiempo al servicio de Lord Cottonwell, incluyendo en la india, se adelanta cuando acaba de hablar el soldado, agarra nerviosamente su gorro blanco de cocinero

-se llevaron la mitad de nuestra comida, vamos a tener que cazar y no queda nada de los productos elaborados europeos. Tambien falta el vino, la sal y las especias. Los malnacidos se han llevado lo de mas calidad-

El jefe de los porteadores carraspea, dispuesto a añadir nuevas injurias

-faltan ocho hombres, tal vez miedo a guerra e irse mientras blancos hablan, tal vez franceses ofrecen algo. No lo se-

Jim asiente a los comentarios de los demás; tras la excitación y forzarse a parecer fuerte, siente las fuertes punzadas de la herida del pecho, y disimuladamente (o todo lo bien que puede) se va dejando caer hasta sentarse en una caja cercana.

Deben quedar unas tres horas antes de que anochezca y una molesta sensación de inseguridad parece haberse instalado en el campamento. Acabado el recuento de las pérdidas llega el momento de decidir que hacer a continuación