Partida Rol por web

CAZADORES DE SANGRE [Finalizada]

Crónica Común: La Unión de la Sangre

Cargando editor
07/09/2008, 14:48
Sejmet
Sólo para el director

Le miro aún tumbada en la cama, cubierta con las mantas cómo una niña asustada ante la idea de que salga el monstruo del armario.
Mis dedos aprietan por un segundo la cálida tela, pero esa presión enseguida desaparece cuando me doy cuenta de que en realidad él es otro niño desamparado.
No puedo evitar mirarle con angustia y compasión, pero me obligo a reponerme y simular indiferencia. Mi mirada regresa al oscuro techo tras su disculpa, no es tan fácil cómo creía permanecer enfadada con él.

Y entonces suelta esa frase con la cuál no puedo evitar reírme, incorporándome en la cama y dejando la colcha alrededor de mi cintura. Le observo aún con una sonrisa que se va borrando de mi rostro lentamente.
-Diablos, es verdad...- me doy cuenta por su expresión y su gesto avergonzado. Le miro de arriba a abajo varias veces, perpleja, aturdida, sin dar crédito.
-Pero si tú eres...muy...- podría decir una buena cantidad de adjetivos referentes a su atractivo e interés, pero mi lengua se traba sin llegar a decir ninguno de ellos. Simplemente me quedo callada, con la mirada perdida en pensamientos y recuerdos cercanos y algo más lejanos, comprendiendo muchas más de sus dudas y miedos ahora.

-Deberías habérmelo dicho antes... Ven- me aparto un poco para dejarle sitio en la cama, aunque en realidad cabríamos de sobra, es más grande que la suya y sobretodo más cómoda. Retiro parte de las mantas y espero a que se acerque.
-Bueno, siempre hay una primera vez para todo- y según parece yo soy esa "primera vez". No me lo puedo creer... Está bien, me siento honrada para ser sinceros, aunque me era imposible imaginar algo así de él. Pero ahora todo tiene sentido.

Una vez toma asiento le empiezo a arropar, al menos las piernas, quiera o no quiera.
-Pero si vuelves a hacer lo de antes de pegaré una paliza- le miro con el ceño fruncido pero sonriente, intentando aparentar un enfado que no consigo mantener demasiado bien ya que mi mirada nuevamente dulcificada me delata -Si quieres que te perdone tendrás que darme un beso de buenas noches- asiento un par de veces, dejando que él decida el dónde y el cómo. Quizá no sea el mejor momento ya que parece algo nervioso... Bueno pues mejor así, tengo que empezar a quitarle la vergüenza.

Notas de juego

Cargando editor
08/09/2008, 01:43
Sejmet
Sólo para el director

Me mira sorprendido, probablemente por la rapidez de mi perdón que otros no tendrían, al menos no de forma tan rápido.
Pero con él todo es diferente, además su motivo creo que está suficientemente justificado a pesar de que no me gustara la reacción cortante. Tenemos tiempo... sólo que soy una impaciente empedernida.

Empieza a acercarse a mí y esta vez soy yo la que se queda perpleja cuando se acurruca hasta quedar acomodado en mi regazo, dándome un beso sobre la camiseta. Admito que no hubiera esperado ese lugar, es uno de los motivos que le hace tan especial y único.
Siento cómo sus fuertes brazos me rodean y los acaricio ascendiendo hasta su revuelto cabello, inclinándome para besar su sien.
-Ya no voy a echar de menos ningún amanecer, tú eres mi nuevo sol- le susurro con una sonrisa cariñosa antes de quedarme apoyada sobre su cuerpo, deteniendo las manos sobre su fría ropa de cuero y dejando que nuestros dispares cabellos se mezclen cómo nosotros mismos.

Me vuelvo a sentir serena y en paz, feliz. Cierro los ojos y por un instante pierdo el mundo de vista, así que me incorporo sacudiendo un poco la cabeza y me dejo caer con lentitud sobre el colchón hasta quedar hundida en la mullida almohada.
Mi pelo se dispersa, cómo oscuros y suaves hilos de oscuridad alrededor de un blanco impecable, ofreciendo un claro contraste con mi propia piel antes de regresar a la negrura de mi camiseta.
Estiro un poco de él para que se acomode sobre mi pecho, entonces hago lo mismo con la cálida colcha dejándola a la altura de mi cintura.

-Quiero dormir contigo siempre...- murmuro con voz algo soñolienta y ensimismada, mirándole por última vez con la cabeza parcialmente ladeada antes de dejar apoyada una mano en su espalda y parpadear lentamente hasta no poder seguir haciéndolo. El sueño me arrastra...

Notas de juego

Cargando editor
08/09/2008, 13:59
Sejmet
Sólo para el director

El sopor me llevan a un estado de conciencia entre el sueño y la realidad difícil de situar, dispuesta a entregarme a él para descansar hasta la siguiente noche y despertar a su lado, sin embargo noto sus caricias en mi rostro, de forma lejana, y me resisto a dejarme llevar y perderme esta sensación.
Su voz dulce y melodiosa cómo pocas veces susurra algo que no alcanzo a distinguir, y aún así me conmueve porque sé que son ese tono sin duda se trata de algo hermoso.

Sin embargo su segunda afirmación llega clara a mis oídos, dibujándome una sonrisa de felicidad imposible de ocultar, delatando que en realidad no he acabado de rendirme al sopor, pero estoy segura de que si no lo hubiera creído no hubiera dicho esas palabras.
Mi mano asciende con lentitud y cierta pesadez, siguiendo el camino marcado por su cabello hasta detenerse en su cabeza.
Entreabro los ojos con esfuerzo, volviéndole a mirar maravillada, incluso algo embobada por una sola de sus frases y sus caricias. Mi mirada brilla, enamorada, entregada.

-Para mí también es la primera vez que amo de este modo, pase lo que pase...-
la frase queda algo en el aire, pero he transmitido parte de lo que necesitaba, al fin y al cabo el sentimiento es demasiado intenso para describirlo con palabras, nunca se me han dado demasiado bien.
Mi otra mano se posa sobre uno de sus brazos antes de volver a cerrar los ojos, esta vez de forma irremediable, pero con una sonrisa que ninguna catástrofe podría quitarme.

Notas de juego

Cargando editor
09/09/2008, 01:20
Ivan Zantosa

La puerta apenas se ha cerrado al marcharse Steff cuando miro a Nika intrigado... ¿Va a llamarle ya? ¿Esperará a revisar los vídeos?

Mi mirada mira nerviosa los monitores.

Se me caerá la cabeza en una esquina y no lo veré venir... Lo presiento... Es el precio por no satisfacer los caprichos de un vástago.

Un escalofrío helado me recorre, haciendo que mis pensamientos parezcan una sentencia oscura, maldita... Injuro al Destino en silencio y me acerco a Nika.

- ¿Qué tramas? Si voy a compartir el marrón quiero saberlo todo, ya.

¿Por qué las mujeres confabulaban tan bien?

Siempre iban un paso por delante, maldición.

No puedo oír su respuesta, porque la puerta se abre, dando paso a... una Esmeralda desmejorada, y terrorífica.

Joder... Casi parece la puta niña del exorcista. ¿Qué coño le ha mirado en la cara? ¿A qué cojones se habían dedicado los "hermanos" esta noche?

Al parecer iba a tener que buscar la nevera de nuevo.

- Es... Esmeralda... Ho... Hola...

Dios... por favor... por favor... que no se acerque a mí. Por favor... si existe Dios, que no me deje nunca verme con ésa cara...

Putos maniacos... Se acercan a ti sin miembros a "despedirse".

Cargando editor
09/09/2008, 01:30
Nika Zantosa

Steffanie se marcha y vuelvo a quedarme con Ivan en la Sala de Seguridad. En mi territorio, controlando la situación.

Me encanta, ni siquiera voy a disimularlo.

Jugueteo con mis dedos sobre el auricular del teléfono, mirando las pantallas, sonriendo libidinosa, hasta mirar a mi primo...

Ver su nerviosismo alimenta mi apetito, y mis ganas de jugar.

- Así que quieres saberlo... todo....

Bien.

Éso es lo que tienes que hacer, siempre. Desear.

Por éso somos Zantosa.

Nos alimentamos de Deseo, de provocarlo, de consumirlo.

Mi sonrisa se apaga cuando la figura de Esmeralda entra en la habitación. Su rostro demacrado hace que mi boca esboce un ligero desdén. Ver los resultados de la violencia no es tan divertido como ver los cómos y los por qués... En absoluto.

- Buenas noches...

Dejo caer mis palabras, intentando mantener mi posición, favorable.

Sea lo que sea que está ocurriendo, nosotros somos neutrales. Somos los perfectos espectadores...

Me vendrá bien una segunda opinión sobre lo ocurrido.

Mi voz finge un sincero interés... emotivo. Mucho más que mi salvaje curiosidad descarnada.

- ¿Te marchas?

Me encanta parecer inocente...

Cargando editor
09/09/2008, 10:58
Esmeralda
Sólo para el director

Cita:

- ¿Te marchas?

Que adorable.

Finge no saber nada. Aún siendo consciente de que está ante unos monitores que le habrán suministrado importantísima información acerca de los acontecimientos de esta noche. Aún siendo consciente de que he aparecido en su puerta tan solo unos segundos después de la marcha de Steffanie. Si se que ella ha estado aquí, no soy tan ingenua como para no asumir que les ha puesto sobre aviso.

Aún pretende que crea en su ignorancia.

Me inspira ternura. Yo también fui así de inocente una vez.

- Si, me marcho -Ignoro el hecho de que no puede ser una sorpresa para ellos- Pasaré un tiempo lejos de aquí... -Busco unas palabras adecuadas para el viaje que tengo que emprender. No te engañes, Esmeralda, no será por un tiempo, será indefinido, eterno. JAMÁS podrás volver a este lugar- ...en un retiro espiritual.

Retiro espiritual. Creo que las palabras son adecuadas. Me retiro de la manada, me alejo de ella para salvar mi vida. Mi espíritu crecerá con ello, viendo mi futuro con una perspectiva nueva.

La soledad elevará mi espíritu, mi fe.

La distancia respecto a las malas influencias de ELLOS.

La despedida. No debo descentrarme ahora, no tengo demasiado tiempo. Mi retiro comenzará pronto, pero aún hay asuntos que atender. Tengo cosas que tratar con estos dos mortales.

- Estaré fuera bastante tiempo -¿Bastante? ¿Trato de engañarles a ellos o a mi misma?- Y hay ciertos asuntos que quisiera tratar con vosotros, antes de partir.

Echo un vistazo a los monitores mientras aclaro y ordeno mis ideas. Busco en las pantallas a los que fueran mis hermanos, temiendo que a algun otro le de por venir a la sala de seguridad. Ese mero pensamiento hace que acelere mis palabras.

- Fuego -Eso, ideas claras, conceptos cristalinos- Antes de irme voy a hacer un pequeño fuego en el patio trasero. Será un ritual personal, apenas usaré un bidón con algunos maderos y algo de gasolina, pero me marcharé antes de que se extinga. Le echaréis un ojo para apagarlo ¿Verdad?

No es una sugerencia, ni tampoco una orden. Tan solo les informo de un acontecimiento ante el que tienen una obligación. La Parroquia es responsabilidad suya, y ya saben que es su deber apagar ese fuego y asegurarse de que no pone en peligro al edificio.

De lo contrario, no rendirán cuentas ante mi. Será ante la manada o ante el propio Vasily.

Ellos mismos.

- En segundo lugar... Drogas -Esta parte es la más sencilla, es un regalo para ellos- Tras la barra de bar que estáfrente a la salida al patio, os voy a deja un pequeño paquete, una bolsa de plástico. Es para vosotros dos, para ambos -Lanzo una inquisitiva mirada a Nika, y después a Iván. No quiero que peleen por ello, es para ambos a partes iguales- Son sobre todo pastillas de drogas de diseño, algunas papelinas de crack y hachis, e incluso una caja a medias de anti-depresivos. No voy a andar por ahí con todo eso encima, como un vulgar camello, y es una tontería dejarlo todo en mi habitación sin aprovechar. No se si os interesa consumirlo, pero me da igual: disfrutad de ello, vendedlo, enterradlo... es vuestro y podéis hacer con ello lo que os plazca, aunque a mi personalmente me satisfaría saber que habéis sabido aprovechar el placer que reporta su consumo.

Después de todo, sois Zantosa ¿No?

- También... -Aquí viene lo más complicado, mi rostro vuelve a mirar a los monitores, con cierta fingida timidez. O no tan fingida- No se si tenéis mi número de teléfono. Se que algunos de mis hermanos... -Ya no lo son- ...cuenta con él, per no recuerdo haberoslo suministrado. -Tomo una libreta de notas que hay sobre la mesa, una de las que Nika utiliza para anotar los detalles de sus rondas de video-vigilancia movil, y apunto el número de mi móvil en él, con mi nombre encima. Arranco la hoja y la doblo por su centro, dándole un beso al papel que deja la marca de mis labios dibujada con el carmín- Aquí lo tenéis.

- Mi partida me separa de esta manada. No obstante, sigo siendo leal a ella, en cuanto siguen siendo la fuerza de choque de mi señor y maestro Vasily. Cuanto les pueda suceder... es importante para mí -Me sorprende darme centa de cuanta verdad hay en estas palabras. Es cierto. A pesar de todo, a pesar de la humillación, el desprecio, la violencia y la amenaza... los sigo queriendo. Puede que ese sentimiento desaparezca, especialmente cuando el poder de vínculum mengüe, o puede que el vínculo que me une a ellos perdure por toda la eternidad. Lo desconozco. Solo se lo que siento ahora, y a pesar de ver que no es recíproco, aún siento lealtad hacia ellos. Me importan. Los amo. -De modo que os voy a hacer una petición. No tenéis ninguna obligación, por supuesto, y no es necesario que me déis una respuesta, pero os estaría agradecida si me hiciérais el favor -Y todo buen ghoul sabe aprovechar oportunidades así- Me gustaría que me informárais de cualquier acontecimiento importante que les afecte. Si estuvieran en peligro, tuvieran problemas, sufrieran algún tipo de daño... o incluso de sus éxitos y logros. Me gustaría saber de ellos.

- También podéis llamarme si vosotros teneis algún tipo de problema, o para hablar conmigo de cuanto queráis. Si puedo echaros una mano, lo haré. No voy a alejarme de México D.F. -No lo harán. No les he tratado bien durante este tiempo que he vivido en la Parroquia ¿Por que me iban a confiar sus propios problemas? Al menos les he dejado la puerta abierta...

Estoy a punto de dame la vuelta vuelta para marchar, cuando un recuerdo viene a mi mente. Dejo la mano apoyada en el pomo de la puerta, pero giro la cabeza hacia ellos con la mirada gacha.

Hay una última cosa.

Un mensaje.

- Asumo que informaréis a Vasily de lo sucedido. Cuando lo hagáis... -Que lo haréis, estoy segura, y espero que seáis lo más concisos posible y no alteréis la visión de lo sucedido a sus ojos- ...decidle que acudiré a él cuando llegue el momento. No será esa noche, y posiblemente tampoco mañana, pero iré cuando esté peparada. -No fue él quien me enseñó la virtud de la paciencia, pero sí quién me ayudó a llevarla a sus cotas más altas- Tiene mi teléfono, de todos modos.

Esto último hace que me plantee si conoce mi refugio, mi nido. Nunca le he llevado allí, que yo recuerde, ni le he hablado de él. A pesar de ello, sería una ingenua si obviara que Vasily tiene métodos para informarse de ese tipo de cosas.

Si no lo sabe ya, lo descubrirá pronto.

- Bueno, creo que es es todo. -Miro a los Zantosa con cierta ternura y melancolía en mi ojo. Quisiera abrazarles antes de partir, pero dudo que a ellos les pareciera buena idea y la idea se desvanece en mi mente dolida y malograda- Si no tenéis ninguna pregunta...

Me marcho.

Cargando editor
10/09/2008, 14:54

Ambos ghoules te miran con aplomo, expectantes, sin embargo cada una de sus facciones muestra sentimientos diferentes. Ivan parece realmente sorprendido, Nika, en cambio, parece sobrellevar mucho mejor la noticia.

Cargando editor
10/09/2008, 14:56
Nika Zantosa

Así que "Retiro Espiritual"... Su rostro te observa, intrigado, asintiendo ante los asuntos que deseas tratar.

- Te escucho.

Sorpréndeme...

Fuego. Mi primera reacción es negativa, hasta que tu frase termina y vuelvo a mostrarme más dispuesta a escucharte, más tranquila. No intentas amenazar a la manada, incluso nos pides que lo supervisemos para asegurar su seguridad....

¿Aún sientes algo por ellos? No he podido observar todo lo ocurrido, pero creo que te han echado... Y sin embargo, pareces leal.

Hay cosas que no dejan de sorprenderme... Cosas que Vasily encontrará interesantes.

Mi mirada observa a Ivan, casi petrificado, con esa mirada asustadiza que tanto me divierte.

- Estoy segura de que Ivan le echará un vistazo. ¿Verdad primo?

Yo no pienso separarme del monitor... Quiero poder revisar las cintas antes de hacer esa llamada.

La siguiente parte de la conversación me sorprende aún más. ¿Nos regalas tus drogas? ¿Pretendes ganar nuestro favor? ¿Simplemente te estorban?

Dudo... Sonriendo finalmente.

Sea como fuere, es un buen gesto. Dinero o sensaciones, un buen trato a cambio de nada.

- Traquila, seguro que se nos ocurre algo que hacer con ellas.

Tomo su número de teléfono aún más escéptica. Apuesto a que no es de nosotros de quién deseas despedirte... pero no tienes valor suficiente. O al menos no hoy...

Tus nuevas palabras hacen que mi mirada se abra levemente... ¿Noticias? ¿Quieres seguir "en contacto"? ¡Incluso con nosotros!

Algo raro está sucediendo... Y una cosa es obvia: No tienes pensado volver.

Medito mis palabras, despacio.

- Gracias...

Por decirlo, aunque tu ofrecimiento sea o no sincero, sigue siendo un gran gesto.

- Haremos lo que podamos para informarte.

Sin quebrar otras lealtades prioritarias... Sin embargo siempre vienen bien nuevas alianzas...

- No te preocupes, se lo diré a Vasily.

Observo a la Esmeralda que se muestra ante mí, tan diferente a la que he visto en otras ocasiones. Me mira, me escucha, me atiende... ¿Me necesita? Sólo he recibido la atención de un vástago ajeno a la familia si quiere algo de mí. Esta vez no parece una excepción.

- Entendido, al completo.

Yo al menos no tengo preguntas. Miro a Ivan atendiendo a su reacción y a su despedida.

- Buena suerte.

Puede que la necesites...

Cargando editor
10/09/2008, 15:55
Ivan Zantosa

Todo parece ocurrir demasiado rápido, y a mi parecer faltarme siempre un poco de información. ¿Retiro Espiritual? Parece que se trata de algo un poco más... sangriento.

Al menos éso es lo que pienso al observar tu rostro mutilado.

Mi mirada no logra apartarse de su ojo, temblorosa y a la vez queda, llena de un morbo asustadizo.

¿Cómo te habrás hecho éso?

Las palabras se intercambian sin que preste mucha atención, más interesado en los segmentos de tu cuerpo arrebatados...

¿Tendrá que ver con Sejmet?

Después de haberla visto, estoy seguro de que si hubieras luchado contra ella, estarías peor...

¿Y Hamza?

Su pequeña herida si casa mejor con tu aspecto...

Un ligero escalofrío me recorre. Más motivos para no enfrentarme a los vástagos... Amo mis dos ojos. Los dos.

Cita:

- Estoy segura de que Ivan le echará un vistazo. ¿Verdad primo?

Mi mirada vuelve a Nika, dejando tu rostro a un lado.

Sea lo que sea diré que sí, apuesto a que ella desea éso.

- Ni lo dudes.

Para éso estoy... Para mirar lo que otros no quieren mirar. Soy un ghoul eficiente... y hastiado.

Me obligo a seguir la conversación para no sentirme totalmente descolgado, pero las frases no dejan de sorprenderme.

¿Drogas?

Oh... Seguro que a Nika SÍ se le ocurren algunas cosas... Para mí sólo hay una opción. Unos cuantos pavos para una guitarra nueva...

Casi sonrío al pensarlo, necesitando volver a mirar la cuenca vacía de tu ojo para borrar la sola idea de mi mente. Mi rostro responde, serio y sobrio.

El intercambio de frases continúa, hasta la despedida.

Mi mirada está prendida en el papel con tu número y... ¿un beso? No estoy seguro de poder recibir éso como un gesto cercano.

Aún así me da pena... Me entristece.

Te marchas, al parecer para no volver.

Debe de ser extraño plantearse tener una eternidad por delante, a solas.

- Buena Suerte.

Mi voz se pliega a la de Nika, deseando verdaderamente que no te vaya mal. Al fin y al cabo éramos casi familia.

Cargando editor
11/09/2008, 00:19
Esmeralda
Sólo para el director

Tras escuchar las reacciones de los ghouls, me queda un regusto extraño en el paladar. Sus reacciones. Me parecen extrañas, valdías, carentes de esa magia que caracteriza a los mortales, aquello que me enamora de ellos. Me han escuchado con discrección, con pasividad, controlando cada una de sus reacciones y palabras. Hablando lo justo. Sin espontaneidad, sin vida.

¿Son muy diferentes de nosotros mismos?

Supongo que es nuestra culpa. No somos los mejores amos del mundo. Saben que un error puede ser fatal para ellos, eso les ha privado de la iniciativa y la creatividad que adoro en los mortales. En aquellos que desean vivir sus vidas al máximo, sabedores de que se terminarán algún día. Estos pobres infelices lo han perdido, si es que alguna vez lo tuvieron, nacidos en criaderos de siervos por los Tzimisce.

Me inspiráis lástima.

Ojalá pudiera hacer algo por vosotros.

Ojalá me hubiera percatado antes.

Ahora ya es tarde para ellos. Una pena. Escucho las respuestas afirmativas de Nika, siempre afirmativas. Ni una duda, ni una negación, ni una pegunta. Por un momento incluso creo que no me está escuchando siquiera, que se limita a decirme que sí a todo lo que le digo, como un corderito. O un lobo con piel de cordero. Probablemente diga que si para que la deje en paz, y luego poder hacer lo que le venga en gana. Ivan, en cambio, parece muy distinto. Tengo la sensación de que está nervioso, y deja que su prima cargue con todo el peso de la conversación.

Un cero a la izquierda, un mueble más del mobiliario.

Sin embargo, cuando me giro para marcharme, es él quien me detiene. Son tan solo dos palabras, pero golpean mi mente como una losa de granito. No por las palabras, pues son las mismas que oigo practicamente a duo de boca de su prima, sino por el tono. Me ha parecido sincero. Increiblemente sincero.

Cita:

- Buena Suerte.

Buena suerte.

Buenos deseos.

Hacia mi.

Es la primera vez, desde que estalló todo este asunto y se derrumbó mi mundo, que alguien se molesta en despedirse sinceramente de mi, desearme buena surte en mi incierto futuro. Aquellos que fueron mis hermanos, con los que compartí mi sangre, por los que haría dado mi vida, no lo ha hecho. Dos de ellos me han amenazado de muerte, y otros dos se limitaron a mirar hacia otro lado. Otro más ni siquiera se ha cruzado conmigo, ni falta que hace. Ya se lo que piensa. Y aquí estoy, despidiendome de dos ghouls y sintiendo unas ganas locas de llorar ante dos simples palabras de Ivan.

Pero no voy a llorar.

No quedan lágrimas en mi.

No liberaré ni una más.

  • Gracias

Es todo lo que alcanzo a decir, con un inexplicable nudo en la garganta. Trato de apartarlos de mi mente clavando la mirada en los monitores, tratando de controlar que los hermanos no estén circulando por las zonas que voy a recorrer. Via libre. Me giro y pierdo de vista a los Aparecidos, abriendo la puerta y saliendo al pasillo, con mi regalo bajo el brazo.

Casi he terminado.

Ahora, el rito.

Y después la libertad.

Y la soledad.

Notas de juego

El pequeño rito ya lo hago mañana, y lo haré para todos a modo de despedida (porque en cuanto lo termine me marcho) ;)

Cargando editor
11/09/2008, 11:24
Esmeralda

Camino hacia el patio arrastrando más que cargando mis bultos. Una mochila y una bolsa de deportes medio vacía. La primera contiene cuanto deseo tener en mi nueva vida, incluido el pequeño "recuerdo" que me llevo de la armería. La segunda guarda cuanto debo eliminar para vivirla, aquello que me convirtió en lo que no soy. Una vez me deshaga de ésto, lo elimine del mundo y de mi mente, seré libre.

Más libre que ellos.

Como lo fui antes de conocerles.

Como no lo he sido jamás.

Desciendo las escaleras hacia el patio trasero con la mirada perdida, vacía, envuelta en ensoñaciones y dolor. Tanto dolor. Dejo caer mis bultos, cargas del pasado y del futuro, al pie de la escalinata. Me dirijo a un costado, donde creo haber visto un bidón vacío y oxidado. No será complicado reunir algunas tablas de madera seca, papeles y otros materiales inflamables. Solo requiero un pequeño fuego, no la gran hoguera que tantas veces he encendido para la Danza del Fuego. Cuando estoy acumulando materiales en el interior del bidón, elevo un agradecimiento a los espíritus por encontrar un machacado bote de gasolina para mecheros, con algo de líquido aún en su interior. Vacío su contenido en el interior del bidón, impregnando la madera, y tiro el bote vacío al suelo con desgana.

Saco de un bolsillo de mi pantalón un pequeño paquete de cerillas, con publicidad de un bar que cerró hace tiempo. Tan solo quedan un par de cerillas. Las saco y practicamente por instinto doy un paso atrás. Aún hoy, tras tantas Danzas del Fuego, tras tantas hogueras prendidas, trastantas llamas atravesadas en un trance de sangre, el fuego me aterra. Alejada del bidón, me agacho hasta quedar mi vista por debajo de la altura del contenedor. No deseo ver el estallido. Tomo cuidaosamente las cerillas y las enciendo de un rápido movimiento. Las lanzo al interior de bidón, girando la cabeza y cerrando los ojos en cuanto parten de mi mano. Oigo la deflagración, y un escalofrío recorre mi espalda. Al mirar de nuevo, veo la luminosidad incandescente del fuego ascendendo junto al humo.

Está listo.

Me pongo en pie mientras tomo rumbo a las escaleras, con mirada vacía y arrastrando los pies. Cojo la bolsa de deportes por su asa más larga y tiro de ella, arrastrándola por el suelo del patio. Solo cuando llego a los aledaños del bidón, de mi hoguera particular, de mi fuego de purificación, abro la bolsa.

Libros. Cuadernos. Hojas sueltas, grapadas, enganchadas con clips. Superficies de papel de distinta índole, cubiertas con mi propia letra. Notas de estudio, recordatorios, teoría que no debía olvidar. Temas que debía aprender.

Para ellos.

Por ellos.

Estúpida pérdida de tiempo. Aprender las bases del Sabbat, para guiar con ellas a vampiros que no quieren seguirlas. Aprender los secretos de Ritaes que ellos no consideran necesarios. Aprender la inflexible necesidad del respeto a una conducta y ética, que solo me ha llevado a ésto.

A quedarme sola, abandonada, apaleada en alma y espíritu.

A ganarme enemigos, en lugar de aliados y hermanos.

Cojo los libros y cuadernos en mis manos, poniéndome en pie con firmeza. Todo ha acabado, con este paso cierro la puerta al sacerdocio y a mis responsabilidades. Lanzo el primer libro a las llamas, esperando que me reconforte verle consumirse en el fuego purificador, convertirse en cenizas como mis seños e ilusiones. Como mi vida. Pero no siento nada, solo un vacío intenso. Voy lanzando los demás, uno a uno. Libros, cuadernos, hojas convertidas en bolas de papel. Con cada papel que devoran las llamas espero que venga a mi esa sensación de paz, de calidez, de vida. Pero nunca llega.

Siento frío.

No lo hace. Y aunque lo hiciera, no me afectaría. Hace mucho que no padezco las inclemencias de tiempo. No se trata de la temperatura ambiental. Es un frío interior, el frío de mi corazón. Se va adueñando de mí mientras observo con ojos brillantes las llamas que devoran mi pasado reciente. El frío de mi interior hace que un escalofrío me recorra la espada y los hombros. Tengo que abrazarme mis propios brazos, encogiendo los hombros con un estremecimiento, para sobreponerme.

El único abrazo que he recibido hoy.

El único que debo esperar a partir de ahora.

Cierro los ojos por un instante, recordando todo lo que he perdido, haciéndome una imagen mental de la manada, de todos y cada uno de ellos. El recuerdo es doloroso, pero necesario. No puedo permitirme cometer los mismos errores una vez más. Incluso los dos ghouls de Vasily acuden a mi mente. Debo recordar no hacer con mis futuros siervos lo que les han hecho a ellos, robarles la vida, la espontaneidad, la pasion. Somos seres de pasión, pero nos olvidamos facilmente de la pasión de los otros. La ignoramos, la despreciamos. Yo encontraré seres apasionados, y engrandeceré esa pasión con los placeres que el mundo les pueda ofrecer. Serán mis siervos, pero también mis socios y aliados, amigos y amantes. Seré su protección, y ellos la mía. Seré su vida, y ellos la mía. Una familia de verdad.

Y no me traicionarán, como otros.

De repente, veo un futuro ante mi. Elevo la mirada hacia el oscuro horizonte nocturno, ignorando el fuego que se alza ante mis ojos. No veo soledad, no veo vacío. Veo un futuro, negocios, poder. Veo mortales a mi alrededor, hermanos leales en los que confiar realmente.

La base de una nueva vida.

Saco del bolsillo del pantalón mi pequeño Ipod, encendiéndolo y desenrrollando los auriculares. Al situarlos correctamente en mis oídos, guardo el reproductor nuevamente en el bolsillo, mientras las primeras notas comienzan a sonar. Identifico una guitarra española, notas bajas, tranquilidad, paz. Pronto una voz suave comienza a recitar en voz baja.

Pincha para escuchar la canción

~¿Quién lo sabe?
No lo se,
pero no caben tantas dudas,
en mi mente.
Estoy obsesionado sí,
ya lo se,
es que esto ha superado lo evidente.
~

Tristeza, desolación. Es un cantante de la lejana Europa, español. David no-se-qué. Debe ser un nombre bastante común por allí, pues conozco a tres cantantes españoles que se llaman así. No tiene una gran voz, pero cumple con solvencia la canción, con desparpajo.

~Tu tormenta me ha vencido,
ha puesto a prueba mi paciencia,
mis sentidos...
~

Me giro hacia la casa, dándole la espalda al fuego. Elevo la mirada a los muros del edificio, el viejo hotel, mi viejo hogar. Pensando en mis hermanos. La canción no puede ser más apropiada, como si los espíritus la hubieran seleccionado de entre todas las que guarda la memoria de mi Ipod. Ocultando un mensaje importante.

Tu tormenta, ellos, mis hermanos, que me han vencido, que me han tumbado. Que ponen a preba mi fe, mi poder, mi determinación.

De repente, la canción cobra fuerza. Y con ella mi espíritu, mi alma incorrupta y pasional. Me enerva, me da fuerzas.

~me ha pisoteado como a un trapo,
me robó el motivo
por lo que un día te amé.
Lo se...
~

Como un trapo, si, así me han tratado. Pisoteada, humillada. Robándome motivos para seguir amándolos. No los tengo, ya. Y sin embago, sigo haciéndolo. Con una insana mexcla de amor y odio, pero amándolos en definitiva.

Eso hace hervir mi sangre. Ya no siento frío. Mi cuerpo está embriagado del calor hirviente de la pasión.

~Y aunque me jures otra vida,
no bastará;~

No bastarán juramentos. Otros más sagrados habéis roto esta noche. No volveré a depositar mi confianza en vosotros.

~aunque me ruegues te perdone,
no bastará;~

No habrá perdón. Ni olvido. Tampoco venganza, no está en mi mano ni en mi deseo. Os amo demasiado para algo así.

~aunque me evites la caída,
no bastará;~

No bastaría. Porque ni eso haéis tratado de hacer. Me habéis dejado caer sin remordimiento ni piedad. Bien, pues he caído. Pero voy a levantarme. Y me alzaré más de lo que podáis imaginar.

~no bastará que me borre, me pierda, me quite...~

No será suficente, pero será el primer paso. Me borro de vuestra insulsa vida, malnacidos, me perderéis para siempre, me quitaré de vuestro camino. No seré nunca más un estorbo para vosotros. No sabéis lo que habéis perdido. Jamás lo supistéis. Nunca quisiteis verme como realmente era. Atrás quedan los sueños de grandeza que deposité en vosotros, atrás nuestro futuro de poder y goria. Vuestra estrechez de miras será vuestra perdición, algún día.

Rezo porque encontréis a alguien capaz de guiaros.

Como yo no supe hacerlo.

Camino hacia las escaleras con la decisión que me faltaba al llegar. El ritual no ha servido de nada, ha fracasado donde una simple canción sale triunfante. Una prueba más de que no sirvo para el sacerdocio. O de que es el sacerdocio lo que no sirve. Cojo mi mochila con fuerza, y me la ajusto en la espalda. Saco unas grandes gafas de sol de un bolsillo y me las pongo, cubriendo mi ojo aún mutilado. Me despido besando la llema de mi dedo corazón y elevándolo después, dedicándole el gesto a la Parroquia y sus habitantes.

He terminado, me pierdo en la noche como un fantasma que nunca estuvo aquí. Buscando un lugar en el mundo.

Notas de juego

Maldita sea, el FCK no tiene forma de insertar directamente el reproductor Goear ¬¬

Bueno, ésta si que es la despedida definitiva. Un besito y un abrazo a tod@s de parte de Esmeralda ^^

Pronto os presentaré a Villa, que seguro que os cae mejor. Lo he creado para vosotros, muahahaha...

Cargando editor
12/09/2008, 15:13
Sejmet
Sólo para el director

La noche siguiente llega, de la misma forma inexorable e inevitable que el sopor pero en su vertiente inversa.
Miro el techo de mi habitación unos segundos antes de disponerme a incorporarme, momento en el cuál me percato de la presencia de mi Altaïr. Todavía no me he habituado del todo a dormir con él, es cómo si al despertar estuviera soñando en lugar de hacerlo cuando tenía los ojos cerrados... qué ironía.

Acaricio su espalda y su áspero cabello distraidamente. A veces admito que desearía que fuera más suave y pudiera ejercer alguna sensación sobre él, no estoy muy segura de que con lo gruesas que son sus rastas note mi tacto, pero supongo que no importa.
Me levanto con lentitud de la cama, dejándole sobre el colchón bien arropado mientras su cara compone algunas muecas de incomodidad y sufrimiento, pero no puedo hacer nada.
Le miro con pesar y después arremango un poco mi camiseta observando mi vientre.

Parcialmente hundido, con la zona central de un morado oscuro totalmente antinatural que se diluye hasta convertirse en un amarillo desagradable.
Apoyo las yemas de los dedos sobre la herida con un quejido ahogado, doblegándome un poco sobre mí misma mientras sano interiormente hasta que no queda rastro de ella.
Terriblemente incómodo, los métodos de Ricardo nunca me convencieron demasiado y me dejó su huella de por vida cómo recuerdo. Hubiera preferido un anillo la verdad.

Me dirijo al armario y abro uno de los cajones, recogiendo un largo pañuelo de terciopelo rojo con el que vuelvo a la cama para limpiar el sudor de su cara, besándole en la frente antes de dirigirme frente al espejo, donde empiezo a peinar mi larga melena azabache con paciencia e insistencia hasta que queda totalmente lisa y deslumbrante. Me atrevería a decir que incluso llamativa, pero aún lo será más dentro de un momento.
Recojo una de las largas rastas rosas que tengo guardada con cuidado en una pequeña caja y empiezo a anudarla y trenzarla con un pequeño mechón de mi propio pelo para que quede bien sujeta, observándome en el espejo a la vez que puedo verle a él tumbado sobre la cama... hasta que empieza a incorporarse.

-Buenas noches...- le digo con voz cantarina, mirándole un momento de forma directa antes de continuar con lo que tengo entre manos.
-Hoy va a ser una noche un poco larga, habrá que tomar decisiones después de el abandono de Esmeralda. Nuevo sacerdote, avisar a Vasily, decidir qué hacemos con su habitación...- dejo las propuestas en el aire esperando a que acabe de despejarse.
Hoy no va a poder permitirse evadirse cómo anoche, estoy segura de que lo sabe, tiene que adaptarse a su cargo poco a poco.

Notas de juego

Cargando editor
12/09/2008, 23:49
Sejmet
Sólo para el director

Le veo con tanta claridad cómo a mí misma mientras se incorpora en la cama con expresión abatida. Por desgracia no es que me sorprenda, pero enseguida se va sobreponiendo esbozando una expresión cada vez más relajada que me hace sonreír, más tranquila y feliz al comprobar que se encuentra relativamente animado.

Prosigo con la tarea de anudar las rastas a mi cabello, normalmente no pierdo demasiado tiempo en vestirme y peinarme, pero cuando quiero hacerlo puedo ser realmente lenta y detallista, incluso más que Steff... Aunque con mi propio estilo, claro está.
Se acerca a mí mientras intenta colocar bien y alisar su arrugadísima ropa. Es uno de los defectos del cuero.

-No sé cómo puedes dormir con eso, con lo incómodo que debe ser...- comento de forma tan natural que casi se me escapa una risa. Me recuerdo a una de esas esposas que salen tan a menudo en televisión, y eso que no la veo demasiado a menudo.
Sus dedos se apoyan en mi cintura provocando que me recorra un cosquilleo que detiene mis propias manos enredadas en mi pelo apenas un segundo, después sigo cómo si nada hubiera pasado hasta acabar el nudo.
-Me halagas... Pero por desgracia esta noche no será así- digo a su reflejo antes de girar el rostro hacia él, apoyando una mano en su mejilla con ternura y llevándome parte del recorrido dibujado por sus lágrimas diurnas.

-Tienes que empezar a mentalizarte de que este tipo de decisiones recaen con más responsabilidad en tu cargo. Sé que no te agrada demasiado esa presión pero tendrás que ir acostumbrándote poco a poco- le sonrío cariñosamente y le empujo un poco hacia mí hasta besar su rostro con suavidad, esperando que ese gesto le dé algo de ánimo o le relaje.

-¿Cómo está tu herida? Vamos a tener que cambiar ese parche- miro de reojo su costado y después me centro nuevamente en el gran espejo, repasando mi cabello con el cepillo, conforme con el resultado conseguido. Las nuevas rastas destacan potencialmente con su color chillón entre tanta oscuridad.
Abro entonces el amplio armario y empiezo la selección de prendas, empezando por una sudadera que me pongo encima de la camiseta de tirantes, extrayendo después el pelo cómo si de una amplia cortina se tratara.

-Creo que hoy me voy a tomar mi tiempo...- admito con una risa por lo bajo por si prefiere ir a cambiarse él mismo de ropa o cualquier otra cosa. Mientrastanto yo me enfundo en una falda amplia y bastante raída formada por pliegues, negra con algunos retazos blancos. Después de ajustarla me quito los pequeños pantalones evitando así que se vea nada "indebido".
No es que a mí me importe, pero será mejor ahorrar incomodidades.

Notas de juego

Cargando editor
13/09/2008, 14:11
Sejmet
Sólo para el director

Me dice que la herida está bien y no me queda más remedio que creerle y dejar de insistir, aunque sé que si fuera por él sería capaz de dejarla abierta sin más, supurando sangre y... En fin, no creo que sea un método demasiado sano pero es su juramento y poco más puedo hacer por él.

Me siento algo observada, en silencio, mientras sigo vistiéndome con calma, mirándole de reojo de vez en cuando, pero en realidad parece más abstraído en sus propios pensamientos que en mí, así que me relajo del todo y sigo con lo mío.
Comprendo que tiene mucho sobre lo que reflexionar ahora, no estoy muy segura de cómo se tomará Vasily todo esto pero espero que comprenda que Esmeralda había empezado a suponer un estorbo. No veía a la manada cómo un todo unido, parecía ella misma y luego el resto, en un escalón inferior...

Niego con la cabeza y abro otro de los cajones, lleno de corsés de cuero y terciopelo de distintas formas y colores, decidiéndome por un corpiño de los más sencillos.
Creo que más difícil que todo eso será elegir a un nuevo guía espiritual. Sé que Steff no es la apropiada y creo que Mariela tampoco... Debería ser Dominic, casi por eliminación, pero no estoy convencida de que ése papel le vaya a gustar, tendremos que decidirlo entre todos.

Su profunda y templada voz me saca de mis propias cavilaciones, le miro y le sonrío asintiendo.
-Me parece bien... Yo saldré dentro de poco- mi sonrisa se mantiene intentando infundarle algo de ánimo y decisión para soportar la carga que tendrá que llevar sobre sus hombros esta noche, pero su declaración directa me aturde provocándome una jovial y alegre risa.
-Y yo a ti...- admito casi avergonzada en este contexto, centrándome en los cordones del corpiño mientras él abandona la habitación y yo acabo de vestirme y, cosa inusual, maquillarme.

Notas de juego

Cargando editor
13/09/2008, 14:30
Hamza

Tras la anterior noche, llena de sensaciones, mi mente parece por primera centrada en este nuevo ocaso. Ya han pasado algunos minutos desde que anocheció. Minutos que me han ayudado a comprender quién soy, y lo que ahora deseo.

Que me han hecho ver qué es lo que realmente me importa.

Ayer cerré los ojos, deseando que mañana todo tuviera sentido.

Hoy es mañana.

Debo encontrar mi camino... "Volver a casa", volver con los míos. Aprender y aceptar qué nos queda. Protegerlo, amarlo, asegurarlo.

Impedir que el futuro, cualquier futuro, nuestro hogar se convierta en astillas, de nuevo. Impedir que los lazos que nos unen vuelvan a quebrarse.

Salgo al pasillo, convencido, cerrando la puerta de Sejmet tras de mí, mirando el largo espacio vacío que comunica nuestras habitaciones. El pasillo que me une a mis hermanos, a su espacio, a su mundo.

Dudo, sin saber dónde dirigirme primero, sin dejar de mirar una de las puertas en concreto... Ésa puerta... cerrada.

Me alivia encontrarla así... Permitiéndome no mirar su interior, no hallar un destino funesto, que acucie mi ira. No hallar una ausencia rotunda, que alimente mi culpa.

El marco cerrado de la puerta de Esmeralda me otorga paz. La paz antes de la tormenta, cuando descubrir el resultado que mis actos, y los de mis hermanos, han causado.

Avanzo despacio, hasta llegar a la habitación de Dominic, golpeando levemente la puerta. Mis nudillos hacen sonar la madera, casi con el mismo timbre tenue de una súplica.

- ¿Hermano?

Hoy era mañana... Y encontraba el camino para volver "a casa", con los míos.

Notas de juego

Cargando editor
13/09/2008, 19:22
Sejmet

Al cabo de unos pocos minutos de que Hamza se decida por la puerta de Dominic y llame con cierta "timidez", la puerta de mi habitación se abre de nuevo para darme paso con una actitud de lo más enérgica y decidida, ataviada con un extraño conjunto de falda de pliegues negra y blanca raída, sudadera, corpiño y unas botas que sin duda no son de mi talla.
La falda deja ver parte de mis delgadas y pálidas piernas, pero sin embargo lo que más llama la atención son mis llamativas rastas rosas incorporadas entre la oscuridad de mi cabello natural.

Observo el pasillo, en el cuál ya no queda ni rastro de sangre, lo cuál me hace levantar la mirada hacia la cámara que graba todas nuestras acciones con una sonrisa antes de dedicar esa misma expresión a Hamza, dirigiéndome hacia él en apariencia pero pasando de largo hasta la habitación de Steff, golpeando en su puerta con cierta rudeza sonora sin llegar a ser demasiado escandalosa.
-¡Steff! Hay cosas que hacer, sal de la cama perezosa...- me quedo de pie, plantada, observando el marco de su puerta planteándome si estará en el jacuzzi o acabando de ponerse guapa, sin embargo hoy yo también me he tomado mi tiempo...

Siento una enorme tentación de abrir la puerta sin más, pero consigo reprimirla por el momento y espero de forma impaciente a que responda, girándome hacia el ductus para percatarme de que está teniendo tan mala suerte cómo yo en su "llamada".

Notas de juego

Cargando editor
13/09/2008, 19:33
Steffanie Wilson

Tras una noche que prefiero olvidar y que al despertarme aun me doy cuenta de que no fue un sueño oigo como llaman a la puerta. Miro al techo y suspiro incorporandome mientras me paso la mano por el pelo echandolo hacia atras.

Puedes pasar, estoy presentable replico mientras echo las sabanas hacia atras y pongo los pies en el suelo caminando por la alfombra hacia la puerta, Llevo una camiseta blanca sobre el cuerpo, cosa poco habitual en mi, pues siempre me ha gustado ir o en ropa interior o en camison. Miro a Semjet y sonrio, a lo lejos esta Hamza...

Buenas noches a los dos, se os ve de muy buen humor, espero que sea contagioso para todos. me aparto de la puerta y camino otra vez de nuevo al interior mientras sacudo la cabeza. A ver que me pongo hoy para pasar la noche, por cierto esas rastas te quedan bien, aunque el rosa no me gusta demasiado. abro el armario y comienzo a buscar, hoy ire comoda, asi que me decanto por unos vaqueros, un jersey y unas botas sin tacon. Me recojo el pelo en dos trenzas.

Cargando editor
13/09/2008, 20:19
Hamza

Oigo como la puerta de Sejmet se abre, y miro, curioso. Su aspecto me sorprende. Parece... ¿jovial?

Me pregunto de dónde saca tantas fuerzas, tanto ánimo. Yo estoy decidido, pero no me siento en mi mejor momento. Es más, he deseado hablar con mis hermanos, con... todos... con todos los que quedan, para volver a sentir vivos nuestros lazos, para sentirme firme, respaldado, para darles mi apoyo.

Necesitamos hablar de todo lo ocurrido... Y hasta ahora no me he comportado como el mejor líder. No soy un estratega, siempre he sido un hombre de palabras breves y actos inquebrantables...

Tal vez ayer debí esforzarme más, recurrir al diálogo. Pero no pude. No soy así. Por éso no quiero que vuelva a suceder. Alimentaré nuestros vínculos, día a día, afianzando nuestra lealtad.

Veo cómo Lidia se dirige hacia mí, y sonrío, respondiendo a su sonrisa... Pero pasa de largo. Mi mirada la sigue, confusa, mientras mi mano continúa apoyada en la puerta de Dominic, esperando respuesta.

Oigo cómo llama a Steff, y cómo ésta la responde, y me giro hacia ellas, formando parte del saludo, de un modo un tanto secundario.

Cita:

Buenas noches a los dos, se os ve de muy buen humor, espero que sea contagioso para todos.

Mi mirada se centra en ella, amistosa, cercana.

- Buenas noches, Steff.

No me siento de buen humor... Pero me alegra ofrecer una imagen afable a mis hermanos. Hoy lo necesitamos más que nunca, y es bueno que perciban éso en mí, en vez de la culpa que me atormenta interiormente, que no he expresado.

La Toreador vuelve a entrar en su habitación y la pierdo de vista, observando a Sejmet de nuevo, para perder después mi mirada en la puerta de Mariela. Tras hablar con mi hermano iré a hablar con ella.

Ayer trató de controlarme... Pero apenas la escuché. Tal vez la debo una disculpa, o una explicación.

Cargando editor
13/09/2008, 22:34
Sejmet

Steff abre la puerta más rápido de lo que creía, lo cuál provoca que dé un pequeño respingo mientras la observo sonriéndole ampliamente, cómo si con ése sólo gesto le diera las buenas noches y quizá algo de ánimo.
-Yo también espero que os contagiéis, no me gusta veros alicaídos...- me apoyo en el marco de la puerta pero no entro. Me siento algo perezosa y no me apetece quitarme las gruesas botas, así que observo cómo mi Hermana se viste.
En realidad no es la primera vez ni será la última, no es algo que me altere lo más mínimo.

-Lo superaremos, estoy segura, ¿sabes? Quizá hoy tengamos otra reunión, habrá que avisar a Vasily- comento con naturalidad a pesar de que Hamza está lo suficientemente cerca para oírlo todo. En realidad incluso Mariela podría oírnos sólo con acercarse a su puerta, ¿pero acaso tengo secretos para ellos? No, creo que puedo permitirme el lujo de ser sincera y espontánea, cómo siempre. La marcha de una desleal no me hundirá, en absoluto, si es necesario alzaré los ánimos de mis compañeros con el mío propio.

Cojo una de las rastas y la observo de cerca tras su comentario con expresión dubitativa.
Que no le gusta el rosa... Resulta curioso que justamente lo diga ella, que parece la única con cierto glamour dentro del grupo, así que río despreocupadamente y espero a que acabe y vuelva a salir.
-Bueno, nuestro querido Ductus va a estar un poco ocupado informando a Dominic y a Mariela, mientrastanto podemos ir a hablar sobre... "cosas de chicas"- me limito a decirle con expresión traviesa, empezando a tirarla del brazo para que me siga hasta la Sala de Recreo.

Cargando editor
13/09/2008, 22:53
Steffanie Wilson

¿alicaida? replico mientras termino de ponerme las botas y suspiro caminando hacia la puerta. Creo que no me conoces lo suficiente aun... me rio y niego alborotandote el pelo un poco. Ahora en serio, te quedan muy bien las rastas pero podrias haberlas teñido con algun color mas, para que vieran lo divertida y alegre que eres

Me arrastra fuera y pongo cara de circunstancias mientras sonrio encogiendome de hombros. Buenas noches Hamza, nos vemos luego solo acierto a decir mientras nos alejamos Creo que deberia ser el, quien decidiera si le tiene que llamar o no Lo tenia que haber echo yo anoche, pero no quise molestarle y menos con los animos como estaban anoche.

Te miro y sonrio enigmaticamente ¿Que son esas cosas de chicas que tenemos que hablar, hermana pequeña?