Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Sin perder más tiempo y aun dominado por una rabia ciega, me lance sobre el chico que estaba sangrando en el piso, y tomándolo con fuerza, hundí mis colmillos en su cuello mientras comenzaba a alimentarme de la sangre que brotaria del cuello de este, sin preocuparme por nada más que pasaba en el lugar.
SottoCasa.. Anoté mentalmente. ¿Acaso pensaba comer una pizza con ajo? -Gracias por ayudarlo. Voy en camino. Él sufr... Estaba a punto de inventar alguna enfermedad rara que pudiese justificar cualquier comportamiento anómalo cuando escuché el aullido. ¡Lo que faltaba, lobos! Eso podía ser bueno o malo dependiendo del humor del pulgoso aullador.
Y sin más demora me dirigí al lugar.
No incluyo a Zack ni a Lobo negro por la imposibilidad de escucharme.
Direc, ¿mis acciones posibles?
Ok, ahora ya sabes a donde dirigirte, la pizzería está justo sobre la quinta avenida, puedes usar tu velocidad superior para llegar en segundos, justo acaba de salir una chica de allí, así que es posible que te la encuentres en el camino
Si te tropiezas con ella, la chica es Umma.
Una de las muchas ventajas de ser vampiro es la velocidad, por lo que crucé las calles en una mínima fracción de lo que me hubiese tardado siendo humano. Todo por culpa de un refrigerador defectuoso.. Esquivé sin dificultad a una pareja de adolescentes que se besaba en un callejón, a una vieja que empujaba un carrito de supermercado lleno de gatos y a un motorizado que se subió repentinamente en la acera. Y todo sin despeinarme..
Acabada de girar a la izquierda en la esquina cuando vi de frente a una chica baja, delgada y de cabello ondulado. De no tener buenos reflejos hubiese chocado con ella, por fortuna fui capaz de detenerme a tiempo y evitar el bochorno. -Eh... Disculpa. Bien hecho, Simon, evitas el choque pero te estrellas al hablar..
Estaba con toda la intención de irme, realmente es como estar fuera de lugar en una situación que no tiene en absoluto sentido. Menos mal que no he estado presente del todo, pero mientras mi decisión sigue en la mente con el afán de irme y surcar las calles en plena soledad, la sorpresa llega a mi lado.
Tras darme cuenta primero por su aroma que se acerca, lo miro a los ojos mientras escucho su disculpa.
- No me digas que eres quien se ha descontrolado allí dentro. - bromeo y sonrío. - No pasa nada. Umma. ¿Tú eres?
Oh diantres, adiós a cualquier intento de extracción discreta.. -¿Bromeas? Jamás me he descontrolado. Salvo aquella vez en casa de Luke pero eso no viene al caso... -Soy Simon. Respondí algo desconcertado por la tranquila actitud de la chica. -¿A qué te refieres con "descontrolado allí dentro? ¿Hay heridos?
Alzo una ceja y lo miro un poco más.
- ¿Nunca nunca? No sabes lo que es divertirse. - bromeo y sigo. - No sé, algunos se convirtieron y me parece muy raro, ni se controlan ya. Dime... ¿Colmillos para cuellos o para cercenar brazos?
Le pregunto directamente, no logro distinguirlo por su aroma. Me encojo de hombros y respondo.
- Puede ser, aunque la mayoría ahí eran todos bichos. Así que...
-Para cuellos. La respuesta fue tan espontánea como la rápida mirada que di a si yugular. Sacudí la cabeza para despejarme y entonces caí en cuenta del significado de sus palabras. -¿Algunos se convirtieron y eso no te alteró? Estaba cada vez más desconcertado, tanto que el novato había desaparecido temporalmente de mis pensamientos.
-Si fueses una Cazadora no te marcharías tan tranquila, tampoco eres de los míos o una pulgosa o no hubieses tenido que preguntar sobre mis colmillos. ¿Qué eres además de exótica y atractiva? La naturaleza vampírica salía a flote en los momentos más inoportunos.
Olvidé que tiene los colmillos en la imagen.
Uh, y mira mi cuello encima.
Pienso divertida ofreciendo toda mi atención a este chico que acabo de cruzarme. Curioso encuentro, considerando lo que soy, y lo que es él.
- ¿Por qué debería estar alterada? No deben tener un alfa, son novatos y se convierten por tonterías. - comento y le resto importancia.
Luego una sonrisa surge de mis labios, que se convierte en una melodiosa carcajada. Me ha matado su análisis y la verdad me resulta muy gracioso.
- Gracias por el halago, colmillos. Podría decirte que soy una excepción... Mitad pulgoso, mitad... Misterio... - susurro en la cercanía y me alejo.
Jugando con Simón un rato, me divierte la charla.
Es que los tiene. XD
Colmillos.. Levanté una ceja. No es el peor apodo que me han dado y es mucho mejor que pant.. Nuevamente sacudí la cabeza para despejar mi pensamientos y los encaucé a lo realmente urgente: "el descontrol". -Me encantaría seguir charlando contigo, semi-pulgosa, de verdad, pero tengo que entrar a buscar a un amigo, y si lo hago antes de la llegada de los Cazadores, tanto mejor. No quiero tener que dar explicaciones a nadie hoy. Señalé el local con la cabeza. -Eres bienvenida a acompañarme si gustas.
Tras invitar a la recién conocida (Lo que no es muy sensato..) tomé aire y apoyé mi mano sobre la puerta. No me sorprendería encontrar una patrulla de cazadores, una manada de hombres lobo, una corte feérica, una cofradía de brujos, un par de demonios y a Santa Claus. ¿Me dará regalos a pesar de que soy judío?
En qué momento me he ido? No he roleado eso. :/
susurro en la cercanía y me alejo
Pensé que te habías aburrido del pobre Simon. Editaré entonces, pero en algún momento deberé entrar.
Te susurré al oído, y me alejé para no quedar pegada a ti, pero no físicamente en plan, me voy. ;)
Entra cuando quieras o convence de que te acompañe Umma.
- Te acompaño, pero me quedo en la puerta mirando todo. No me agrada eso de tener que ponerme bruta. Pierdo el toque. - respondo a Simón.
Y lo acompaño, a ver qué se trae. Eso sí, lo detengo con mi mano sujetando su brazo para decirle algo más. El obrar de compañía tiene su precio.
- Me invitas una cerveza, si no tienes los colmillos llenos de sangre. ¿Vale?
Reconfortado por su aceptación, no por temor a enfrentar algo solo pues confiaba plenamente en mis capacidades sino porque siempre es bueno tener ayuda en caso de que las cosas se tuerzan, ingresé al local; no sin antes aceptar el "pago", claro. -Los cepillo bien luego de cada comida. El tono ofendido era desmentido por la sonrisa. -Cerveza y pizza, sin ajo.
Al igual que cualquier residente local, había comido en esa pizzería al menos un par de veces, pero presentía que la vería como nunca antes lo había hecho. Que nadie muriese, que nadie muriese, que nadie mur...
- Perfecto, pero sin salpicaduras de sangre y gruñidos. - respondo sonriendo.
Y bueno, toca regresar a la selva o mejor dicho al ambiente en dónde nadie se corta un pelo y juegan a ser animales salvajes. Que falta les hace a algunos un buen alfa, que sino se desmadran y la lian delante de gente inocente.
Ya dispuesta a ver cómo había terminado todo, lo acompaño mientras pienso que seré una observadora no participante de lo que ocurra.
Bueno, cuando quieras entramos.
Desde el fondo del pasillo que conduce al baño se escucha el grito de una chica, Tyler se choca en la entrada con Umma que al parecer ha vuelto con refuerzos.
Víctima de su frenesí, Máverik se ensaña con el cuello de Tony, parece extasiado en ello, una chica con ojos brillantes y cola de gato parece estar a punto de hacer algo, de un lado de la barra se ve como algo dolorido se levanta Magnus - Me has tomado por sorpresa - dice el gran brujo mientras se acomoda el peinado y la ropa, el local no ha quedado del todo vacío, algunos curiosos se han quedado a ver lo que sucede, incluso un par de ellos han puesto a grabar sus móviles morbosamente.
Esperemos que Young complete su acción, para continuar.
Ya puedes convulsionar, gruñir, patalear ... en fin, lo que quieras para completar tu proceso de transformación.
Tony está a punto de morir
El dolor intenso pasa a ser un espeluznante gruñido a la vez que todos los huesos de mi cuerpo se descolocan, mi cuerpo comienza a llenarse de un pelaje negro, una cola crece y mi rostro se trasforma en una mandíbula mas alargada dejando el resultado final de un lobo cenizo. Con un aullido y una velocidad endiablada digna de un depredador sediento de sangre que corre con la intención de clavar sus fauces en el otro depredador que se alimenta de una presa desangrándose.