Partida Rol por web

Buenos días nuevos reclutas. Spengler me ha pedido que os dé la información básica acerca de la clasificación de fantasmas y entes sobrenaturales que empleamos en nuestro trabajo. Porque, creedme, cuando os encontréis con un fantasma allí afuera, no sólo querréis, necesitaréis saber todo lo que podáis sobre ello.

Empezaremos con el método de clasificación más básico y por tanto el más importante: el sistema CDI o, en otras palabras, la clase del ente. Este sistema es el que usamos con más frecuencia a la hora de clasificar un fenómeno paranormal y también es el que resulta más cómodo y rápido de usar durante los trabajos de campo. El sistema CDI se compone de las siguientes siete clases.

• Clase 1. Los entes de clase 1 son manifestaciones de escaso poder, que carecen de la masa psicoquinética suficiente como para mantenerse ligados de forma importante a nuestro plano de existencia. Como resultado, tienden a no tener una presencia estable en el plano físico. Se caracterizan principalmente por no tener una forma totalmente desarrollada e identificable o por ser ecos emocionales. Las capacidades de esta clase de entes suelen oscilar entre bajar la temperatura de un lugar concreto, luces o sonidos aparentemente inexplicables y, ocasionalmente, contacto telequinético.
• Clase 2. Los entes de clase 2 tienen un enlace más fuerte con el plano físico que los clase 1 al estar más centrados en un momento concreto del tiempo y el espacio. Poseen formas identificables, aunque éstas suelen ser vagas, inconsistentes o incompletas, como una mano espectral o una sábana flotante. Estos entes tienen fuerza más que suficiente como para poseer objetos inanimados o simplemente vincularse de manera más estable a nuestro plano durante largos periodos de tiempo.
• Clase 3. Los entes de clase 3 son humanoides, tanto de aspecto como en comportamientos generales. Esta clase de manifestaciones pueden variar desde una aparición virtualmente indistinguible de un humano normal, hasta una burla de la humanidad, con rasgos distorsionados y comportamientos claramente exagerados. El único rasgo constante en los clase 3 es el desconocimiento de su identidad, potencialmente incluso para las propias entidades. Debido a esta particularidad, identificar a un ente suele dar resultados dispares. Un clase 3 que recuerde su identidad podría pasar al siguiente plano de existencia o encontrar más motivos aún para quedarse en el nuestro.
• Clase 4. Los entes de clase 4 son exactamente igual a los de clase 3 en lo que se refiere al aspecto que presentan en nuestro plano. Sin embargo, un clase 4 conoce su identidad y posee recuerdos, o réplicas de recuerdos, de su vida pasada. Es decir, sabe quién es. No olvidéis nunca que la identidad es algo poderoso, como herramienta o como arma, en la otra vida mucho más que en cualquier otro caso. Debido a esta particularidad, los enfrentamientos con un clase 4 pueden requerir de investigación en la vida de esa persona a fin de completar el trabajo de la manera más rápida y sencilla. Un dato importante a tener en cuenta, es que un clase 4 es perfectamente capaz de desarrollar un poder inmenso dadas las circunstancias adecuadas, por lo que deben extremarse las precauciones al tratar con uno de estos entes.
• Clase 5. Los clase 5 son manifestaciones de forma completa, cuyo origen más frecuente suele ser la alta carga emocional y la energía psicoquinética ambiental. Pueden tener características humanoides, como miembros o una cara discernible, pero en general poseen formas no humanas y suelen carecer de personalidad y/o inteligencia.
• Clase 6. Al igual que un clase 3, los entes de clase 6 tienen un aspecto y un comportamiento altamente reconocibles. Sin embargo, esa forma y comportamientos en lugar de corresponder al género humano, son exclusivamente de naturaleza animal. Con apetitos e instintos correspondientes a sus contrapartes vivientes, los clase 6 pueden llegar a ser amenazas realmente peligrosas. Especialmente por el hecho de no estar restringidos a un tamaño particular, cualidad que algunas veces averiguan que tienen.
• Clase 7. La clase más poderosa, que incluye metaespectros, seres divinos, demonios y otras manifestaciones increíblemente fuertes. Son capaces de comunicarse con los seres humanos y de manipular sus pensamientos, deseos o necesidades emocionales a su antojo. Son entidades con las que no deseamos encontrarnos, ya que muchas veces la única manera de sobrevivir a un encuentro con un clase 7 es la pura suerte.

Un dato importante que conviene recordar de esta clasificación es que no se trata de una escala de poder. Un clase 7 es y será siempre más poderoso que un clase 1, pero un clase 4 puede llegar a superar con mucho el poder de un clase 5 o 6. Esta clasificación es una herramienta que os será extremadamente util a la hora de realizar vuestro trabajo, ya que os permitirá identificar al ente al que os enfrentáis sólo con mirar sus características, haciendo que podáis preparar una estrategia eficaz con rapidez.

Ray, ¿de verdad me estás diciendo que les has metido todo ese rollo a los chavales sin ponerles ni un solo dibujito? Bueno, ya lo haré yo. Para que luego no digáis que las clasificaciones son complicadas, aquí tenéis un resumen ilustrado de la lección de nuestro querido colega, el doctor Stantz.

Si os tomáis la molestia de examinar detenidamente el gráfico del doctor Venkman, comprobaréis que no sólo hace referencia al sistema CDI, sino a otro tipo de cualidades que pueden darse en los entes con los que os encontréis. Por norma general, distinguir este tipo de características en los entes requerirá de un estudio exhaustivo por vuestra parte. No se os pedirá algo así durante vuestros primeros trabajos de campo, por lo que disponéis de tiempo más que suficiente para aprenderos este tipo de terminología.

• Atadura a un lugar físico. Muchos entes se ven en cierto modo impulsados a quedarse dentro de los límites de un lugar concreto o a evitar alejarse de una persona determinada. A esos espíritus se los conoce como anclados y por norma general no se manifiestan fuera de esos límites. Por el contrario, un espíritu que carece de esta cualidad puede vagar libremente por donde le plazca. Existen también términos medios o fantasmas semianclados, donde el espíritu que previamente estaba en una localización, por determinados motivos pasa a anclarse en otra.
• Conformación de la aparición. Esta cualidad se refiere a la forma del ente o, más concretamente, a la cantidad de forma que el cerebro humano puede percibir y procesar. Así tenemos los vapores o nieblas, que son los entes sin una forma definida. Las apariciones incompletas, muy frecuentes en entes de clase 2, y que suelen ser miembros sueltos o cabezas flotantes. Después tenemos las apariciones de torso incompleto, que hacen referencia a un ente cuya forma recuerda a la de un torso humano al que generalmente le faltan partes del mismo. Después tenemos las apariciones de torso completo, que reflejan el aspecto de un cuerpo humano por lo general sin cintura pelviana ni piernas. Y por último las menos frecuentes, las apariciones de cuerpo completo, que son las que muestran una figura humanoide completa.
• Frecuencia de la aparición. Por norma general, una vez un ente es capturado o expulsado de nuestro plano de existencia, es increíblemente difícil, por no decir imposible, que dicho ente regrese al lugar que estaba visitando. Sin embargo, ciertos rituales, artefactos o corrrientes de energía psicokinética pueden volver a atraer al ente previamente expulsado al lugar por el que vagaba o invocar más entes de similares características. Por supuesto, una vez se cierra la fuente que provoca este fenómeno, los fantasmas dejan de reaparecer en el lugar afectado. Los espíritus anclados también poseen esta propiedad en cierto medida, ya que cuando se les aleja del lugar al que están atados por fuerza, muchos regresarán a estos lugares a la primera oportunidad que tenga, repitiendo el proceso una y otra vez.
• Capacidad del ente. La energía psicokinética que permite a un ente manifestarse en nuestro plano de existencia, también puede permitirles llevar a cabo determinadas acciones al interactuar con entidades vivas o inertes del plano físico. Básicamente, esta cualidad valora lo que la gente común llamaría los poderes sobrenaturales de un ente y que pueden ir desde la telequinesia hasta la posesión. Hay una amplia varidad de habilidades reconocidas y aún más que no están clasificadas, por lo que no deberían limitarse únicamente a la información escrita a la hora de describir las capacidades de un ente.

Por supuesto esto es sólo un pequeño compendio de las características más comunes asociadas a entes paranormales que encontrarán en la literatura. A medida que estudien los diversos trabajos sobre parapsicología que existen, descubrirán que cada autor tiene una manera específica de clasificar a cada ente paranormal. Investiguen, aprendan y utilicen el sistema que mejor se adapte a sus necesidades.