Partida Rol por web

Ceber Fanuin (sindar: El pico de la Noche nublada)

Escena III: el camino de vuelta

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03/07/2012, 00:00
Menelcar (Hombre del Bosque de las Tierras Ásperas)

El Mago Pardo, tras reflexionar unos instantes, toma la decisión de mandarnos a la corte del Rey del Bosque negro, en sus estancias subterráneas en las montañas.
Y yo, asiento y girándome, digo a mis compañeros.
Sera un viaje arduo. Necesitaremos provisiones ligeras y gran cantidad de agua. Pues el antiguo camino del bosque, se ha vuelto traicionero.
Por mi parte, espero que podamos partir en breve. No es el nuestro un asunto que permita dilaciones.
Dicho esto, miro de nuevo al Mago Pardo y solicito su permiso para abandonar la sala. Pues lo primero que me ronda por la cabeza, es afilar mi hacha. Es indudable que la necesitare en las jornadas venideras.
Y así, habiendo recibido el beneplácito del Mago Pardo para abandonar sus estancias, salgo al exterior y me deleito, por unos instantes, en la fresca brisa que mece, aquí y allá, algunos arboles.
Y tras mirar a mi alrededor, sonrío pues no tardo en descubrir, no uno si no dos lugares que me llaman la atención.
Uno de ellos, es la herrería del asentamiento.
Y el otro, la taberna.
Con paso decidido me encamino hacia la herrería mientras hago tintinear en mi saquete de cuero, algunas monedas de bronce. Y la sonrisa aumenta en mi rostro mientras pienso cual sera mi segunda parada.
Pues siempre es bueno reponer no solo las fuerzas antes de una nueva aventura.
Y seguro estoy de que nuestro próximo viaje, nos deparara mas de una sorpresa.

Notas de juego

Fin.
Y sin enrollarme demasiado.
Je,je,je.

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03/07/2012, 20:45
Emeldur (hombre del bosque de las tierras Ásperas)

Radagast, aunque no lo demostrara mucho debido a las circunstancias estaba satisfecho con nuestro resultado, aunque era evidente su preocupación y mentalmente el hombre sabio se iba organizando.

Yo no podía más que esperar su decisión, nos mandó a las estancias del Rey elfo, con Radagast conocedor de los hechos no me preocupaba, seguro que nos creían.

Suspiré hondo y apreté mi arco, tan sólo esperaba poder disponer de unas pocas horas para reponer mis fechas y recuperarme del hambre y cansancio, una vez restablecido, no tendría miedo de enfrentarme con lo que viniera por delante, al menos ahora sabía que tenía unos compañeros en los que confiar.

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05/07/2012, 17:19
Director

Aquella noche hubo una fiesta en el gran salón de los hombres del bosque de Rhosgobel, en el que se cantaron las canciones de las gestas de los compañeros, de su viaje a Ceber Fanuin, de sus luchas contra arañas y orcos, y se festejó por todo lo alto su regreso.

Incluso el Mago pardo apareció para felicitar a los compañeros por su valentía, antes de volverse a sus misteriosas labores.

Tenían ante ellos un descanso antes de emprender nuevas aventuras.

Notas de juego

Y eso es todo, amigos.