Partida Rol por web

12.40. Cementerio de Chatham. 

Una multitud se reunía en los jardines, cercando entre las ornamentadas tumbas los varios funerales que se estaban celebrando aquella mañana. Y es que eran varios estudiantes del mismo centro quienes estaban entre las victimas. Por ese motivo el rector de la Universidad había declarado dos dias de luto, sin clases aquella semana. 

Tessa estaba mas atrasada, dejando las primeras filas para los familiares, y junto a ella estaba Mike. Destrozado se enjuagaba las lágrimas cada bez que miraba el ataud donde descansaba Martina.

- Siento mucho lo de tu prima, si necesitas algo. O la familia, tu solo dilo. Una palmada en la espalda del joven que tan solo asintió, sin mirar al recíén llegado.

Victor en cambio si que desvió su mirada en Tessa, a la que sonrió, de forma contenida teniendo en cuenta el mal momento y el lugar. Hizo ademán de decirle algo, pero se contuvo y aguantó como el resto en silencio hasta que el curo terminó el sermón.

Ese momento lo aprovecharon para acercarse a dar el último adios, otros en cambio comenzaron su lenta marcha para abandonar el cementerio. Entre ellos Victor, a quien le esperaba un coche oscuro con chófer.

Tenía una mezcla de sensaciones en mi interior: amargura por la muerte de mi amiga, e ira por no haber ido a verla. “Podría haber hecho alguna cosa” me recriminaba mi cabeza, “tengo poderes, no es que hubiera muerto en la explosión. O tal vez sí, pero… ¿de qué me sirven los poderes si no puedo evitar que mis seres queridos fallezcan? Y no es solo eso, otros jóvenes han muerto.”

Escuché una voz que reconocí diciendo que sentía la muerte de alguien. Lo vi, era Víctor. Él me vio pero no hizo ademán de aproximarse.  Partió hacia su coche oscuro y las preguntas empezaron a devanar mis sesos.

“¿Qué hacía ese día en la fábrica? Ese día que encontré un botón…”

Una parte de mí me decía que estaba viendo sombras en todos lados; la otra, me recordaba que yo era más que humana… que tenía un gran responsabilidad.

-¡Espera! –dije corriendo tras suyo.

Victor se detuvo ya llegando al coche que le esperaba y no evitó mostrar cierta sorpresa al ver que era Tessa quien le llamaba.

Le hizo un gesto a su chófer para que aguardara y este simplemente asintió, regresando a su pasatiempo de autodefinidos, sentado como estaba frente al volante.

- Hola Tessa, ¿vaya marrón lo del incidente verdad?. Revisó su celular de forma disimulada antes de guardar este en la solapa de su americana.

- Iba a ir al centro, ¿quieres que te acerque a algún lado?. Mi chófer me llevara donde le digamos. 

El joven abrió la puerta del lujoso auto, invitando a Tessa a que se decidiera a acompañarlo, o bien que dijera cuanto tenía que decir ahí, en pie junto al vehículo.

Victor se detuvo y me miró. Noté cierta sorpresa en su mirar; respecto a mis propios ojos no sabía qué estaban mostrando.

- Hola Tessa, ¿vaya marrón lo del incidente verdad?.

No sabía cómo contestar a aquello, la imagen de Martina, el día anterior invitándome a tomar un café se mezclaba con la visión de ella muerta. Tragué saliva mientras sentía el escozor de las lágrimas asomando.

-El hijo de puta que la mató lo pagará –dije con una frialdad que supongo nadie creía posible en mí. Lo vi revisar su móvil y pensé: “y no confío en ti, Victor. Estará vigilándote…”

- Iba a ir al centro, ¿quieres que te acerque a algún lado?. Mi chófer me llevara donde le digamos.

Me puse rígida, me sentía como una fiera a punto de atacar. “Pero debes saber que tiene algo que ver, y no tienes idea, solo sabes que esconde algo, pero ¿qué?”

Saqué de entre mis ropas un objeto y se lo arrojé. Luego lo miré a los ojos como un felino que mira a una posible comida.

-Todos los que la lastimaron van a pagar. Creéme Victor, no tienes idea... espero que te guste tu regalo, buenos días.

Me di vuelta y comencé a caminar hacia otro lado.

"Si escondes algo, ya tienes motivos para ponerte nervioso. Si tienes algo que ver, aunque sea mínimamente con esto... te mataré."

- ¿Pero que?. Pero, espera...Preguntó sin entender, en apariencia, sorprendido por la reacción de Tessa. Apenas reparó en aquello que le había tirado. Lo hizo cuando ella se ya alejaba, bajó la mirada y los recogió para verlos de cerca. Acto de seguido los guardó en el bolsillo de su chaqueta y pensativo volvió a mirar ahí por donde se había marchado la chica. 

No fue tras ella, en lugar de ello regresó al auto y le dió indicaciones a su chófer. En cinco minutos el coche arrancó abandonando el cementerio.

Dia sin clases, ni prácticas en el hospital. Tessa se detuvo en tomar algo caliente en una cafetería por no regresar tan pronto a su casa. Tenía todo el día para darle vueltas en su cabeza a todo el asunto.

Una tv encendía emitía noticias, y para colmo justo salía el incidente del starboocks.

Como anunciábamos ayer, hay que lamentar una terrible tragedía en la pequeña población de Chatham. Al parecer un accidente en las cocinas de un concurrido Starbucks provocaron una explosión de gas, incinerando todo el lugar. Dieciseis victimas mortales, en su mayoría estudiantes universitarios.

Cabe destacar entre ellos la muerte de Josh Beckinsale, un reconocido científico de bioingeniería, jefe de proyectos en la multinacional Farmaceutica M. Stradius.

Primero me pidió que lo esperara, pero seguí caminando y al rato sentí el ruido del motor de su vehículo alejándose. Era mejor así, no estaba pensando con claridad. La ira hervía en mi sangre, quería vengarme de los que dañaron a Martina, eso me obnubilaba, me sacaba de quicio.

Fui a tomar un café, deseaba despejar mi cabeza pero no podía. Entonces escuché el noticiero y mi estómago se revolvió nuevamente.

Como anunciábamos ayer, hay que lamentar una terrible tragedía en la pequeña población de Chatham. Al parecer un accidente en las cocinas de un concurrido Starbucks provocaron una explosión de gas, incinerando todo el lugar. Dieciseis victimas mortales, en su mayoría estudiantes universitarios.

Cabe destacar entre ellos la muerte de Josh Beckinsale, un reconocido científico de bioingeniería, jefe de proyectos en la multinacional Farmaceutica Stradius.

Levanté la vista mientras aun sostenía una taza de líquido humeante entre mis manos. "El que murió es parte de una multinacional farmacéutica, ¿tiene algo que ver con la droga que encontré? Tengo que seguir investigando. Debo saber qué estaba buscando ese hombre, qué sabía que provocó su muerte."

Solté la taza un momento. Me froté las sienes, la cabeza me palpitaba y entonces hice lo humanamente lógico.

Me puse a llorar. Necesitaba expirar el dolor y la rabia antes de pensar mi siguiente paso.

Tras el café y los sentimientos encontrados, los pasos de Tessa la llevaron a caminar por el centro. Llegar hasta una zona de oficinas donde no tardó en encontrar la sede de la Farmacéutica donde trabajara la víctima.

Había algo mas, ese nombre, esa firma le sonaba. ¿Sería coincidencia o tal vez se tratara de una empresa de la familia de Victor?. Era el mismo apellido y por el comentario de su amigo Mike sabía que estos eran gente muy, muy rica.

Por algún extraño motivo, mientras daba un rodeo a la manzana Tessa reconoció otra casualidad. Era el coche de Dave, aparcado en una esquina. Torciendo por ella se asomó a un solitario callejón de la parte posterior y pudo ver como efectivamente, era Dave el que forzaba una puerta del segundo piso del edificio de oficinas, habiendo subido por la escalera de incendios.

Caminé para calmarme y mis piernas me llevaron hasta un edicio que reconocí como la sede de la Farmacéutica donde trabajaba la persona que murió. "Tengo que investigar, esta chance no voy a dejarla pasar..." me dije y me aproximé a las instalaciones.

Lo primero que noté fue el nombre del lugar, ¿tenía algo que ver con Victor? No sería raro, por lo que sabía su familia tenía toda la pasta. "Y si es así, ¿hasta dónde estás metido, amigo mío?" me pregunté. De pronto mis divagaciones se interrumpieron cuando vi a alguien que, como yo, no debía estar aquí.

El auto de Dave estaba estacionando cerca, y torciendo un callejón, lo vi intentando forzar una de las ventanas de oficina del segundo piso. 

"Síguelo, Tessa... pero que no te vea" No llevaba mi traje encima así que solamente busqué cobertura esperando que abriese esa ventana e intentando colarme después de él. De nuevo mi cabeza burbujeaba con preguntas. "¿Y tú qué partido tomas aquí? ¿Qué estás escondiendo?" Demasiadas preguntas, demasiados sospechosos... no sabía si quería de verdad saber las respuestas, sobre todo si él estaba implicado porque, a decir verdad, estaba bastante embobada por este tipo.

Tessa siguió a Dave al interior, guardando las distancias para que no se diera cuenta que alguien le seguía. Lo primero que vio fue un pasillo largo, iluminado por paneles, como en las oficinas. Había puertas cada tres metros, cerradas. Al parecer y a juzgar de eso Dave habría seguido recto.

Continuó en esa dirección ante esa idea y en la primera bifurcación ya no podía saber hacia donde había ido el chico. Encima tuvo que detenerse, alguien se acercaba.

- Aquí Ronald, ¿me copias?. He subido a la planta de despachos, no veo nada raro, esa alarma de movimiento estará fallando de nuevo. Hablaba por su walkie y se había detenido justo en la intersección. Tessa debía decidir si seguir intentando seguir a Dave, esconderse hasta que el guarda se fuera o escapar por donde había venido.

Seguí a Dave manteniendo las distancias pero en eso siento una voz. Era un maldito guardia, y no me iba a ser fácil continuar investigando con el tipo en la intersección por la que debía pasar.

- Aquí Ronald, ¿me copias?. He subido a la planta de despachos, no veo nada raro, esa alarma de movimiento estará fallando de nuevo.

"Si tuviera el traje podría inmovilizarlo de un golpe, de ser necesario. Pero, siendo como es que no lo tengo encima, si algo sale mal... el tipo me reconocería. Por más ganas que tengo de seguir a Dave... no sé si es el momento apropiado. No me quiero arriesgar."

Entonces me fijé si podría esconderme en algún lado y esperar que se vaya, porque de no ser así iba a volver por donde había entrado, o sea irme del lugar.

La facultad de Tesa para moverse en sigilo de forma inconsciente le permitió que aquel gorila de sguridad no se fijara en su presencía. Retrocedió por donde había venido y torció en el pasillo en el otro sentido, pero antes de seguir avanzando buscó la primera puerta en la que esconderse, dando así tiempo a que el guarda se fuera y despejara el corredor.

Un cuartucho pequeño, sin duda almacén de la limpieza donde había todo lo necesario. Incluso una taquilla sin candado en el que se podía encontrar varios uniformes de personal con limpieza, con la tarjeta pase de acceso.

Mi sigilo sirvió y pude hacer que el guardia no notase mi presencia mientras me escabullía con éxito. Entonces vi este lugar con varias ropas que me podrían hacer pasar por el personal del lugar. Me quité las prendas que tenía encima, con apurado nerviosismo.

"No que me moleste que hoy justo elegí el sostén aburrido de algodón blanco pero tampoco quiero que me vean como una provocadora..."

Me dejé obviamente toda la ropa de abajo, pero encima de mi torso me coloqué una especie de uniforme de limpieza. Era blanco y delicado, más bien parecía una criada. Me sonreí por dentro.

"Antes la niña que jamás rompería un plato, ahora entro en propiedad privada, sigo gente, peleo contra matones... ¡qué diría mi madre! Bah, supongo que a su manera estaría orgullosa."

Tessa se disfrazó con aquellas ropas y se puso una gorra con visera . Tomó el carrito de la limpieza donde había un mocho y una escoba (trapeador) y salió al pasillo, empujando este con decisión.

Sin remedio pasó cerca del de seguridad que la miró, por un segundo, mas atento a la conversación de su comunicador. 

- ¿No ha visto nada raro?. Baje cuando pueda a limpiar a otra sección, estamos comprobando esta por si ha entrado alguien. Le dijo sin recrearse demasiado, confiado en que Tessa trabajaba ahí.

Sin alzar la mirada, cubierta con la gorra asintió y siguió hacia la zona de los despachos. 

Al llegar a ellos comprobó que había desorden, indicios que había habido pelea a juzgar por las cosas caidas por el suelo. Pronto encontró a dos hombres inconscientes en el piso, uno de seguridad y otro vestía bata blanca. Vitrinas rotas y un cuadro girado que escondía una caja fuerte, ahora abierta.

Preguntandose que había pasado Tessa vió salir a Dave de uno de los despachos, a lo lejos, tomar el pasillo e ir hacia los ascensores con un maletín en sus manos.

Al estar de espaldas no la había visto, y disfrazada como estaba era fácil que no la reconociese.

Con el carrito y la gorra casi hasta me sentía parte real del departamento de limpieza. No que no me corrieran los nervios por las palmas sudorosas, sobre todo cuando el guardia me hizo la siguiente pregunta:

- ¿No ha visto nada raro?. Baje cuando pueda a limpiar a otra sección, estamos comprobando esta por si ha entrado alguien.

Negué con la cabeza y seguí andando, aparentemente obedeciendo sus órdenes. “Vete a dar por el c…” pensé, luego casi me entro a reír comparando la dulce Tessa que siempre fui con esta mezcla de heroína y rebelde. Continué andando hasta que llegué a la zona de despachos en donde había claros indicios de pelea. Entre estos, dos hombres habían perdido la consciencia.

-¿Pero qué diantres…?

Me pregunté cuando vi emerger a Dave, sujetando un maletín y yendo a los ascensores. Lo seguí, él se encontraba de espaldas a mí y con mi vestimenta y la gorra, no creía posible que me reconociera. Sujeté fuerte el carrito y me encaminé al ascensor tras suyo. Mi cabeza miraba al suelo, como alguien pensando en sus cosas.

“¿Qué estás haciendo, loco? Acaso tú también guardas un secreto…?”

Dave dió un paso al interior en cuanto las puertas del ascensor se abrieron, lo que ese gesto le obligó a girarse para estar frente al panel de botones con el número de las plantas y ver así que una joven del servicio de limpieza se acercaba con intención de subir al mismo ascensor.

- Lo siento, no querrás coger este ascensor, no es seguro para ti, espera al siguiente. Dijo alzando su mano hacia delante, negando el accceso.

Dave no dio muestras de haber reconocido a Tessa, aunque la miró extrañado por un momento, tal ve sorprendido de no haberla visto llegar entre las sombras del pasillo.

Entró en el ascensor y se volteó dándose cuenta de mi presencia. Mi corazón no tardó en acelerarse como el de un picaflor, una parte de mí me aseguraba que me reconocería. "Vamos, vamos, ten calma. No estás ni parecida a aquella noche. La gorra te cubre parte del rostro, tienes el carrito... pareces una criada."

- Lo siento, no querrás coger este ascensor, no es seguro para ti, espera al siguiente.

Me dijo y alzó una de sus manos prohibiéndome el paso. Apreté los mangos del vehículo con tanta presión que los nudillos se me pusieron blancos.

"¿Qué hago? Si me reconoce no tengo manera de explicar nada..."

Apreté la boca en una fina línea nerviosa y retrocedí unos pasos, asintiendo con la cabeza. "No hace falta que te siga por el ascensor, bien puedo subir por las escaleras..." Claro que tendría que ver qué piso tocaba primero, y desde fuera del ascensor me parecía sumamente complicado.

Entonces se me ocurrió algo loco: aspiré su aroma como un felino que olfatea su presa. Si no me quedaba otra, intentaría seguir su rastro, piso por piso, intentando ver a dónde iba.

"Maldita sea... esta tarea de heroína es complicada. Pero siempre es díficil hacer lo correcto... y eso es lo que yo elegí en mi vida, como héroina o como Tessa... eso elegí."

El ascensor se cerró y Tessa tuvo que correr a las escaleras de servicio si quería bajar, ya que al menos había visto que Dave marcaba dos plantas mas abajo.

Cuando llegó a la planta sexta percibió el aroma en el aire del cuerpo del hombre. Había pasado hacía poco por ahí y de seguir por ese pasillo daría de nuevo con el. Pero se detuvo y se metió en el siguiente cuarto de la limpieza al escuchar que se acercaba bastante gente.

- El objetivo esta bajando hacia el laboratorio c03. Carguen sus armas, nos han dado autorización para abrir fuego letal. Noos preocupeis, no tiene que salir de aquí, la poli lo encubrirá como siempre.  Dijo el que daba las órdenes en ese grupo de cinco.

Tessa escuchó con preocupación, esa gente mas que de seguridad parecían mercenarios. Revolvió la mirada y vió que en ese cuartucho había ropa de pintor. Le llamó la atención las máscaras plastificadas que debían usar los trabajadores, accesibles en las taquillas.

Logré atisbar el dedo de Dave presionando dos plantas más abajo y corrí por las escaleras. Su aroma me llegó en el piso seis. Estaba cerca, pero unas voces me hicieron buscar refugio por segunda vez en el día.

“Ok… esto se está haciendo un maldito hábito” pensé con amargura. Entonces vi a los tipos armados y escuché sus voces:

- El objetivo esta bajando hacia el laboratorio c03. Carguen sus armas, nos han dado autorización para abrir fuego letal. Noos preocupeis, no tiene que salir de aquí, la poli lo encubrirá como siempre.

Vi los trajes y las máscaras de pintor que se hallaban en mi nuevo escondite. Mis ojos fueron a esos tipos armados y supe, sin mucha duda, que esos no eran personas de seguridad… y que no tenían escrúpulos.

“Mercenarios tal vez…”

No podía perder tiempo. Me puse un overall y una de las máscaras mientras arrojaba la gorra a un rincón.

“Es hora de usar la fuerza bruta…” pensé pero también sabía que estaban armados y no me sentía a prueba de balas. Me pegué contra la pared del cuartucho esperando que pasara el primero. Si todo salía bien le saltaría encima y quitándole su arma, haría difícil que los demás dispararan con tanta libertad. Si salía mal… mejor no pensar en ello.