Partida Rol por web

Danni despidió con una sonrisa cómplice a las tres brujas, complacida.

—Chao, chochomona.

La de la boca de culo de mandril era la típica frígida de coño reseco que estaba en las antípodas de ella: llamar putón a Danni era un elogio. Danni se complacía de disfrutar de la vida.

Las chicas parecían preocupadas.

—No hemos delatado nada, cariñitos. Si la jefa ya lo sabe, coño. ¿Que no veis que la Esteryl es la preferida de la directora de todo este percal? La usará contra nosotras sí o sí. La directora lo sabe y lo escucha todo, parece mentira que a estas alturas de la partida no lo veais. Solo hay que mover el juego y que los dados hablen. —comentó, señalando a Kim, la directora.

Opto por sonreír. Que vieran otra cosa es nuestro rostros, al final solo era una muestra de inseguridad. La pelirroja había estudiado muy bien sus movimientos, nosotras debiamos hacer lo mismo.

- Es la preferida de momento. Estoy de acuerdo con el resto en que sólo tenemos que demostrar que tenemos más talento que ella y sus minions, nada más. - Si pelo zanahoria fuera su opción para nuestra categoría de edad, se hubiera quedado con ella y ya. Si nos habían aceptado era por algo. Danni claramente había perdido el norte. - Tenemos que ser mas listas - repito, para ella y para todas, sin perder la sonrisa. 

Esto sólo era una traba en el camino y siempre había forma de solucionar la trabas. Veríamos el cariz que tomaba todo para saber si debía ser por las buenas. Porque no pensaba volver de aquí con un fracaso debajo del brazo. Para un Rogers el fracaso no era una opción. 

Opto por sonreír. Que vieran otra cosa es nuestro rostros, al final solo era una muestra de inseguridad. La pelirroja había estudiado muy bien sus movimientos, nosotras debiamos hacer lo mismo.

- Es la preferida de momento. Estoy de acuerdo con el resto en que sólo tenemos que demostrar que tenemos más talento que ella y sus minions, nada más. - Si pelo zanahoria fuera su opción para nuestra categoría de edad, se hubiera quedado con ella y ya. Si nos habían aceptado era por algo. Danni claramente había perdido el norte. - Tenemos que ser mas listas - repito, para ella y para todas, sin perder la sonrisa. 

Esto sólo era una traba en el camino y siempre había forma de solucionar la trabas. Veríamos el cariz que tomaba todo para saber si debía ser por las buenas. Porque no pensaba volver de aquí con un fracaso debajo del brazo. Para un Rogers el fracaso no era una opción.

- Vamos a hablar con Kim nosotras también. No somos menos que la pelirroja, tenemos que dejarlo claro. - acabo diciendo decidida y yendo para allá, con mucha dignidad y mucha sonrisa. 

Vaya, ya habíamos localizado a la primera hija de puta peligrosa del campamento. Y, por lo que se veía, era la única. Bueno, todo el mundo podía tener accidentes en la naturaleza: caídas, golpes, barcas con agujeros que te sumergían en el lago. Esas cosas. Danni se acerca a cantarle las cuarenta a esa putona. Y estaba bien, había que empezar dejando claro que no iba a ser la única gallo en el corral.

-Gillian tiene razon. Vamos a ver a Kim. Hay que presentarse apropiadamente.

Gillian tenía razón en lo que decía.

—Exacto, no demos excusa a que nos echen. Sería un alivio... pero también un fracaso. Y el favor que tenga se le puede volver en contra. Kim necesita unas animadoras perfectas, las mejores. Y esas serán sus favoritas. Seamos nosotras. Ya llegará la venganza después. 

Como decía Eleanor, la competición y las puyas podían darnos una motivación extra. 

—Ya habéis oído a Jen... ¡En formación y a ver a Kim! 

—Que va, nosotras sabemos de qué estamos hechas. 

Tras decir aquello, siguió a la comitiva con ese aire divertido. Siempre era oportuno estar muy atento a lo que se dice para sacar rédito de ello. Seguramente la pelirroja tenga su lado Yang y Eleanor se lo sacaría a base de travesuras si era necesario. 

—Nosotras debemos ser más inteligentes que ella, y créanme no es difícil. Solo denme tiempo y consigo algo interesante. 

Ver las energías, notar miradas, todo eran datos relevantes. 

Yanet se había empanado un poco mirando el desfile de chicas de su edad que acampaban y se pavoneaban a sus anchas. Cuando miró a sus compañeras, las cuales ya estaba acostumbrada a ver, volvió un poco en si misma, escuchando lo último que decían. Aunque su gesto de despiste en su rostro era evidente.

Siguió al grupo afinando el oído. - Entonces... impresionar a Kim, ok... ok... ¡Ok!. - Se cercioró de que había escuchado bien. Se arregló el pelo con las manos, se ajustó el uniforme y removió sus hombros. La actitud era importante. Eso sí, la frase de Eleanor hizo que ladease la cabeza y parpadease. A saber que cosas turbias tenía aquella chiquita y que cosas podrían descubrir de ella.

Os acercáis y ahí está Cheryl. Sonriente, guapa, pelirroja y divina. Sus labios rojos inmaculados tienen esa sonrisa perpetua que hace que a todo el mundo le caiga bien Cheryl. Por eso era tan buena animadora, sonriendo siempre pase lo que pase. Destilando parecer ser amiga de todos aunque en el fondo fuera de la élite, por eso era amada por las masas.

-... iré a desempacar mis cosas- la oís decir a Kim en un tono de amabilidad absoluta. -Gracias por darnos esta oportunidad- añade y se gira para encontrarse cara a cara con vosotras.

Tras lo dicho a Danni al resto no os dice nada, aunque una mirada valía más que mil palabras. Tampoco iba a dejarse en evidencia delante de la jefa máxima.

Hace un gesto a sus dos minions y se marchan de vuestra vista.

La ilustrísima directora, que se alejó de Wendy para hablar en privado con Cheryl se os queda mirando.

-Vaya, vaya, creo que no sé de dónde venís...- dice sonriendo y mira su portafolio, apartando un rubio mechón imaginario de su cara. Porque su pelo es tan perfecto y sedoso que no le molestaba en ningún momento, las diosas eran así.

-Sois las chicas del instituto Jefferson, sois más de las que pensaba, al final habéis podido venir todas. Qué bien...- no hay mucha emoción ahí en su voz pese a la sonrisa.

Sus ojos os analizan a todas y cada una de vosotras, de arriba a abajo y acaba inclinando la cabeza hacia un lado pensativa.

-Espero que seáis tan buenas como dicen, sino me temo que no podréis ser titulares. Aquí hay mucha competitividad, ¿entendéis?- os repite.

Cuando Cheryl se gira a mirarnos con su cara perfecta pidiendo a gritos un puñetazo la fulmino con la mirada. Es más, doy un ligero paso en su dirección para que al irse tropecemos hombro con hombro.

-Vaya, ten cuidado por donde vas -le digo sonriendo de manera inocente-. Pensé que las chicas de vuestro instituto eran menos torpes.

Después toca Kim. Es tan perfecta que por un momento me quedo sin palabras. Pero logro reaccionar a su comentario.

-Somos las mejores -es lo único que digo. De manera clara y lapidaria.

Empezaba a pensar que Jennifer había perdido un poco el norte como capitana. El norte y el concepto de presentarse apropiadamente ante Kim, tal como dijo instantes antes. Forzar un choque con la pelirroja y esas palabras seguramente nos restarían puntos a ojos de la gran jefa. Quizá había que replantearse cambiar de capitana en este punto. 

Sonrío en todo momento, de la misma forma automática pero milimetricamente estudiada para que parezca natural en que lo hacen las chinas cuando te hacen la manicura o las acompañantes de lujo, como las que gustaba contratar a papá bajo concepto de "Cena de trabajo" en su tarjeta de crédito.

Tras la labia lapidaria de la capitana, y corriendo un tupido velo a los acontecimentos, opto por hablar yo.

- Soy Gillian y estas son mis compañeras Jennifer, Danni, Beth, Eleanor y Yanet - nos presento - Ante todo, gracias por la oportunidad. Nos sentimos enormemente afortunadas de poder estar en el campamento y conocerla en persona. Somos grandes admiradoras. - y sonrisa - Somos conscientes de la competencia, pero no os decepcionaremos. 

A Yen le pasaba lo miso que a Dani. No soportaban la competencia, ni en ser la más jefa ni en ser la más puta y se enfrentaban de frente contra sus enemigas. Beth sabía que había maneras y por supuesto no había que hacer aquellas mierdas delante de la autoridad. Trató de distraer a Kim, igual que Gillian. 

—Eso es, somos las chicas del instituto Jefferson. Y le agradecemos que se dedique a dirigir este campamento, con lo pintoresco y rústico que parece, debe ser un gran esfuerzo.

Seguro que desfalcas y te lo llevas crudo, zorra. 

—Haremos todo lo posible para mejorar nuestras rutinas, si eso es posible. Pero si han dicho que somos buenas será que la gente ha visto lo que pasa. Algún motivo habrá para ello. 

Algunas entrenábamos y no nos dedicábamos a comer culos y lamer botas, como Cheryl, que debía saberle la boca a betún. 

Esa pelirroja se las trae, pero como todo en la vida y en el mundo de la moda un día estás in al otro out, poco importa en verdad. Así que la saludó con cierto aire divertido mientras les tocaba algo peor, allí la eminencia de las animadoras estaba presente y eso era para tener la mejor excusa de portarse bien, más allá de que la misma Eleanor quería hacerle una trastada. Ahora se lo estaba pensando. 

No obstante alzó su manita con un "Hiii" silencioso a modo de saludo y permitió que hablen las que saben. Cómo buena compañera de equipo, apoyó con gestos, expresiones rebosantes de cordialidad y no quiso decir nada porque ella misma había comentado que eran buenas, pero que lo demostrarían en plena acción. Así que más allá de ser la niña buena del momento, poco más pudo hacer. 

Yan no quiso mirar demasiado a Cheryl. Era como si esa sonrisa de dientes blancos y labios rojos fuera a lanzarle veneno. No quería cruzarse con sus ojos, y sentir su desprecio. La miró lo suficiente, un segundo, para captar todo lo que necesitaba, el resto del tiempo la ignoró, como si no estuviera allí.

Cuando se acercaron a Kim, estiró su cuello acomodando su cabello y sonrió de forma comedida. Las palabras que destilaba aquella mujer, era de perra vieja. No la asustó precisamente. Alzó la mano cuando su compañera Gillian la presentó, junto al resto de sus compañeras.

Competitividad... Todo el tiempo competían para ser las mejores, tanto consigo mismas como con el resto de sus compañeros. Aquello simplemente era una competición de élite, mas dura, así que no debían despistarse.

- No decepcionaremos. - Dijo, inflada de confianza. Quizá sobraba, quizá no... pero así lo sentía y así se expresó.

Cheryl casi pierde la sonrisa con el choque contra Jennifer, pero tenía más clase y no era tan idiota de dejarse en evidencia delante de Kim. Una cosa era poner a una zorra en su sitio y otra quedar como un animal de clase baja que empuja a otras chicas. No, no, no, eso nunca. Con clase se nacía y la señorita Blossom tenía mucho de eso.

La jefa máxima no parece muy sorprendida cuando le aseguráis que daréis la talla, tampoco se le pasa el hecho de que vuestra capitana ha "tropezado" contra la queridísima Cheryl. Si la pelirroja era mejor que vosotras seguramente pasaría al torneo entre campamentos a finales de verano, y si pasaba tendríais que participar con ella. Muy poca sororidad indicaban aquellas acciones, que Kim ve con ojo clínico.

Tras escanearos de arriba a abajo, fuerza una sonrisa leve.

-Id a desempaquetar vuestras cosas, chicas. Esta tarde tras una cena bio-sostenible-hipocalórica-vegana-plus jugaremos a la toma de banderas. A ver qué tal se os da trabajar en equipo, ¿eh?- sus palabras son maternales, pero también las de una mujer que cree hablar a unas niñas pequeñas. -Emmm... Si tenéis dudas le preguntáis a Wendy, ella os guiará. También hay una conserje por ahí para los problemas más... manuales.

Kim las escaneó y por supuesto no encontró nada. El puterío de Dani o la locura de Gilly eran puntos positivos en realidad y si a la primera se le había dejado de caer la baba por el corte de la Wifi no habría problema ninguno. 

Y si lo hubiera lo diría. Beth estaba tranquila. 

—Wendy ha sido un encanto y la conserje... —no— ya la vimos. 

La cena bio-mierdas sería una hoja de lechuga con bichos, pero Beth, como todas, podía pasarse días sin comer, más si había bebido alcohol los días antes, para bajar las calorías. Y las demás seguro que también habían tragado muchas... proteínas, la noche anterior. 

—Tardaremos poco con las maletas... —principalmente porque no iba a sacar nada o casi nada, dejando en la maleta todo. A saber cómo estaban las estanterías. 

Tendrían que reventarlo en la toma de banderas. 

Estaba claro que Kim no decía nada al azar. Como diosa, sería omnipresente y se enteraría de todas las cagadas que pudiéramos cometer durante el campamento. Seguramente tenía ojos en todas partes, así que habría que controlar algunos puntos dentro del grupo.

-  Suena divertido - asiento ante Kim y lo de las banderas. Lo que se cenara o no me importaba menos, la comida estaba sobrevalorada. Salvo si eres del tercer mundo, pero en cualquier caso ¿a quien le importa?- Muy amable, muchas gracias - añado por su ofrecimiento a Wendy o la conserje con problemas de estreñimiento.

Luego me encamino a la cabaña de vuelta, cuando el resto del grupo lo haga. Tendríamos que hablar seriamente con la capitana o regalarle aun Satisfayer. Pero sin cobertura comprar en Amazon quedaba descartado, así pues debía ser la primera opción. 

Espero a llegar, que entremos todas y cerrar la puerta. 

- Tenemos claro que no podemos volver a cagarla ¿no? - digo en general pero miro a Jennifer, que era quien parecía haber desayunado camionero esta mañana- Una mierda de esa más y vamos a quedar fuera. Cheryl ya nos lleva ventaja. - y un Rogers nunca pierde, no importaban los medios para conseguirlo. 

Eleanor parecía tener una mirada muy zen de todo esto o quizás estaba planificando la trastada del siglo. La cuestión es que ella no perdió jamás la sonrisa y se mantuvo como una señorita que ha recibido la mejor educación de su vida, nada más lejos de lo que fue en realidad su vida. Pero allí estaba la gracia, aparentar lo que no eras en un campamento de animadoras que se creen mejores que las demás por tener una dosis extra de maquillaje. 

Así que una vez se habló con la jefa, la rubia escuchó a sus compañeras y negó con la cabeza, completamente poco nerviosa o preocupada por ello. 

—No la hemos cagado, somos buena en lo nuestro. Así que le haremos morder el polvo. 

Muy segura estaba, ella que era la más torpe. Aunque si estaba inspirada podía hacer algo interesante. Ahora tocará socializar un poco, quizás mermar el asunto de Danni con alguna terapia de las suyas o prepararse para la cena donde se echa de menos algo más simple y no tan nutritivo. 

Yan, parecía tener gesto de concentración mientras observaba a Kim y la escuchaba hablar. Su ceño se frunció ligeramente mas de lo habitual al oír la descripción de la cena, y parpadeó seguidamente ¿Existía una comida así? No importaba, beber agua ayudaba a matar el hambre y no sería la primera vez que haría ayunos para mantener la línea.

- Gracias... - Estuvo apunto de decir "señora" menos mal que se mordió la lengua a tiempo.

Pensativa, se despidió de Kim, caminando con sus compañeras, y miraba el suelo todo el tiempo. Luego sus ojos se alzaron, primero a Beth al hablar, luego a Gill y finalmente a Eleanor.

- No podemos mostrar debilidad, de ningún tipo. - Cuando dijo aquello, miró a todas y cada una de sus compañeras. Eso de desempacar las maletas le importaba poco, estaba totalmente concentrada en cómo desarrollar sus habilidades sociales y sus habilidades físicas para dar lo mejor de ella de cara a las demás.