Partida Rol por web

Gus consigue cerrar a duras penas la puerta que da al balcón. Se reincorpora y de su mochila saca la camba, la ata y se la lanza a Ryan. 

- Átala a algo rápido y déjala caer.

EL muchacho la atrapa al vuelo y tras unos segundos en los que a Gus le parece que el corazón le va a salir del pecho, la cuerda desciende por la fachada. El anciano se agarra y empieza a ascender por ella lentamente. Los zombis aporrean la puerta con violencia.

- Vamos joder, ya casi está viejales. - Piensa para sí y sigue subiendo pese al dolor de su brazo.

Mientras la mano de Gus se aferra para asirse, pisa nuevamente la puerta de reja para ayudarse. Para su mala fortuna, la puerta de reja se balancea más de lo esperado y el vagabundo pierde pie. 

-¡NO! -grita Ryan mientras Gus se golpea contra el borde del balcón de material y queda colgando de éste. Las piernas del vagabundo cuelgan en el balcón que abajo da a la calle. La puerta de chapa se sacude ante los golpes insistentes de los infectados. ¿Debería Gus intentar trepar nuevamente hacia arriba o dejarse caer a riesgo de herirse en la caida? 

Joder seran idiotas exclamó Cristiana ante la pregunta de victor mientras se alejaban caminando de la puerta no creo que nadie nos este tomando en serio Victor le confeso preocupada, Hasta que no ves a una de esas criaturas comerse a alguien no te crees que sea posible dijo terminando de sincerar Estamos jodidos, yo al menor problema me marcho, si te quieres venir conmigo ya lo sabes le dijo sin girarse llamando a la puerta de la pareja.

He los de adentro, ya esta bien parad un momento y salir grito con enfado lo bastante alto para que medio hotel la oyera, Cristina era directa y no tenia mucha vergüenza.

Esta vez la puerta se abrió con relativa velocidad. El joven de la pareja los recibió con una sonrisa. Llevaba puestos pantalones y una camiseta puesta del revés. Detrás de él, en la cama, se puede ver a la chica tapándose el pecho desnudo con una sábana. 

-¡Pete! -protesta la chica mientras el joven abre la puerta. 

-¡Hola! ¿En qué los ayudo? -pregunta feliz Pete. 

-Les tengo malas noticias -anuncia el corpulento Victor -Hay una emergencia muy grave y todos estamos en peligro. Estamos planeando cerrar este lugar con intención de atrincherarnos aquí. Esa enfermedad de la que estaban hablando trastornó a la gente y se han puesto muy violentos. Cris ha tenido una buena visión de lo que hay allí fuera y no es nada bonito. Necesitamos la ayuda de todos. 

La chica se asoma hacia la puerta, ahora usando un sujetador solamente. -¿Ee-eso es verdad? -pregunta asustada a Cristina

-Tranquila cariño, todas nos hemos visto así en algún momento- le dice a aquella chica guiñando la un ojo de forma sexy tratando de quitar tension a la situación a aquella entrada brusca y precipitada.

-Si efectivamente, yo he estado por el centro esta noche, la situacion parece fuera de control y quizás lo mejor sea quedarse aquí todos juntos un par de dias para ver como evoluciona todo- explica Cristina confirmando las palabras de victor. 

Vestiros y nos vemos todos juntos en alguna sala del motel, para poder charlar y tomar algo tranquilamente, pondremos la television para ver que va diciendo-les pidió animándoles a unirse al resto de huéspedes del hotel

La chica se sonroja un poco antes las palabras de Cristina. Pete asiente con gesto más serio y cierra la puerta. 

Victor lanza un suspiro antes de volver a hablar. 

-Bueno, tengo un televisor en mi oficina. Podríamos revisar allí. -dice el hombre mientras toma un manojo de llaves de detrás del mostrador. -Mientras tanto, no estaría mal tener a todos atentos. Voy al piso de arriba a buscar a los residentes de arriba. ¿te encargas de aquí abajo un minuto? 

Pero antes de que Cristina pudiera responder, Victor se dirige escaleras arriba. 

Unos segundos después, Pete y su novia salen de la habitación al pasillo. 

-¿Acaso..?-comienza a preguntar Pete pero sus palabras son interrumpidas por un golpe en la puerta. 

A través del vidrio, pueden ver un hombre golpeando la puerta con insistencia. La puerta está trabada desde el interior, pero el hombre puede ver claramente el interior y los huéspedes a él.

-¡Déjenme entrar! ¡Tengo una reserva! -grita el hombre con voz asustada. 

Cuando se quedo sola comenzó a andar en círculos en mitad del pasillo,nerviosa intranquila, la nariz la picaba y la daban escalofríos en la nuca, aquella sensación  la estaba matando y ya duraba toda la noche. Cristina había girado su cabeza para para prestar atención a lo que le decía el hombre de aquella cariñosa pareja cuando se vieron súbitamente interrumpidos, Cristina dio un respingo de susto

-La hostia puta, joder- exclamo mirando hacia aquel hombre que golpeaba la ventana, sus manos aferraron el revolver, la habían cogido ya dos veces por sorpresa aquella noche no habria una tercera.

- Eh tu, que quieres de donde vienes, te ha mordido alguien- le grito preguntándole mientras se acercába al cristal sin intencion de abrir la puerta y de que nadie mas la abriera 

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-Necesito entrar-insiste el hombre. -Hay gente peligrosa aquí afuera. Deben dejarme entrar. 

Ante la insistencia de la chica, el hombre finalmente responde -Un loco me ha mordido el brazo. ¡La gente está enloqueciendo. Deben dejarme entrar! -dice el hombre desesperado. 

Pete se para al lado de Cristina, dudoso de cómo proceder. Al parecer, esperaba una señal por parte de la chica. 

Cristina se queda paralizada unos segundos , mientras recuerda las mandibulas sedientas de sangre que han estado a punto de morderla demasiadas veces esta noche, recobra el sentido aceleradamente y levantando la pistola hacia la puerta apunta aquel hombre.

No se acerque, marchese, no puede entrar le grita de forma amenazadora, girandose hacia aquella pareja les chilla No le podemos abrir nos mataria, no os acerqueis a la puerta trata de parecer calmda ante la pareja pero no es consciente de si les esta chillando con la misma intensidad que aquel ser que dice ser un hombre.

Pete se para al lado de Cristina y simplemente niega al hombre con la cabeza. Dando su apoyo a la mujer. Después de una expresión inicial de sorpresa, el hombre de la calle se aleja lejos de su campo de visión. 

-¡Uds se lo han buscado! -grita de pronto del otro lado. Con un trozo de madera comienza a golpear el vidrio, que se astilla un poco. Sin embargo, antes de que lo pueda dañar más, otro hombre le salta sobre la espalda y le da un feroz mordisco. Un chorro rojo sale de éste y cubre el vidrio. Mientras ven cómo chorrea, paralizados, escuchan los gritos del hombre durante unos segundos. La novia de Pete vomita ahí mismo en un tacho de basura, y Pete mira a Cristina pálido. Probablemente con la misma mirada que tendría ella la primera vez que vió a un infectado atacar. 

El chillido Cristina cuando el hombro golpeo el cristal se perdió entre los sonidos de sorpresa y el ruido sordo de aquella pareja vomitando. Aparto la vista y cerro los ojos para dejar que aquella impresión sangrienta se borrase de sus ojos, poco a poco se acerco a aquella joven y la recogió el pelo para ayudarla a vomitar mientras uno de sus ojos se mantenía fijo en la puerta -Tranquila, cierra los ojos y respira profundamente-

Su mirada seguía fija en la puerta, en parte fascinada por el grotesco espectáculo y en parte preocupada -Tenéis que ayudarme a bloquear esa puerta con algún mueble, rápido no podemos entretenernos, quizás haya más de esas criaturas- les alerto con creciente preocupación en la voz.

Todos están claramente perturbados por lo que acaban de ver, pero aún así logran componerse lo suficiente como para colaborar. Los gritos y lamentos llaman la atención de algunos otros huéspedes. A saber, Lou y la señora de cabello blanco del piso superior, Emily. A pesar de que estaban confundidos, decidieron ayudar. Entre todos, consiguieron bloquear la puerta de vidrio con el mueble que Victor tenía a modo de escritorio cerca de la entrada. No era ideal, pero era más seguro. 

La novia de Pete trajo unos papeles para cubrir los vidrios de la puerta, a fin de que no los pudieran ver desde el exterior. -Buena idea, Liz.-la felicita su novio. Y la chica esboza una pequeñisima sonrisa. 

A pesar de no haber visto todo, Lou y Emily parecen entender la seriedad de la situación. 

-No pensé que esto seria tan serio...-comenta Emily. -¿Deberemos atrincherarnos aquí...?

-¿Cuál sería el plan?- pregunta Lou, ya algo asustado. 

Cristina los mira cuando les pregunta, porque demonios me estarán preguntando a mi piensa para sus adentros. Ella es una mujer acostumbrada a disfrutar de la vida y de las emociones fuertes, no para dirigir a un grupo de supervivientes en medio de un ataque zombi, aunque supongo que no hay gente preparada para esto.

                No tengo la más mínima idea, yo había pensado esta noche tomarme unas copas con una amiga y terminar borracha en la cama de algún desconocido les explica con una sonrisa

Vayamos a buscar al encargado Victor, esperemos que el ejercito se este ocupando de todo, vayamos a ver las noticias les explico mientras comenzaba a andar en busca del gerente.

-Por cierto, ¿Dónde está Victor? -Pregunta Pete. -¿No fue arriba con ustedes? 

-No lo creo. Lo habríamos visto- responde la mujer mayor. 

Un silencio incómodo se instala en el grupo antes de que Victor aparezca bajando las escaleras. -Ah, todos están aquí. -dice el corpulento hombre. -Nos debemos haber desencontrado. 

Emily lo mira con el ceño fruncido, con una mirada suspicaz. Pero antes de poder decir nada, Victor se dirige hacia la parte trasera del mostrador de recepción. Abre la puerta detrás de éste, lo que lo lleva a la oficina. Aunque el lugar es pequeño, pueden llegar a ver el interior; donde se encuentra, entre otras cosas, el televisor. Victor lo enciende y comienza a buscar canales de noticias. Para inquietud de muchos, la mayoría no está funcionando, o sólo emiten estática. Mientras Victor busca entre los canales, Emily se acerca subrepticiamente a Cristina. 

-Hey..¿Qué pasó en la puerta?-inquiere en voz baja. 

-¿Emily verdad?- pregunta cristina tratando de recordar el nombre de aquella señora mayor – Pues cuando estábamos aquí abajo aparecieron dos de esas criaturas y golpearon el cristal al vernos, estaba con aquella pareja, Pete y liz, entre los tres tratamos de cerrarlo un poco para estar mas tranquilos, ellos te pueden decir- le explico con calma mientras con angustia iba viendo los canales todos sin ninguna emisión.

Con calma se acerca a Victor y le susurra -¿Oye donde te habías metido, me tenias preocupada?, Victor la situación me preocupa la verdad, le miro con ojos tristes que te parece si todos nos mudamos al mismo pasillo del motel? Asi estaríamos más en contacto por lo que pueda pasar?, Cristina seguía dando vueltas a que hacer a donde ir, pero por el momento no se la ocurría más que estar allí con aquella gente que casi no conocía, sabia que debería entablar contacto más cercano con alguno de ellos, un pequeño grupo en el que confiar y que la ayudase por si habia mas problemas, cristina empezó a pensar en ella y en su seguridad, lo que siempre había hecho, su duda era si confiar mas en aquella pareja joven o en Victor, descarto mentalmente a los otros dos, en el fondo cristina era una mujer fría y calculadora.

-Eehh... estaba buscando a los residentes de arriba. Sólo eso. -responde Victor sin despegar la vista del televisor. 

Antes de que Cristina pudiera responderle algo, Victor encuentra un canal con señal. Al parecer es un noticiero de una zona cercana a su ciudad. Los preiodistas hablan y teorizan respecto de un cierto video que llegó a sus manos. Mientras hablan, se puede ver el video en pantalla. Muestra una locación en un centro comercial, donde unos adolescentes están jugando y haciendo tonterías típicas de la edad cuando de fondo puede verse un hombre caminando de forma extraña. La cámara hace algo de zoom en este hombre en el momento en que se avalanza sobre una pareja que estaba tomando café y comienza a morderlos desesperadamente. Lo último que se puede ver del video es que el celular que grababa cae al suelo en medio del pánico y se escuchan gritos horrorizados. 

Los periodistas explican que este tipo de cosas están sucediendo en toda la ciudad y aparentemente es algo más bien expandido por la región. Transmiten a la gente la recomendación de las autoridades de mantenerse a salvo mientras las fuerzas de seguridad normalizan la situación. Emily lanza una risa de sorna ante esta recomendación. 

Luego de eso, el noticiero se limita a repetir información sin agregar nada nuevo, como lo suelen hacer. 

¿Que te parece si todos nos mudamos al mismo pasillo del motel? Asi estaríamos más en contacto por lo que pueda pasar?

-Te refieres a mudarnos a una sola planta? ¿Crees que sea seguro? No sé si sea mejor ignorar lo que sucede en la otra. Por otra parte, si vamos a atrincherarnos aquí, deberíamos pensar qué hacer con las habitaciones ocupadas por gente enferma, como la pareja de arriba o, probablemente, el sujeto herido de este piso. -responde finalmente Victor. 

El silencio de la habitación, las conversaciones de aquellas personas y los lamentos asumiendo lo que estaba pasando, era la dantesca situación que veía cristina.

                Tienes razón, esos infectados que están dentro del hotel son nuestra mayor preocupación, en serio tenemos que bloquear sus puertas con lo que sea, con camas de otras habitaciones o muebles, sé que tu eres el responsable del hotel, pero no hay otra solución, le miraba con cara seria y ojos adustos.

                La nariz de cristina le volvía a picar, tenia un mal presentimiento, oye voy a mi habitación a recoger unas cosas y ahora bajo de nuevo, deja que todos terminen de aceptar lo que esta pasando  sin darle mucho tiempo para responder cristina enfilo el camino hacia la puerta dispuesta a subir hasta su habitación y prepararse la mochila con algunas cosas, tenia la intuición de que pronto habría que salir corriendo, pensaba buscar también alguna venta por la que poder descolgarse y algún vehículo al que pudiera fácilmente hacer un puente para salir corriendo, por suerte cristina era una mujer acostumbrada a huir.

La mujer puede escuchar a las otras personas hablando mientras se aleja. Una vez ya en su habitación, examina por la ventana el exterior. No será imposible saltar por la ventana hacia la calle, en especial si se ayuda con una sábana a modo de cuerda. El vehículo de policía que había tomado previamente debía estar aún frente al hotel, pero desde allí no podía verlo, ya que su ventana daba a una calle lateral. El plan no era imposible, salvo que los infectados hubieran tomado las calles por completo. ¿estaría dispuesta a llevarlo a cabo? 

Cristina miro la altura de la ventana hasta la calle, era aceptable. Se entretuvo midiendo y haciendo una cuerda con un par de sabanas y una toalla, con eso tendría acceso hasta la calle sin demasiada dificultad. La hubiese gustado que el coche de policía estuviese a la vista, pero no pensaba jugársela en ir a buscar por la noche el coche, ya se ocuparía por la mañana de eso. AL menos sabia que tenia un plan b y eso la tranquilizaba algo, aprovecho para limpiarse la cara con un poco de agua fresca y se quedo mirándose a su reflejo en el espejo

No pienso ser la niñera de esos de ahí abajo, no es mi problema, al mínimo problema me marcho y que cada cual se cuide de su culo.

Tras su breve escapada volvió para el piso de abajo en busca de Victor, había que cerrar las puertas peligros y las habitaciones que ya tenían gente infectada por aquella extraña enfermedad, las tendrían que tapar con lo que hubiese armarios, camas de otras habitaciones, esperaba que no se opusiese y si no habría que convencerle.

Una vez de vuelta en el vestíbulo, Cristina nota que el par de hermanos de la habitación del fondo (aquellos de actitud desagradable) estaban ahora también allí. El mayor de ellos (Nick) está hablando con Victor de manera acalorada, y Emily está también allí hablando con ellos. 

Por otro lado, Lou y el novio de Liz están moviendo un mueble para bloquear la puerta principal con un poco más de seguridad. 

Cuando Cristina se acerca a Victor, puede escuchar a Nick hablando 

-...¿¡Por qué mejor no nos untamos de salsa de tomate y nos tiramos sal, entonces!? 

-No es lo mismo-responde Emily, con tono tajante, pero tranquilo. 

-¡Claro que lo es! -grita Nick.