Partida Rol por web

-Dios no puedo seguir con estas tonterías, necesito llamarles la atencion como sea.
Bajo del capó a toda velocidad y me dirijo al vehículo que llevaba.
-Me da igual si me quedo sin vehículo lo importante es mi hija.
Monto en el vehículo con la intención de dejarlo lo suficientemente cerca como para llamar la atención de los zombis del laboratorio y poder pasar con seguridad.
-Dejaré el claxon sonando para que se acerquen y poder continuar.

Megan agradeció a Gustav su colaboración, realmente estaba siendo útil. Después preguntó por confirmar.

- Entonces nueve pacientes ya han sido chequeados y quedan tres por ver, ¿Es así? Voy a seguir donde Natalie lo dejó, gracias por todo Gustav, sigo contando con usted por lo que pudiese pasar...

Entonces continuó nombrando a la gente y revisando sus heridas.

Gustav asiente y la observa alejarse rumbo al cuarto de conserje. Los pasillos del hospital se ven oscuros ya que la luz del sol comienza a desaparecer. Por suerte, Natalie lleva consigo la linterna de mano que usó para examinar a los pacientes. El pasillo está desierto y silencioso. Casi al final del pasillo, se presenta la puerta del cuarto del conserje 1. No parece estar cerrada con llave. 

Antes de que Megan se aleje mucho, Gustav la toma del brazo. Tiene una expresión de incomodidad, como quien no quiere contarle a un niño el secreto de Santa. 

-No doctora, los que están marcados es porque...han sido mordidos. -termina Gustav con voz grave. 

Abro la puerta del cuarto del conserje y, antes de entrar, ilumino con la linterna y observo si puede haber alguna amenaza. 

Natalie abre la puerta de golpe y encuentra una amenazadora...mopa. 

El cuarto es pequeño y está desierto. Los ganchos portadores de llaves se ven tristemente vacíos. En el cuarto se encuentran trapos, baldes, desengrasantes, y la amenazadora mopa. 

Nada demasiado útil. 

El plan de Walker funcionó a la perfección. En la guantera del auto, el escritor encontró un trapo y un elástico para equipaje. Con habilidad pudo atar ambas cosas para que el claxon del auto comience a sonar en forma continua. Los zombies se acercan al auto y comienzan a tocarlo como si buscaran la manera de comer un elemento tan duro. Mientras tanto, Walker se escabulle y corre hacia el laboratorio. Al llegar a la puerta, ve por la ventana de ésta que está trabada con una silla. También ve dentro un hombre de mediana edad que lo mira con sorpresa. 

Eso era justo lo que temía, que hubiese gente a la que ya hubiesen mordido. El vistazo preliminar le había permitido percatarse de que aún estaban los tres bien pero uno de los tres estaba visiblemente febril y sudoroso. Megan no perdió la calma y actuó sin pensarlo dos veces, cada segundo contaba.

- Emily, haz pasar a todos los pacientes tachados de la lista a la sala de juntas y acomódalos lo mejor que puedan. Ofréceles almohadas, mantas y algún colchón del almacén. También hay comida en la máquina expendedora, en cuanto llegue Natalie con las llaves la abriremos y repartiremos equitativamente lo que haya. Creo recordar que hay cajas de agua y suministros en la planta de arriba pero iremos después. ¿Te dejo al cargo de acomodarlos?

Después miró con complicidad a Gustav y les habló a los tres que habían sido mordidos.

- Vuestras heridas son más delicadas pero tengo los medicamentos necesarios. Pasemos al consultorio de aquí enfrente, acompáñenme...

Megan abrió la puerta y los hizo pasar al interior. Gustav estaba en la puerta y observó todo al detalle...como la joven se tomaba su tiempo para leer los historiales médicos, valorar sus constantes, observar sus pupilas. También les pidió que se subieran a la balanza y los pesó. Aparentemente todo era normal salvo los síntomas febriles y el cansancio que parecían acumular. No obstante, aparentemente ninguno parecía que pudiese morir de inmediato...¿Qué debía hacer? ¿Esperaría a que llegase Natalie y ya entonces decidirían? ¿Deberían darles explicaciones sinceras? De momento aguardaría, al menos habían separado los enfermos de los sanos.

Emily llevó a los sanos a la sala de reuniones y dejó el resto del grupo a Gus y Meg.

Gustav observó a la profesional trabajando con creciente incomodidad. Temía que su autoridad sobre la gente se diluyera si éstos comenzaban a sospechar que algo raro sucedía. 

Llego hasta la puerta todo lo rápido que puedo y para mi sorpresa un hombre me mira desde el otro lado.
-¡por favor déjeme entrar, estoy buscando a mi hija!, le espeto mientras golpeo el cristal.

El hombre se acerca rápidamente a la puerta y la destraba. Hace pasar a Walker y la cierra inmediatamente. 

-¿Usted está loco?- es lo primero que brota de sus labios. Echa un vistazo afuera y suspira. -Pudieron haberlo matado. 

Mi nombre es Marcus, soy el director de este hospital...o lo que queda de él... ¿Dice que busca a su hija? ¿Trabaja aquí? Primero lo primero. ¿Lo han mordido?- el hombre mira hacia el oscuro pasillo y grita -¡Meyer! ¡Tenemos un invitado!. Mientras una figura se acerca entre las sombras, el director observa a Walker esperando sus respuestas.

Después del chequeo, les habló a todos los presentes. 

- Hay muchos más contagiados de lo que pensábamos, todos los que están en la sala de juntas están mordidos y deben permanecer en cuarentena. Solo Emily y el viejecito Arthur están bien. Voy a pedirles que salgan sin que el resto se percate de nada y los mantendremos encerrados pase lo que pase. Se que es duro pero es lo que hay si queremos sobrevivir...

Después de informarles de la situación, decidió que era el momento de actuar.

- Bueno, el caño que tienes podría servirnos para bloquear la sala de juntas desde fuera, Gustav. En cuanto salgan Emily y Arthur los encerramos. Después nos tocará decidir que deberíamos hacer. Considero que habría que conseguir armas y suministros,...

Tras hablar se dirigió a la sala de juntas y abrió la puerta con cuidado llamando a Emily.

- Emily, acerca a Arthur con la silla de ruedas, encanto. Lo acomodaremos en una camilla, que hay que volver a vendarle la herida más tarde...

Gustav no se ve muy contento con la idea de desprenderse de su única arma visible pero, no habiéndose percatado de buscar algo más procede a acceder ante el pedido de la doctora. La puerta de la sala de juntas ha quedado trabada con el caño roto. 

-Esto no me gusta nada, doctora. Quizás deberíamos empezar a pensar en una manera de distraer a los caminantes de afuera y largarnos de aquí cuanto antes. ¿No hay una ambulancia o algo donde podamos irnos manejando? 

Por primera vez en todo el día siento un poco de bienestar, son las primeras personas vivas que encuentro en un rato, sin embargo, rápidamente me vuelve a la mente el recuerdo de mi hija.
- Busco a mi hija, se llama Emma, trabaja aquí o estudia ya ni lo sé hace mucho que no la veo...no sé si la han mordido no se nada...esperaba encontrarla aquí.
Observo de un lado a otro a Meyer y a Marcus esperando la respuesta que tanto ansío.

Mientras Walker habla, se acerca Meyer a la escena. Meyer es un oficial de policía delgado y de rostro desagradable. Tiene consigo un arma en la mano y escruta a Walker de arriba a abajo. 

Marcus comienza a pensar con la mirada fija al vacío. -Quizás sea una de las voluntarias. Lo lamento, pero no conozco sus nombres. Probablemente las doctoras interinas la conozcan. Natalie o...Megan. Estaban con el oficial Meyer en el edificio principal hasta que se separaron. 

El oficial Meyer asintió y continuó hablando. 

-Pero antes de que se diga más, no ha contestado, amigo. ¿Lo mordieron?

Era una decisión complicada. ¿Donde irían si abandonasen el hospital? Allí tenían medicamentos, suministros y agua. Salir al exterior implicaba no tener claro a dónde ir y perder recursos fundamentales...a Megan no le hacía excesiva gracia.

- ¿Y a dónde querríais ir? Aquí tenemos lo fundamental...suministros, medicamentos, sitio donde descansar y dónde poder seguir comunicándonos con otros hospitales. De recibir un aviso, aquí mismo podríamos hacer la cura. No sé, entiendo que estamos rodeados y que hay contagiados encerrados en la sala de juntas...pero al menos la situación está más o menos controlada en esta planta. Si aseguramos las plantas superiores, podríamos tener todo el ala para nosotros. ¿Preferís andar sin rumbo fijo? ¿Continuamente expuestos? ¿Estando la mayoría aún heridos y en el caso de Arthur, con movilidad muy reducida? Sinceramente no lo veo...

Meg se quedó pensativa un poco más y pidió la opinión del resto.

- Aquí podremos sobrevivir un tiempo, con suerte hasta que obtengamos la cura. Si no lo logramos y vemos que se acaban los suministros, ya iremos en busca de más. En la terraza podemos dejar un mensaje con pintura pidiendo socorro, tal vez mirar con prismáticos los alrededores. Creo recordar que no está lejos la comisaría de policía. Yo...yo...si, lo tengo claro, me quedo. Vosotros podéis hacer lo que queráis...

Después miró la puerta con el caño. Necesitaban asegurar mejor el sitio, que nadie pudiese salir de allí, por lo que sugirió mover el mueble del recibidor.

- Movamos el mueble entre todos y bloqueamos la puerta. Así nos quedaremos más tranquilos todos. ¿Os parece? Venga ayudadme...

La doctora y el hombre mueven juntos el mueble pero resulta ser más pesado de lo que parecía. Para peor, una de las patas del mueble se rompe y éste cae inerte al suelo. 

Con un bufido y cara de desagrado, Gustav replica 

-Doctora, entiendo su razonamiento, pero quiero que vea también mi punto de vista. Este lugar no tiene rejas y las ventanas están expuestas. Realmente creo que deberíamos ubicarnos en un lugar que pudieras fortificar. Lo que quiero decir es...si la situación empeora los muertos podrían no ser nuestro único problema. Hablo de la gente. Los hospitales sería uno de los lugares que la gente quisiera saquear primero. Quizás lo mejor sería probar suerte en la comisaría.

Sea como fuere, debemos consultarlo con la otra doctora en cuanto vuelva. Ya debe estar al volver. 

Nat recuerda a Emily y su insistencia en llevar a los pacientes en los consultorios. Megan tampoco ha vuelto aún. En la sala de les esperan 9 infectados y no va a poder hacer nada por ellos sin una forma de retenerlos antes de que mueran. Decide dirigirse hacia los consultorios para ver si están Megan y el resto allí.