Partida Rol por web

Nero se puso al mando de los controles tras revisar un poco el sistema de combustión y la manera del pilotaje, cosa que no parecía difícil en el lugar por donde discurriría la navegación.

El motor carraspeó con fuerza y soltando grandes volutas de humo negro cuando el arbites aceleró los hidropedales por primera vez.

-Hmm, este trasto irá medianamente bien- Comentó sin destinatario específico, más bien fueron unas palabras sueltas al aire.

Mientras manejaba el esquife, Nero silbaba la melodía de una canción local, cuya letra versaba sobre mujeres, lluvia, facilidades para el sexo y alcohol para variar.

Su interpretación se vio cortada de repente por Vipus, y al escuchar las preguntas, al arbites no le hizo absolutamente nada de gracia. Se le arrugó la cara de repente, con una muesca de odio en ella.

-Los arbites no son lo que eran, no al menos después del incidente- Esquivó a conciencia la explicación de su marcha del cuerpo, no tenía especial interés en narrar de nuevo los atroces acontecimientos sucedidos en aquellos días, y sin duda alguna ninguno de ellos vería con buenos ojos a alguien que se había pasado los últimos tres años de su vida en las cárceles de la inquisición, recién salido de ellas para aquella misión.

-Yo tampoco me fiaría después del plantón, pero bueno, respondiendo a su pregunta señor Claudius, no son mis amigos, ni mis hermanos, ni mis compañeros- Se le ensombreció el rostro repentinamente. 

-Todos aquellos que lo fueron están muertos-

Intentó calmarse silbando de nuevo aquella melodía pegadiza.

Con rapidez me posiciono en un lugar seco dentro de la barcaza, mientras los demás empezaban a cruzar palabras sobre la forma de actuar repaso concienzudamente mi equipo, sobre todo el armamento, tarde o temprano haría falta su uso, mientras Vipus expone sus ideas no pudo mas que asentir ante ellas, - Yo estoy de acuerdo con lo que ha expresado el señor Vipus, tenemos que ir con pies de plomo hasta que tengamos una idea de lo que puede estar ocurriendo, en el pasado ya tuvimos problemas por precipitarnos y no me gustaria perder mas compañeros por ello...

El esquife se movía silenciosamente por las aguas del san Drusus en mitad de la tormenta mientras los acólitos debatían sobre su situación. El tiempo pasaba veloz, y pronto habían recorrido la mitad del camino, como atestiguaban las apariciones puntuales de pequeños edificios ruinosos y abandonados al borde del río, al menos si debían hacer caso a las indicaciones del funcionario con quien se habían encontrado.

La corriente aumentaba de velocidad a medida que el camino volvía a estrecharse y las mohosas construcciones aparecían con más frecuencia. Las únicas formas de vida que habíais visto hasta el momento eran criaturas parecidas a sapos del tamaño de un casco de la guardia imperial que proliferaban en las húmedas cercanías, pero aparte de que alguno de ellos saltara ocasionalmente sobre la cubierta antes de volver a arrojarse al río, habían sido inofensivos.

La lluvia seguía cayendo plácidamente, sin prisa, amortiguando el sonido en torno a la barcaza, a excepción del monótono traqueteo del motor. El pequeño grupo se arracimaba bajo la toldilla, buscando cobertura; en el centro, Nero (que llevaba el timón como si nunca hubiera hecho otra cosa, o eso le parecía al menos al inexperto adepto de Marte) parecía una especie de patriarca o guía de un puñado de viajeros de aspecto demasiado bizarro para pasar por peregrinos. Isolda miraba al infinito, absorta en quién sabe qué pensamientos. Arcturus la miró de reojo, tratando de vislumbrar sus pensamientos; ahora que estaban de acuerdo en llegar al Arbites por sorpresa, parecía relajado. Claudius y Nero conversaban, o más bien intercambiaban preguntas y respuestas, mientras Gianna revisa sus armas con gesto mecánico.

El tecnosacerdote se vuelve a medias hacia Nero, cuando este termina de hablar, cruzando los brazos. -Señor Karajcik, entiendo perfectamente que no quiera hablar de su pasado, y creo que sus relaciones con los arbitradores... De acuerdo, no son sus amigos, pero ¿significa eso que intentarán asesinarlo en cuanto le vean? ¿Se conocen? Lo que en señor Vipus quiere saber, imagino, es todo lo concerniente al asunto que estamos investigando. Si el incidente al que se refiere puede tener alguna relación con los asesinatos que nos han traído aquí, le conmino a que nos lo cuente. Igualmente, si tiene conocimiento de actividades heréticas sobre el planeta, hayan tenido o no que ver con su propia historia personal, será de agradecer.

Terminó abriendo los brazos con las manos hacia arriba, como si no tuviera más que decir, o lo que acabara de expresar le pareciera justo, u ofreciera a Nero una posibilidad ventajosa para cooperar. Con el lenguaje corporal de Arcturus nunca se sabía.

Nero lanzó un gruñido de reniego al aire, entrecerró los ojos y miró al horizonte. 

-No creo que quieran matarme, no al menos de primeras, aunque es bastante probable que no confíen en mi, puede que conozca a alguien del cuartel general, pero no podré saberlo hasta que no vea como ha cambiado todo con mis propios ojos- 

Tragó saliva y apretó el timón del esquife con fuerza.

-Estos tres últimos años los he pasado en los calabozos de la inquisición del sector, supongo que saben como funcionan allí las cosas, así que también sabrán a la perfección que si uno no es inocente con total claridad, no sale nunca de allí, no al menos si hay relación con herejía de extrema gravedad, casi la extinción del cuerpo de arbites planetario, destrucción de edificios clave y todas esas cosas que pasan cuando un grupo de tecnoherejes experimentan con cuerpos humanos y de repente sacan a sus aberraciones a pasear- 

Lanzó una mirada desafiante a Arcturus, aquellos malditos una vez habían pertenecido a su gremio, y fueron los causantes de todos los males de Nero. Jamás los perdonaría.

-No se si este caso tendrá relación o no con lo sucedido, pero puedo contarles algo sobre Sinophia y las facciones que aquí se reparten el pastel, los Resaca incluidos-

Pareció relajarse cuando dejó de hablar sobre el tema de lo sucedido con los Tecnoherejes.

-En la parte alta de la cadena alimenticia está el Quorum y la nobleza, son los que mandan aquí, incluso más que el Juez magistrado, que es un triste muñequito de paja en sus manos, son como un consejo de chupópteros que solo hacen sangrar a los pobres y los desgraciados, ellos son los que mandan, no el juez magistrado, como se supone que debe de ser, el poder son ellos- 

-Luego están los desgraciados de los Mandato, son agentes de la ley locales, ascendieron en poder cuando el de los arbites menguó, teóricamente son una división especial de seguridad, aunque para mi no dejan de ser más que una fuerza paramilitar en manos del Quorum para favorecer sus intereses, vamos, putos mercenarios privados para los peces gordos, su jefe es Xiabius Khan, un ex general mercenario y un auténtico bastardo hijo de la gran puta, dicen trabajar para la ley y por la justicia, pero sus barbaridades sobrepasan todo lo razonable, el problema es que gozan de inmunidad, es lo que tiene estar mamando de la mismísima teta- 

-Y luego, como ya habéis escuchado antes, están los Resaca. Son unos criminales surgidos de las clases más desfavorecidas del planeta, anarquistas, rebeldes, inconformistas y toda esa mierda con pajaritos en la cabeza, por aquí son casi míticos e inalcanzables, así que suelen culparles de todo lo malo que pasa en Sinophia, así se tapan los incompetentes, los vagos y la falta de recursos por parte de las fuerzas de seguridad, así que no me extraña de que hayan achacado estos asesinatos a los Resaca, cuando pasa algo que no se puede resolver, la culpa es de ellos-

El arbites había decidido "colaborar", instruyéndoles en la política local, pero estaba claro que el tema le crispaba porque de inmediato perdió las formalidades y el rigor propios del arbites y su habitual tono distante para encenderse encadenando palabrotas y maldiciones.

- Entiendo señor Karajcik que, dicho de forma sencilla, unos tecnoherejes - algo que no es tan raro como nos gustaría, se han registrado múltiples casos si uno sabe que fuentes consultar - pensó para si - crearon aberraciones - quizás a modo de los míticos gólems - y que éstas acabaron provocando la destrucción de parte de la administración gubernamental procedente del gobierno del sector, quizás y esto no lo ha dejado lo suficientemente claro en mi opinión, con la implicación de parte del Arbites. Dicho vacío de poder ha sido aprovechado por el gobierno local, es decir, planetario, para hacer su Agosto como dicen en Terra.

Cuando mencionó a los Resaca con aquellas palabras y tras haber situado a los Mandato en tan baja situación Claudius no pudo evitar imaginarse a los Resaca como una operación de bandera negra. Algo que explicaría todo lo que el arbites contaba si su vigorosa explicación acababa resultando precisa.

Isolda estaba bastante centrada en todo lo que se podía hacer para evitar convertirse en el blanco de todas esas bandas que estaba mencionando Karajcik. Unos nobles corruptos que habían comprado a unos mercenarios y los habían puesto al mando de la seguridad del planeta y unos míticos rebeldes de los bajos fondos. Una triple amenaza en al que se verían envueltos si no se andaban con pies de plomo.

-No soy una experta en intrigas ni en planes que impliquen algo fuera de lo militar o religioso; pero tal vez podríamos jugar una baza que se me ocurre a nuestro favor. Si nos presentamos un par de nosotros en la base de los arbitres, Karajcik y otro más, tal vez podríamos intentar ganarnos su favor de forma indirecta para que ellos recuperaran el control de la seguridad por encima de los... ¿Mandato? -miró al arbitres para asegurarse de que lo había dicho bien- aunque seguro que tienen espías entre ellos. La experiencia nos ha mostrado que hay espías por todos lados y el plantón... tal vez alguien interceptó el aviso, tal vez el que lo recibió trabajaba para otros y lo ignoró o tal vez nos ignoraron por completo, pero deberíamos de saber en qué punto están los arbitres del planeta para saber si estamos solos o podríamos tener una carta que jugar.

El esquife a motor avanza sin novedad por las agitadas aguas del canal en torno a un manufactorum humeante, extremadamente ruidoso y corroído, y gira un cruce para encontrarse con una escena de batalla en curso. Un brazo-grúa oxidado se ha estrellado a un lado del canal frente a una barcaza de carga blindada, que ahora está siendo atacado y abordada por una pequeña nave. Se escuchan múltiples disparos ahogados por el sonido del manufactorum, y mientras observáis una bomba incendiaria explota en la cubierta de la barcaza asaltada, enviando una deflagración de llamas rojas y humo aceitoso al aire.

A pesar de la distancia, la lluvia y el escándalo de manufactorum, algunos lográis vislumbrar un poco mejor el escenario de la batalla, especialmente tras la deflagración de la bomba incendiaria.

Los asaltados están en una terrible desventaja. No les está asaltando solo una pequeña barca. Son 3 en total, y una de ellas corta la retirada de la barcaza de carga. Para complicarles aún mas las cosas, un puñado de francotiradores está acosándolos desde los tejados.

No reconocéis claramente ningún distintivo, pero mientras que los atacantes llevan ropas raídas y las zonas de piel al descubierto están cubiertas de tatuajes y piezas de armadura desiguales, el grupo de la barcaza lleva algún tipo de uniforme desteñido y descolorido.

Con gestos mecánicos iba revisando cada una de las armas y equipo que llevaba encima, pero no por ello de vez en cuando levantaba la cabeza en dirección a mis compañeros según iban expresando sus propios pensamientos, desde luego nuestro nuevo compañero Nero tenía un pasado no del todo claro, como bien afirmaba la inquisición no soltaba a nadie asi como asi, pero quizás su papel en esta misión era mas importante que lo que en el pasado lo había llevado a estar cautivo en una celda...
- Entonces si he entendido bien a Nero, nos encontramos ante una nobleza corrupta y que está al mando de una fuerza intimidatoria y com mas que dudosas formas de actuar, y por otro lado otra banda que surge de los suburbios de la ciudad con la gente que la sociedad ha apartado y a la que con culpa o no se les atribuye cualquier delito que se produce.
Desde luego la cosa prometía, aunque vernos metidos en medio de una guerra entre bandas era lo último que querríamos.
- Pienso que lo que dice Isolda es una buena manera de empezar, deberíamos intentar averiguar de que parte estan los arbitres, y sobre todo si podemos contar con ellos o por lo menos saber que no serán un incordio, pero como ya sabemos por otras ocasiones seguramente habrá espías entre sus filas, por lo que debemos ir com mucha cautela.

Cuando quisieron darse cuenta se habían topado, como quien dice, con una escaramuza naval. Desde luego, no parecía ir con ellos, y la absoluta indiferencia que mostró Gianna, charlando sobre sus cosas sin atender a las deflagraciones, debía de ir en esa dirección; pero sirvió para enfocar el asunto con calma, al menos para Arcturus. Se limitó a poner una mano sobre el hombro de Nero, y decir con voz tranquila:

-Aminore, señor Karajcik. ¿Eso está en nuestro camino, no?*

Parecía contentarse con observar atentamente la pequeña batalla, al menos por el momento.

De repente se escuchó una explosión, al poco de avanzar por el río delante de nosotros se podía ver la causa, una barcaza estaba siendo asaltada, aquello quizás fuera fruto de la casualidad pero con todo lo que habían pasado dejar las cosas a la casualidad no entraba en la cabeza de Gianna, con rapidez cojo mi arma y permanezco atenta a lo que mas adelante esta ocurriendo.
-Que hacemos?, seguimos avanzando y nos unimos a la fiesta o esperamos a que todo termine.

Nero giró la cabeza para confrontar a Vipus. 

-No, los arbites no colaboramos con ningún hereje, sangramos y morimos allí- Comentó enojado, entrecerrando los ojos. Tras esto, hizo caso al mechanicus.

-Estamos bloqueados, no podemos pasar- Paró el esquife y apagó las luces del mismo.

-Sí soldado, es más o menos así- Terminó por responder a Gianna.

Contempló la situación que tenían en frente, y aportó su opinión.

-Podemos dejar aquí el esquife y seguir a pie entre los almacenes y edificios, o intentar pasar por la fuerza con las luces apagadas, lo que sea hay que decidirlo rápido-

- En realidad, si uno se empeña, señor Nero, creo que sí que podríamos pasar - el sabio no era un experto en navegar un bote pero sabía algo de física.

- De hecho, si gira en la intersección hacia estribor la nave podrá continuar si apenas rozar una de las tres embarcaciones atacantes...

- Hecho eso podríamos pasar por encima de la otra barca que ocupa el centro del canal más adelante...

- Aunque volviendo a la primera barca... quizás mereciera la pena pasarla rozando más de un poco... con un golpe así, en el lateral de la popa sería fácil hacerla volcar o al menos escorarse, algo que quitaría algo de presión sobre los asediados, es dificil que nuestra (aunque esté maltrecha) embarcación se vea dañada, tanto por su mayor volúmen (una barcaza contra una barca...), como por el ángulo de impacto...

- Apartando esa nave es posible que los asediados puedan acabar con la que les corta la retirada

- No obstante, golpear la barcaza de la intersección nos quitaría el factor sorpresa a la hora de arrollar la segunda barcaza y seguro que a aquellos cuatro tiradores de allí tampoco les hace mucha gracia - añadió señalando los tejados cercanos.

Claudius continuó con su confusa explicación que parecía cambiar de una barca asaltante a otra como quien

- Por otro lado, siempre nos queda la posibilidad de echar el ancla y esperar a que se acabe esta trifulca y estos asaltantes se lleven las cosas de valor que sin duda debe haber en la lancha blindada. Aunque es posible, si se trata de vulgares ladrones, que nos les baste con el planificado ataque y decidan llevarse como extra nuestras posesiones.

- Puede que no lo sepan, pero en mis tiempos fui un famoso cazador y coleccionista... imagino que aún podría acertarle a alguno de aquellos señores de las azoteas desde aqui - dicho lo cual, desenfundó el rifle de caza, limpió la mira, colocó una de las baterías sobrecargadas (un disparo un muerto las llamaban en la armada (un fallo y date por muerto continuaba la rima))

- Yo, si me lo permiten, en cualquier caso, les recomendarían que se fueran poniendo a cubierto - buscó un sitio en la barcaza que ofreciera cobertura y una manta vieja que echarse por encima a modo de camuflaje, no se quitó la mochila, temeroso de un naufragio inesperado en medio del canal.

Isolda asentía a las palabras de Gianna al ver que compartían una misma idea, pero no pudo evitar girar el rostro en dirección al sonido de la escaramuza entre botes. Una prte de ella se quería unir a la batalla, pero la otra tenía dudas.

-Deberíamos de ignorar el hecho. No sabemos los motivos del ataque y, si queremos pasar desapercibidos hasta llegar a nuestro destino, no podríamos dejar ni un solo muerto.

Se quedó un momento pensando.

-No podemos quedarnos quietos. Creo que o pasamos sin que nos detecten o continuamos a pie como habeis dicho, pero combatir no es una opción viable.

Aquella indecisión general lo estaba matando, tenía esperanzas en que la Sororita o la guardia tomasen el mando en aquella situación complicada, pero viendo que todo eran dudas sobre que hacer o que no hacer, Nero volvió a encender motores, aunque no las luces.

-Bueno, preparad las armas, nos vamos de aquí, si sale algo mal, embestiré a quien se ponga por delante, y en caso de tener que abandonar el barco, lo pegaré todo lo posible al muro del muelle, nos vamos-

Tras la discusión inicial, el arbitrador Nero tomó las riendas, o sería más apropiado decir el timón, y se arriesgó a continuar por el canal con la esperanza de poder escapar antes de que los asaltantes tuvieran tiempo de reaccionar. Jugaba en su favor que parecían no haberles visto en un primer momento, habían apagado las luces del esquife, y el ruido atronador de los viejos manufactorum cercanos ahogaba el propio ruido de la maquinaria de la nave flotante.

Mientras tanto los disparos seguían. Señalados por Nero y Claudius Vipus, el resto de acólitos también descubrieron donde se apostaban los francotiradores, y al acercarse notaron las naves que habían permanecido fuera de su vista. Una segunda llamarada indicaba que otra bomba incendiaria había sido arrojada sobre la barcaza de carga, y con un grito ahogado una figura de los defensores cayó sobre la cubierta, probablemente herido, tal vez muerto.

Su situación no dejaba lugar a dudas de que los defensores terminarían perdiendo aquella batalla.

Metiendo la marcha más baja al esquife, Nero comenzó a pilotar de nuevo, con las luces apagadas e intentado hacerse notar lo menos posible. Ya no hablaba, estaba concentrado en su hacer, aunque les hizo un gesto a sus compañeros para que tuvieran sus armas listas, con especial cuidado de los francotiradores. 

El esquife comenzó a moverse de manera lenta.

Me posiciono en un lateral del esquife donde pueda mantenerme oculta mientras no dejo de apuntar al francotirador que queda a nuestra izquierda, -Arcturus mantente oculto, esto se puede poner divertido en breve, Isolda yo cubro este lado si quieres encargarte tu del otro, al mínimo gesto de que nos vea y apunte intentó derribarlo con mi arma.

Claudius se había colocado entre las cajas que llevaba el remolcador a modo de aguardo o nido de francotirador. No había sido dificil encontrar algo con lo que taparse. La formación en la marina no había conseguido instruirle, ni despertar su interés, tanto como la caza. Quizás debido a ésta conocía como ser paciente y estar atento al momento oportuno. Colocó el rifle frente a él y observó a los francotiradores y el canal.

Malo sería que no acabaran emboscándoles como habían hecho con la barcaza blindada. Dos presas mejor que una ¿no?