Partida Rol por web

Isolda: -Usted parece llevar mucho años aquí. ¿Estaba vivo* durante el Incidente de los Hombres Vacíos?

— Negación rotunda. El Adepto Biologis Lecto Talanis llegó a Sinophia Magna posteriormente a esos hechos, para cubrir la falta de personal necesario en el planeta. —

Claudius:

- Pregunta: ¿mentiría a los acólitos de la Inquisión? Consecuencia previsible de ser así: terminatus. Expectativa por tanto: colaboración absoluta.

 

- Pregunta: ¿cuánto tiempo lleva sirviendo en el planeta?- Pregunta: ¿cuánto tiempo lleva sirviendo en la torre de Haarlock?

Como era de esperar, el tecnosacerdote ni siquiera mudó el gesto ante la forma de Claudius de abordarlo a preguntas, aunque para algunos podría haber sido un símbolo de respeto o una falta del mismo. — Capacidad de mentir: afirmativa. Intención de mentir: negativa. Solicitud de colaboración: Aprobada y en curso. —

— Llegada de Lecto Talanis al mundo de Sinophia. Fecha imperial 733.432.M41. Inicio de actividades de Lecto Talanis al servicio del cuerpo de Arbitradores de Sinophia Magna. Fecha imperial 733.432.M41*². —

- Pregunta: ¿Es posible que se haya producido un cambio en el patrón de conducta del tecnosacerdote Talanis? Adenda: ¿cuál? Adenda: ¿Cuándo?

- Pregunta: ¿Es posible que el tecnosacerdote Talanis haya sufrido una modificación de origen externo? Adenda: detalles. Desarrolle la respuesta*³.

Por primera vez el tecnosacerdote no respondió de inmediato. Su mirada continuaba fija en el mismo lugar dando la impresión de que tal vez no había escuchado o entendido a Claudius, pero tras un par de segundos más, finalmente... — Implante lógico obstruido. Error de auto-referencia. Conclusión más probable: El resultado de la pregunta interfiere con la respuesta a la propia pregunta*⁴. —

En ese momento alguien llamó a la puerta — Los mariscales Skarmen y Constantine, han llegado. Skarmen  solicita reunirse con los acólitos inquisitoriales. —

Se escuchó una sonora carcajada cuando Talanis dijo su última frase. Era Arcturus. La salida del viejo le había hecho gracia. Era como reconocer a un compatriota en tierra extraña, en cierta manera. Aún reía cuando llamaron a la puerta.

-Skarmen y Constantine tendrán que esperar un momento.

No habían acabado con aquel biologis medio senil que no mentía, pero callaba. O no sabía si callaba, ni siquiera. 

-Hermano. Se dirigió a él con formalidad, pero con cierta empatía. -No juzgamos tus competencias transhumanas, evaluamos tu condición de pieza en el sagrado mecanismo del devenir. La Inquisición lo ordena. El Codex Mechanicus me lo exige, a mi pesar, por mi condición de tecnosacerdote. Tenemos que examinarte a fondo. Acceso a tus bancos de memoria profunda, iteratum circunvoluinductus, desanonimización de ciberimplementaciones. Test Nonnselii-redux grado 3, test psicomotriz Ángelus, servoordalías menores Venatio y Omega, purga de electroinjertos CIR3 y CIR4, purga de mecadendritas PAR 4...

Arcturus acompañaba tranquila pero inexorablemente a Talanis tomándolo de un brazo hacia el cogitador más cercano mientras desgranaba lentamente esa letanía, cargada de referencias a los protocolos internos de examen recíproco que la casta sacerdotal aplicaba y sufría a la vez entre todos y cada uno de sus miembros. El biologis la entendía perfectamente, y tenía instaladas tantas neuroinhibidoras que no se le ocurriría resistirse al protocolo de análisis de otro siervo de Marte si existiera lógica sospecha de ser portador de un fallo de funcionamiento o potencial manipulación peligrosa. El ciclo de la vida de un tecnosacerdote era un camino con pocas distracciones.

Parecía claro que Talanis ocultaba algo, aunque las respuestas a qué y por qué estaban lejos de las habilidades de Gianna.

- Igual es importante.- Contestó la guardia imperial a las únicas palabras de Arcturus que entendió.-  Iré a hablar con el mariscal Skarmen. Aquí no hay mucho más que pueda hacer. 

Gianna abandonó la estancia dispuesta a encontrarse con el Mariscal.

El curioso diálogo con el tecnosacerdote sólo había dejado claro un elemento: ocultaba algo. Las preguntas que esto generaba eran sin embargo más complejas ¿qué? ¿por qué?

¿Ocultaba el destino de los cadáveres? ¿conocía su destino? No parecía actuar por iniciativa propia, asi pues ¿quién lo había presionado? ¿amenazado? ¿chantajeado? ¿convencido (menos probable)?

- Skarmen y Constantine tendrán que esperar un momento

El noble imperial se volvió hay Arcturus y éste pareció entender pues inició crípticos rituales de escaneo del sacerdote (aquello que Claudius había, inocentemente, esperado que pudiera detectar/entender/interpretar su servocráneo y por extensión, él mismo). Claudius observó el proceso con atención, era raro poder contemplar procedimientos secretos como aquel, sin embargo, apenas entendía nada de lo que veía y se limitó a registrarlo todo en sus retinas y su cuadernos (más tarde aseguraría a Arcturus su total compromiso de guardar secreto).

Sin embargo... cuanto más avanzaba el procedimiento más pensaba Claudius que se debía a la voluntad del anciano y no (al menos no exclusivamente) a haberse visto manipulado. La teoría de la coacción tomaba forma.

Se aclaró la garganta como pidiendo permiso para hablar durante el procedimiento - suposición: Lecto Talanis se ha visto coaccionado y/o amenazado. Suposición derivada: se ha visto obligado a actuar contra su voluntar. Razonamiento: la inquisición puede ofrecer protección/cobijo/reparación. Razonamiento derivado: describir la naturaleza, magnitud y el origen de la coacción facilitaran la protección ejercida por la inquisición - (resultaba raro hablar así, aunque como forma de disección del pensamiento no dejaba de resultar facilitador (si las múltiples líneas de pensamiento simultáneas y divergentes de la naturaleza de Claudius permitieran tal cosa).

- Igual es importante.- Contestó la guardia imperial a las únicas palabras de Arcturus que entendió.-  Iré a hablar con el mariscal Skarmen. Aquí no hay mucho más que pueda hacer. 

- Enseguida - respondió con un asentimiento de cabeza. Por un momento dudó, como si fuera a sugerir algo, como si no debieran olvidar que los fragmentos de cristal seguían en poder de Isolda y ésta debiera estar protegida, que separarse amenazaba con debilitar al grupo.... pero no dijo nada. Aquellos eran veteranos de la inquisición (no como él) y (al menos en teoría (temía lo que Talanis fuera a revelar) estaban en el lugar más protegido del planeta (una vez demostrado que el palacio de gobierno no había resultado para nada seguro).

Nero asistió al interrogatorio impasible, quizá con un remedo de sonrisa sarcástica en la cara, pero sin decir esta boca es mía. Al final quedó claro que el tecnosacerdote ocultaba algo, y Arcturus por fin había reaccionado, quizá había acabado ya algún tipo de tarea interna y por fin se disponía a realizar su tarea, que no era otra que tratar estas cosas esotéricas del mechanicum. 

Viendo que esta parte estaba cubierta, el arbitrador asintió ante el comentario de su compañera Gianna y la siguió. - Parece todo controlado, si se muestra poco colaborativo, llamarme, quizá aún le quede suficiente carne como para que pueda aplicar alguna de mis técnicas. - dijo sin parpadear ni mostrar absolutamente ningún tipo de remordimiento, pena o empatía. 

- Te acompaño. - le dijo a su compañera, algo obvio, pero por seguir confraternizando con el resto. 

Nero y Gianna abandonan la habitación mientras Claudius y Arcturus continuaron con sus preguntas e Isolda vigilaba el proceso con el ceño fruncido como un ave de presa. El tecnosacerdote biologis se dejaba llevar por Arcturus sin oponer resistencia, pero cuanta más insistencia ponían los acólitos en sus preguntas, más parecía divagar deliberadamente el tecnosacerdote, con respuestas más vagas y generalistas.

Mientras tanto, Arcturus comenzó a examinar a su homólogo. Los análisis superficiales apenas proporcionaban una respuesta clara, solo daban a entender que la capacidad mental del tecnosacerdote seguía existiendo profundamente enterrada bajo varias capas de daños en la corteza superficial, pero entonces Arcturus empleó los cogitadores y el auspex para examinarlo en profundidad... aunque su mente seguía activa hasta cierto punto, el resto de su cuerpo no contenía rastro alguno de signos vitales. Lecto Talanis era una carcasa de carne muerta y preservada, rodeado por otros cadáveres para camuflar su estado y con una mente esclavizada que imitaba a duras penas a un ser vivo, un disfraz casi perfecto para un tecnosacerdote, de quien nadie sospecharía en un primer momento su falta de emociones.

Arcturus alcanzaba aquella siniestra revelación mientras sostenía el frío brazo muerto de Talanis, que miraba sin ver hacia Claudius, quien aún lo atosigaba con interminables preguntas que carecían de sentido.

Mientras Claudius, Arcturus e Isolda permanecían en el depósito de cadáveres, Nero y Gianna ascendieron por el ascensor cobrizo para reunirse con los recién llegados que esperaban en el hall principal, con un séquito de una docena de arbitradores silenciosos y mortalmente serios, parecía que los eventos recientes finalmente les habían hecho encajar la disciplina que necesitaban.

Constantine parecía cansado y al borde del colapso por la preocupación, mientras que Skarmen parecía tan preocupado como su subordinado, pero lleno de energía a pesar de todo. El mariscal de tercera se puso tenso de repente al verlos llegar y les recibió con un saludo militar — Se han desplegado a las escuadras como ordenaron, la mitad de nuestros efectivos están patrullando la ciudad de forma coordinada, pero aún no hemos encontrado rastro de la criatura huida de la corte mecánica. —

Constantine parecía más preocupado aún de llegar con malas noticias, pero Skarmen le tomó el relevo, lo que le evitó tener que escudarse en algo o dar más explicaciones por el momento. — Cuando llegamos a la mansión de Lady Amorita el lugar estaba en llamas y la escuadra con la que perdimos contacto había sido aniquilada. Esas criaturas... encontramos varios cadáveres ya inertes en los alrededores, pero parecían aún menos humanos que los otros. — A un gesto suyo, los arbitradores arrastraron media docena de bolsas para cadáveres, algunas abultadas de forma extraña, y los abrieron frente a los acólitos.

Eran parecidos a los cadáveres andantes que habían enfrentado en la corte mecánica, pero aún peor; aún conservaban la mayor parte de su apariencia humana, pero estaban retorcidos, mutados de diferentes formas: unos con las uñas alargadas como  cuchillas, otro con el rostro deformado sobre sí mismo, uno tan hinchado que la bolsa apenas podía contenerlo y otro cuya bolsa parecía derretida cerca de su cabeza, como si contuviera ácido.

Los resultados de las logoliturgias no dejaban lugar a dudas. Ya con menos cuidado, Arcturus conectó su mecadendrita al conector cervical del cadáver de Latanis, no sin cierta repugnancia. Primero, porque era un cadáver. Y segundo, porque no era lo más ortodoxo. Pero tampoco la situación lo era. Arcturus tendría que dar cuenta de lo que estaba haciendo y haría a continuación no ante los poderes de la Inquisición, sino ante el Mechanicus del sistema, el Omnissiah y su conciencia.

Buscaba lo que llamaban "apoyos", "bastones", "báculos"; neurodispositivos auxiliares de memoria y motores de metarrazonamiento incrustados en la médula espinal modificada de cualquier siervo de Marte de cierta edad, más allá de su decrépita carne. Buscaba las informaciones, aunque fuesen fragmentarias, que pudiera rastrear allí. Él las filtraría, y el cogitador se encargaría de recogerlas y luego desencriptar las y relacionarlas, con suerte.

Mientras, con las manos extrajo un vial de óleo sagrado y dibujó con él unas marcas en los pómulos de Talanis y, desgarrando su ajado manto escarlata, sobre su bobina de bombeo.

Su mirada a Claudius y a Isolda hacía innecesaria cualquier explicación. Después de averiguar todo lo que pudieran a través de él tendrían que desconectarlo.

Por un momento Claudius no pudo evitar mostrar su asombro. Aquello era... inconcebible, fantástico, sumamente retorcido, técnicamente un hito, brillante, maquiavélico... Los calificativos se fueron sustituyendo en su cabeza uno tras otro a medida que contemplaba aquel hallazgo desde distintos enfoques, pero si algo estaba Claudius era, sorprendido hasta la médula.

Sin duda otro habría acabado de inmediato con la no vida de aquel hombre-máquina, pero para Claudius aquello era...  bueno, impensable. Peligroso, pero impensable. No obstante recordando a aquellos engendros en llamas se acercó a una de las mesas y cogió de una de las meses de autopsias uno de los múltiples frascos de conservantes de cadáveres (altamente inflamable) dispuestos en derredor.

¿Qué preguntar? ¿Para qué? Interrogar a aquel cadáver no les aportaría información (salvo que Arcturus pudiera extraer su memoria más antigua, si tal cosa era acaso posible, como si de un servidor se tratara) y quizás sólo informarían a aquel tras el truco, el titiritero tras el telón responsable de cada cosa que el tecnoadepto hacía o decía.

Los demás acólitos debían ser informados, pero ¿quién había introducido a Talanis en la torre? ¿su muerte de cuando databa? ¿anterior a su llegada al arbites? ¿al planeta? ¿era posible saber tal cosa? ¿por Arcturus o por él mismo con sus conocimientos médicos?

Sin cerrar la boca, Claudius era un mar de estupefación.

Mientras ascendían por el ascensor, Nero aprovechó para preguntar a su compañera - ¿Qué piensas de todo esto, Gianna? Dame tus impresiones y opiniones de todo lo que hemos visto y oído hasta ahora, por favor. Siempre es bueno compartir pensamientos, quizá has deducido o intuido algo que a los demás se nos ha pasado por alto. - le preguntó con evidente sinceridad en el tono. 

**** 

Tras salir del ascensor, se encontraron con Skarmen y con Constantine. Nero asintió a ambos hombres, viendo satisfecho como lo que al llegar parecían alumnos bisoños de la escuela de arbitradores, poco a poco estaban siendo baqueteados por las circunstancias y empezaban a tener pinta de verdaderos agentes de la Lex Imperialis. 

- Ante todo, me gustaría felicitarles por la eficacia y rapidez mostrada por sus tropas, Mariscales. Dentro de las circunstancias actuales han hecho lo mejor que podían hacer. Ojalá muchos mundos tuvieran hombres de su valía y perseverancia. Sus tropas lo están haciendo bien, nunca podemos descansar en el servicio ante el Emperador, alabado por todos, pero no cejemos en nuestro empeño, al hereje, mutante y caótico, hay que dar caza. Las leyes del Emperador están por encima de cualquier otra ley, ténganlo claro, y ustedes son sus representantes, aplíquenla bien, y por Terra que los culpables recibirán su merecido. - 

La pequeña arenga tenía como intención subir la moral de aquellos hombres, ya lo estaban pasando mal, no hacía falta hundirles más en la miseria, y un refuerzo positivo en aquel momento era mucho mejor que ponerse a pegar gritos sin sentido, además, Nero, aunque echaba en falta tener más personal y mejor cualificado, no podía negar los arrestros que estos hombres y mujeres estaban mostrando, en inferioridad numérica, técnica y tecnologica. 

El informe del Mariscal le hizo torcer el morro, de nuevo se les adelantaban, parecía casi cosa de brujería, y con todo lo que habían visto últimamente, empezaba a tomar muy en serio esa posibilidad. 

Mirando los cuerpos y lo que traían esas bolsas, no dudaba de que allí empezaba a hacer falta más mano dura. - Mariscal Skarmen, he estado sopesando solicitar la ayuda y cooperación de las FDP y cualquier otra fuerza militar del planeta, dígame que piensa del jefe de dichas fuerzas y si le parece que combinando sus hombres y recursos podríamos presentar un frente coherente ante esta situación. Mucho me temo que estamos rascando la superficie del problema y que en cuanto encontremos algo más sustancioso necesitemos refuerzos...y si son hombres duros del ejército, mejor. ¿Qué opinan? Sean sinceros. - al final, incluyó a Constantine con un gesto, para que pudiera también dar su opinión. 

Por último, miró a los otros arbitradores y decidió también incluirlos. - Ustedes, hablen sin miedo también, cualquier opinión o idea será bienvenida. - 

Gianna miró al arbitrador en el trayecto en el ascensor.- Pienso que alguien está tratando de recuperar los trozos del espejo al coste que sea y creo que por el bien del planeta debemos impedir que lo consiga. Gracias al emperador que disponemos ya de dos piezas, así que espero que eso sea suficiente como para que no pueda invocar el poder que espera conseguir.

Gianna escuchó las palabras de alabanza de Nero compartiendo su opinión y tras dejar dar al Mariscal su opinión sobre el resto de fuerzas de defensa del planeta decidió pedirles a los arbitradores que habían portado las bolsas.- ¿Pueden llevar estos restos a la sala de autopsias? Estoy segura que Arcturus y Claudius podrán obtener más respuestas que nosotros.

Luego pasó a preguntarles a Constantine y Skarmen.- ¿Qué sabemos del Gremio de los afligidos y del Vicario Jeremias Serpantar de la iglesia de santa celestina?

Los datos obtenidos por parte de Arcturus rebelaron mucho más de lo que parecía. No solo que el tecnosacerdote estuviera muerto, sino que había sido utilizado de cualquier forma y daba a entender algo mucho más siniestro sobre esos cadáveres y era que algunos podían estar muertos sin saberlo siquiera y, tal vez, psico-adoctrinados de alguna forma para activarse cuando hiciera falta. Ya no era que pudieran adoptar formas de otros, es que podían serlo sin saberlo.

-Gianna, Nero -dijo la sororita por el comunicador- tened cuidado. Parece que algunos pueden ser agentes durmientes sin siquiera saberlo. Andad con pies de plomo.

Metatol

DeLeagant: ¿Examen médico es factible mientras Arcturus trabaja? Es posible saber con la documentación que tenemos sobre el personal y los eventos que obligaron a su sustitución saber quien ordenó la entrada de Talanis al servicido de la torre?

Considerese acción en estas líneas, por favor

Máster: Es factible, pero me gustaría que especificaras un poco más lo que estás buscando, para saber qué dificultad asignar a la tirada.

Tiempo de la muerte (aproximado logicamente), causa de la muerte, si fuera posible y presencia de dispositivos explosivos como en los otros cadáveres andantes.

Resultaba improbable que la teoría de Isolda fuera cierta. ¿Agentes durmientes? Quizás, pero era difícil hacer pasar un cadaver por un vivo, al menos no por mucho tiempo. Con el tecnoadepto, con sus modificaciones, secretos y rarezas inherentes, quizás... con alguien con interacción con otros... muy improbable.

En ese momento pensó en posibles agentes durmientes... mendigos, marginados, eremitas... cualquiera con un comportamiento estrafalario y con poco contacto humano podría ser un agente durmiente. Aunque tal trabajo, no sólo en su creación, más aún en su posterior control, parecía desproporcionado e incluso ilógico (si es que había alguna lógica en la mera existencia de cadáveres andantes controlados a distancia).

Quizás el medicus del arbites podía (debía) responder algunas preguntas, una vez terminado el examen de Talanis, lo hizo llamar llevándoselo a un aparte. Quiso acompañarse de Isolda por seguridad, al tiempo que, con el visto bueno de Arcturus llevaba la entrevista fuera de los ojos y oidos de quien quiera controlara a Talanis.

- Mariscal Skarmen, he estado sopesando solicitar la ayuda y cooperación de las FDP y cualquier otra fuerza militar del planeta, dígame que piensa del jefe de dichas fuerzas y si le parece que combinando sus hombres y recursos podríamos presentar un frente coherente ante esta situación. -

Skarmen meditó por unos segundos, pensativo, antes de responder. — Las Fuerzas de Defensa Planetaria siguen debilitadas, en la práctica han sido sustituidas por los cuerpos de seguridad privados de las diferentes familias del Quorum, pero al menos servirán como personal de apoyo y tienen armamento al que podemos dar buen uso. —

— Su líder es joven y le falta experiencia real, pero posee un carácter fuerte. Puedo organizar una reunión privada, aunque no obedecerá mis órdenes; me temo que una vez más debo recurrir a la autoridad del trono dorado que portan ustedes consigo para convencerlo de apoyarnos. —

- ¿Qué sabemos del Gremio de los afligidos y del Vicario Jeremias Serpantar de la iglesia de santa celestina?

Constantine iba a apresurarse a contestar con mucha excitación, a lo que Skarmen le hizo un gesto para que se relajase, tras unos segundos el mariscal de tercera finalmente habló — Son una pequeña secta del culto imperial extremadamente silenciosa y llevan aquí asentados desde siempre. Apenas se comunican con nadie, pero realizan sin cobrar los ritos de enterramiento para cualquier fallecido siempre que un familiar lo solicite y viven en exclusivamente de las donaciones que reciben, que sepamos, lo que en realidad se limita a los pagos regulares de las familias nobles para mantener en buen estado los mausoleos y lápidas del Distrito X. —

Ningún otro arbitrador se atrevió a hablar. Si era porque no tenían nada que aportar o por sentirse intimidados por sus superiores y los acólitos, resultaba difícil de decir.

Mientras hablaban con Skarmen y Constantine, la voz de Isolda, terriblemente distorsionada a pesar de la corta distancia, les llegó por el microcomunicador:

-Gianna, Nero [...] tened cuidado. [...] algunos podrían ser agentes durmientes sin siquiera saberlo. [...] Andad con pies de plomo.

Arcturus trabajaba con diligencia examinando los implantes craneales de Talanis, vigilando al mismo tiempo de reojo que Claudius no revelase ni espiase demasiado de lo que ocultaban las túnicas rojas del tecnosacerdote cadáver (algunos secretos del tecnosacerdocio de marte debían permanecer siendo secretos).

Los esfuerzos de Arcturus, no obstante, fueron en vano. Sus implantes estaban malogrados y averiados en lo esencial. Ya fuera un sabotaje bien estudiado o un mero efecto secundario de aquella resurrección impía de la carne, resultaba imposible conocer ningún registro pasado de Lecto Talanis a partir de su cuerpo.

Claudius por su parte cosechó algunos éxitos. Pudo determinar que aquél cadáver no ocultaba explosivos y aunque había pasado demasiado tiempo para determinar la causa de la muerte, pudo determinar que llevaba muerto casi 6 meses, bastante después de que se asentase en Sinophia y solo un par de meses antes de que comenzasen los asesinatos. Esos 6 meses también abarcaban las fechas de fallecimiento de todos los cadáveres andantes identificados en los informes.

Recibido.- Respondió Gianna crípticamente al escuchar las palabras de Isolda por el comunicador mientras dejaba terminar de hablar a Constantine.

- Perfecto, siempre es un placer hablar con los miembros del clero. Nos gustaría tener una reunión con el Vicario Jeremías. ¿Cómo podemos contactar con él?

¿A quién interesaba pasar los cadáveres ante un biologis zombificado, una mente esclavizada, camino de una oscura iglesia de de una cofradía de penitentes, o lo que quiera que fueran ese Gremio de los Afligidos? ¿Quién había tenido la capacidad de hacer algo así? Es decir, ¿qué autoridad podría permitirlo? Eran preguntas que rondaban en la sala. Los acólitos se miraban unos a otros.

Frustrado, Arcturus se apartó de Talanis con gesto violento y de asco. Luego hizo por serenarse mientras Claudius proseguía afanoso su examen e Isolda lo miraba. Con voz lenta y lúgubre repitió, como para sí, algunas de las últimas palabras de la carcasa que un día fue un digno servidor de Marte.

-Los cuerpos requisados y/o retenidos para su examen habrán de ser entregados en no más de 14 días a la iglesia de santa celestina en caso de no ser reclamados. Destino esperado de los cuerpos, entierro acuático. Identidad del culto de la iglesia: Gremio de los afligidos. Líder actual del gremio: Vicario Jeremias Serpantar.

-Me pregunto... -parecía divagar, farfullando más que hablando -¿Cómo puede ser que Skarmen no esté al tanto de esto? ¿Puede pasar algo así bajo sus narices sin que él lo sepa? ¿O es que debemos desconfiar de él? Seamos cautos, advirtamos de inmediato a Anzerani y Karajcik...

Miró a Isolda y luego a Claudius, buscando su confirmación sobre si su sospecha era fruto de la paranoia o tenía su lógica. Todavía le dolía la cabeza. Luego continuó, con tono cansado.

-Ahora... es decir, cuando haya terminado, señor Vipus... hay algo que hacer.* Que tengo que hacer. Uno, purificar la carne y el metal de este cuerpo cuyo espíritu máquina ha sido tan cruelmente retorcido y pervertido. Dos, advertir a la autoridad más cercana del Adeptus Mechanicus de lo ocurrido. Lo segundo puede demorarse unos días si tememos que la comunicación de lo ocurrido pueda ser perjudicial para nuestra investigación; lo primero, no. Me ocuparé personalmente, pediré acceso a la sala crematoria de la Insensatez de Haarlock.

- Perfecto, siempre es un placer hablar con los miembros del clero. Nos gustaría tener una reunión con el Vicario Jeremías. ¿Cómo podemos contactar con él?

— Ni él ni sus clérigos son muy sociables que digamos, ni gustan de tratar con intermediarios. Inconvenientes de su credo particular, creo. Lo más rápido sería que acudiesen personalmente a su iglesia en el distrito X y pidiesen una audiencia con él ahí mismo. —