El estanque de Peak´s House era el lugar mas temido por Lord Arthur. William era el único que sabía esa información. Lord Arthur estaba cansado de repetirle que si el fantasma alguna vez se dejaba ver, sería alli donde apareciera; William le había preguntado en diversas ocasiones el porqué pero el señor de la casa, terco hasta la médula, sólo le había contestado que si leyera mas tendría menos dudas.
Debido a la nevada estaba completamente helado. Sin embargo la capa de hielo no era lo bastante gruesa como para patinar por encima, idea que Jane expresó un par de noches atras. Las desagradables burlas de Catherine, por la idea de la joven, llevó a William a sugerir que sí podían patinar por el congelado corazón del ama de llaves.
La entrada de mantenimiento al pozo tambien estaba cubierta de nieve, dejando claro que Charles había pasado por alto alguna que otra de sus funciones.
El pozo, no mas profundo de tres o cuatro metros, con la llegada de los grifos y las tuberias quedó relegado a ser un detalle decorativo.
- Al menos este sitio parece normal.- dijo Edward al ver el estanque.- ¿Era aquí donde queria poner Arthur el jardín de nenufares?
Esto último no lo preguntaba a nadie en particular.
- Perece ser que nos lo está poneindo dificil. Aunque espero encontrarle pronto, tengo los pies congelados.
Se acercó al borde del estanque y cogió un apequeña piedra que había cerca. Acto seguido, la lanzó contra el hielo.
Se me olvidó preguntarlo tambien en el lago pequeño:): hay huellas en el suelo?
El hielo que cubría el estanque se partió con un ruido sordo. Parece ser que no bajaron tanto las temperaturas como para que la capa de hielo fuera gruesa.
No hay huellas
-Bueno, al menos aqui no ocurre nada extraño,... sigamos hacia la casa.
Sigo hacia la cochera supongo, me llegaron mensajes de allí sueltos...
Podéis mirar en el pozo y en la cabañita.
- Yo me voy a quedar a mirar un poco más- comentó.- A ver si encuentro alguna pista sobre lo que puede estar haciendo lord Arthur.
Edward era del tipo de personas que nunca dejan las cosa a medias.
- Voy a mirar en el pozo.
Miro en el pozo.
- jaja, esta usted dispuesto a registrar hasta el último rindon eh? Bueno, si lo que espera encontrar es a Lord Arthur, Dios quiera que no esté en ese pozo. Yo miraré en la cabaña. Ahora le cuento si veo algo raro.
*o* no lei que hubiese ninguna cabañita! si es que no leo con atención!
La entrada de mantenimiento al pozo está abierta. Hay que agacharse un poco pero no es necesariamente una incomodidad. Está bastante oscuro y la humedad se nota en el ambiente, se escuchan varias goteras.
Delante hay unas escaleras, parece que la supuesta entrada de mantenimiento se parece mas a una entrada a un sistema de canalización de aguas subterraneas.
Cabañita: dicese de la entrada de mantimiento al pozo que Dumah ha expresado de manera cursi XD
Al asomarte al fondo del pozo ves el cadaver de Lord Arthur
Al asomarse al pozo y ver el cadaver de Lord Arthur, Edward Winter se puso a gritar.
- ¡Es Lord Arthur! ¡está en el fondo del pozo! - gritó.
Corrió hacia donde se había dirigido la señora Rutherford con el fin de encontrar apoyo para esos momentos.
- ¡Ha sido el fantasma! ¡seguro que es el fantasma!
Grito a Olivette que es la que está mas cerca para que me oiga, si el grito llega modificadme los destinatarios.
Al fin tenemos cadaver.
- Pero que dice...no es posible!- la agitación del señor Winter parecía verdadera; además, a su edad y con una personalidad tan seria (aunque bien bizarra) no creo que se le ocurriera hacer una broma pesada como afirmar que ha encontrado a nuestro anfitrion muerto. -No puede ser.
Olivette se acercó nerviosa al lugar que ocupaba Edward Winter unos instantes antes con él gritandole justo al lado que el causante de esto debía de ser el fantasma. Se asomó al hueco del pozo para comprobar que estaba en lo cierto, ¡no en lo del fantasma sino en lo del cadaver!. Agarró el brazo del señor Winter sin poder apartar la vista de la figura que se veia en el fondo del agujero; la conmoción del momento hace desaparecer toda crispación que le causa la obstinada obsesión del caballero por el fantasma.
-¡AYUDA! ¡QUE ALGUIEN VENGA! ¡AYUDA! ¡AQUI! ¡EN EL POZO! ¡HAY ALGUIEN!...- comenzó a gritar, al principio con un hilo de voz ahogado que se fue tornando en gritos con altas dosis de histeria a medida que conseguía despegar finalmente la vista del agujero.
Como en el caso de los gritos del señor Winter modificad los destinatarios como juzgueis para que lean el mensaje aquellos que hayan llegado a oir mis gritos.
Si, que guay, por fin hay muerto! histeria! histeria!
Edward Winter trata de mantener la calma en lo posible. El es un hombre creyente en cosas extrañas, pero no necesariamente un cobarde o un alarmista.
- Está bien, solo tenemos que pensar como subirle, está oscuro y no vemos bien, a lo mejor esta vivo ¡o inconsciente! - pensó.
Miró buscando algo que pudiera ayudarle.
- ¿Que hacemos? ¡dios mio! ¿que hacemos? el tiempo juega en nuestra contra. ¿Hay alguna forma de bajar alla abajo? - preguntó a la señora Olivette.
perdon por el retraso :P
El pozo es antiguo. Perfora la tierra hasta una profundidad suficiente para alcanzar el agua subterranea que se encuentra varios metros hacia abajo. Sus paredes son de piedra para evitar su derrumbe y la parte que sobresale del nivel del suelo tiene una altura suficiente para que nadie caiga al interior. En estos momentos la tapa está quitada pero no hay ningún cubo, polea ni cuerda para sacar agua.
En el fondo del mismo se ve el cadaver o el cuerpo inconsciente de Lord Arthur.
Tras oir los gritos llevados por el viento, el señor Feisman y la señorita Butterfield se acercan corriendo al pozo. El señor Montesco viene unos pasos por detrás tratando de seguir el ritmo.
Horrorizado, el viejo Feisman ve el cuerpo de su amigo, tirado en el suelo, sin asomo de vida. Muchas sensaciones se le cruzaron al pobre militar inglés. Tristeza, impotencia, inseguridad. Y furia, ¿como había pasado esto? Arthur era un niño de 10 años en el cuerpo de un anciano, pero tenía unos límites, no cometería esa imprudencia. ¿O sería capaz? Por desgracia, Reginald sabía que pocas eran las cosas que Adler no era capaz de hacer, aunque seguía dudando de que fuera tan imprudente.
-¿Qué ha ocurrido aquí?- dijo a la señora Olivette con un asomo de voz, si ella le oyó sería casi un milagro.
Se acercó al pozo e intentó ver la escena con detenimiento. Descubriría qué pasó allí, se lo debía a su amigo.
Al escuchar la triste noticia, se le escapa un grito ahogado e inmediatamente se lleva las manos a la cara. Se intenta acercar al pozo para ver qué es lo que pasado, pero no se siente con fuerzas como para observar algo que posiblemente será dificil de olvidar.
-¡¿Cómo puede haber pasado esto?!, exclama.
- Hay que sacarlo de ahí!!!- gritó- Quizas esté herido...
Esto último lo dijo sin mucha convicción: Arthur era una persoan de edad avanzada, y solamente con el frío que hacía no podría haber sobrevivido tanto tiempo. Mientras se puso a andar de un lado para otro, pensando como podrían sacarlo de ahí.
ismael se asomo al pozo ni bien hubo llegado. las palabras de los demas eran suficiente relato como para hacer preguntas. el cuerpo de su amigo estaba en el foso, inmovil. quiso decir algo pero las palabras se agolpaban...arthur no podia estar muerto...arthur no lo merecia...
-traigan una cuerda, saquenla de donde sea, en las cocheras hay una, traiganla...
no queria dar ordenes, pero tenia que hacer un esfuerzo terrible por permanecer de pie, se maldijo a si mismo por su pierna, por ser un tullido inutil y no poder hacer nada ni siquiera en esa situacion...
Lady Eleanor Adler y Alexander Pevsner se acercan desde lejos. Hilda Anne un poco mas lejos, también viene en dirección al estanque.
Cuando Eleanor Adler se acerca a la terrible escena, el viejo Reginald se adelanta e intenta que la mujer no mire al pozo, podría darle un shock si lo viera en ese estado.
-Señora, no sé como decirlo, pero será mejor que no se acerque al pozo. No tengo idea de qué ha ocurrido, pero su esposo... Arthur...- no sabía como dar la noticia, así que decidió ser franco, tarde o temprano, la pobre señora, se tenía que enterar- Arthur parece haber sufrido un grave accidente. No sé si puede haber sobrevivi...- Feisman se calló a mitad de la frase, él mismo estaba conmocionado.