uuggg me levanté como buenamente pude. Mire al hombre intentandolo aguantar el dolor. G- gracias. Ufff maldito bicho.
Trate de levantarme y mire a mí alrededor por esos dos y luego mire a la cueva.
Mi... Mi hermanito y ... Mi amigo están... Ahí.
Mire a la vaca.
¿Que vas... a hacer... con ella?
Alameda Slim no parecía realmente preocupado por el bienestar de Rayla, tan solo parecía estar aparentando que le preocupaba el tiempo suficiente como para poder largarse de ahí sin que resultara en una situación social incómoda.
Aunque cuando escuchó a Rayla interesarse por aquella vaca, este tan solo se limitó a sonreír por un segundo mientras sus ojos brillaban con entusiasmo.
-¿Enserio quieres saber qué es lo que haré con ella?. -Inquirió el hombre- De acuerdo, te lo contaré...
Comentó el muchacho de la bandolera roja -Pues es obvio, vamos a vender todas las vacas que robamos.
-¿Venderlas?. ¿A que te refieres con venderlas?. -El hombre agarró a aquel muchacho del cuello, y ya de paso al de la lado con la bandolera azul. -¿Qué clase de hombre sería yo si cogiera estas hermosas vacas y meramente las vendiera por las ganancias?.
Ehhh... ¿Un Millonario?. -Trató de acertar el de la bandolera roja; fue respondido con un apretón de su cuello- Gggg...
¿Un Multi-Millonario?- -Trató de acertar el de la bandolera azul; fue respondido con un apretón de su cuello- Gggg...
-¡No!. ¡No sería más que un vulgar ladrón!. ¡Un vulgar ladrón que rompió las Sagradas Leyes de este Bendito País por tan solo un mísero saco de oro!. ¡Pero mis ambiciones son mayores que un saco de oro!. ¡Mis ambiciones son mayores que un millón de sacos de oro!. ¡Y ante todos vosotros haré mi primera declaración de intenciones para-con todos los conciudadanos de este Hermoso y Gran País!. -De la selva, emergieron vacas.
¡Quiero agradeceros a todos vosotros, vacas, por haber venido hasta aquí esta tarde!
¡Porque hoy vamos a hacer Historia!
Las vacas mugieron en alegría... quizás...
Yo... Yo recuerdo cuando no era más que un pequeño chavalín, y Mamá me solía sentar en su rodilla y me decía "Slim...", ella me llamaba Slim, "En este gran país tu puedes crecer y convertirte en quién quieres ser, incluso puedes convertirte en el Presidente".
¿A donde está yendo con todo esto?- Preguntó el de la Bandolera Amarilla al de la Bandolera Azul.
¡Ni idea!. ¡Me tiene pillado!. -Le respondió el de la Bandolera Azul.
-Pues hoy, querida Mamá, tu pequeño niño va a convertir sus sueños en realidad. -Comentó quitándose el sombrero mientras miraba al firmamento- Por medio de utilizar el poder dado por Dios, mi Bendición Musical. Yo proclamo mi Nominación Oficial para ser el próximo Presidente de mis queridos Estados Unidos de América.
¿A donde está yendo con todo esto?- Preguntó el de la Bandolera Amarilla al de la Bandolera Roja.
¿A donde está yendo con todo esto?- Preguntó el de la Bandolera Azul al de la Bandolera Roja.
El de la Bandolera Roja se encogió de hombros.
-¿Pero cómo un hombre común como yo puede conseguir el puesto más importante de toda la tierra? Y aguantar todas las tonterías de la gente en Washington puede tardar años...
Tio Slim, ¿De que son todas esas cosas de Washington?. -Preguntó el de la bandolera azul.
¡Eso!. -Preguntó el de la bandolera Amarilla.
¿Qué se nos ha perdido ahí?. -Preguntó el de la Bandolera Roja.
-¿Acaso no estabais prestando atención, panda de mentecatos?. -Preguntó molesto Alameda Slim.
Por parte de ellos tan solo se escucharon balbuceos.
-¿¡Que!?. ¿¡Quieres que te haga un dibujo!?- Respondió a los balbuceos.
Mmmm... ¡Sí!- Dijo el de la bandolera azul.
Eso sería de gran ayuda- Dijo el de la Bandolera Roja.
¡Gracias!-Dijo el de la bandolera Amarilla.
-¡DE ACUERDO!. -El hombre sacó una tiza y comenzó a dibujar en una roca.
Alameda Slim dibujó la Casa Blanca de los Estados Unidos, pero porque Rayla no es de ahí, solo era una casa con demasiadas columnas y una bandera que reconocía de haberla visto colgada por algún sitio de aquella isla.
¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Yo lo sé!. ¡Es la Casa Blanca!. - Exclamó el de la Bandolera Azul levantando la mano.
-Correcto... y con un Ejército de vacas... -Comentó mientras sacaba una marioneta con forma de vaca que se puso en su mano derecha- Nosotros... vamos... a.... INVADIRLA. -Con esto ultimo dio un fuerte puñetazo a la roca, agrietándola.- Solo entonces yo podré obtener el puesto legítimo que me pertenece y gobernar a este Gran País como su Presidente.
Tío Slim, ¿Cuántas Marionetas/Vacas vamos a necesitar para invadir Washington?. -Preguntó el de la Bandolera Roja.
-¡NO VAMOS A USAR MARIONETAS DE VACAS! ¡VAMOS A USAR VACAS DE VERDAD! -Gritó colérico señalando a las vacas que aparecían por la selva- ¡ESTAS VACAS! ¡Y esta otra..., el Bovino Azul será su Líder!.
Oooooh... -Comentaron los tres hermanos.
¿Y para qué era la Marioneta de la Vaca?. -Preguntó el de la Bandolera Amarilla.
-¡PARA ESTOS MALDITOS PEDAZOS DE CARNE!. -Exclamó mientras los golpeaba con la marioneta de vaca.- ¡AHORA VÁMONOS DE AQUÍ!. ¡TENEMOS QUE ASALTAR UN AEROPUERTO Y SALIR DE ESTA ISLA!.
Tras comentar esto, el hombre dio la espalda a Rayla y se subió al camión, comenzando a cantar Yoodle, y aquellas vacas que estaban escondidas en el bosque comenzaron a seguirles andando... su plan iba viento en popa.
Lo mire algo aturdida, quería detenerlo pero no estaba en condiciones para ello. Después de tantos combates y de perder contra una vaca está claro que no era el momento de enfrentarse a ellos. Además si lo que dijo el señor de la cafetería no es como si pudieran salir de la isla. Menos mal que aun recordaba esto. Me coloque en pie como pude y fuí a la cueva mientras esos tipos se iban.
En ello
Quizás no fue algo alentador ver al bebé en llamas expulsando fuego mientras Stitch entraba en pánico buscando algo de un lado a otro. Por desgracia antes de que ninguno de los dos pudiera hacer nada para detener lo que ya estaba en marcha, las llamas que rodeaban a la caballera, ampliaron su radio rapidamente sin parar de girar. Por suerte para Rayla esta se tiró al suelo a tiempo para ver como las llamas pasaban por encima de ella e impactaban en los barcos de madera y tela cercanos, prendiéndolos en fuego; así hasta que ninguno de los más grandes no estuviera cubierto en fuego y llamas. Al menos ahora podían ver... el entorno...
Motivo: Advertir Rayla
Dificultad: 0
Habilidad: 8
Tirada: 4 5 9
Total: 5 +8 = 13 Éxito
Tirada de Buscar para buscar un refugio a... algo... Dif 12.
Motivo: buscar
Dificultad: 12
Habilidad: 8
Tirada: 2 4 9
Total: 2 +8 = 10 Fracaso
Oh, no.
A diferencia de Rayla, Stitch ya había estado buscando por una zona acorde en la que estar, usando un saco de tela empapada de agua de la cascada este no solo atraparía al niño, apagando sus llamas sino que además empujaría a Rayla al interior de una canoa.
-Ah-chooga moopa! -Exclamaría mientras metería a Rayla, al bebé del saco y a el mismo en el interior del compartimento de aquella canoa- Tsi'cong!
Motivo: Buscar Stitch
Dificultad: 12
Habilidad: 8
Tirada: 2 7 8
Total: 7 +8 = 15 Éxito
Ah-chooga moopa --- ¡TODOS FUERA!
Tsi'cong ---- BANG!