- Estaba ya bastante rara cuando yo cerré los ojos al otro lado, asi que supongo que tampoco debería de extrañarme verla ya aquí.
- ¡Tu! - grité enojada señalando Owen.
Corrí hacia él, lo agarré por la ropa y comencé a zarandarlo.
- Por tu culpa he perdido a Momo, tu y tu maldita maldición.
Miré a la peliblanca y le saqué la lengua - tampoco me he olvidado de ti, malvada.
Y dicho esto, solté a Owen y salí corriendo de allí en busca de algún lugar de interés.
La pequeña Yusuki Ayase salió corriendo por entre las ruinas, alejándose de los otros fallecidos y viejos co-habitantes de aquel mundo extraño que era el Pueblo de Albaburgo. Pese a todo, el mundo era inmenso aunque monótono, por lo que no podía ser difícil de ir tras ella si quisieran, todo era plano y salvo las ruinas, libre de interferencias.
Mientras aquellos Yusuki Ayase huía del lugar, esta en la distancia pudo presenciar como de las aguas emergía algo, unas plantas en flor de color anaranjado, similar a los juncos, y unas cuantas hojas más. Parecía ser algo inusual, pero más inusual era que estas plantas habían crecido cerca de ella y continuaban asomándose, una tras otra, hacia el firmamento. Como si fuera una especie de camino aquella hilera de plantas de flor anaranjada.
Voy detrás de ella todo lo rápido que pueda
La pequeña Asrai Toujou salió corriendo por entre las ruinas detrás de Yusuki Ayase, alejándose de los otros fallecidos y viejos co-habitantes de aquel mundo extraño que era el Pueblo de Albaburgo. Pese a todo, el mundo era inmenso aunque monótono, por lo que no fue demasiado difícil de ir tras ella, todo era plano y salvo las ruinas, libre de interferencias.
Mientras Asrai Toujou perseguía a Yusuki Ayase que huía del lugar, esta en la distancia pudo presenciar como de las aguas emergía algo, unas plantas en flor de color anaranjado, similar a los juncos, y unas cuantas hojas más. Parecía ser algo inusual, pero más inusual era que estas plantas habían crecido cerca de ella y continuaban asomándose, una tras otra, hacia el firmamento. Como si fuera una especie de camino aquella hilera de plantas de flor anaranjada.
Me agacho para examinar las flores... Sonrío, aquello no podía ser una mala señal, el mal no podía ser bello o hermoso... Sigo el camino de flores.
Detrás de Yusuki Ayase se encontraba Asrai Toujou siguiéndola a toda velocidad. Al parecer no era una muchacha que fuera a detenerse por nada del mundo, mucho menos por la nimiedad de que Yusuki Ayase decidiera escapar del lugar usando sus cortitas piernecillas.
Las flores parecen ser plantas normales, un experto botánico las podría reconocer como Strelitzia, llamado popularmente "ave del paraíso" o "flor del paraíso" entre otros nombres.
Son plantas herbáceas rizomatosas con un hábito de crecimiento en mata, sin fuste. Hojas grandes de textura coriácea, parecidas a las del banano pero con peciolos más largos. La inflorescencia surge entre las hojas; es una espata horizontal de color púrpura en forma de barquillo donde se encuentran las tres flores que abren en sucesión. Estas tienen sépalos petaloideos y 3 pétalos soldados con 5 estambres lineales adheridos a ellos. Las flores son de color amarillo anaranjado. Los frutos contienen de 1 a 6 semillas cada uno. Y Son polinizadas por aves de la familia Nectariniidae.
Así que aquí están todos, ¿Ahora todos están de acuerdo con que debieron escucharme desde el principio?, fue culpa de esos ingenuos con planes mediocres que termine muerto por tratar de revivir a alguien de la peor forma posible, nos quedaremos aquí a menos que hagamos algo, podemos esperar que alguien nos reviva, que todos mueran y lleguen aquí o buscar la forma de salir de aquí, ¿Quién me sigue?- Di un golpe con mis palmas mirando a todos con una sonrisa algo molesta por haber muerto pero no pensaba quedarme de brazos cruzados.
- Uaaaah - con ojitos brillantes vi el camino de flores hacia el firmamento - qué bonito. ¿Serán flores mágicas?
Di un paso para correr por el camino de flores cuando una brillante idea se me ocurrió.
- Si son mágicas, seguro que me podrían dar poderes, o devolverme a la vida, o ¿quien sabe?
Toda feliz, cogí una de las flores y me la comí.
Cuando se las va a meter en la boca intento que no lo haga cogiéndola el brazo.
¡Pero qué haces niña! ¡No puedes comerte una flor que no sabes qué es! ¡Podría ser venenosa o darte diarrea!