Partida Rol por web

La lluvia cae sobre vuestras cabezas, el sol no parece que vaya a dejarse ver esta mañana. Las nubes cubren el cielo en su totalidad, y el amanecer aún próximo no podra ser apreciado por ninguna de las que en la llanura aguarda. El repicar de las gotas sobre vuestras hombreras de metal es el único sonido que perturba el silencio. De pronto un relampago rompe sobre vuestras cabezas iluminando el rostro de todas y cada una de las Claymore que ansiosas esperan el momento de entrar en combate.

Algunas de vosotras mirais al cielo, clamando que la sangre de los yoma corra igual que la mismísima lluvia en este día. Otras tiemblan de nervios al ver cumplidos sus sueños de venganza. La hora está cerca, la cacería de iniciación está apunto de causar una brutal masacre. Las fragiles niñas cuyos demonios las atormentaban en sus pesadillas, iban a ser ahora la pesadilla de esos mismos demonios.

Trece en total, ni una más ni una menos. Todas ellas entrenadas para matar, reunidas para dar uso a sus mortiferas habilidades. Cuando en ese momento una silueta oscura se deja entrever entre la lluvia, acabando con la larga espera...

El hombre de negro se acercó a las claymore con las manos en la espalda. Parecia una sombra salida del rincón más oscuro y misterioso del mundo. Con una sonrisa en la cara se dirigió a ellas 

¿Qué tal?..Vaya, no me se todos los nombres...Se os ve bien...  una mueca resalta en su rostro, altiva y distante.

Parece que la lluvia no va a dejar de empañar este día. El barro salta dando brincos entre vuestras botas... el terreno puede que os juegue una mala pasada. El hombre prosigue diciendo...

Esta va a ser vuestra primera cacería, ya que sois novatas. Os acompañarán dos de las mejores espadas de la organización, las cuales serán vuestras capitanas. En ese momento por detrás del hombre, aparecieron dos claymore. Caminaban con el paso firme, seguras de si mismas, nada parecia que las turbara.

Una de las claymore se os queda mirando penetrantemente con firmeza y talante

Con que vosotras sois las nuevas...Mi nombre es Liara, soy la número 6, mucho gusto agacha la cabeza en modo de saludo, la vuelve a levantar decidida

Nos divediremos en dos grupos, si algo ocurriese en el campo de batalla no olvideis vuestras habilidades, os salvarán más de una vez.

Si la cosa se pusiera fea, no quiero a ninguna suicida en la batalla ¿entendido?

Manter siempre el control de vuestra espada y vuestra mente, no lucheís a lo loco, eso es vital que lo apliqueís...

Se os queda mirando de nuevo, esta vez más sospechosamente.

Bien, mira de reojo a su compañera Si no te importa.... yo llevaré a:

Theia, Hanna, Mathilda, Alysa, Andrea, Joanne y Selena.

Dicho esto, la claymore que le acompañaba se adelanta y procede con su discurso....

Yo soy Cassandra, la numero siete. Soys la nueva generación y según se dice tendreis un potencial muy superior a las anteriores. Como bien sabreis hace dos años cayeron todas nuestras integrantes en la Guerra del Norte, luchando con todas sus fuerzas para deshacerse de los Kakusenshias. Ahora soys la unica esperanza que le queda al mundo para ser sanado. Hoy aqui empezará lo que habeis estado esperando tanto tiempo...

Saca la espada y la clava en el suelo con gran rapidez. Su mirada esta fija en vostras, escudriñando vuestros rostros...

Esta será vuestra única amiga apartir de ahora. Lo principal es cumplir con los objetivos de la misión. Sabeis que podeis morir y la baja de una compañera no debe haceros dudar ni tener miedo. 

Resta unos segundos esperando a ver la reacción de las chicas. Saca la espada de nuevo y la guarda diciendo...

Kiarah , Rhina , Selin, Yrihal, Shanria y Rebi .... ¡ Seguidme !

Empieza a caminar sin esperar a que ninguna de ellas diga una sola palabra...se aleja mirando de reojo a Liara, la otra capitana.

Joanne se ajusta la armadura, mirando a quien será su cabecilla.Un gesto decidido y con energia hace un gesto de aprobación.

Una chica rubia, con el pelo recogido y llevando una extraña armadura, tal vez de una orden extinta, aun se ven algunos bordes oxidados como si el tiempo nunca la hubiera perdonado.Con paso decidido se pone al costado de Liara, la número 6.

Ni una palabra sale de sus rosados y cerrados labios, solo toscas manos una apoyada en la empuñadura de su espada, y nada mas, esperando la reacción de sus compañeras.

Al oir su nombre, Shanria avanza, siendo la primera en su grupo, el barro hace el terreno angosto, y  crea una sensación de arenas movedizas a cada paso. La lluvia, cayndo sin cesar, empapa a cada una de las presentes alli, como si estuvieran, en cierto modo, siendo purificadas para la ya inminente iniciación de las Claymore, de la nueva generación.

Con paso firme, y cautela, para no caerse, se colocal detrás de su nueva capitana, sin decir palabra alguna.

Bueno, ha llegado la hora de demostrar lo que valemos. Supongo que no todras saldremos con vida…

Miro a derecha e izquierda, tratando de grabar en mi mente los rostros de aquellas que tal vez no vuelva a ver.

“Kiarah , Rhina , Selin, Yrihal, Shanria y Rebi .... ¡ Seguidme ! “

Me yergo al oír mencionar mi nombre, la lluvia aun repiquetea sobre el suelo, y no hay ruido en la zona mas que los producidas por la letales guerreras, muchas intranquilas, yo entre ellas.

Mi primera batalla real, veamos como acaba, veamos si soy digna de la venganza.

Avanzo

La mujer en cierto modo disfrutaba del lluvioso dia, a fin de cuentas de la aldea en la que se habia criado era muy habitual la fuerte lluvia, las gotas de lluvia caian por su largo cabellos rubio recogido en dos largas coletas que llegaban mas alla de la espalda y de la cintura de la mujer la cual al escuchar su nombre sin mediar palabra camina dentras de la mujer que les supervisaria y seguramente evaluaria.

Mientras caminaba pensaba:

- Numero 6 y 7 si que deben estar faltos de guerreras para que dos tan poderosas nos asistan, sin embargo no sera necesario, estoy segura de ello y lo demostrare

Con la cabeza agachada y las piernas flexionadas por aguantar el peso de la armadura, Theia miraba de reojo a las capitanas.  Liara parecía buena persona, y Cassandra… bueno, imponía. La lluvia caia sobre su espalda como un peso muerto. Reparo en sus compañeras, ya las habia visto antes, pero todas parecían tener un aura que la hacían distinta a ella. Se entristecio y se volcó a su mundo de ensueños.

Al poco tiempo oyó una voz, la de la Capitana Liara, que informaba de los grupos:

“Theia, Hanna, Mathilda, Alysa, Andrea, Joanne y Selene”

- ¡Si! - levantando el rostro algo turbada. Durante un momento dudo, y al ver que las que iban nombrando eran sus compañeras se acerco al grupo timidamente.

Sin prestar mucha atención, Selena ve llegar al hombre de negro y a las dos Claymore, las trataban como a unas niñas con dientes de leche, eran novatas, pero algo sabían ya, para algo servía el adiestramiento. Tsk.

Con su claymore envainada siguió a la número 6, mejor llamarlas por su número, así no tomaría cariño de ninguna de ellas, solo quería exterminar yoma, una lástima eso de que no se pudiera matar humanos, tenía un gran resentimiento con los bandidos, pero prefería seguir con la cabeza pegada al cuello a su venganza personal.

Mathilda escucha las palabras de las capitanas pero sin prestarles demasiada atención, cosa que cambia al oír el rango de la claymore

-Vaya, la número 6 y 7. Y yo que pensaba que mandaban a unas don nadies. Por lo menos no seré la única que sepa manejar la espada.

Al oír los grupos que han hecho las superioras, echa una mirada hacia sus compañeras y suelta un ligero resoplido acompañado de una ligera sonrisa. Después se dirige lentamente hacia la capitana hasta llegar a su altura

yo estaba esperando y susurraba con cara de astio -chale, ¿por que nos tienen tanto tiempo esperando asì? hace un buen de frio "ACHUUUU"... sniff, caray, creo que sufrire un resfriado... y eso que se supone que somos mas resistentes que el resto de los humanos- saco mi cantimplora de panza de buey y bebo un buen trajo de vino para intentar entrar en calor... -mis manos se conjelaran y ni podre manejar bien la espada "que chasko"-

para cuando el hombre de negro pasa y habla... yo ya estoy quedandome dormida ahi parada -ZZZzzzZZZzzz- entonces aparece esa tia Numero 7 -a pa nombrecito...-  y dice mi nombre -chale, soy la ultima.... "ESPERENME"- y voy tambien... y me acerco a YRIHAL -"WOW" ¿no te da emocion amiga...? "por fin patearemos traseros YOMA de verdad... no mas simulacros"-

Alysa ve llegar al miembro de la organización y a las dos Claymore.
La 6 y 7... sera porque no tienen a nadie mejor que enviar o porque nuestra primera cacería sera mas peligrosa de lo normal.
Su única respuesta al acabar de oír el discurso fue un leve gesto de afirmación, seguidamente, se dirigió al punto donde estaban sus compañeras esperándola.

Rhina habia permanecido mirando al suelo, con la mirada perdida, recordando los motivos de su odio y de su miedo. La lluvia caia martillenate sobre su cabeza y el barro estaba cada vez mas presente en sus botas. Al oir a las capitanas hablar salió de su estado de ensoñación y sus ojos se clavaron en Cassandra, al oirla pronunciar su nombre reaccionó y vió como alguna de sus compañeras de equipo rapidmante la seguían, salió de la fila y dando unos rápidos y agiles pasos con grandes y largas zancadas se colocó detrás de la capitana a la altura del resto de sus compañeras sin mediar palabra.

miro a RHINA con curiosidad -"RHINI" ¿estas bien amiga? ahora te veo mas distante que otros dias...¿te pasa algo...?-

Kiarah permanece con el resto de sus compañeras en aquel lugar, bajo la lluvia, empapándose hasta los huesos pero sin moverse del sitio.

Observó la llegada de uno de los miembros de la organización que les dijo todo lo que ya sabían; tras él dos Claymore hicieron su aparición, diciendo algunas palabras.

Cuando Cassandra clavó su espada en el barro, diciendo unas rudas palabras, Kiarah reparó en el verdadero motivo por el que se encontraba allí. Su rostro cambió por completo al recordarlo, apretó los puños e intentó relajarse.

Con paso firme y despacio se dirigió tras su capitana, sin mirar ni hablar con nadie.

  Hanna mira primero al hombre de negro y después a la #6, la lluvia cae, pero parece no importarle. Cuando terminan de hablar mira el suelo, cierra los ojos y cuando sus manos se van a unir en posición de orar rápidamente las separa.

 Tiene los ojos cerrados un momento cuando un -si- a su lado la saca de sus cavilaciones, alza la cabeza mirando otra vez al frente. Avanza rápidamente hacia el grupo, su grupo, mientras que su mano izquierda acaricia la hoja de su espada y casi en un murmullo dice:

-Vamos...- tiene media sonrisa dibujada en la  cara.

Con una palmadita en la espalda como mestra de  Camaderia, golpea sin mucha fuerza a su compañera Theia en la espalda.

Tranquila, no eres muy diestra en combate, pero eres un hacha localizándolos, nos vendrás de maravilla en nuestro grupo y te protegere. -en casi un cuchicheo que solo escuchara Theiea , mientras le mostraba Joanne una espléndida sonrisa -

Al rato se encaro con Hanna...

Por fin, podrás descargar toda esa rabia contenida , compañera... -le decía Joanne a Hanna con una seriedad en su cara, pero admirando las ganas de su compañera -

Selene, intenta controlar esa rabia.Todas estamos nerviosas unas mas que otras, pero eso no tiene que interferir en la misión que nos encomienden.Intenta dirigir esa rabia tan colérica a tus verdaderos objetivos.Nos pagan por exterminar yomas, no otra cosa.

-la mirada de Joanne es fría, pero entiende a su compañera Selene -

La voz de Rebi es la primera en romper el silencio que se hace tras las palabras de las guerreras que harán de comandantes.

Guerreras de un solo digito… No es buen presagio, ni siquiera tenemos asignada una región… Las cosas están cambiando, y no me gusta…

Algunas de las otras también comienzan a hablar, pero apenas escucho sus conversaciones, a pesar de que parece que alguna me incluye. En esos momentos miro con extrañeza a Rebi, sin saber bien que contestarle.

Fuego, tanto fuego, y gritos…

¿Justicia? O solo fría y amarga cólera?

Miro a mi compañera con una amplia sonrisa...Oh no, que va...es, es, bueno, esto es lo que hemos estado esperando tanto tiempo. Quizas sean los nervios. Comento sinceramente a Rebi Samy Zenga.