Partida Rol por web

Sin esperar confirmación de los demás, Jackson da la vuelta el auto y avanza hacia donde Payne apunta.

No hay tiempo para estar discutiendo, señores.

Con Payne dirigiendo el carro de Jackson se pone en marcha y detrás le siguen los demás en la camioneta.

Se encuentran a unos 250 metros del objetivo según los cálculos de Payne cuando el rastro desaparece sin previo aviso. Al seguir durante dos calles en la misma dirección se topan con un tremendo accidente. La gente se agolpa para mirar y los autos detenidos no dejan avanzar más. No es posible ver demasiado desde allí pero al parecer un carro golpeó a otro de lleno del lado del conductor mientras cruzaba en la siguiente esquina a poco menos de 100 metros de distancia.

Al ver que no pueden continuar Meyer detiene la camioneta y baja para intentar ver mejor pero no se atreve a acercarse sin compañía.

Contrariedades sobre otras, Me bajé del coche para acompañar al señor meyer a comprobar lo sucedido; al fin y al cabo si se detenía el tráfico ibamos a perder la pista.

Flanagan flanqueó al señor Meyer, en el lado contrario al que había ocupado Or Deux, y avanzó junto a ellos.

¿Y ha desaparecido el rastro? Señores, me da la impresión de que nuestro objetivo ha protagonizado ese accidente. Puede que sea conducción temeraria con quemaduras de tercer grado o puede que haya sido ejecutado, vayan con precaución.

Manipuló los controles de su móvil para activar diversos sensores que en él tenía instalados. Lo conectó al lugar ya conocido en su pecho y tecleó instrucciones.

Al acercarse al accidente ven un auto incrustado al costado de otro. El golpe fue tan brutal que ambos carros se fueron como un solo vehículo a dar contra un semáforo.

La mayoría de la gente observa indignada el espectáculo comentando lo sucedido, aunque ustedes no logran comprender el idioma es de suponer lo que comentan, mientras que 3 hombres intentan sin lograrlo abrir las puertas de ambos vehículos.

Meyer se detiene a escasos 15 metros, sin decidirse a acercarse más, cuando por la puerta del acompañante del carro que chocó sale una mujer. Parece estar sana y salva y rechaza la ayuda de uno de los hombres que intentaba abrir la puerta del conductor le intenta dispensar.

No les cuesta demasiado reconocer en esa mujer a la persona que Payne supo representar con su arte. De un cuerpo tan magnífico que a su lado se podría decir que Daphne aún no se había desarrollado. Un cuerpo perfecto con el cabello largo, lacio y de un color casi blanco, a diferencia del negro representado por Payne, sin embargo es sin duda alguna la misma mujer.

Or-Deux y Flanagan se internan entre la gente junto con Meyer mientras ustedes se quedan detrás. Desde allí no se llega a ver qué es lo que sucedió, cada vez llega más gente que les entorpece la visión. La zona es muy transitada y rápidamente Meyer y los demás se pierden de vista.

Ahm... debería seguir a Flanagan, es listo y a lo mejor tiene algo que pueda enseñarme. No me siento amenazada con él y de hecho muchas veces desearía asfixiarlo por lo distraído que puede llegar a ser.

Mientras me quedo pensando como boba, mi atención vuelve sobre el auto. Me quedo observándolo intentan descifrar lo que sucedió con él. Si fue adrede o un accidente real. Mucha coincidencia o no.

Siento un pequeño empujón detrás mío seguido de una luz ¿Están tomando fotografías al accidente? Que gente tan indolente... otro empujón me hace golpear el costado de Hannigan - Pe... perdóname no fue mi intención - de pronto me vi retrocediendo sumamente apenada y otro golpe más esta vez de un hombre fornido ¿Que diantres... quien se ha creíd...? una mujer me hace a un lado como si no fuera nada ¿QUE LE PASA A LA GENTE? siento la ira crecer, mientras veo que una anciana pasa delante mi, eso me hace calmarme hasta que la que parece su nieta me hace retroceder aún más.

No tengo espacio y estoy perdiendo el equilibrio, cuando me estoy dando la vuelta para empezar a avanzar siento un potente caderazo que me hace perder totalmente el poco equilibrio que me quedaba, levanté los pies como pude- Me van a pisar... me van a pisar... ¡malnacidos! -sentí que mi tacón se apoyó con mucha fuerza sobre algo ligeramente blando, di un traspié irremediablemente y cuando pensaba que mi rostro caería en el pavimento, mis manos rodearon el cuello y rostro de alguien mientras todo el peso de mi cuerpo caía sobre el pobre individuo. - Dis...disculpe... es que yo... -no alcé la mirada, tenia miedo de que me agredieran, de que me tiraran al suelo. ¿Cuantas mujeres habian muerto aplastadas en estampidas? - Disculpeme, no lo vi, le juro que no lo vi...- empecé a alejarme del individuo cuando mis ojos color turquesa miraron asombrados e incrédulos el rostro de Payne, el mago que me miraba de forma impropia, el mago que cada que podía me miraba la retaguardia. Abrí mis labios para decir algo pero no pude, la verguenza me ganó y entonces solo sonreí como estúpida- Perdóname Payne, ya sabes, soy experta metiendome en problemas- empiezo a reir tontamente, que más me quedaba mi orgullo se había esfumado, tanto como mis deseos de darle una lección a esa gente desconsiderada.

Salgo del auto junto a los demás incrédulo de la suerte que tenemos. Justo cuando algo se manifiesta relativamente bien se estropea.  Me estiro de forma descarada en la calle. El estar mucho tiempo sentado es malo para las articulaciones. Además el estar flexible es algo fundamental para una buena noche de sexo. Era necesario mantenerse en buena forma.

Observo como el doctor y or-deux salen al encuentro del accidente. Si el tío que seguimos fue el protagonista de ese accidente se va a demorar unos días antes de poder sentarse sin sentir dolor. Esos golpes no perdonan.

Meto la mano al bolsillo y saco un pequeño cigarrillo de canabis que guardaba para momentos de tensión. Y estar en medio de un puto accidente definitivamente clasificaba como tal. Una bocanada y ciento como las cosas se comienza  arreglar. No me incomoda la fotógrafa gorda que no cabe en el portón de su propia casa pero aun así insiste en pasar entre la multitud moviéndome varios pasos al costado. Los chillidos satánicos de la niña que perdió la muñeca tampoco me molestan, ni mucho menos el aparente discurso de palabrotas de los conductores aledaños. Me encojo de hombros y le doy otra bocanada a mi buen cigarrillo.

Mientras aspiro ciento una tensiones fuertes en el pie. Que rápidamente se convierte en una chuzada, la que da paso un dolor punzante. Estoy por describir claramente por donde se puede meter su tacón la mujer que amablemente me está pisando cuando no contenta con dejar un pedazo de mi piel pegada del pavimento se abalanza a mis brazos.

La caída de la mujer fue fuerte. Afortunadamente la pude tomar en brazos para evitar su caída, en un principio no entendía quién era. Pero el  suave tacto del pecho de la mujer sobre el mío me indico sin lugar a dudas de quien se trataba. La señorita Daphne se había lanzado a mis brazos.  Llevo mis brazos a mi espalda para tomar la muñeca derecha de Daphne. Señorita Holly, no sabía que gustaba del canabis. Le doy una vuelta completa para poder verle el trasero firme que tiene. Parece que no se ha lastimado, lo cual habla muy bien de ud.

Le meto el cigarrillo de canabis entre lo labios para que fume un poco. Mientras le guiño un ojo. A que es bueno.

La mano de Payne me atrapa como un experto cazador en medio de la espesa sabana de africa. Veo que estoy en problemas y no puedo zafarme. - Eh... que le parece si me...suel... -de pronto siento que me da una vuelta y me hace girar como si me tratara de alguna clase de muñequita de cajita de música. Apenas veo que estoy libre, retrocedo unos pasos- ¿Qué es Cannabis? -Payne es más rápido y antes de que pudiera hacer nada siento aquel cigarrillo en los labios. No estoy acostumbrada a fumar, pero un cigarro no me viene mal. Mi madre lo hacía a veces.

Inspiro un par de veces rápidamente, exhalando el humo. Y otra más.

De pronto, empiezo a toser irremediablemente, está claro que no tengo ni idea ni costumbre. Extiendo la mano y se lo devuelvo- Sabe un poco raro. ¿Es de una marca internacional? -le respondo con un poco más de aplomo.

Siento un cosquilleo ascender por mi estómago y sonreir un poco, revelando unos sutiles hoyuelos.

Recibo el cigarrillo casi extinto y le doy la última bocanada que ofrece. Ehh, me aclaro la garganta antes de contestar. Si es una marca extranjera. Muy buenos por cierto.

Los claxon de los vehículos aledaños son como martillos para mis oídos. Vera señorita Daphne, no cargo conmigo mi provisión personal. Pero le aseguro que el resultado de mi cosecha es bastante superior. Sonrío y guiño un ojo con mi deformado rostro.

Puedo ver como el efecto del canabis le sube a las mejillas. Se torna rosada y muestra unos tiernos hoyuelos. Me pregunto ¿cómo se verá con un antifaz de cuero y un látigo?

 En ese momento un tipo aún más gordo que la señora de las fotos pasa arrasando con todos y me hace perder el hilo de mis pensamientos. Jodido… Como se llamen.

Señorita Daphne ¿le parece si vamos a ese hospital? Su idea me ha gustado y es posible que consigamos saber quién es ese loco al que buscamos. Además podrías tomar algo de intendencia. Nunca se sabe cuándo un buen disfraz es necesario. La gente dice que las batas de médico me quedan muy bien. Y ud se puede probar una triada de enfermera. Y nada más por supuesto. ¿Qué le parece?

Conque si... jajaja... si.... ya lo sabía. He logrado pasar mi prueba de modernidad. Una marca nueva. Heh...

- No me han gustado mucho y me siento un poco rara, que raro, raro que me sienta rara- me echó a reir- ¿Qué estoy hablando? Soy un bicho raro y desde hace mucho tiempo -sonrío de nuevo, aunque estoy erguida y atenta es como si me sintiera relajada- ¿Sabia usted... Señor Payne, que en mi formación de...  espere, no puedo decirlo aquí... usted ya sabe, me ponían nombres crueles? -mi tono de voz se torna ofendido.- Pero yo les enseñé a no meterse conmigo. Puedo ser una mujer aterradora a veces ¿Lo sabe?

De pronto, la voz con las palabras del mago llegaron a mi cerebro.

- Cuando me pongo seria, las cosas me resultan... ya me lo dijo End... alguien- levanto mis dos pulgares hacia arriba en aceptación de las palabras del mago- Me parece bien. Vamos Merlín con piercings... vamos a ver que hay en ese hospital. Y yo me visto de lo que me tenga que vestir para obtener algunas respuestas

Camino con seguridad y empiezo a hacer a un lado a la gente que hasta hace un rato me empujaba.

- Ya va a ver ese Flanagan, que yo también se mis truquitos... -murmuré mientras avanzaba. - ¿Hannigan viene o está esperando invitación? -sonreí sintiendome muy lista. Si. Esa marca internacional era interesante sin duda. Payne era muy amable.

Escucho fascinado la retahíla que suelta Daphne. Las palabras salen de su boca como un torrente incontenible. Con la misma fuerza que manifiesta el agua que ha sido retenida injustamente en una presa y es liberada al romper el dique que la aprisiona.

Lo que es más divertido es que no tengo la menor idea de que es el que dice.  Una sonrisa enorme y perturbadora se dibuja en mi rostro.

 ¿Sabia usted... Señor Payne, que en mi formación de...  espere, no puedo decirlo aquí... usted ya sabe, me ponían nombres crueles?  Pero yo les enseñé a no meterse conmigo. Puedo ser una mujer aterradora a veces ¿Lo sabe?

Aterradora… ya veo, supongo que los látigos son de su gusto. ¿Qué tan despiadada llega a ser?  Ignoro qué es lo que trate de decir. Pero verla en un bikine de cuero es aterradoramente tentador para mí.

Y yo me visto de lo que me tenga que vestir para obtener algunas respuestas

Esa es la actitud. Definitivamente, las cosas que debemos hacer por recuperar un aburrido libro. En cuanto Daphne se voltea me quedo embelesado bien ese trasero bien torneado. No soporto la tentación y le doy una nalgada.

Es verdad vamos antes que se enfríe la pista. Luego me giro para ver a Hanigan. Viejo mueva el culo que tenemos cosas que hacer.

Camino mientras escuchó lo que sea que me responda el chico del dragón tatuado. Ah no, no es ese...

¿Látigos? Es usted bastante pervertido, déjeme decirle. No querrás verme enojada, no, no. 

Cuando me enojo pierdo el control. Sin control, no eres nadie.

¿Aburrido libro? ¿Oyó lo que dijo el Flanagan, el Doctor de la cadena de restaurantes de comida rápida? Es como todo, es como una leyenda, como la espada la excalibur, como la espada de San Gabriel, como la biblioteca escondida del Fuhrer. Es épico.-alcé mis manos imitando la importancia.

Mientras hablaba, sentí el contacto de una mano sobre mi cuerpo. En ese mismo instante me giré, estupefacta, mientras una creciente oleada de ira iba ascendiendo como el escupitajo de fuego de un dragón airado. Avance con una mirada furibunda y los ojos como los de un gato a punto de atacar mi mano se alzó en una contundente bofetada, elevada en poder por toda la frustración que llevaba acumulada dentro.

- No habrá próxima vez. Le cercenaré la mano si lo vuelve a hacer, le abriré el cráneo y le haré tragar su propio cerebro a la parrilla como el doctor lecter ¿Me entendió? -le di un fuerte empujón con el índice de mi mano derecha.

- Ahora déjese de cosas y vamos a atrapar a esas personas que nos atacaron.-le di una ultima mirada de advertencia y continue avanzando.

Una pequeña sonrisa fue creciendo sobre mi rostro, aunque no sabia porque.

Hannigan hacía oídos sordos a la conversación entre el mutilado y la maga de cabellos carmesí, más preocupado en intentar ver el paradero del Durmiente y sus compañeros más adelante. Al sentir el aroma del humo del porro, Hannigan se dio la vuelta y clavó los ojos en el Cultista.

Tiempo y lugar, Payne. Estamos en una calle transitada y acaba de haber un accidente; la policía llegará en cualquier momento. Se nos dificultará seguir el rastro tras las rejas.

Jackson no pudo evitar dibujar una sonrisa al oír la discusión de látigos y cuero, pero alzó una ceja y dio un paso atrás tras oir la verborragia y la amenaza de la señorita.

No sé qué tan prudente será obtener información del hospital, presenta mucho riesgo y probablemente no sea muy útil... ¿su nombre? ¿una dirección, con suerte? Si la ausencia de señal significa lo que creemos... podríamos volver a donde los atacaron, y revisar con más calma.

Flanagan susurra a Or Deux, a su lado: ¿alguna idea? Me temo que solamente se me ocurren efectos demasiado vulgares como para tenerse en cuenta. ¿No es usted mentalista? Quízá podría hacerse algo por ese camino.

La causalidad es un retardante mucho más interesante Doctor. Con un movimiento de la mano anillada dí un empujón al hombre para hacer que tropezara con nuestro objetivo.Rápido acerquémonos.

La mujer comenzaba a alejarse cuando el empujón de Or-Deux hace que el hombre resulte en medio de su camino. Esta intenta esquivarlo pero se ve que aún se encuentra algo conmocionada por el choque ya que no lo logra.

Con bastante torpeza el tipo recupera el equilibrio y ayuda a la mujer a ponerse de pie mientras le habla pidiéndole disculpas.

- Muy bien hecho señor Or-Deux! - congratula Meyer mientras se acercan a la mujer.

Al llegar esta ya se encuentra de pie intentando alejarse del sitio deshaciéndose de quienes se le acercan con bastante brusquedad.

La zona está llena de gente y como predijo Jackson la policía comienza a hacer acto de presencia. Una pareja de policías se acerca buscando pasar para ver lo sucedido.

A su vez, una pareja de unos 20 años comentan algo en checo al pasar cerca suyo y ríe por lo bajo. El joven no puede evitar girarse para mirar a Daphne cuando les dejan atrás, a lo cual la muchacha tira de su brazo y le dedica un regaño. O al menos eso parece.

Aprovechando el tiempo que ha ganado Or Deux para la causa, Flanagan teclea en su teléfono móvil...

Esto debería crear un campo de dispersión de fuerza direccional que apuntado al indivíduo...

Vaya... parece que no he tecleado la secuencia correctamente.

Flanagan frunce el ceño, algo molesto.

después de mi entorpecimiento  propósito de ayudarla, pese a que mi aferramiento fuera a ser más firme. Venga, por favor, ya hay demasiado malestar en los viandantes. Alcance a decirle en voz baja.