Partida Rol por web

Sin mucho más que hacer allí, mientras los colonos apagaban los últimos fuego y levantaban todo el mobiliario que aquellos bandidos habían destrozado, picásteis espuelas y avanzásteis a todo trapo hacia el norte, la dirección que os había indicado aquel tipo. Tras dejar atrás el campamento, comenzó el camino descendente de la colina. Bajábais a buen ritmo aquella estribación, y enseguida estuvísteis otra vez trotando por el suelo desértico de Chihuahua. Unos quince minutos después, no habiéndoos desviado de la ruta septentrional, os topásteis con una situación inusual, aunque no por ello poco frecuente: un par de pumas estaban asediando desde el suelo a una mujer apache, la cual se encontraba subida en lo alto de un árbol sin hojas. Su pericia manteniendo el equilibrio en aquellas finas ramas era la distancia entre su vida y su muerte. Los dos animales miraban constantemente hacia arriba, caminando en círculos alrededor del árbol e intentando vislumbrar la mejor manera de echarle el guante a la joven. Ésta, al veros a lo lejos, comenzó a gritar, pidiéndoos ayuda. Lo curioso era que hablaba un inglés bastante decente, en vez de vociferar en su propio idioma del "piel roja".

Ayudaaa... ¡Peligro! ¡Ayuda, hombres! -decía la joven moviendo sus manos e intentando mantener el equilibrio sobre el árbol-.

-El buen indio es el indio muerto-. Pronunció en voz baja, más para sus compañeros que para la joven que intentaba sobrevivir al asedio de aquella bestia salvaje. Se rascó rápidamente y de improviso decidió desenfundó su Remigton para abatir al animal. Sin ningún tipo de ceremonia.

Belle dejo escapar un largo suspiro. Tal y como sospechaba, aquel tipo no habia cogido un arma en su vida. Si los chicos de Calahan plantaban batalla (y nada indicaba que no fuera a ser asi) se mascaba la tragedia.

-Dejeme a mi, señor Tutt-dijo desenfundando y apuntando cuidadosamente a un puma. Instintivamente, cerro su ojo malo.

Su caballo piafo nervioso. "Bones" no tenia una gran opinion de los indios. Habia leido muchas historias sobre la guerra sin cuartel que mantenian con los colonos, sus sangrientos ritos y barbaras costumbres. Sin embargo, la idea de una chica sola en la pradera a merced de las fieras y los indeseables le hacia fruncir el ceño: maldicion, ella tenia su Remington pero aquella squaw ni siquiera tenia un cuchillo.

El humo de su propio disparo le vino a la cara impidiendole ver si habia acertado.

Aquella pobre muchacha estaba en apuros, y a Pancho lo mismo le daba que fuera una piel roja o no. Él mismo ya sufría casi a diario comentarios ofensivos y desprecios por su origen, así que no podía dejar de compadecerse por la fea situación de aquella chica. Que el flaco y la mujer del parche no mostraran reparos en ayudarla le alegro por unos instantes. Al final va a resultar que nos son unos simples gringos racistas. 

Inmediatamente después, desenfundó su winchester y se tomó unos segundos para tratar de apuntar lo mejor posible a la fiera a la que no había alcanzado su compañera hace unos instantes.

PNJOTIZADO.

Como los tres tipos a los que acompañaba decidieron disparar, me desdoblé en mi interior al saber que los tres iban a atacar al os animales. Una parte de mí apostó contra la otra a que no darían un balazo ni a un bisonte a un paso de distancia. Sin embargo, la otra parte comprobó que, tal vez para mi sorpresas, la mujer y el mexicano (quién me lo iba a decir a mí...), alcanzaron a las bestias. Ver para creer. Por mi parte me mantuve quieto en mi caballo.

¡¡BANG!! ¡¡BANG!!

Belle disparó su Remington desde la distancia. Parecía harto difícil acertar desde aquella distancia. Sin embargo, pese a que el Flaco había fallado un segundo antes, la mujer logró acertar a uno de ellos en una pata. Acto seguido, el mexicano Pancho disparó su rifle winchester, apuntando brevísimos segundos, y logrando así un resultado bastante aclarador: había golpeado los cuartos delanteros del animal. Éste cayó al suelo, pero enseguida se levantó. Los dos animales heridos dejaron de mirar a la apache para centraros en vosotros. Un tercer puma llegaba lateralmente a la carrera, y eso envalentonó a los heridos, que también corrieron hacia vosotros... ¡Vaya que si corrían!

El flaco se sintió enrojecer al ver como no sólo había fallado. Si no que para encima la marimacho logró acertar mientras que el mexicano lo hizo aún mejor. Sin embargo aquellos aciertos no habían sido suficientes pues la pareja de pumas decidieron cambiar de víctimas echando a correr al trote.

Esta vez se concentró y logró impactar aún estando las malas bestias en la lejanía.

"Bones" chasqueo la lengua. Habia esperado que aquellos bichos se dieran a la fuga en cuanto oyesen los disparos. 

Newton piafo nervioso bajo ella. Tiro de las riendas para tranquilizarlo y apunto al puma que venia en cabeza. Sin embargo, su inquieto caballo seguia moviendose y la bala levanto una nube de polvo en el suelo.

-Maldicion.

El mexicano sonrió con satisfacción al ver que el puma al que había disparado mordía el polvo, literalmente. Pero su alegría duró apenas unos segundos tras comprobar que el animal se volvía a poner en pie y enrabietado se lanzaba hacia ellos. Igual que su compañero, e igual que un tercer puma que no habían visto llegar en un primer momento.

Tragó saliva sin demasiado disimulo, e intentó encontrar calma para, en esta ocasión, apuntar al segundo puma con la mayor precisión posible.

¡¡BANGG!! Fue ahora el flaco quien logró acertar con su disparo, mucho más preciso que Belle y Pancho esta vez. Acertó en el mismo que el mexicano había apuntado instantes antes. El puma cayó entonces en el suelo desértico, yaciendo inmediatamente en el suelo.

El otro que corría en paralelo y el que venía transversalmente siguieron avanzando hasta vosotros. Y estaban tan cerca que... ¡ahora saltaban contra vosotros! La mujer subida al árbol veía con temor aquella escena, pues aquellos tipos se estaban jugando la vida por salvarla.

—¡Iahhhh!— exclamó Tutt espoleando a su montura a la par que la hacía girar, sabía que tenía complicado dar la vuelta 180 grados y alejarse al tiempo que disparaba, pero recortar al tiempo que giraba... probablemente tendría más posibilidades así. En cuanto avanzó unos metros y consideró que podría despreocuparse de dirigir a su caballo tornó su cuerpo y disparó al puma que tenía más cerca.

"Bones" pico espuelas para dirigir a su caballo hacia la izquierda para acercarse dando un rodeo hacia la india. Al menos, queria interponerse entre las fieras y aquella pobre chica. 

Levanto la pistola de nuevo para apuntar.

Click.

-iMierda!

Viendo a sus compañeros espolear a los caballos para tomar distancia, Pancho decidió hacer lo mismo, pero dirigiéndose hacia la derecha. Si salimos en direcciones opuestas los confundiremos y los dividiremos, pero como alguno de nosotros falle... 

En realidad no quería ni pensar en los destrozos que podían hacerles aquellas bestias, lo mejor sería centrarse en acabar con ellas lo antes posible. Para conseguirlo, debía seguir disparando con su rifle, y fue lo que hizo.

-Mierda!

Escuchar el grito de maldición de su compañera en el momento de apuntar lo desconcentró lo suficiente para que su disparo levantara una pequeña nube de polvo un metro a la izquierda del puma, que parecía decidido a lanzarse de cabeza contra él. 

PNJOTIZADO.

Al ver que los problemas aumentaban desenfundé mi Peacemaker y comencé  a dispara contra el puma que venía por el lateral. Sin embargo no estaba yo fino aquel día.

Belle intentó disparar pero... ¡¡CLACK!!, su arma se vió trabada y no pudo apretar el gatillo... Segundos después, si su compañera no había logrado disparar, el Flaco hizo acopio de pericia y disparó contra puma herida... ¡¡BANGGGG!! Un tremendo disparo* acertó en la cabeza del animal, y sus sesos se esparcieron en el aire, cuando se precipitaba contra él mismo. Su cuerpo cayó entonces al suelo del desierto.

Daño: crítico (daño máximo x2): 16 puntos de daño.

Pancho, por su parte, intentó disparar su rifle Winchester, al igual que Curly su revólver. Ninguno de los dos acertó, ¡y el puma restante se echó a los brazos del mexicano! Sus garras le provocaron una gran herida en la pierna, ¡¡haciendo que el mexicano se cayera del caballo hacia atrás, golpeándose en el suelo!!

Daño: 3 puntos de daño para Pancho.

El flaco volvió a espolear a su montura para seguir alejándose del puma y mientras cedía a su caballo la iniciativa de la dirección a tomar, se centró en el cuadrúpedo que iba en su dirección y disparó