Glek os mira de arriba a abajo, con desprecio podríais decir incluso, antes de responderos - Ackbar está muy ocupado, decidme lo que tengáis que comunicarle que, como segundo al mando, ya me encargaré de comunicárselo yo - su mirada acusatoria os indica que no sois bien recibidos - Ya habéis hecho suficiente atrayendo la atención de los imperiales hacia el Cinturón, así que acabemos pronto y os podréis marchar a vuestra casa para que podáis estar seguros y nosotros intentaremos mantener al máximo la discreción, como veníamos haciendo hasta ahora.
Por favor, no metáis a RON en los posts.
Por cierto, moveros, aún no os han dejado moveros mucho. Estáis en la entrada de un pasillo que sale del hangar, pero aún se puede decir que estáis en el hangar prácticamente.
Aún andas algo liado con los cables, pero cuando acabes saldrás por el túnel por el que se fueron.
Técnicamente son amigos tuyos. Salísteis del planeta inicial y entrásteis a formar parte de la Alianza de manera más o menos involuntaria. Os han dado una misión, habéis estado discutiendo, pero todo ello ha sido en un intervalo que no hemos roleado.
Y esta vez, frunzo el ceño mientras doy un paso al frente. Este tipo, mira por donde, no me cae bien.
A ver si nos entendemos tu y yo, bigotes.
Mi nombre es Eralan, Jarno Eralan. Piloto de combate reclutado por y para la alianza rebelde para combatir, donde sea y cuando sea, al maldito imperio y al loco miserable que tiene de emperador. Hasta ahí lo tienes fácil, supongo.
He recibido ordenes directas de presentarme en esta base a cualquier precio para ocuparme de que los nuevos prototipos en desarrollo, particularmente aptos para neutralizar hasta las nuevas fragatas de combate clase Nebulon B, lleguen al destino que se les asigne.
Y puesto que pareces necesitar una prueba, te diré que hemos traído un holo disco con datos. El encargo formaba parte de nuestra misión.
Miro de arriba a abajo al tipo que tengo delante mientras, cosas que pasan, mis manos ya no están apoyadas en la hebilla de mi cinturón. Ahora cuelgan libremente a los costados.
Asiento ante las palabras de Jarno mientras evaluaba mentalmente sus palabras - Esta claro que este muchcho tiene las cosas claras y sabe como expresarlas. Claramente es un buen aporte para el comando del que formamos parte, aunque quizas sea demasiado impulsivo. Aunque para eso estoy yo aqui - y entonces el ex-oficial imperial alzo las manos para intentar calmar la situación - Sera mejor que nos tranquilicemos, en cuanto pueda usted ver el informe de nuesta misión quedara todo aclarado y entonces podremos continuar. Ademas es normal que no quiera usted molestar a su superior sin tener todos los datos delante -
El Quarrel comienza a agitar los tentáculos algo nervioso tras oir a Jarno, para tranquilizarse tras la intervención de Luther - muy bien, veo que son humanos razonables. Si hacen el favor de darme el holodisco, se lo haré llegar al Comandante - comenta, para continuar - y si hacen el favor de acompañarme, les llevaré a una sala de descanso para esperar a que Ackbar pueda atenderlos - acaba, haciendo una señal corté para que le acompañéis, aunque se queda a la espera del disco en cuestión.
Pues no. No me cae bien este tipo. Pero nada bien. Así que, midiendo la distancia que me separa de el y con la diestra ya apoyada en la culata de mi Blaster, sonrío. Una sonrisa que, curiosamente, no me llega a los ojos mientras no pierdo detalle alguno de los movimientos de mi querido Bigotes.
Como parece que si nos entendemos, lo que vas a hacer es guiarnos hasta Akbar para que reciba, en mano, el holo disco con los datos. Consideralo una muestra de cortesía con un operativo de la Alianza que ha sudado lo suyo para poder llegar hasta aqui.
y a todo esto, ¿quien lleva los datos estos?
La twi'lek comparte el desagrado de Jarno hacia el señor tentáculos, pues se han jugado el pellejo para llegar hasta ahí y ahora tiene la sensación de que desconfían de ellos.
- Estoy con Jarno- dice ladeando la cabeza hacia el humano pero sin dejar de mirar al quarrel- aunque personalmente no veo problema en esperar a Akbar... creo que es mas sensato entregarle el disco personalmente. No ha sido fácil conseguirlo, a algunos hemos estado a punto de perderlos- añade mirando a Luther- Quizá debería informarle de nuestra presencia, Glek- concluye en un tono algo mas crispado de lo que la cortesía permitiría.
La twi'lek recompone su aspecto con rapidez. Le da el ordenador a Jarno, por si algún otro imperial decide cachearla.
No me acordaba y he estado releyendo. Parece que Zeenah se lo dió a Jarno, si es el ordenador que consiguieron en la sala de detención.
Se agradece muchisimo la aclaración por que yo había estado buscando ese dato y nada, que ayer no lo encontraba.
Salin Glek os mira escrutándoos de arriba abajo y responde - y obtendréis vuestra recompensa por todo vuestro trabajo y esfuerzo, no lo dudéis, pero es imposible ver a Ackbar en estos momentos, así que, por favor, entregenme ese holodisco para que pueda dárselo en persona al Comandante - os insiste, llegando a ser algo pesado con este asunto.
Has acabado de arreglar lo de los cables. No te ha costado mucho, pero sí algo de tiempo, el suficiente para que no veas donde se encuentran los verpine, aunque sí sabes por donde se fueron.
Tus amigos parecen mantener una conversación, algo acalorada, con un quarrel cerca de la salida hacia otro pasillo.
Que este tipo es un imbécil, es algo obvio para mi. Pero lo que no termina de comprender, es que me esta tocando cierta parte.
Mi diestra ya no se separa ni un ápice de la empuñadura de mi blaster. Y con la zurda, palmeo el bolsillo interior de mi cazadora mientras digo.
Como me doy cuenta de que eres algo gilipollas, te lo voy a dejar clarisimo. Aquí están los datos y aquí van a seguir hasta que se los de en mano a Ackbar. Y ahora, Bigotes, pasando por alto tu ofensivo comentario sobre recompensas, tu me vas a decir ahora mismo, donde esta Ackbar. Y mira por donde, mas te vale que este en perfectas condiciones, bigotes. Por que como tenga la mas leve confirmación sobre las sospechas que empiezo a tener, te reviento la cabeza de un disparo aquí mismo. ¿Me captas Bigotes?. Ten muy presente que, si ocurriera lo peor, bigotes, no serias ni el primer, ni el ultimo imperial que reviento.
Ultimo intento. A la próxima desenfundo y disparo.
- Maldita sea deja hacer a este hombre su trabajo Jarno - y me adelanto para coger el holodisco y miro hacia los lados buscando una unidad R2 y en cuanto la veo le grito - ¡Droide acercate! - y una vez que lo tengo al lado introduzco el disco - Muestranos los datos de este holodisco. Asi nuestro amigo aqui presente vera que realmente estamos aqui por una buena razón y no somos ni espias imperiales ni unos aventureros en busca de gloria -
Estamos en un hangar supongo que habra droides por todas partes, ¿o no?. Ademas creo que Jarno tiene una si no me equivoco
Anda que ... no se los puede dejar solos.
Voy tras los Verpines. Mis compañeros ya son mayorcitos para cuidarse solos. ;)
En presencia de todos. Es algo aceptable. Que se encargue de la proyección el propio droide que nos acompaña. Pero he dicho de todos. Pues creo intuir que es el tipo que podría salir en esa grabacion. Y no creo que le guste que cualquier dato, por leve que sea, sobre su actual ubicación, se filtre.
A pesar de que ha sido Luther el que me ha dirigido la palabra. Yo continuo vigilando al imbécil de los bigotes, sin apartar mi diestra de la empuñadura de mi blaster.
Podríamos decir, que tengo la sensacion de la especie del que podría aparecer ante nosotros, no abunda ya demasiado. Y no me parece justo comprometer su situación ante un tipo que me esta resultando irritante por momentos.
Master, puedo tirar a afectar mente para que Glek tenga la sensación de que somos de fiar o bien para alterar su memoria, haciéndole creer que Akbar le dió la orden de llevarnos ante él?
El quarren se pone nervioso ante vuestra negativa a entregarle el disco y comienza a sisear y gritar en una extraña combinación de Básico y Quarren exhortándoos a que se lo déis.
Cuando la cosa empieza a ponerse realmente peligrosa, dada vuestra actitud y la de Salin Glek, el ruído de unas pisadas y la aparición de un nuevo individuo, un humano ésta vez, hacen que el Quarren cese.
Un humano con la cara llena de cicatrices, morena y de rasgos pesados, aparece por el pasillo. Su cara, unido a su indumentaria, le confieren cierto aspecto siniestro.
- Salin, ¿qué está pasando aquí? - aunque la pregunta la dirige al ayudante de Ackbar, os mira a vosotros a la espera de una respuesta.
- ¿Y este quien sera?. Espero que alguien capaz de calmar los animos que andan un poco revueltos - penso Luther mientras se giraba hacia el recien llegado - Mi nombre es Hawkins, Luther Hawkins. Y estamos aqui enviados por el Alto Mando de la Alianza con ordenes de presentarnos ante el almirante Akbar y sacarlo de aqui. - y señalo hacia el droide - precisamente estabamos ahora a punto de mostrale al ayudante del almirante nuestras ordenes -
Por los pelos. Aquí el bigotes se ha librado de un tiro ente ceja y ceja por los malditos pelos. Memorizo sus rasgos por si tuviera la oportunidad de tener una charla en privado con el y hecho esto, presto atención al tipo nuevo que acaba de aparecer.
Y menudas pintas que tiene el nuevo. Tras examinarlo de arriba a abajo una vez que Luther le ha dado la pertinente explicacion, yo añado.
Si esto es muy fácil. Ordenes. Que tenemos ordenes. Y esas ordenes, se van a cumplir. Así que yo recomendaría, dejar de perder el tiempo.
Pues siendo lógicos, tiempo es algo que no nos sobra, y mira tu por donde, el motivo de que no nos sobre es la mas que probable presencia imperial en las afueras del cinturón de asteroides. Pues para poder llegar hasta aquí, además de todos los cabeza cubos que hemos tenido que acribillar en cierto espacio puerto, nos ha tocado fundir tres ties antes de acabar apareciendo por aquí.
La joven twi'lek escucha la explicación de Luther con paciencia mirando al sombrío personaje que ha aparecido. ¡¿Será posible que hoy todo el mundo desconfíe de nosotros?! se pregunta exasperada mientras echa la mirada al techo y suleta un sonoro suspiro. Con renovada resolución, baja la cabeza para mirar a los ojos al recién llegado humano, mece suavemente sus tentáculos y pone los brazos en jarras en actitud interesada, inclinándose casi imperceptiblemente hacia él.
- Disculpe, señor...- empieza, ofreciéndole la mano y dándole tiempo para que dé su nombre.