Partida Rol por web

Los guardias avanzan corriendo hacia ustedes y dando voces de alerta, lo que provoca que los pocos visitantes del espacio puerto se aparten y se os queden mirando.

Por otro lado, uno de los médicos se pone nervioso y sale corriendo hacia los guardias, con los brazos en alto, dejando de empujar la camilla.

La zona hacia el hangar está libre, pero una luz roja de sirena comienza a brillar sobre las puertas presurizadas que dan paso a éste y justo en el momento en el que las pesada puertas comienzan a cerrarse.

Si no comenzáis a empujar la camilla, no os va a dar tiempo de entrar y quedaréis entre 'el bláster' y la pared.

No te fies, rubio. No son médicos sino veterinarios y son los peores interlocutores que te podías haber agenciado. De hecho no intercederán a tu favor ni drogados perdidos. Para que veas lo profesionales que son: al capi le dejaron muriéndose en la camilla y estos estaban de parloteo en la puerta sin mover un dedo

-Joder, si lo que quiero esque se vayan, si el permiso ya lo tengo....- Le digo ya sin rodeos cogiendo la camilla y tirando de ella para entrar al hangar donde espera mi nave.

-Venga ayudarme y salgamos de aqui de una vez.-

Apuro.

Los guardias gritan y algunos disparos silban a vuestro lado.

El otro médico, al ver la situación, intenta saltar lejos de vuestro alcance y protegerse en algún recinto cercano.

Las sirenas suenan sin cesár y las puertas no paran su cierre.

¡Y finalmente, se acabo liando!.

En un momento, ráfagas de blaster cruzan a nuestro alrededor, resuena con mayor intensidad la alarma, escuchamos gritos y gruñidos de las tropas imperiales que se lanzan a nuestra captura y de propina, las puertas del hangar empiezan a cerrarse.

Si. La situación se vuelve divertida por momentos.

Por lo tanto, es hora de acelerar. Acelerar y mucho. Uno de los médicos, sale por patas tratando de esquivar la nube de rayos que satura la zona. El otro no se ni lo que hace aparte de llamar a gritos a su madre o algo así.

Y yo, engancho la camilla en donde nuestro capirulo descansa con cara de felicidad y digo.

¡Al hangar ya mismo!. ¡Nos largamos de aquí ahora!.

Y salgo disparado en dirección a las puertas que siguen cerrandose mientras empujo la maldita camilla.

Mas ráfagas de Blaster, pasan a mi lado con su caracteristico aullido y yo, mirando de reojo al Capi, añado entre dientes.

Ya me gustaria a mi poder cumplir una misión de infiltracion tumbado de esa manera. A saber con que leches sueña.

Y tras soltar esto, río entre dientes.

El rubio y Jarno tiran de la camilla a toda caña hacia el hangar. No creo que haya diferencia alguna si Jay se pone a empujar también, mas que estorbarnos. Jay corre a su altura y dispara, no a dar a nadie, sino mas bien soltar rafagazos hacia la zona de los soldados para obligarlos a ponerse a cubierto y que no tengan un tiro fácil. Para cubrir a mis camaradas, vamos.

Y al doctor le comento:
vaya amigos que te has buscado , ¿eh camillero? disparan aunque estés en todo el medio sin importarles en absoluto si te hieren o no. Yo seré mas generoso y si tienes suerte y tus amigos no te matan podrás contarle a tus hijos que los que parecen buenos a veces son mas malos que pegar a un padre y al revés.

Tiro de la camilla para pasar la puerta y que se cierre tras nosotros y asi poder entrar en el Cuervo...

Avanzáis más o menos deprisa hacia la puerta que se cierra y podéis apreciar como los guardias aceleran el paso.

La camilla avanza tirada por Logan y Jarno de manera algo herrática, mientras que Jay se entretiene disparando al moviliario del edificio.

Los guardias intentan deteneros, aunque se van parando al apreciar como las puertas van a cerrarse entre vosotros y ellos...

Las puertas se cierran inexorablemente, el Capi sigue con cara de felicidad a bordo de su camilla, los imperiales hasta parece que nos dan por cazados ya y yo, entre maldición y maldición, echo un vistazo a mi alrededor para intentar distinguir una posible via de escape secundaria.

Cualquier cosa podría servirme, has un puñetero acceso al alcantarillado del espacio puerto.

Pero entre el caos que hay montado, y las ráfagas lasers que pululan por todas partes, no es que vea gran cosa yo. Por tanto, gruño mas que grito.

¡Las malditas puertas se cierran!. ¡Hemos de acelerar o estaremos jodidos, muy jodidos!

Mierda... Pienso mientras veo que nos quedamos cortejos para atravesar las puertas antes de que cierren, pero aún queda algo de esperanza...

Asique sin pensarmelo dos veces, cojo al hombre de la camilla en brazos, iremos más rápidos asi, total es solo cruzar la puerta, y de ahí al Cuervo...

-Vamos joder, que al final nos pilla el Hutt*.-

Vamos, vamos apremiaba Jay al lado de sus compañeros mientras corría a su lado hasta que cuando quedan unos pocos metros empuja también la camilla del capitán para intentar llegar a tiempo antes de que se cierre.

Quizás sus ráfagas habían conseguido ralentizar e impedir que los soldados de asalto tuvieran un tiro fácil al tener que buscar algún parapeto, pero el llegar a tiempo parecía algo primordial en este instante

Los tres hombres aligeran el paso incrementando el esfuerzo mientras empujan la camilla hasta que Logan se decide por asir diréctamente al herido sobre sus hombros y comenzar a correr con ese peso muerto encima.

La primera puerta queda atrás, alcanzando, casi sin problemas, el pasillo que enfila hacia la nave y donde otra puerta de presurización también está cerrándose.

Pues correr a toda caña hasta la puerta e intentar bloquearla con algo que pueda haber en el hangar para dar mas tiempo al rubio, por ejemlo con la camilla

La primera puerta queda atrás pero ante nosotros, hay una segunda que se cierra, como no, dispuesta a impedirnos el paso, pues para eso es una puerta.

Y yo, ya bastante mosqueado y sin perder velocidad, alzo mi blaster y apunto a los controles de la jodida puerta que sigue cerrandose.

Río brevemente para conservar el aliento y digo.

¡Ahora vereis!. ¡O se queda quieta la condenada puerta o acelera!. Ya que estamos, ¡hagamos un poco mas emocionante el asunto!.

Y sin pensarlo mas, que cansa, disparo sobre el panel de control de la puerta de las narices.